Partida Rol por web

-Traemos algo de vital importancia para Tráfico. -las palabras salen con dejadez de mi boca. No estoy dispuesta a pagar ningún peaje para "salvar" la vida de quien lo cobra.

- Vamos, no ves que vengo de la Clinica, traigo medicinas para vuestro lider, dejadnos pasar.

Y mostre mi mochila con los medicamentos pero me mantuve alerta por cualquier cosa.

¿Ponerte agresivo frente a un grupo de hombres armados para entrar en un distrito para merodear por alli con una mercancía que no quieren ver? ¡¿Qué puede salir mal?! Seguro que os reciben con los brazos abiertos...

Creo que está claro que Esclusa no quiere dejar pasar la mercancía. No tiene nada en contra vuestra, pero no le ha molado lo que ha visto dentro de las cajas.

Echa un vistazo al interior de la mochila. - ¿Y de parte de quien venis?

- De verdad no me conoces?

Tampoco es que fuese una celebridad, pero pensaba que sabian de la Clinica.

- Soy del Hospital San Rafael, y me manda Splinter con medicamentos para vuestro lider.

Y entregue mi mochila, mas no mi arma.

Estamos perdiendo un tiempo muy valioso para vuestro jefe. -espeto ya impaciente.

Asentí tras el comentario de Umbral, mientras mi pie mostraba mi impaciencia al bajar y subir rapidamente.

- Insisto. Alejad esa mierda de mi distrito.

Da el visto bueno a vuestra presencia.- Splinter ¿eh? Buen tipo.- Dice con gesto amable.- Permitidme que os acompañe hasta la DGT para que os reciban rápidamente.

Os montáis con Esclusa en un jeep algo viejo y destartalado para avanzar por Ciudad Lineal. Realmente no hay mucha diferencia con respecto a Chamartín, salvo que parece haber más tráfico de comerciantes que van y vienen aprovechando las carreteras que cruzan el distrito.

Tras bajar por una cuesta donde notáis que hay más población entre las ruinas, algo lógico al estar cerca del cuartel general de Ciudad Lineal, llegáis a un edificio azulado donde hay bastante movimiento de personas. Gracias a Esclusa vais pasando por distintas puertas y controles sin mayor problemas, hasta que os deja en una sala de espera en uno de los pisos más superiores.

- Iré a buscar a Camino para avisar de vuestra llegada. Esperad por aqui.

Os quedáis a solas en la estancia.

Salir de aqui a los puños no iba a ser nada sencillo asi que no podia cometer errores si iba a hacer lo que tenia que hacer. Me sentia algo nerviosa y sentia que las manos me sudaban.

Joder.

Esperaba encontrar una solucion virtuosa a todo el asunto sin matar a nadie pero la espera era peor que nada. Mire a Umbral que se veian tan tranquila. Claro ella no iba a hacer nada.

Me acerco a donde estan los hombres para ver que hay dentro de las cajas ...

Tranquila. Todo saldrá bien. -un sudoroso mar salado emana de las manos de Jade.

Yo me encargo de la negociación. Estate muy atenta a lo que decimos y a la predisposición que muestran. Así sabrás lo que tienes que hacer. -explico al Ángel asegurándome de que nadie nos escucha.

Asenti esperando que trajeran al enfermo y comenzara el espectaculo.

Jericho empezaba a perder la paciencia. ¿Acaso le habían tendido una trampa? Nada de lo que estaba pasando tenía sentido alguno. Aquello era un salvoconducto, una excusa para poder entrar; no un escollo.

—Está bien, nos abrimos. Como ya he dicho, no quiero causar problemas.

En realidad, todo el asunto de la misión le importaba una mierda. Solo estaba ahí por la recompensa y por quedar bien con su patrona.
Por si acaso, dejó que Smail husmease el contenido de la caja. Ahora él también se sentía integrado.

A ver, a ver...

¡Ostia! Un montón de explosivo plástico y unos cuantos cables para juntarlos y hacer ¡BUM! ¡A tomar por culo un edificio entero! No me extraña que Esclusa no quiera meter esta mierda en su distrito, hay gente muy peligrosa por las calles de Madrid.

Vuelve Esclusa con una mujer de apariencia dura y fuerte, pero con cierto atractivo. Camino agradece al hombre su gesto y éste se marcha a vigilar de nuevo la frontera. Tras ello se os acerca.

- Hola.- Saluda de forma escueta y educada.- Agradezco como siempre la atención que Splinter da a mi padre. Sin su ayuda habría sido mucho más difícil. Me habría gustado verle a él, pero conociéndolo, seguro que habrá mandado a dos personas de su máxima confianza. ¿Es vuestra primera vez en Ciudad Lineal?