Partida Rol por web

Apocalipsis

Las Vegas

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28/08/2010, 01:58
Director

Hace menos de 20 días...

El misterioso contoneo de la aceituna en el martiny.

El mes de diciembre de 2012 se había convertido en la mayor mierda de la historia de la humanidad. Las Vegas, como el resto del país, y pronto el resto del mundo, vivió una ola de acontecimientos nefastos, relacionados con la dichosa plaga de la "supergripe". Para Kevin, supuso en primer lugar que muchos húespedes abandonaran precipitadamente la ciudad, quedándose sin mucho que hacer, y luego que los que se mantuvieron dentro, sufrieron una "cuarentena" por parte del ejército y la policía, que impidieron a la gente salir de la ciudad.

Kevin reflexionaba sobre ello, dándole vueltas al palillo de la aceituna, y luego dejándolo a su aire. Arrugó la nariz, y miró detrás de la barra. El barman todavía estaba allí, muerto, con la piel blanquecina, los ojos aclarados y la sangre seca en las oídos. Ya se había acostumbrado a aquel olor, aquel nauseabundo olor.

El mundo se había ido a la mierda en tiempo recórd. Primero, veías a gente tosiendo. Luego, veías a menos gente por la calle, y comenzaron los distubios contra la policía y el ejército. Luego, todos fueron muriendo, llevaran o no máscaras, trajes de protección o lo que se pusieran. Era algo aterrador, ciertamente, y asqueroso. No habían pasado más de una semana, y Las Vegas ya era la ciudad de la muerte, donde no se veía ni un alma.

Kevin había pensado en marcharse, y de hecho tenía preparado el petate, y había desechado sus trajes por un conjunto más cómodo. A pesar de ello, decidió darse un último homenaje. Sabía que el Hotel Bellagio, el más prestigioso y caro de Las Vegas, poseía generadores autónomos, y sabía que alas del complejo seguían teniendo electricidad. Por eso, antes de irse pensó "que carajo, vamos a disfrutar un ratito más de la civilización, antes de recorrer el mundo postapocalíptico".

Así que se sentó en aquella barra de bar, y se servió un martiny con aceituna, él mismo, y puso el tocadiscos, con el viejo cover de Elvis Presley a la canción de Sinatra "my way", que se le antojó muy adecuada para aquella situación. Dió una calada al cigarrillo, despacio, más para anular el olor del muerto que el vicio de fumar, que nunca le había atenazado. Y reflexionó sobre aquello. A su manera... siempre lo había hecho así. Ahora, al parecer, tendría que cambiarlo. De hecho, le molestó bastante el tener que andar buscando comida, bebida y ese tipo de cosas él mismo, sin llamar al servicio de habitaciones. Quizá es que se estaba aburguesando.

Apagó la colilla, abstrayéndose un momento en sus pensamientos. Entonces, ocurrió algo sumamente extraño. Escuchó pasos, unos pasos calmados. Y de hecho, vió al tipo venir desde lejos, tranquilo, casi demasiado dadas las circunstancias. Un hombre de mediana edad, parecía que un ejecutivo, o alguien de clase alta, con un traje de ralla diplomática, camisa a rallas y corbata estampada, que le miraba con una sonrisa amistosa.

Pensando que era inútil huir en un sitio así (el hall era inmenso, y no podía escapar de su ángulo visual sin cruzarlo de punta a punta), procuró tranquilizarse, y se concentró en tratar de ver, o más bien imaginar, si venía o no solo. Por el silencio del lugar, así lo parecía. Poco a poco, el hombre se acercó, y se detuvo junto a él, mirándole sin perder la sonrisa en ningún momento. Él, que sabía de mentir más que nadie, sabía perfectamente que aquel tipo no estaba fingiendo. Parecía realmente que se alegraba de verle.

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28/08/2010, 02:27
Él

El tipo se detuvo frente a él, mirándole a los ojos. Se notaba que era una persona dominante, segura de si misma, acostumbrada a mandar. Todos esos datos podía adivinarlos Kevin, simplemente haciendo una breve lectura de su lenguaje gestual, la forma en que vestía y la forma en que le miraba.

Extrajo una mano del bolsillo del traje. Italiano, parecía, de muy buena marca. Sus manos estaban razonablemente bien cuidadas para su edad, ya que le echaba unos 40 largos, quizá 50, y muy significativamente, cargaba en su dedo un sello muy extraño, con un pentáculo grabado y una gema. Le señaló un segundo, para no resultar ofensivo, sin perder la sonrisa.

-Kevin Lawson, en persona -dijo, jovial, con un tono de voz maduro y culto.

Perdió la sonrisa, apoyando ahora más su labio inferior en el superior, subiendo el mentón, y comenzó a asentir con la cabeza, como convenciéndose.

-El hombre indicado, en el lugar indicado.

Parpadeó, mirándole con otros ojos, como si hubiera comprendido su turbación. Volvió a sonreir, aunque ahora solo con la comisura de los labios.

-¿Puedo sentarme?

Señaló con la mirada el taburete que había justo a su lado.

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28/08/2010, 17:48
Kevin Lawson
Sólo para el director

-Se equivoca de persona, pero, por favor. - dijo indicando con la mano el taburete en un gesto formal sin apartar la vista de la aceituna. - Me alegra ver que todavía queda en el mundo alguien que aprecia los trajes de buen corte y no tengo muchas oportunidades de entablar conversación con personas de clase.-

Nadie mejor que Kevin sabe que el traje no hace al monje, es más, un traje caro muy frecuentemente oculta una desagradable sorpresa. Como en esa película de hacía unos años, de la que sólo recordaba el nombre: "The Devil Wears Prada". Y en aquella desolación, el tipo podía ser perfectamente lo mismo un demonio que un ángel.

El tipo lo hacía sentir incómodo, sobre todo porque sabía su nombre, pero Kevin estaba acostumbrado a no perder la calma bajo ninguna situación.

Y lo que estaba claro es que, por muy incómodo que lo hiciera sentir, era la mejor oportunidad que se le había presentado últimamente. En este mundo asolado el dinero parecía haber perdido todo su valor, pero si este tipo tiene el ánimo para pasear sobre restos humanos con sus caros zapatos italianos, quizás haya encontrado una forma de montárselo mejor que yo. Así que más le valía ser amable. Simplemente añadió: - ¿Puedo ofrecerle una bebida? Nuestro amigo aquí presente se encuentra algo indispuesto -mientras dirigía una mirada fugaz al barman-, pero se la puedo preparar yo.- Terminó la frase con una mueca en los labios que intentaba ser una sonrisa despreocupada.

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28/08/2010, 23:25
Él

El hombre del traje le miraba de manera extraña. Le miraba como si supiera perfectamente que estaba aparentando serenidad, y como si su manera de fingir le resultara graciosa, o agradable. Era dificil leer entre líneas en su sonrisa. La música de Elvis se terminó, dejando paso a un momento de silencio, algo tenso, en el que el tipo no dejaba de mirarle, hasta que hizo la referencia al barman. Entonces, parpadeó, sonriendo de nuevo con ese gesto de asentimiento.

-Si, es una molestia ese olor dulzón, ¿Verdad? Supongo que no terminas de acostumbrarte a él. De todos modos, rompe un poco el ambiente, ¿No te parece?

Chasqueó un dedo, y sonó algo, algo parecido a un relámpago fugaz y estridente, que apenas duró una fracción de segundo.

-Tienes razón, me apetece una copa. Si eres tan amable. Me gusta el bourbon.

Cuando Kevin se levantó para ir a la barra, y entró en ella con cuidado de no pisar el cuerpo, se dió cuenta de que el cuerpo simplemente ya no estaba allí. Eso le dejó petrificado durante un segundo. Era algo extraño, extremadamente extraño. Entonces, escuchó los pasos del tipo aproximándose a la cercana máquina tocadiscos, y escogiendo una canción con tranquilidad. Le habló desde allí, sin volverse.

-Eres bueno en lo tuyo, Kevin, pero no puedes engañar a un maestro. No obstante, ultimamente no abundan mucho los maestros de tu arte por ahí. De hecho no abundan muchos como nosotros. La infección, etcétera. Un efecto colateral ciertamente molesto, pero que no debe desviarnos del objetivo principal.

Parpadeó, mirando hacia él.

-¿Sabes cual es ese objetivo, Kevin?

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29/08/2010, 13:56
Kevin Lawson
Sólo para el director

- Oh, genial, ahora además me estoy volviendo majareta. A menos que el barman se haya ofendido por la broma y se haya ido por su propio pie. - Sonrió burlonamente por un segundo ante su absurda ocurrencia mientras ojeaba la estantería en busca del mejor bourbon.

Kevin había visto alguna gente volverse literalmente loca al no poder soportar como su familia y amigos se iban apagando poco a poco. "¿Por qué yo?" era la pregunta más frecuente entre los pocos supervivientes. Y a esa pregunta había unos pocos que se respondían "Debo de ser el elegido." ¿El elegido para qué? Pues cada uno se inventaba su propia fantasía: el salvador, el dictador, el vengador...

Y al escuchar la última frase de su interlocutor empezó a pensar que este tipo era uno de los "iluminados". Seguro que  tenía un gran plan para lo poco que quedaba de la humanidad. Cosa que estimuló su curiosidad: -¿Sería de los que querían acabar con el resto de los supervivientes en una especie de sacrificio final o sería de aquellos que creían estúpidamente que el mundo podía arreglarse y volver a ser como era?-

También le seguía dejando perplejo que pareciera conocerle tan bien. No obstante, estar loco y estar informado no eran autoexcluyentes.

- Antes de pasar a asuntos tan serios debe perdonar mi desconfianza de antes, pero comprenderá que últimamente no se puede uno fiar del primero que llega. Usted sabe mi nombre, pero temo que no nos hayan presentado, ya que no recuerdo su nombre. -

>> frase del master <<

- Y, ahora sí puedo responder a su pregunta, aunque me temo que devo responder con otra pregunta: ¿cuál es ese objetivo?-

Notas de juego

Pongo ">> frase del master <<" porque no quería romper la tensión del momento. Imagino que el PNJ se presentará y después ya mi PJ pregunta por el objetivo. Si quieres cambiarlo lo dejo a tu discreción ^^

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29/08/2010, 15:05
Randall Flag

El tipo sonrío, despacio, cuando hizo la pregunta y se acercó de nuevo a la barra, con un sonido rítmico de sus zapatos.

-Me llamo Flag, Randall Flag.

El señor Flag volvió a tomar asiento en el taburete, mirándole mientras acababa de servir el bourbon, y lanzaba su pregunta. Sabía que tenía dudas, y ahora era el momento de comenzar a resolverlas.

-El objetivo es crear algo nuevo, duradero y poderoso -dijo, tomando el vaso- Gracias.

Dió un sorbito a la bebida, sin quitarle ojo. Parecía un hombre acostumbrado a hablar a los demás, a convencerles de lo que deseaba hacer.

-Pero no te engañes. No vamos a volver a lo mismo. Como puedes ver, el camino que llevábais solo os ha conducido a la autodestrucción. No se hizo lo que se tenía que haber hecho, supongo. Sea como fuere, este revulsivo ha sido algo positivo, casi higiénico, si me apuras. Había demasiada gente, y comenzábais a cargaros el planeta peleandoos por los recursos. No os lo reprocho, es lo natural, pero ahora todo está más equilibrado, y es más sencillo, como antes.

Sonrió, conciliador. Sus palabras podían sonar muy turbadoras, dadas las circunstancias.

-Pero no estoy aquí para hablarte de los muertos, Kevin. Estoy aquí para contarte que es lo que voy a hacer, y lo que tu puedes hacer, conmigo. Aquí mismo, en Las Vegas, y en este mismo hotel, haremos el cuartel general de una nueva nación. Una nación que mandaremos tu y yo, Kevin. Tu y yo. Imagínate, tendrás todo lo que perdiste, y lo que siempre quisiste. ¿Mujeres? Las tendrás. ¿Poder? Más del que puedes imaginar. ¿La oportunidad de seguir ejerciendo tu arte con terceras personas? También.

Asintió un par de veces, como convenciéndose.

-Y ahora te preguntarás. ¿Como voy a hacer todo eso? Bueno, he hecho desaparecer el cadáver de ese barman. Se llamaba Harry, por si te lo has preguntado alguna vez, y era un adúltero. Y ahora, reflexiona. Si he podido hacer eso, ¿Por que no puedo fundar una nueva nación?

Sonrió, mucho, como un chacal astuto y taimado.

-Serás mi mano derecha, Kevin, si así lo deseas. Pero todavía nos queda mucho por hacer, y debes prometerme desde ya que vas a estar a mi lado, y que no te dormirás en las guardias. ¿De acuerdo?

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31/08/2010, 18:46
Kevin Lawson
Sólo para el director

Notas de juego

Perdona, he estado un poco ocupada.

 

Mi PJ ha ido hablar del señor Flag?

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31/08/2010, 19:05
Director

Notas de juego

No te suena de nada.

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31/08/2010, 23:42
Kevin Lawson
Sólo para el director

- Ya que vamos a ser "socios", quizás debería empezar a hablarte de tú.-

Kevin estaba tentado de dejarse llevar por aquellos deseos de posesiones materiales que Flag le proponía. Aquellos días habían pasado y no creía que este tipo que se hacía llamar Flag pudiera devolvérselos.

- No puedo negar que la oferta es tentadora. La verdad es que soy un tipo sencillo, me gustan las buenas cosas de la vida: las mujeres, la fortuna... Podría ver alguna prueba de esas cosas de las que me has hablado. Ya sabes, con esta desolación no se disfruta de la riqueza tanto como uno quisiera.- Dice mientras señala el lujo que los circunda.

Kevin quería más pruebas. El truco del barman era notable, pero Kevin había hecho cosas tan sorprendentes como entrar en un hotel de lujo y conseguir que los adeptos del hotel le entregaran las llaves de la habitación donde iba a robar. Así que Randall Flag iba a tener que hacer algo más que un truco de ilusionismo para convencerle de su poder. Y, sobre todo, para que Kevin dejara de pensar que era un simple desequilibrado con aires de grandeza.

- Perdona, pero no he podido evitar notar que cuando te refieres a la humanidad lo haces en segunda persona. Entonces, ¿puedo preguntarte por qué no te incluyes en "la humanidad"?-

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01/09/2010, 00:13
Randall Flag

Randall, parecía que iba a echarse a reir de un momento a otro. Realmente, le hacía gracia que le preguntaran ese tipo de cuestiones, o que tuviera que hacer explicaciones o dar más muestras de su poder para convencer a los demás. Calló luego, mirándole con seriedad. Parecía que había dejado de encontrarle la gracia al asunto.

-Pruebas, dices.

Parpadeó, señalando a una pantalla de televisión que estaba allí mismo, junto a las estanterías de las botellas.

-Mira.

La tele se encendió de repente, y se vió a Kevin allí mismo, en el hotel, con dos chicas de talle impresionante y ropa provocativa, vestido con un traje caro y llamativo, caminando mientras los empleados le saludaban con respeto, y dos gorilas de seguridad le acompañaban. Era como una serie de gran presupuesto, y no faltaba de nada. Lo peor es que aquel tipo era él, sin duda alguna.

-O esto.

Por si cabía dudas, el que estaba en la televisión, y era él mismo, se puso a hacer el pino, y hacer tonterías que jamás había hecho en un casino, ni en el Bellagio, descartando que hubieran retocado una cinta de seguridad antigua.

-O esto.

Kevin se levantó de la silla, sobresaltado, cuando se dió cuenta de que ahora estaban hablando en la carretera de acceso a Las Vegas, y que los taburetes y la barra de bar se habían "transportado" allí. Los coches llenos de muertos y los controles de seguridad de la policía y el ejército, tal y como eran allí fuera.

Se entretuvo tocando el pavimento, o acercándose a un matojo para examinarlo y tocarlo. El aire era real, el olor a muerte era real, el sol brillaba exactamente igual que como había visto por la ventana. Todo parecía 100% real, por muchas pruebas que hizo. Ni el mejor mago del mundo podía hacer algo así.

-Y ahora que te he mostrado todo esto, Kevin, espero que te convenzas, y que no vuelvas a importunarme con ese tipo de preguntas. Ahora, tienes dos opciones.

Señaló la carretera, conforme se alejaba en el horizonte.

-Puedes seguir por tu propio pie en el mundo postapocalíptico, y buscarte la vida hasta que algún chiflado te mate para quitarte la lata de conservas que has cogido en la cocina.

Sonrió entonces, y mostró la palma de su mano, donde había una especie de cuenta de color negro, una piedrecilla roma y oscura que no reflejaba apenas la luz del sol.

-O puedes sellar un pacto conmigo, aquí y ahora, y ser mi mano derecha.

Le miró.

-Tu escoges, Kevin.

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01/09/2010, 18:08
Kevin Lawson
Sólo para el director

Ahora no le quedaba ninguna duda. No tenía ni idea de que tipo de ser era Flag, pero estaba claro que podría darle lo que prometía. Y, para Kevin, aquello era todo lo que necesitaba saber.

Kevin no tenía que pensarlo: vivir rodeado de riquezas y mujeres o seguir vagando por aquel mundo putrefacto.

Esperó aquellos segundos de cortesía que se brindan al interlocutor por si tiene algo que añadir, aunque no los necesitara para dar una respuesta:

- ¿Dónde tengo que firmar? - Dijo con una pícara sonrisa en la cara mientras extendía su mano.

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06/09/2010, 22:12
Randall Flag

El señor Flag sonrió por su respuesta, y acercó su mano a la de él, todavía con esa pequeña cuenta negra en la mano. Cuando unieron las palmas, sonó una especie de estampido sordo, indoloro más que por un leve cosquilleo en la mano de Kevin. En el siguiente parpadeo, estaban de nuevo en la misma sala del Bellagio. Él había mirado su mano, no obstante, viendo que le había quedado una minúscula cicatriz en la palma, y que debajo se veía una zona de la piel más negra, como si aquello se hubiera metido dentro, aunque no sentía ningún tipo de molestia por ello.

-Bienvenido a bordo -dijo.

Y sonrió de esa manera tan especial, una sonrisa que a Kevin le recordó a la de un zorro astuto.

Notas de juego

Todavía tengo que poner otro post.

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06/09/2010, 22:17
Director

Hoy

Al amanecer del segundo día, comenzaron a llegar personas a Las Vegas. La semana siguiente, ya eran casi 100. La segunda, el número se triplicó. Kevin estaba sorprendido, mucho. Pronto tuvo su propio despacho, y desde él comenzó a organizar el asentimiento de aquellas personas, con las directrices que daba el señor Flag. Según pudo observar, los hombres y las mujeres que venían se atenían a dos clases diferentes: cazadores y cazados.

Lo primero que había hecho el señor Flag era reunir un grupo de "soldados", gente que hasta hace poco serían considerados como delincuentes, criminales o sujetos peligrosos, aunque también habían ex-militares, y tipos bastante raros, como un reverendo llamado Kane, al que solo vió una vez en el despacho del señor Flag, y que al parecer iba a dirigir una nueva operación. La operación era sencilla: buscar a gente que no tuviera donde ir, y averiguar algo de ellos, algo así como si iban a Nebraska. Kevin entró a la mitad de la conversación, y solo pudo escuchar eso. Sin embargo, la entendió por el contexto: si los supervivientes iban a Nebraska, les mataban si eran peligrosos, o los usaban para trabajos forzados. Si no sabían donde coño ir, simplemente los traían con ellos. Por las buenas o por las malas. Eran las reglas, las nuevas reglas. Las reglas de Las Vegas.

El día nº20, Las Vegas parecía ya una ciudad, al menos en la zona de los grandes casinos, que daba al Bellagio. Equipos de limpieza retiraban los cadáveres, y otros hombres, a los que destinó Kevin en persona, se lanzaron por las ciudades de los alrededores con trajes de protección química y furgonetas de reparto, con la misión de conseguir suministros y llevarlos regularmente a Las Vegas. Les llamó "cosechadores", y su paga consistía en un lugar donde vivir, protección de los soldados del señor Flag y dinero. Por que el dinero volvió, poco a poco, a tener utilidad en Las Vegas.

¿Aquello era la civilización, o solo la consecuencia lógica a la unión de un grupo de personas cada vez más numeroso? Kevin no sabía que pensar, y de hecho procuraba no hacerlo. El señor Flag le había presentado hace unos días a una rubia que estaba muy buena, de Texas, una tal Cindy. Estaba loca como una cabra, pero era una jodida ninfómana. Y aquello bastaba de momento para saciar sus apetitos más básicos.

No obstante, aquellas cuestiones no le preocupaban demasiado. El señor Flag le estaba dando lo prometido, y cuanta más gente tenía la ciudad, más poder tenían ellos dos. Más poder tenía él. Era un hecho, dadas las continuas y misteriosas ausencias del señor Flag, que él tenía el poder real en la ciudad, a efectos prácticos. Aunque, visto lo visto, oponerse al jefe era una insensatez.

De momento, Kevin no tenía ningunas ganas de hacerlo. De hecho, comenzaba a sentirse muy agusto. Por eso, aquella mañana había bajado a la planta baja del casino, a hablar con su nueva secretaria y recepcionista, a la que pensaba seducir y encamar no tardando mucho. De camino al hall, los empleados le saludaron, y cada uno estaba intentando adaptarse a sus nuevas funciones en lo que se había convertido en "el cuartel general del imperio", por llamarlo de alguna manera.

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06/09/2010, 22:41
Srta.Lauper

La secretaria había tomado buena nota de la recomendación de Kevin, en cuanto a lo de "vestir acorde con su oficio y cargo". Había desechado sus ropas cutres de universitaria tipo, y se había encajado dentro de una falda de tubo y una camisa bonita, con un buen collar y algunas pulseras, que no le cabía duda que le habían "conseguido" de una de las ex-joyerías de Las Vegas.

Al verle aparecer, no le mostró su mejor sonrisa, si no una bastante comedida, para el gusto de Kevin. Aquello era extraño, aunque todavía no sabía a lo que atenerse con aquella chica, que hasta hace unos días recorría las carreteras con un carrito de la compra y una mochila, con una escopeta encajada en ella, vigilando las esquinas por si iba a aparecer algún tipo que quisiera robarle, violarla o quizá ambas cosas a la vez.

-Buenos días, señor Lawson. El señor Flag se ha marchado, y no ha dejado instrucciones acerca de la hora de su regreso. Esta es su agenda del día.

Le pasó un escrito, y gracias a Dios no contenía demasiados puntos. Pero algo le decía que era cuestión de tiempo que así llegara a ser. El día anterior habían llegado a Las Vegas casi 30 personas, de golpe.

-Señor, er... -parpadeó, mirándole- Las fuerzas de seguridad me han informado de que se han encontrado a una superviviente en las afueras de la ciudad, algo deshidratada, que aún así afirma conocer al señor Flag. Dice que ha venido a verle. ¿Que instrucciones debo dar a los de seguridad, señor?

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07/09/2010, 16:39
Kevin Lawson
Sólo para el director

- Buenos días.- Dijo con una sonrisa en los labios. Era siempre un placer estar rodeado de bellas mujeres y tener una vida tan acomodada.

Ahora casi se reía al recordar cuando había pensado que Flag era un loco con aires de grandeza. Si no hubiera sido por él todavía seguiría vagabundeando por las calles desoladas. O, aún peor, si no hubiera aceptado el trato probablemente sería uno de los miles de cadáveres que todavía embaldosaban gran parte del terreno. No en Las Vegas, por su puesto. Ahora, como siempre había sido, Las Vegas era el mejor sitio donde vivir.

- El señor Flag está muy ocupado, no voy a hacerle perder el tiempo. Diga a los de seguridad que la cacheen y la acompañen a la sala de interrogatorios. Hablaré con ella personalmente. Adviérteles de que no la dejen vagabundear sola por el edificio, quiero un guardia en la puerta de la sala.- Dijo con tono autoritario.

Antes de marcharse se acercó a su secretaria lo suficiente para que sólo ella escuchara sus palabras, pero sin incomodarla, y mirándola directamente a los ojos le susurró: - Bonita camisa, excelente elección. Cuando estemos solos puedes llamarme Kevin.- Le guiñó el ojo.

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09/09/2010, 15:58
Director

La joven recepcionista mira a Kevin, algo cohibida, como si el "plan" no le acabara de llamar demasiado, pero procurando no resultar descortés ante el "ministro". Ella mejor que nadie sabía que ahora él era un tipo poderoso, con un pequeño ejército de hombres armados que aumentaba cada día.

Se entretuvo con el primer punto de la agenda, que era la supervisión del material encontrado por los "recolectores" del día anterior. Le satisfizo que hubieran encontrado varios generadores de energía, y unas cuantas placas solares. La civilización y la electricidad debían volver a Las Vegas.

Tras casi dos horas de papeleo, uno de los "chicos" de seguridad le avisó de que la mujer encontrada estaba bajo custodia, y le guió hasta la habitación, antes empleada por el jefe del casino para someter a sus propios interrogatorios a los clientes que habían "tenido demasiada suerte". Era curioso que ahora él fuera el interrogador.

El guardia de la puerta se la abrió, saludándole con una breve inclinación del rostro. Dentro, pudo ver a una mujer con ropa de abrigo, de aspecto algo desmejorado, como si hubiera estado sometida a la intemperie durante largos días, que comía ávidamente un cubilete de ramen en salsa agridulce, con calentador sin llama, que sin duda los guardias le habían proporcionado. Cuando entró, se lo quedó mirando, sorbiendo los últimos fideos. Se limpió el mentón y dejó los palillos. Parecía algo contrariada, o enfadada.

-¿Quien eres tu? -preguntó- Tu no eres Randall.

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13/09/2010, 18:20
Kevin Lawson
Sólo para el director

- No, evidentemente no soy Randall, yo soy mucho más guapo.- Dijo con su sonrisa de chico bueno intentando congraciarse con la dama. - Soy Kevin.- Extendiendo la mano derecha hacia su interlocutora. -Digamos que soy su mano derecha.-

Por mucho tiempo que pasara y mucha confianza que tuviera en Randall, Kevin le seguía teniendo un gran respeto y un cierto temor. Nadie mejor que Kevin sabía lo que Randall era capaz de hacer. Así que la mayoría de las veces seguía refiriéndose a él como el señor Flag.

- El señor Flag se encuentra muy ocupado actualmente. Así que, vamos a sentarnos y me vas a explicar quién eres y por qué quieres hablar con Randall.- Dijo con una voz muy dulce, casi como si hablara a una niña pequeña, mientras se acercaba a la chica y casi la obligaba a sentarse con su presencia. Después tomó asiento.

Inmediatamente después hizo un gesto a uno de sus hombres y susurro: - Tráenos un par de cappuccino.-

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18/09/2010, 17:38
Ashton Northely

La mujer esperó a que le trajeran el café, y luego lo bebió con avidez, como si no lo hubiera hecho en mucho tiempo. Así lo parecía, al menos. Mientras se limpiaba los labios con el dorso de la mano, miró a aquel hombre. No le gustaba mucho. A decir verdad, no le gustaba casi nada. Pero aquella situación era así desde que comenzó la plaga.

-He venido por que conozco a tu jefe -dijo- Lo conozco desde que era una niña. Hasta hace poco no sabía su nombre, pero ahora que lo se, no me ha costado mucho que me digan donde encontrarle. Él me dijo que me esperaba, que viniera aquí. Decía que tenía planes para mi.

Parpadeó, mirando su traje caro al aire ausente. Luego, reflexiva, constató:

-Algo parecido a lo que ha hecho contigo, según veo.

Luego, se dió cuenta de que no se había presentado.

-Me llamo Ashton, Ashton Northely, de Nueva York.

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24/09/2010, 11:37
Kevin Lawson
Sólo para el director

Notas de juego

Perdona por la tardanza, ya se fueron ayer los invitados ^^

Quería saber antes de postear, ¿tengo alguna forma de contactar con Randall o sé a qué hora llegará?