Partida Rol por web

Siguiendo con su monólogo interno anterior, Croma responde: - Tú eres la respuesta, Arma. No espero que comprendas el alcance de mis palabras, pero sí lo importante que eres para mí. Vamos, volvamos al punto cero. - Añadía Croma restándole importancia a la respuesta que le había dado a su PABOT.

- Sí, claro. Se pueden pasar los archivos a un ordenador fácilmente.

Cuando pregunta de dónde lo había sacado Marce suspira levemente. Sabía que esta pregunta llegaría.

"Lo siento Julia, pero no puedo incriminar a mi padre."

- Alguien se lo dejó en la biblioteca. No volvió jamás, así que decidí darle mejor uso. Aunque al ver lo que era...

Era una mentira pobre, pero verosímil dentro de lo que cabía.

- ... bueno, ya imaginé que no sería demasiado legal.

Marce para un momento, mira a Julia y de nuevo se pone nerviosa.

- P-pero no lo he usado para nada malo, ¡lo juro!

Crow vuelve a reirse. 

- Debes sospechar que tengo los recursos para falsificar una invitación o identidad o para que alguno de mis contactos me la facilite... Y si, los tengo. Pero olvidas que muy a mi pesar soy una figura pública. Quizás alguien de mi categoría no levante demasiadas sospechas, pero debido también a mi categoría no tengo la capacidad de indagar nada de interés. En los juegos de la nobleza ni siquiera soy una pieza en el tablero, o al menos no una de las que ellos sean conscientes.  - Se queda un rato callado y termina añadiendo. - Aunque por encima de todo odio asistir a eventos cómo esos, es mucho más cómodo dejar que otros se ensucien las manos mientras los observo desde la comodidad de mi salón. 

Croma iba a seguir la marcha pero Arma no se mueve del sitio. Algo en su interior había comenzado a funcionar. Al cabo de unos segundos dice en tono neutro: 

- ¿Debería analizar el significado de esa respuesta o deseas que descarte esa rutina? 

Julia sonríe, comprensiva. 

- Tranquila Marce, se que no eres capaz ni de matar a una mosca. De hecho tu padre me contó que incluso un día saliste corriendo al ver a una. - Se ríe un poco antes de añadir. - Sólo... No vayas por ahí enseñándolo si quieres conservarlo. Estoy segura de que podrás sacarle utilidad en otras ocasiones, cómo ahora. - Entonces se pone más seria. - Lo que si que te voy a pedir es que me lo prestes. Si queremos que la seguridad actúe rápido para tratar con el tema de Valerius... Debería ir sacar la información del aparato. He visto un par de ordenadores desatendidos en la sala de control. Espero poder acceder a ellos sin llamar demasiado la atención. 

- Ya me he dado cuenta de eso... - Dice con resignación. Luego suelta un suspiro.

- Bueno, si eso es todo cierro ya el dispositivo.- Le informa con normalidad aunque se le notaba el agotamiento en la voz. - Necesito prepararme para la actuación. Cuando termine vendré al camerino y ya empezaremos con.. el segundo espectáculo. 

- Inténtalo, si puedes. Aunque quizás no puedas entender el significado de mis palabras. ¡Vamos! - insistía en irse. Veía poco probable que Arma entendiera el sentido de sus respuestas y aunque así fuera posible, ¿qué ganaría Croma con aquello? Necesitaba volver al trabajo para olvidarse de un rato de Francisco.

- Está bien. Suerte, Alaris. - Dice Crow a modo de despedida. Hubiera parecido un comentario sincero de no ser por el tono burlón con el que Crow lo había dicho. Tras esto, Alaris corta la comunicación. 

Tras eso, Alaris deja el dispositivo a un lado y se sumerge por completo en el agua, intentando relajarse y despejar sus pensamientos... Aunque sus esfuerzos se queden sólo en el intento. Ya solo quedaba la peor parte. 

Arma asiente, a toda respuesta, y por fin sigue a Croma obediente. Después de aquella serie de desventuras, por fin Croma iba a poder volver a la rutina de su trabajo, la medicina perfecta para su atareada mente. 

La intención de Croma es regresar a su puesto de trabajo como si ninguno de los encuentros hubiera sido relevante para él, aunque no todos los días uno se podía encontrar con una eminencia del mundo de la ciencia, una artista de renombre y con su más acérrimo enemigo. Y todo eso en una fiesta de alto standing rodeado de nobles, figuras del mundo de la política y personajes famosos de la sociedad. Sin duda alguna la velada todavía prometía, pero Croma necesitaba hacer tiempo hasta que el siguiente evento se manifestara, o quien sabe, quizás nada interrumpiría la monotonía de la fiesta, pero puesto que se encontraba en medio de una gran reunión social, aquella opción era muy poco probable. El ingeniero decide entonces revisar las entradas de audio de todas las conversaciones en las que había participado Arma en la última hora.

- Tenemos un problema, he detectado a un miembro de una familia rival en la fiesta.

Me miro la mano vendada.

- Y aun no he localizado al objetivo, ¿Le ha visto?

Marce se muerde ligeramente el labio.

Era el mejor resultado posible, pero aún así estaba muy nerviosa. Al final asiente.

- V-vale. Toma.

Marcellette se quita las gafas y saca el pequeño aparatito. Se lo pone a Julia en la mano con sumo cuidado y luego la mira.

- ¿Puedo... ir contigo?

Cada vez entendía menos a Crow. Esa cajita bonita y misteriosa se iba abriendo y solo mostraba... crueldad. Sin duda no era el caballero serio y misterioso que era antes de todo aquello. Aunque aún recordaba el tono con el que había hablado cuando le dijo que esperaba que no fuese ella quién le había traicionadado.. Parecía triste..
Ocultaba todo en aquella sonrisa burlona... Aunque parecía tomarse con humor la situación...

Los tiempos en que su relación era amable y agradable habían terminado. Ahora tenía aquello... La había lanzado a una misión suicida una de las noches más importantes de su vida. Estaba segura que estaría en su sillón viendolo todo mientras ella se estresaba cada vez más, incapaz de cumplir su misión y se iba mentalizando cual sería la represalia de Crow..
Decía que podía arruinar su vida con facilidad... La mostraría ante Cele como la espía que era? Podía hundir la casa Korth?

Aquello la estresaba aún más. Quería que funcionase, si con ello ayudaba a que se encontrase por qué estaban desapareciendo los habitantes de los suburvios. Si Crow era, como decía, un héroe en las sombras. Un protector. Quería ayudar.

También esperaba que con ello su relación pudiese volver a acercarse a como estaban antes, cuando podía relajarse a su lado, aunque sabía que era posible que nunca volviese a recuperar la confianza de Crow. Y a veces se planteaba si realmente quería esa confianza... Era peligroso, algo cruel y amenazador cuando le hablaba, también podía sentir su frialdad. Aunque algo dentro de ella sabía que había calidez en su interior. Pero como estaban las cosas dudaba que pudiese comprobarlo ya..

Aquella noche sería complicada. Tenía toda la actuación grabada en su cabeza. Cada palabra, cada tono, cada movimiento. Cada efecto de los hologramas y cada vuelo de su ropa y su pelo con la gravedad semialterada.

Sabía la canción con la que iba a empezar. No era parte de la actuación para la celebración, pero era su canción de presentación. Lo que ella era, una canción de Naldur que había versionado. Era suficientemente épica como para usarla en ese espectáculo. Luego sucederían diferentes canciones que mezclarían estilos y bailes de todo el mundo hasta que llegaría la gran obra de William en la que habían trabajado juntos.

La había practicado tanto que incluso la soñaba letra a letra.
Ahora solo faltaba exponerla al mundo.

Así pasa todo el baño entre sus pensamientos. Al salir tocaba arreglar todo el maquillaje final, el peinado y finalmente el vestido. Mientras la preparan miraba su móbil, esperando si Fran le había dicho algo.

Cuando todo está listo se dirige al escenario. El corazón le latía desbocado de las ganas de poder actuar en ese escenario, aunque también con cierto nerviosismo por si fallaba algo. Pero no estaba dispuesta a fallar.

Me encojo de hombros y empiezo a volverme. - Será mejor que me centre en la misión principal. ya podré jugarme la vida en otro momento... - 

El guardaespaldas pone mala cara ante la respuesta de Butch, aunque el mismo no termina de entender porque. Lo que resultaba evidente es que no estaba satisfecho, aunque su cara parecía estar hecho para que siempre mostrara dicho sentimiento. 

- Nosotros tampoco lo hemos localizado aún, tendrás que seguir buscando. - Dice con sequedad, y luego añade más amenazador. - Y tendrás que olvidar cualquier rencilla tuya si no quieres que lo siguiente no sea una advertencia. Poco importa la poca discreción por la que eres conocido, en Cele vas a tener que ser más sutil. Y de todas formas, si te refieres a Corgos, seríamos conscientes de su presencia si de verdad uno de sus miembros asistiera a la fiesta, debes haberlo imaginado. 

- No creo que eso sea buena idea. - Dice Julia, algo arrepentida. - Ya va a ser bastante arriesgado intentar imprimir la información a escondidas, no creo que colarte a ti también sea buena idea. - Entonces añade, más decidida. - Pero tan rápido cómo tenga los datos te iré a buscar. ¿Vale? Tú... Deberías volver con Gregory. Y mantenerte alejada de Valerius... ¿De acuerdo?

Marce traga saliva fuertemente y asiente. Luego abraza a Julia

- ¡Ten cuidado! Tu también procura evitar a V-Valerius.

Cuando Marcellette termina de abrazar a una sorprendida Julia, se da cuenta de que aún tenía el estómago algo revuelto. Pero eso daba igual. Debía encontrar a Gregory.

- ¿Sales tú p-primera?

Julia, aunque parecía algo extrañada, asiente con firmeza y se termina por despedir de Marcelletta. Ella, por su lado, tarda un par de minutos más en salir, intentando contener sus emociones. Sin duda aquello estaba resultando una montaña rusa mucho más exagerada de lo que ella había planificado. Sólo le quedaba rezar por que aquel fuera el principio de la solución y no del problema... 

Cuando considera que esta un poco más tranquila sale del lavabo y se dirige de nuevo hacía la sala de la fiesta. Una vez allí, pérdida en medio del mar de invitados, mira a su alrededor en busca de Gregory y rezando no encontrar a Valerius. Para su gracia y su desgracia, no encuentra a ninguno de los dos. 

- ¿Marcellette? 

Dice de pronto una voz conocida a sus espaldas. Con lo que Marcellette se gira, alterada y nerviosa para comprobar que detrás suyo estaba Thadeus. Iba mucho más arreglado y peinado que el otro día pero seguía teniendo cara de casnsancio y parecía algo preocupado. 

- V-vaya... Me ha cost... Q-quiero decir. No esperaba verte aquí. - Sonríe de forma amable. 

He saltado de la pecera al mar, ya no soy un pez gordo.

Al menos no tan gordo.

- No me gusta suponer en exceso

Tranquilo.

Recompongo mi expresión y termino

- Entendido, proseguiré como acordamos

Me dispongo a volver a la sala central, la hemorragia ya no es tan notable.

Debería espabilarme, no podré actuar con libertad con Julia y Marcellete dando vueltas.