Partida Rol por web

-Esto no esta pasando, esto o esta pasando, estos no esta pasando, esto no estapasa...

No, mierda, una loca. Como nos había encontrado?  Miré por todas parte, venía ella sola o había más locas cerca? Esto parecía una peli de zombies, pero en lugar de zombies, locas. Yaaaaa….claro, auras, muy normal todo. Miré a Goro con cara de “madre mía, chiflada es poco” y dime, de que género es y de qué color es el pelo del sobrante? no es que fuera a creérmelo, pero ya por curiosidad.

Miró cómo su cuchillo entraba con una facilidad pasmosa en el cuerpo de su otrora amiga y una mezcla de asombro e incredulidad se formó en su rostro.No sentía nada.Veía caer a Ika y era incapaz de sentirlo

¿Cómo iba a sentir pena si ella había intentado acabar con su vida  antes y encima se hizo la digna cuando Miyake se enteró de su traición?

Con la misma frialdad sus ojos se dirigieron a Aki.SU antiguo amigo sí le daba pena.Pena por la ceguera que se había ante impuesto con Ika,ceguera por no ver que se había vuelto loca y que su intención real era matar a Miyake.Pena porque ya jamás podrían ser amigos y....Miró con rapidez a Hanako que se encontraba junto a él.Un rápido movimiento de ojos de Hanako a Ika debía bastar para que la chica la entendiera.Con pena se dirigió a él,al menos quería despedirse

-"Aki...lo siento pero era necesario.Todos pensamos que es la sobrante.Ojalá todo hubiera sido diferente"-llamó su atención y le miró a los ojos,viendo cómo las lágrimas corrían por las mejillas de su mejor amigo.

Junto con un estruendo, el edificio empezó a vibrar de una forma un poco agresiva. ¿Acaso era un terremoto? No, nada de eso. Por las ventanas se veian las luces de unas flamas. Alguien había hecho estallar algo y con ello, había empezado a arder el edificio.

Cuando Lara entró y cayó, el cuchillo salió volando de su mano, para acabar clavada en la misma al suelo.

Ahora una mano clavada al suelo, mezclada con el temblor del edificio al oir aquel estruendo, no le hacía precisamente nada de gracia, pues dolía.

Osaki trastabilleó con sus pies al desestabilizarse con aquel temblor y cayó al suelo, haciendo que el cuchillo rodase. Igual que cayó Aki de culo al mismo. Aún la pierna le resentía.

Sogoru pudo mantenerse en equilibrio gracias a agarrarse al marco de la puerta.

Y Miyake tras suceder el temblor fue de cara al suelo tratando de parar torpemente su caida.

Aunque la matarais, ahora Aki seguía furioso y este era un momento culmen.

Hanako se percató de la señal de Akane. Había caído junto a Aki, así que lo tenia a mano para clavarle las tijeras ya que el cuchillo había volado de su mano. Mientras lo intentaba sintió la vibración, pero como ya no sentía miedo, no la distrajo de su cometido.

Piensa bien tu proximo movimiento

A pesar del temblor, os mantuvisteis en pie, casi igual que la inerte Hiragi. Sin embargo visteis las llamas muy cerca de aquí, a unos metros un tanto más allá detrás de Hiragi, en las ventanas que coincidian con la cocina.

-Solo sé... que es una chica, y tiene el pelo largo, como yo. Solo dos personas encajan con esta descripción... una soy yo y otra... - No dijo más pues sus lagrimas empezaron a correr por sus mejillas. - Rie-chan, por qué tuviste que morir - y siguió llorando mucho más

Lara sonreía al ver ennegrecida su sangre por la oscuridad, pero parece que la parca aun no le quería, pero su dolor que le reconforetaba no era suficiente, con algo así no moriría de forma dura y drástica. En cambio el color de la ventana no le gustaba ni un pelo. ¡Fuego!

En ese instante temblor y tono ígneo se unían en una combinación desagradable. Apretó sus dientes arrancando sin contemplación el cuchillo de su mano, en una mezcla de dolor satisfactorio y molestia.

Dos teorías o tres se juntaban en su cabeza, una, la sobrante había caído, dos, el sobrante era aki y los temblores y el fuego su rabia, y tres, un maldito cobarde había decidido prender fuego al colegio con ellos dentro, si por lo menos solo fuera ella quien estuviera allí no le importaría demasiado, pero habían personas que no debían caer.

¿El cobarde e inútil de Goro habría querido mostrar hipocresía de manera masiva al fin? ¿O por el opuesto la mudita de Hiragi era la sobrante y había aprovechado su silenciosa existencia para jugar con ellos? O el más obvio, el inútil y cretino de Harada, quien ignoró las advertencias solo porque se creía "más molón", se creía con derecho de intentar acabar con todos, claro si las cosas no iban en su beneficio, nada más importaba, seguramente era ese inculto niñato sin honor, ni valor, con aires de superioridad.

- ¿Aki o quien esté provocando ese fuego? - dijo jadeando levemente por el obvio dolor de la herida en su mano.

Tenía una cuarta hipótesis, en caso de que el fuego no fuera cosa de aki o uno de los otros dos causante del fuego. Pero no la ocultaría.

- si no es Aki furioso, o alguien provocando esa explosión, ya sea Harada, Goro o Nana, si la explosión no es provocada, tal vez sea por un dolor causado al sobrante, en ese tercer caso, matarme cuando lo comprobemos, pues el dolor en mi mano sería la explicación más lógica tras las dos anteriores.

No se iba a matar ahí, primero debía allanar el camino a quienes creía inocentes, y en su frase mencionó a quienes creía podían haber provocado el fuego, por orden de culpabilidad, en ese caso si no era por alguien y era por "algo", ninguno de esos 3 debían morir, y sería ella la próxima en caer.

“Nada de esto es muy coherente”, susurré a Haradi. Eché un vistazo al edificio, tras haber oído el estallido de la ventana. “Aparentemente, las locas están por enloquecer aún más...”

“Vaya, Hiragi-kun, te propongo una cosa”, le hablé a la chica en voz alta. “Nosotros nos vamos a la verja para ver si hay una manera de salir del recinto del instituto. Han murado el recinto y no podemos saltar el muro, pero tal vez a la verja principal existe une forma de salir. Andemos tranquilamente hacia allí y lo comprobemos, ¿vale? Puedes acompañarnos o irte a juntarte a los demás en el edificio del instituto actualmente en llamas. Es tu decisión.”

“Si decide acompañarnos, tenemos que mirarla muy de cerca, no parece muy estable la pobre...”, hablé otra vez en susurros a Haradi.

Aprieto los dientes con la caída de mi amada... miro a sus asesinos, despiadados a todas luces a mis ojos.

Mis manos tiemblan, tratando de contenerme y mis ojos parpadean bastante, tratando en vano de contener unas lágrimas que se derraman por mi mejilla.

Akane se acerca, quien debiera ser mi amiga... pero sólo veo a una asesina. Asesinos matando asesinos.

Sólo... sólo he intentando evitar... muertes...

Apenas consigo articular las palabras, cuando el temblor provoca que vuelva al suelo al intentar levantarme. Les miro. Fuego.

Una parte de mí desea que todo arda... con todos dentro.

Pero la otra... sólo quiere vivir. Que todos vivan, pese a ser unos asesinos.

Me levanto para salir corriendo, evitando a cualquier persona con al menos un metro de distancia... no quiero detenerme, ni mirar atrás. Sólo golpearé si alguien se me pone en medio, pero sólo para empujarlo con todas mis fuerzas.

Me agaché inconscientemente cuando el edificio estalló en llamas. Como una puta cabra. Le susurré a Goro. Por suerte nosotros estábamos en el patio, pero visto lo visto, no sabía cuanto nos iba a durar esta suerte.

Vale, entonces nos estás diciendo que puede que tú seas la sobrante??? Tienes suerte de que seamos nosotros, porque si te llega a escuchar una que yo me sé, ya estarías muerta.

Las locas están en su punto más álgido. Le respondí a Goro. Lo mejor que pudimos hacer es marcharnos.

Después me dirigí a la loca que teníamos plantada allí de frente. Si decides marcharte al instituto, NI SE TE OCURRA DECIRLE A LOS DEMÁS DÓNDE ESTAMOS. No quiero la visita de más locas y más aún con la pierna toda chunga que no puedo ni caminar.

-Esperaba... que me ayudarais a acabar con la maldición... - Dijo un poco desilusionada Nana - Da igual, haced lo que querais - Y no se movió de allí

Según Hikari se levantó del suelo para correr, Osaki trató de alcanzarle sacando las tijeras que guardó de Lara, pero no llegó a hacer un golpe mortal, solo le clavó las tijeras en un gemelo a Hikari haciendo que este cayera al suelo de bruces.

“La maldición acabará con nosotros si continuamos dejarnos manipular por ella”, le dije a Nana. “Hay que tomar la iniciativa. Lo primero: no caer en el patrón de la maldición. No comportamos como malditos que se matan entre ellos. Tú, quédate aquí, por favor, si no quieres acompañarnos. Nosotros vamos a averiguar si hay una manera de salir del recinto, y si la hay, volveremos a por ti para llevarte con nosotros, si quieres.”