Partida Rol por web

James sacó de la cartera un par de tarjetas de diseño sencillo, os entregó una a cada una, aunque no parecía muy convencido.

- Dejadme un mensaje y ya lo leeré cuando tenga móvil de nuevo.

La tarjeta decía "James Marshall, periodista freelance". Y añadía su número de teléfono.

- No creo que la policía os vaya a dejar mirar el coche. Os dejan entrar en el instituto porque cuando hay supertipos por medio saben que es mejor quedarse aparte y dejarlos trabajar a ellos. Mirad, lo están rodeando todo, pero si sale un supervillano saben que no podrán pararlo. Yo incluso diría que están rezando.

Echó un vistazo otra vez al edificio.

- Si me contactáis os invitaré a un Starbuck o lo que queraís. Nos vemos, ¿vale?

A la vista de que aquello parecía extrañamente tranquilo, os separásteis para fijaros mejor en los detalles.

En la sala del director, parecía que el hombre no había tenido suerte. Su cabeza, llena de sangre, debía haber sido golpeada contra la mesa. El hombre no tenía pulso y por lo que sabía Dawn, no era posible reanimarlo: El cráneo parecía roto.

El ordenador de aquella sala estaba disperso, así como las sillas. Había una impresora en el suelo, encendida, que debía haber caído de una mesilla auxiliar siguiendo a la torre del PC.

Tornado por su parte tomó todas las precauciones posibles. Echó un vistazo por la ventana, pero no pudo ver nada más que el exterior y coches de policía que se detenían. Los agentes observaban desde fuera, como acostumbrados a ser meros espectadores cuando habían supervillanos y superhéroes en acción.

El papel arrugado era la ficha de una alumna del curso anterior: "Martha Phillips". El papel incluía la fotografía y los datos personales entre los cuales estaba la dirección, que había sido rodeada con una fila línea de bolígrafo, para hacerla destacar.

El lavadero de las manos parecía sucio, había una sustancia negra pegada al desagüe.

Estaba muerto, fue mi primer pensamiento al ver el cadáver. Di un fuerte golpe al suelo, para después fijarme en la escena del crimen. Todo apuntaba a alguien que hubiera estado buscando datos, ¿de un profesor o de un alumno?, tal y como lo había dejado todo no iba a averiguarlo.
Me incliné sobre el hombre para cerrarle los ojos. Habíamos estado torpes, lentos, y un inocente ya había pagado por ello. Puede que no fuera así, pero no podía evitar imaginar al hombre intentando defender los secretos que el asaltante habría estado buscando.

Me levanté y volví con mi nuevo compañero se había acabado las bromas y las invenciones, un hombre había muerto, y eso hacía que todo se volviese mucho más serio.

-Parece que buscaban a alguien, ¿Tienes algo?- Pregunté a Tornado.

Tomó la tarjetilla sin mirarla demasiado y la coló en uno de los bolsillos posteriores del short mientras miraba del coche al edificio y al revés.

-Seguro que tiene algún contacto en la policía, señor Marshall, consiga que le den acceso al coche - no era una petición era más bien una frase de esas que no daban opción a réplica, como diciendo "si quieres la entrevista vas a tener que ofrecernos algo a cambio y hacer recadillos de investigación es justo lo que tienes que hacer"-Tótem, vamos dentro- con ella suavizó el tono de voz, más familiar, quizá por ser "especial" o quizá porque con ella tenía que trabajar codo con codo y no convenía entrar en disputas-y si necesitan ayuda- razonó aunque tampoco sonó a pregunta sino a argumento.

- Lo que buscaban.

Le tiendo el papel, y mientras lo mira, me asomo al fregadero, mirando la sustancia negra. Hago ademán de sacarla con las manos desnudas, pero me detengo a punto de mojar mis manos.

- Dawn. ¿Tú puedes mover cosas a distancia?

Puede que el periodista tuviera razón, y discutir con la policía si podíamos examinar o no el coche fuera una pérdida de tiempo, así que ante las palabras de Psiónica retrocedí. Estaba dispuesta a respetar la decisión del "líder" del equipo, pero tampoco quería que nada les sucediera a los chicos. Así que si de verdad eran mayoría, puede que fuera mejor el servirles de apoyo dentro.

- Está bien. - me volteé hacia Psiónica - En realidad si lo que nos ha contado es cierto, ya tenemos algo de información. - me detuve un par de segundos - Deberías seguir el consejo de mi compañera. - sonreí al periodista, tratando de compensar mi anterior desconfianza. - Vamos allá. - dije posando levemente mi mano sobre el hombro de Psiónica, haciendo el ademán de dirigirme al interior.

Al entrar en el instituto no llamaba nada en especial la atención, salvo la oscuridad y el silencio. Era difícil imaginar que aquél lugar se llenaba de actividad la mayor parte del año. Hoy, parecía muerto: Las ventanas estaban todas cerradas, con las persianas bajas. Justo al entrar se escuchó la voz de Tornado, que venía de alguna sala al final del pasillo de la derecha.

- Dawn. ¿Tú puedes mover cosas a distancia?

La pregunta no estaba hecha con demasiada urgencia, así que parecía que vuestros dos compañeros estaban allí y no se enfrentaban a ningún peligro en concreto.

Avanzásteis en esa dirección hasta llegar al lugar. Eran los aseos femeninos. Dentro estaban los dos, echando un vistazo a los lavaderos. Tornado tenía un papel arrugado en la mano. Una de las ventanas estaba abierta.

Al acercarte al lavadero manchado, aprecias que la mancha es un polvillo oscuro. El olor a quemado se hace más intenso ahí, por lo que a simple vista parece ceniza, solo que es tan fina que no se puede apreciar la materia original.

Escuchásteis pasos por el pasillo y al mirar observásteis que Psiónica y Totem caminaban hacia vosotros.

- Antes de que preguntéis, estamos aquí porque Dawn no ha podido aguantarse más. 

Meto la mano en el fregadero, tanteando por el desagüe, buscando la ceniza.

- Aquí hay algo, creo.

El baño de mujeres.

De todo el edificio tenían que meterse en el cuarto de baño de las mujeres.

Hombres...

Cruzó el umbral de los aseos para encontrar a Tornado con los dedos metidos en uno de los desagües y Dawn prácticamente en las mismas.

-Así que Dawn no se podía aguantar... al señor Marshall le volverá loco que le cuente esa historia-miró a Tótem, por si prefería salor en defensa de Dawn e ir en su lugar al compromiso con el individuo... después de todo, si ya había adoptado el liderazgo sin que nadie se lo hubiese pedido que apechugase con las relaciones públicas.

-No es que cuestione los métodos pero reconozco que me muero de curiosidad por saber qué razonamiento habéis seguido para meter los dedos ahí...en busca de algo-sonrió con franqueza exenta de burla aunque no se podía negar que la estampa era, como poco, irrisoria.

No esperaba encontrarme con aquel panorama, pero me alegraba que todos estuviéramos bien.

Ante las palabras de Psiónica, no pude evitar soltar una pequeña risa. Sin duda sería gracioso ver a Dawn explicándole al periodista el trabajo de los "supertipos", como él los llamaba, en el baño de chicas.

- Creo que el señor Marshall preferiría que fueras tú quien se lo contara. Eso, o lo que sea. - sonreí, aludiendo a la exuberancia de la chica.

Acto seguido me acerqué a Tornado, poniendo los ojos en su mano.

- ¿Qué estamos buscando exactamente?

- Buena pregunta. Creo que alguien ha quemado algo aquí. No sé que es, pero me encantaría averiguarlo. ¿Alguno de vostors sabe como sacar cosas del coladero? Porque solo se me ocurre pegarle un tiro a la tubería y rebuscar en lo que salga, y no creo que eso sea lo más adecuado.

Tras eso, me alejo del fregadero un par de pasos, secándome la mano.

- También hemos encontrado eso.- Señalo el papel en las manos de Dawn.- Alguien ha apuntado la dirección de una chica. No soy un genio, pero creo que alguien se dirige hacia allí.

Un breve incendio coloreó las mejillas de Carrie ante la bromilla de Tótem pero tuvo a bien responder con una risa despreocupada y ligera.
Se acercó a la rejilla y no pudo evitar pensar en la pinta tan absurda que debían tener todos ahí asomados.
Con un movimiento circular de la muñeca derecha, levemente extendida hacia la rejilla, hizo que los tornillos chirriaran ligeramente sobre el soporte, girando sobre sí mismos hasta caer con un tintineo.

-...- se encogió de hombros con aire inocente y retrocedió un par de pasos para no estar en medio.

A decir verdad no estaba haciendo demasiado caso ni a la rejilla, ni a las chicas, que acababan de llegar. Mi mente estaba un tanto dispersa, aun en estado de shock, aun culpándome a mi mismo. Pero el casco daba ciertas ventajas, como que no te vieran la cara. Todos parecían querer bromear, pero no era momento para ello, ya no. Aquel hombre había muerto, y las cenizas, solo esperaba que no pertenecieran a ningún ser vivo.

-Si queréis seguir investigando esto.- Dije incorporándome en un tono bastante seco. Entonces mostré el papel al que hacía referencia Tornado. - Yo voy a ir a esta dirección. El director ha muerto por protegerla, y no voy a volver a llegar tarde.

La hoja hacía referencia a una alumna, una tal Martha Phillips, ¿inocente o la culpable?, no lo sabía, pero tampoco importaba.
No sabía si alguno querría venir, así que esperé unos segundos antes de darme la vuelta con la intención de salir volando. No podíamos llegar tarde otra vez.

Me giro de repente, con los ojos desorbitados.

- ¿Muerto? ¿Por qué no lo has dicho antes? ¡Pensé que estaba herido y que por eso no habías dicho nada!

Psiónica desenroscó la rejilla. El interior estaba sucio con la misma fina ceniza, pero seguía sin haber algo que identificara qué es lo que se había quemado. Fuera lo que fuera, se habría quemado justo en ese fregadero, ya que no habían otros rastros de ceniza en ninguna otra parte del baño.

Porque eso implicaría hacer algo en equipo y el señor Dawn es demasiado importante como para dejar de hacerse el macho guacho.

Payaso.

La puerta del baño vibró hasta descolgarse con un desagradable crujido. Definitivamente no le gustaba, no le gustaban sus formas, su afán de liderazgo y que en vez de poner al día la información se dedicase a ocultarla.

-Han entrado varias personas, ¿No has visto a nadie salir, no has oído...?- Mientras hablaba, ignoraba la presencia de Dawn, centrando su atención en Tornado quien, después de todo, aún no había tomado la pose de héroe solitario de una telenovela absurda.

-¿Colton.. Coton..?,-frunció el ceño y se pellizcó el puente de la nariz-perdona, no recuerdo el nombre del cuervo.. ¿No puede hacer un recorrido rápido de las instalaciones, Tótem?