Partida Rol por web

-Si es que eres una empollona de cuidado...- te revuelve el pelo. -Los mío bien, ni muy allá ni muy acá...bien. No necesito buenas notas, solo la suficiente para pasar.- se encoje de hombros. -¿Qué vas a hacer en navidad? ¿Ir a tu casa simplemente?

Acomoda tu peso y cierra más la manta.

-Sí. Suelo ayudar en la granja cuando estoy de vacaciones... - sonríe - Y bueno... tengo que practicar lo que me ha pedido mi capitán de quidditch. Un ser desalmado que me manda deberes para las vacaciones - ríe.

Se sienta sobre sus piernas y le pasa los brazos por encima de sus hombros.

-Y tú, ¿que harás? ¿Vas a casa? ¿Me echarás de menos?

Le lanza una mirada de esas de corderillo.

-Desalmado, sin duda, pero sabio.

Te da un beso en la punta de la nariz.

-Claro que te echaré de menos...cada momento. Y aparte de las fiestas habituales y entrenar...no tengo nada pensado la verdad. Seguro que mi madre organiza algo que no ha dicho a nadie más. Siempre hay una sorpresa.

Sonríe.

-Pues ya me contarás que sorpresa prepara. Tengo curiosidad. La verdad es que nosotros no hacemos nada especial salvo celebrar la navidad entre mis padres y yo. Bueno, cada año vamos al pueblo a escuchar los villancicos en la iglesia. Y ya está. Y hacemos el tonto en casa - ríe.

Aunque sean pocos, se lo pasan bien en navidad. Se sienta ahora apoyando la espalda contra su pecho para admirar el paisaje. Es muy bonito con el cielo despejado y la nieve brillando a la luz de la luna y las estrellas. Aunque hace fresco... frío, más bien.

Acabáis besándoos de nuevo, tras escucharte hablar de los exámenes y como han sido. Pero el tiempo pasa para todos y va siendo hora de acostarse. A la mañana siguiente os tendréis que levantar temprano.

Te acompaña, lo haría aunque no fuese a la misma torre, de la mano. Aunque atento a soltarte si os cruzáis con alguien. Ha tenido la precaución de llevar una escoba...así tenéis la excusa de ser unos frikis y haber estado entrenando de noche.

Se recrea en su mano, grande y cálida. Las suyas, a pesar de haber estado tapados con la manta, están más bien fresquitas. Llegan al exretrato de la señora gorda y es hora casi de separarse. A esas horas y con las vacaciones a la vuelta de la esquina, no habrá nadie en la sala común, pero no se puede arriesgar.

Es esconde de la vista del caballero que ahora guarda la puerta y pone las manos en el pecho de Oliver para tirar de él hacia abajo y tenerlo más a su altura. Junta sus labios con los de él para darle un beso. En lo poco que llevan juntos, ha aprendido a besar un poco. Ya no es demasiado torpe.

Al separarse, le mira, sonrojada y con un aspecto terriblemente dulce.

-Te quiero... - susurra y sonríe - Hora de parecer solo amigos... 

-Eso parece...- sonríe, como no queriendo dejarte ir. -Te quiero, abejita. Anda, ve.

Él esperará un rato antes de ir, para que sea menos sospechoso. A llegar al cuadro, sir Cadogan agita su mandoble, lo que lo desequilibra y derriba. sacudiéndose césped de las rodillas te mira de nuevo.

-¿Qué horas son estas vil bellaca?

-Buenas noches, Sir Cadogan. Veo que estáis tan atento como siempre - intenta adularlo -. Veréis... he ido ha hacer un último entrenamiento en el campo de quidditch. Y se me ha hecho tarde...

Intenta que se distraiga de la hora de llegada.

-¡Oh! Ahora que me fijo... su armadura brilla más que nunca. Es impresionante - sonríe.

En el momento en el que parece estar más despistado, dice la contraseña para ese día.

-¿Verdad? ¡¿Verdad?! ¡El secreto es baba de caraco^_ooool- su voz se ahoga un poco cuando el cuadro se abre.

Como suponías, no hay nadie en la sala común. Camino libre hasta la habitación.

Viendo la sala despejada, es momento de subir a las habitaciones sin hacer ruido. Si todo ha salido bien, habrá colado la trampa de que está durmiendo en su cama. Sube las escaleras sin hacer ruido y abre la puerta de la habitación para entrar y colarse. 

Va rápidamente a la cama y se cambia la ropa por el pijama. La verdad es que sí que tiene mucho sueño.

A la mañana siguiente, tras el desayuno, salís al hall para iros cada uno por vuestro lado. Harry hacia la sala común, Ron hacia las chimeneas de polvos flu y Hermione y tú hacia la estación. Pero te detienes cuando alguien te grita algo. Katie, como no.

-¡Eh! ¡Abejita besuco....digooooo zumbona! ¡Aquí!

Al mirarla la ves con su sonrisa traviesa, no ha sido un error lo de besucona. Pero lo que más te sorprende es la presencia de tu madre junto a ella.

Va arrastrando la maleta tras ella al lado de Hermione y contándole en confidencia, ya que le ha preguntado, lo que sucedió anoche... aunque no es que pasase mucho, claro. De pronto, escucha la voz de Katie llamándola desde lejos y encima a punto de decir besucona... cómo le gusta liarla. Se gira y ve a su madre con ella.

¡Y encima quería liarla con su madre ahí! Se va a enterar cuando la pille. Pero ¿qué hace su madre ahí? Se acerca corriendo...

-¿Mamá? ¿Qué haces aquí? Si en nada nos vemos...

Te da un beso, sonriendo. Aunque sabes por su ceja alzada que no le ha pasado desapercibido eso de besucona. Lo cierto es que...viéndolas así a una al lado de la otra...Katie y tu madre tienen la misma expresión...como el mismo aire...así de cabrona simpática. Tal para cual.

-Tenía que hablar con el director, pero ya he terminado. Además, no vamos a casa.- indica a un lado. -Tus tíos nos han invitado a pasar las navidades en su casa. Total, hace demasiado frío para cultivar y los Stock han aceptado echar un ojo a los animales.- son los granjeros vecinos -A cambio de poder usar el pozo, que está mucho más cerca que el suyo.

Katie se despide dándote un abrazo rápido.

Cuando se va tu madre sonríe más. -Es muy divertida. Por cierto...hay una sorpresa para cuando llegues.

Se despide de Katie devolviendo el abrazo.

-¿De verdad? ¿Y cómo es que no me lo habías dicho antes?

Ningúno de los Weasley lo deben de saber porque se han ido sin decir nada, así que debe de ser alguna cosa que se han dicho en secreto o algo así.

-Entonces, voy a despedirme de Hermione. Ahora vengo.

Deja las cosas junto a su madre y va a por Hermione. Y entre piques de haber quien estudia más y todo eso, se despiden y Tabby vuelve con su madre. Tendrá que contarle su pequeño secreto, aunque seguro que ya sabe algo... es tan Katie. Pero bueno, ya tenía pensado contárselo durante las vacaciones. No sería capaz de guardarle un secreto a su madre.

Coge el equipaje y se coge a su mano. La da igual que la vean así con ella. Su madre mola, y punto.

La señora Weasley os espera, con Ginny a su lado. Ella desde luego que se alegra que vaya a haber más chicas en su casa durante las vacaciones. Molly os recuerda como se usan los polvos y os tiende la macetita.

-"La Madriguera". Nos vemos allí.- te sonríe con cariño mientras Ginny se va la primera.

Saluda a su tía Molly y coge un puñado de polvos Flu.

-Ve tú primera, Mamá. Tienes que tirar los polvos y decir "La Madriguera". Es fácil - sonríe.

Espera a que su madre lo haga. Seguro que lo hace bien. Al fin y al cabo, está en Hogwarts.

Al llegar ves a todo el mundo montando cosas en el jardín. Desde el señor Weasley hasta Ron, pasando por tu padre y dos pelirrojos que no conoces. Tu padre sonríe al verte. Pero no suelta la mesa que transporta. Parece en pleno pique con uno de los que no conoces, el de aspecto más fuerte, que no usa la varita sino su cuerpo como tu padre.

Tu madre y tu tía aparecen poco después y ella os dirige a todas a soltar vuestras cosas y ordenarlas.El cuarto de Ginny será para tus padres, para vosotras han montado una tienda fuera, detrás, así no estaréis tan apretadas.

Saluda a su padre con la mano. No lo distrae más porque está cargando con la mesa. Hay dos chicos pelirrojos que no conoce, pero si son pelirrojos seguro que son Weasley y si lo son, seguro que son los dos hermanos que no conoce... Charlie y ¿Bill? Sabe que Ron fue en verano a Egipto a ver a su hermano Charlie.

Tras eso, la señora Weasley la lleva a una tienda de campaña que han montado en el exterior para Ginny y para ella ya que la habitación de Ginny es para sus padres. Se pregunta si no van a pasar frío, pero seguro que está todo pensado... al fin y al cabo, son magos.

De hecho, al entrar en la tienda de campaña te das cuenta de que es más bien un piso con tres habitaciones y baño incluido. Es claramente mágico. tu madre mira a todos lados asombrada.

-¡Vaya! Qué útil es esto. Es una pena que no se pueda aprender...

Se refiere a ella, claro.

-Si tenéis hasta chimenea, vais a estar en la gloria las tres.

-Hala... 

Es como tener una casa para ellas solas. Tiene de todo y no hace nada de frío. Al principio no se da cuenta de lo que ha dicho su madre, pero después cae en la cuenta de que ha dicho las tres en lugar de las dos. La mira.

-¿Las 3? ¿Quién más viene?