Undine tarda un rato en recibir respuesta, cuando lo hace, la voz suena a una distancia prudencial de ella.
- Si... Y tú también sigues aquí. E-en Cele, quiero decir... Pensaba que estarías preparándote para marcharte. ¿E-era mentira, verdad? - No parecía demasiado convencido.
- Debo reconocer que no estaba del todo convencido de su explicación sobre su misterioso perseguidor. - Dice con interés. - Pero si quiere una recomendación, trataría de utilizarlo. Sea lo que sea lo que esté utilizando para camuflarse puede serle útil. Y cuánto más tiempo este a su lado, más fácil será para mí indagar sobre su identidad. Claro que tendrá que tener cuidado con que le revela.
Undine cierra los ojos y apoya la cabeza en el banco.
- No. - Sus labios muestran una leve sonrisa. - Te dije que me iría, no dije cuando. - Dice levemente divertida. Entonces su sonrisa se borra y se encoge un poco.
- Esta es la segunda vez que me salvas... - Dice con una triste sonrisa. - Al final tendré que contratarte como guardaespaldas. - Bromea para sacarse esa tristeza de dentro.
- N-no sería capaz. - Dice la voz, nerviosa. Y al cabo de un rato añade. - ¿T-te vas porque estás en peligro, Undine?
Undine abre los ojos y mira en dirección a donde escucha la voz.- ¿A qué peligro te refieres?- Pregunta con normalidad, como si ella ya lo supiera.
- Lo que pasó en la fiesta... Desde entonces no has vuelto a actuar ni a planificar ninguna otra actuación. Allí no sólo ocurrió el apagón, lo se. - Deja esas palabras en el aire unos segundos antes de continuar. - Y-y-y también está Fellgiery. - Se acerca un paso. - Cualquiera s-se iría, p-pero... No. Se que tienes a-algo que hacer. Algo que te ha hecho v-venir aquí hoy y... Y se que no eres "C-c-cualquiera". No e-eres sólo una artista, ¿Verdad? T-te vi en la fiesta. Se lo que hiciste con los PUSBOT y q-que alguien te pide cosas por ese auricular.
Undine procuraba tener el auricular oculto debajo de su pelo, pero si alguien se fijaba directamente en él, era evidente que acabaría por descubrirlo.
- Casi, pero no. - Dice con calma. - El auricular comunica con seguridad, es para que lo use en caso de que esté en problemas. Para que pueda ir sola. - Explica mientras vuelve a cerrar los ojos. - Ahora esta apagado.
Tras eso se queda en silencio. - Dices que la fiesta no fué solo el apagón, ¿Qué crees que fué entonces? - Ese chico había descubierto todo de tanto seguirla. - Yo aún no lo comprendo... ¿Qué viste?
- N-no puedo... No debo hablar más de la cuenta. - Dice simplemente la voz. - P-pero fue peligroso. H-hubo problemas de seguridad después de que te f-fueras o algo así. Murió gente.
- Eso es nuevo. Lo de la muertes, al menos, aunque parecía probable. - Comenta el Administrador, sorprendido. - O está exagerando algún rumor que ha escuchado o sea quién sea este niño, sabe más de lo parece.
Al escuchar lo de las muertes Undine abre los ojos y mira en su dirección totalmente entristecida y preocupada.- ¿Hubo muertes? ... No se ha mencionado nada en la Red...
- L-lo han ocultado. - Responde la voz, sonoramente incómodo con el tema.
Undine se queda en silencio un tiempo. Preocupada por lo que decía su perseguidor. Esperaba que la bibliotecaria no fuese una de esas muertes, si es que de verdad había muerto gente. Su padre estaba tan preocupado... Parecía un buen hombre.
- ¿Tienes nombre? ¿O algún apodo por el que pueda referirme a ti?- Pregunta mirando en su dirección.- “El perseguidor” no es demasiado... agradable.
- N-no, mejor no. - Responde la voz. - Llámame cómo prefieras. N-no me importa...
- Cómo quieras.- Dice encogiéndose un poco de hombros, mostrandose decepcionada.- Te llamaré Smith. Es un nombre bastante común.- Termina nombrándole algo divertida.
- Dime, Smith, ¿Has descubierto algo que te guste después de tanto seguirme?
- ¿Q-que me g-g-guste? - Dice especialmente nervioso. - ¿S-s-so-sobre t-tí?
- Si, ¿por qué no?- Sonríe algo divertida de escucharle nervioso.
Está vez la voz tarda bastante en responder.
- ¿T-todo...? - Dice en un susurro, y de pronto retrocede y dice añade, mucho más alto. - ¡Q-quiero decir...! - Pero se queda sin palabras. Undine casi podía sentir cómo irradiaba vergüenza mientras balbuceaba.
Undine mira en su dirección ladeando la cabeza.- También puedes decirme algo que no te guste. - Dice con una amable sonrisa.- Solo quiero saber si despues de ir conmigo a todas partes has visto algo en mi que los demás no. Quizas algo bueno... o quizás algo malo...- Dice con cierta tristeza.
- P-p-pero tú eres única... - Dice la voz, de nuevo en voz bajo. - N-no veo nada malo en ti.
- Señorita Undine. - Interrumpe de nuevo el Administrador. - No se a dónde quiere llegar, pero resulta evidente que esa persona la idolatra. La animo a hacer preguntas de utilidad en vez de seguir con esto. Es evidente que sabe más que usted sobre lo que ocurrió durante a la celebración.