Partida Rol por web

-shhh shhh shhh. Mira por donde estaba en lo cierto. Cuando pensé que se me había acabado la diversión, resulta que aun quedaba una ratita por ahí escondida. No una ratita no, con esos ropajes no has podido hacer ese ruido metálico ¿De qué te sorprendes? ¿De verdad creías poder cogerme desprevenido haciendo semejante ruido? Shhh shhh shhh- Su risa parece clavarse en los oídos de Nostradamus, la voz de la torturadora rebota en su cabeza. La voz se alza mucho más –Muy bien amiguito Tira las armas donde pueda verlas o tu compañero aquí presente perderá la vida.- Parece que le habla al que pudiera provocar el ruido.

A pesar de todo, la extraña ser si escucho a Marcus y ahora Nostradamus está capturado. Sin embargo, su forma de hablar os indica que no sabe cuántos sois. El silencio se hace unos instantes mientras la torturadora espera a que quien sea el que provocó el ruido se rinda.

Las cosas no han salido como esperabais pero aun no habéis perdido por completo el factor sorpresa.

Debería entregarme… si se piensa que solo estamos nosotros dos los demás tendrán una oportunidad…
Marcus avanza sin vacilar hasta quedarse mirando al ser que había capturado a Nostradamus, al verlo arquea las cejas, era un autentico monstruo.- aquí estoy, yo soy el compañero, suéltale y yo soltare mis armas.- Marcus tenía su espada agarrada fuertemente por si veía algún signo de que pudiera ser atacado, y el escudo aunque parecía que estaba más suelto también estaba preparado para parar lo que fuese.

Mientras Marcus delata su presencia, enfundado en su negra y sonora armadura, Millicent lucha consigo misma por permanecer quieta, a la espera de una respuesta por parte del torturador/a.
Mientras, la guerrera mujer le comunica a Guilles, mediante gestos, que se mueva entre las sombras, para rodear al ser...

al intentar realizar el ataque sorpresa, el sorprendido fui yo, ya que unas cadenas me inmovilizaron justo antes de poder realizar mi ataque, el factor sorpresa se habia perdido parcialmente, yo luchaba contra las cadenas, pero la atadura magica era muy fuerte, en verdad estaba en una situacion muy complicada, pero mientras la aberracion que tenia enfrente prestaba atencion a Marcus quien entraba con escudo al frente y espada en mano, luchaba con todas mis fuerzas para liberarme de las ataduras y asi poder apoyar en la batalla a Marcus No te preocupes por mi... acaba con esa cosa sea lo que sea le dije a marcus mientras seguia peleando con todas mis fuerzas por liberarme de las cadenas y no perder el factor sorpresa de los demas...

El acechador veía como las cosas se torcían para como habían planeado los demás los acontecimientos, auneu pqrecía que no estaba todo perdido, pero en la posición que se encontraban, muy díficilmente se podrian mover sin ser vistos, pues la atención estaba ahora en el guerrero que se había descubierto, y se encontraba en la dirección de donde venían, un movimiento significaría descubrirse también, su decisión por el momento era mantenerse a la espera, la paciencia era una gran virtud de un gran cazador, además no sabía que harían los demás dependiendo de su actuación si seguirrían sus indicaciones o sim`plemente dejarían qeu muriese intentando algo...

Nostradamus cae en la trampa ante la inexpresiva y a la vez macabra mirada de su enemigo. El enemigo se mofa de él y hace salir a Marcus, que acepta rápidamente. Los demás permanecen escondidos en las sombras del pasillo. El factor sorpresa no se ha perdido del todo, todavía se puede hacer algo, pero para ello debe liberarse de la trampa.

Arremolinando todas las energías del vacío alrededor de su cuerpo, permite que la magia fluya a través de sus poros. Las energías le envuelven, le acarician y le protegen. A medida que la corriente mágica aumenta en su cuerpo, Nostradamus siente como las cadenas se aflojan, su presión cesa y en el preciso instante en el que recupera la movilidad, se escurre entre ellas para liberarse completamente. Nostradamus, se ha liberado, aunque bien sabe, que la facilidad con que lo ha echo se debe más a la suerte que a su habilidad, debe tener más cuidado. Ahora toca aprovechar el factor sorpresa y depende de Marcus y él.

La torturadora realiza una extraña mueca. Es una sonrisa.

-Sabía yo que no me decepcionarías querido. Ha sido impresionante- La criatura empieza a aplaudir –Al menos más impresionante que el sigilo de tu acompañante- Marcus sigue espada y escudo en alza –Ahora, ¿por qué no os ahorráis la vergüenza de una derrota y os rendís sin más? sería más facil para todos. Al fin y al cabo, estáis en inferioridad, shhh shhh shhh.- De nuevo esa risa.

La torturadora se encuentra mirando de frente a Marcus y Nostradamus, teniendo a la vista la entrada al pasillo, pues es donde se encuentra situado el mago y el guerrero.

al estar luchando contra las cadenas logro sentir que las cadenas se aflojan un poco al  intentar reacomodarse, en ese momento me muevo rapidamente y hago palanca con mi baston para liberarme de las cadenas y quedar libre a lado de Marcus justo en la entrada bien creo que iniciamos con el pie izquierdo digo mas calmado y en posicion de guardia lentamente comienzo a moverme alejandome de la entrada y sin acercarme mucho a la aberracion que tenia enfrente  entreganos al hombre que esta colgado y nos iremos sin acerte daño, por cierto muy bueno ese conjuro de atadura y disculpa a mi compañero si te molesto con el ruido, entreganos al hombre y desapareceremos de tu vida, nadie sabra lo que paso no nos interesa quien eres ni que haces, solo entreganos al hombre y cada quien que siga con lo suyo, que dices??? seguia moviendome lentamente mientras el torturador nos observaba, la adrenalina se arremolinaba en mi cuerpo, intentaba parecer sereno y calmado, intentando alejar la atencion de la entrada y esperando que Marcus captara para que me siguiera la movida o darle una opcion de ataque y mantener la sorpresa parcial

Mapa de la situación

La extraña criatura mira a Nostradamus ¿Con sorpresa o no? No lo sabríais leer en sus inexpresivos ojos cosidos, cuando de pronto...

-shhh, shhh, shhh, SHHH SHHHHHHHHHH- La extraña risa de la torturadora se os clava en los oídos. Un doloroso pitido invade vuestros tímpanos.

-Sois realmente divertidos- Suelta su vacía voz –Creo que no lo habéis entendido. Vais a morir aquí. Lo que yo os ofrezco es la velocidad en la que lo haréis. Puede ser largo e insufrible... – su risa vuelve a sonar -... o solo insufrible-

La criatura levanta un dedo

-El tiempo se os agota. Tik tak tik tak...-

Nostradamus nota algo raro con respecto antes. Ahora puede ver los cuerpos inertes que antes colgaban del techo. Marionetas. Pero el problema es que ya no cuelgan del techo, se encuentran tiradas en el suelo a su alrededor. La torturadora está bajando el dedo rápidamente, indicando el tiempo que tenéis para decidiros.

Marcus escucha todo lo que dice el monstruo y tras un rato callado mientras observaba lo que hacia mi compañero decido contestar al ser.

La verdad, yo prefiero que sea largo e insufrible, además estas muy equivocado subestimándonos.
Marcus empieza a andar hacia donde se encuentra uno de los cadáveres del suelo, en dirección hacia donde se encuentra el bicho.

Ante la aparición de las nuevas marionetas, Millicent decide que no se puede esperar más. El combate es inminente. Es hora de actuar:
La guerrera corre junto a Marcus (casilla D/12) y asesta un fiero ataque con su estoque...

Guilles, con los músculos tensos observa desde las sombras la situación que se desarrolla delante. Marcus y Nostradamus hablan con el torturador y parecen estar tomando posiciones para permitirles un ataque sorpresa. La tensión se masca en el ambiente, el pícaro busca cualquier resquicio para poder lanzar su ataque mientras, mentalmente, calcula la posición de su enemigo.

Algo llama su atención, las figuras humanoides que antes colgaran del techo ahora se encuentran por el suelo ¿cuando ha ocurrido esto? Su sentido de supervivencia le avisa de que en esa sala hay más peligros que un extraño torturador. Algo se mueve a su lado, es su hermana. Casi imperceptiblemente la lanza una mirada, como queriendo simplemente verla, saber que está ahí. Ese pequeño pedazo de su pasado del que nunca ha podido prescindir.

Entonces Millicent comete una locura, sus ojos observan las marionetas y llega a la misma conclusión que él. Pero su reacción es distinta, ella desenfunda el arma y con rápidos pasos deja la seguridad de la oscuridad para entrar en la zona iluminada. Guilles intenta estirar el brazo para sujetarla.

-Soldadita ¡No!-

Pero es imposible, ella ya ha hecho su movimiento y el factor se ha perdido definitivamente. Velozmente, Guilles avanza hasta la mesa volcada y se situa tras ella, tras lo cual toma una de sus dagas y la lanza hacia la posición del torturador, con algo de suerte, podrá acabar este combate antes de que empiece.

El dedo de la criatura está a punto de bajar cuando oye la declaración de Marcus. No parece impresionada.

-Todos los soldaditos sois iguales. Demasiada bravuconería al principio, demasiado lloricas al final. El silencio del mago me es más sugerente, me encanta el mutismo de los valientes, como lo intentan mantener y como se rinden ante mí.- la expresión de la torturadora cambia radicalmente y se torna seria, un gesto que en aquel rostro muerto se vuelve aun más macabro. –Sea como vosotros queráis. Ahora...-

La frase del ser es interrumpida por la aparición de una tercera persona. Millicent penetra con velocidad en la sala y ataca con ferocidad a la marioneta que se encuentra a los pies de Marcus. De repente, cuando el ataque sobreviene, la marioneta se pone en pie de un salto para evitar el ataque de la luchadora, pero es demasiado lento, el filo se hunde en el acolchado cuerpo de la figura, cuyo rostro no muda de expresión ni presenta ningún síntoma de que el ataque le haya hecho efecto. Más, en vez de atacar, se echa hacia atrás para sacarse el arma de su interior.

En ese momento, las otras dos marionetas se ponen igualmente en pie, y de sus brazos, comienzan a salir unas hojas semi curvas que se muestran amenazadoras. La torturadora sonríe.

-Pero que ven mis ojos. Hay más gente que ha venido a jugar conmigo. Debo haber sido muy bueno si los dioses oscuros me recompensan con tanta diversión. Pasa, pasa querida, pero no te quedes en la entrada.- El torturador menea el dedo en señal de negación –Pero es de mala educación atacar así, sin avisar, casi rompes mi juguete y le tengo mucho aprecio- El ser mira hacia el oscuro pasillo –También he oído una voz ¿he de suponer que hay alguien más?-

Al decir esto, Guilles penetra en la sala y lanza su arma contra la criatura que impacta perfectamente en su frente haciéndola arquearse hacia atrás. El pícaro sonríe creyendo que todo ha terminado cuando un sonido ya familiar inunda la sala

-shhh shhh shhh- El torturador ríe –shhh shhh SHHH- Su cuerpo se incorpora nuevamente con el arma de guilles aun clavada en la frente. La criatura observa a los aventureros –Eso... ha sido una tontería.- Tras decir esto, se lleva la mano a la cabeza y de un rápido tirón, se saca el arma de la frente y la lanza a su lado -¿Veis? Ahora me habéis echo enfadar, con lo divertido que estaba siendo todo. Ahora... voy... a... ¡MATAROS!-