Partida Rol por web

Arde Kordava

Puerto de Kordava

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26/03/2009, 18:08
Valenso de Kordova "El Joven"

Sonreí ante la osadía de Orenda. Me gustaba esa especie de valor indómito. Negué con la cabeza.

- Tienes razón en parte. No quería otra esclava. A menos que hubiera encontrado una auténtica joya allí. Pero te equivocas en parte, no quería hacerme el importante. Quería que supieras que hay lugares mucho peor que estar que donde estás, mi pequeña salvaje - de bastante buen humor sigo paseando acompañado de Orenda por el puerto mientras observo las tiendas y estoy atento por si encontrara cualquier tipo de objeto interesante... a buen precio. Con la actual crisis mucha gente estará vendiendo cualquier cosa para sobrevivir. Incluso a sí mismos.

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26/03/2009, 18:27
Orenda

Orenda se sonroja un poco y baja la cabeza por tus palabras

Finalmente, musita entre dientes y de mala gana.

Si, Amo...

Las calles siguen como siempre, gente que vay que viene, muchas ofertas pero nada especial.

Finalmente, llegas a la puerta de tu piso.

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26/03/2009, 18:50
Valenso de Kordova "El Joven"

Lo dicho. Estaba de buen humor, así que me permití demorarme algo más en el paseo.

Sabía que a Orenda le gustaba salir, le gustaba el aire en la cara. Me acerqué al puerto y fui señalando los diferentes barcos, y contando de donde venían, y la mercancia que transportaban. Estaba satisfecho de su comportamiento, y su actitud en la prisión había sido justo la que esperaba de ella. Así que podía permitirme ser agradable.

Luego pensé en algo, y busqué por el puerto alguno de los hombres a mi mando, y le ordené que se extremaran las precauciones y que quería a todo el mundo preparado. Las cosas estaban calientes en la ciudad, le comenté refiriéndome a las ejecuciones, y era necesario actuar con firmeza.

Luego regresé a la puerta de mi piso y subí la misma hasta reunirme con Idra, mi otra pequeña esclava.

- Buenas esclava. ¿Has empezado con el libro que te traje? ¿qué hay de comida? - pregunté mientras miraba que todo estuviera limpio y en orden

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27/03/2009, 16:41
Idra

Orenda a disfrutado menos del paseo que la otra vez, pensaiva en tus palabras, aun así, se la ve mas feliz ahora.

Al llegar a casa Idra corre a la puerta a recivirte, inclinandose ante ti, como de costumbre.

Si mi señor... lo he empezado.

La cena aun no está lista, deseas que la prepare ahora?

La visión de la sumisiónde tu hermosa esclava, arrodillada a tus pies, con las escasas ropas que apenas osultan sus encantos, ta hace sentir mejor aun.

Orenda al llegar a casa espera a que le quites el collar, y se encoge en uno se los sofás cubiertos de pieles con los brazos rodeando sus largas y suaves piernas, y mira por la ventana.

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30/03/2009, 01:10
Valenso de Kordova "El Joven"

- Sí, claro que sí. Prepara algo - le respondí tras acarciarla con una sonrisa. El pensar en la noche que me esperaba me hacía tener mucho apetito.

Hecho esto quité a Orenda el collar y, al ver como se sentaba en el sillón mirando pensativa por la ventana, le sonreí con cierta ternura. Por un instante tuve la tentación de levantarla de ese sofá y de violarla salvajemente... pero me contuve. Ella debía pensar. En realidad sabía que tenía que ser dificil para ambas. Pero era mucho mejor que estar muertas. Y con el tiempo podían llegar a estar muy bien una vez me demostrarán su sumisión absoluta.

Cené mientras me servía Idra sin abandonar la sonrisa y le fui preguntando por el contenido del libro, sin ahorrarle alguna frase malintencionada... pero con mas simpatía que cinismo. Podía ser encantador, y ese día lo estaba siendo. Estaba ya con el postre cuando miré nuevamente a Orenda

- Vamos, cuentame en donde vagan tus pensamientos - le ordené

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30/03/2009, 10:55
Orenda

Los pensamientos de Orenda viajan por su mente como un cáscara de nuez en un mar de tormenta, confusa y nada segura de lo que desea, o mas bien, de lo que intenta...

Cuando se da cuenta que tu pregunta no es por curiosidad, sino, mas bien, una orden, intenta aclarar su mente unos segundos...

-Nada, señor, solo estoy algo conf... confundada?...

dice intentando recordar como se articulan las palabras en este idioma que le han impuesto.

-Las ciudades son sitios muy extraños...

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30/03/2009, 16:53
Valenso de Kordova "El Joven"

- Confundida. - corregí- Estás confundida, mi pequeña salvaje. Es normal. Estás intentando negarte a la evidencia. Tratas de negar el hecho de que eres mi esclava. De oponerte a ello. - me levanté y me acerqué a ella con una sonrisa cautivadora y tranquilizadora- Supongo que en tu tribu matabais a vuestros prisioneros. O los haciais trabajar hasta la muerte. Yo no voy a hacer tal cosa contigo, pero no dejas de ser mi prisionera. Sólo que no tengo la menor intención de matarte. Quiero que vivas, y quiero que, en la medida que eso sea compatible con mi placer, estés a gusto. Y eso - dije mirando un instante a Idra- va por ambas. No debes preocuparte de nada, Orenda, solo de obedecerme y de tratar de asegurarte que estoy a gusto, y contento. Cuando mejor esté yo, mejor será tu situación. - dije mientras le acariciaba el pelo

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30/03/2009, 17:30
Orenda

Orenda se disgusta enfadada y gira la cabeza a otro lado...

-No es eso!!,

dice ofendida y casi gritando.

Yo he estado en tres tribus distintas...

Orenda parece volverse mas irascible, recordando cosas de su tierra natal, perdiendo mucha de su dicción y lenguaje Zíngaro tan difícilmente aprendido.

Igual que siempre, atacar, matar, robar, secuestrar... Todos iguales

Luego tortura, luego trabajo, y después, familia. Todos acabar siempre ser mismo clan.

Nosotros matamos bestias, pero nosotros solo comemos. Nosotros hacemos guerra, pero no exterminamos. No ENCERRAMOS

Vosotros tenéis cosas bonitas, pero no ser mejor, nada es pero que ese sitio... Prisión.

Nada aire, nada hierba. Esta casa es también Prisión...

Gradualmente la voz se ha ido calmando, dándose cuenta que tu reacción puede ser muy cruel con ella, y se encoge asustada.

Idra ha intentado no oír absoluamente nada, manteniéndose al margen.

 

El sol está próximo a ponerse y los rayos de luz anaranjada iluminan la cara de la confusa joven.

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01/04/2009, 08:32
Valenso de Kordova "El Joven"

Levanté la cara de Orenda sujetándola del pelo con fuerza pero sin brutalidad y saqué mi daga poniéndola junto a su cuello, y obligándola a aguantarme la mirada

- Bien Orenda - digo con voz tranquila- Esta es la situación: puedes vivir como mi esclava, y tener paseos y hierba, y sol, si me complaces y te sometes por completo a mi; o puedes estar muerta. ¿Qué prefieres?

- Tiradas (1)

Tirada: 1d20(+14)
Motivo: Intimidad (someter a Orenda)
Resultado: 14(+14)=28

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01/04/2009, 20:18
Orenda

Su sangre bárbara arde dentro de sus venas cundo la coges con fuerza, el primer instinto de apartar tus manos de su frágil cuerpo se detiene de golpe cuando le pones el frío acero en su cuello.

Un instante después desiste, y relaja sus músculos quedando suspendida en tus brazos, con la mirada vitria y perdida, que parece atravesarte como si no hubiese nada delante.

Finalmente, un hilo débil de voz consigue asomar de sus labios. La voz es frágil y entrecortada, como si fuera a llorar de un momento a otro.

-Haced lo que deseeis, amo...

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01/04/2009, 20:29
Valenso de Kordova "El Joven"

- No. - le digo firme e inmisericorde, sin apartar el acero de su garganta- Di que quieres vivir y ser mi esclava, y que harás lo que desee

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01/04/2009, 20:41
Orenda

-Si, SI!

dice mientras rompe a llorar, tras los primeros hipidos dice con alguna lágrima que resbala por su mejilla hasta caer en el filo de tu puñaly entre sus senos.

-Si, amo, aré lo que desees...

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01/04/2009, 20:49
Valenso de Kordova "El Joven"

Asiento ante la reacción de la joven como si fuera lo más normal del mundo, y aparto mi cuchillo de su cuello. Luego miro a Orenda y la levanto del sillón, para ocupar su lugar, dejándola de pie delante mío. La observo lentamente y le hago un gesto para que se arrodille delante mía y luego conduzco sus labios hacia mi sexo. Es claro lo que deseo.

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02/04/2009, 15:15
Director

Idra se ha mantenido al margen durante estos sucesos, preparando la cena, e intentando no mirar lo tensa que está la situación, sabiendo que por cualquier acción que ella cometa, podría acabar con una reacción que la sometise a la misma ofensa que está reciviedo Orenda.

Agarraste con fuerza el cabello de la joven Picta y acercaste su rostro a tu entrepierna.

Aquella era una práctica inpesable en las salvajes junglas de las que procedía la muchacha, sin embargo, la esclavitud es muy dura, y mas en Zíngara, y quien no aprende rápido suele acabar peor aún.

La joven vaciló un instante, pero un simple tirón la hizo reaccionar, y con lágrimas cayendo por sus mejillas, cedió a tus bajos deseos, tragándose también su orgullo y su rabia, mientras la mantenías sujeta.

Cuando por fin acabó y soltaste su cabeza, cayó al suelo de espaldas entre arcadas y tosidos, y permaneció unos instantes sentada en el suelo, limpiándose la comisura de los labios con el dorso de su mano.

Cuando deja de toser, y te mira de nuevo, ya no hay lágrimas en sus ojos, solo una profunda tristeza y un sentimiento de umillación, que por suerte para ti, no habías sentido nunca.

 

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04/04/2009, 14:05
Director

La noche ya hace rato que ha caido sobre la ciudad. Deberías y llendo hacia "El Perro Mugriento"

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06/04/2009, 14:18
Valenso de Kordova "El Joven"

Miré con algo de enfado a Orenda. Mi buen humor, por mucho que el acto hubiera sido placentero, había desaparecido.

Sin hacer mas comentarios, me retiré a mi cuarto y recogí mis armas, me cambié de ropa para llevar la cómoda y anónima, y tomé una capucha que me guardé en uno de mis bolsas. La necesitaría para no ser reconocido esta noche. No quería disfrazarme, solo que no supieran quien era.

- Maldita sea - susurré enfadado.

Y salí de la casa sin decir nada más, cerrando con llave detrás mía

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10/08/2009, 14:03
Director

Ha sido duro, pero ya lo habéis conseguido.

Ha parecido eterno, sufrimiento constante, acción peligro, sangre, muerte...

Algunos de vuestros compañeros no lo han contado, pero todos sabían a lo que íban.

Wúlferic el primero sale a la superficie y respira, Es una calada de aire que pocas veces ha dado tanto placer. El agua está limpia y el aire es fresco. No huele a humo de antorcha, ni a sangre, ni a muerte. Huele a mar. A libertad.

Nada fácilmente hasta la orilla. Ya no hay ni rastro de la tormenta que había cuando entrasteis. El sol empieza a salir y muestra un cielo anaranjado totalmente despejado. Hoy hará buen día.

Mientras el bárbaro trepa por las rocas Domingo asoma la cabeza también. Domingo ha tragado ya mucha agua de mar como para que esta pequeña escapadita le haya supuesto ningún problema, pero el alivio de volver a respirar libremente es igual de placentero.

Entre los dos, estiran de la cuerda que lleva Domingo, al otro lado, Temüjin sujeta a Fernando, que con vuestra ayuda, logran salir también

No queréis atraer a los curiosos, así que estáis algo agachados.

Cargáis con Fernando y lo tumbáis en el dique de piedra pulida. No podéis evitar tumbaros también, a descansar. Unos segundos después os levantáis para ir a buscar las cosas que dejasteis escondidas entre las rocas. Un poco de tristeza os invade al ver que las cosas de Halgar siguen ahí, y que no va a volver a buscarlas nunca, al igual que las antorchas que compró Tauren. Que aun están húmedas de la lluvia de esa noche.

De pronto pensáis.

-Y Mariano y Julián?

Alzáis la vista, y los veis a los dos de pie en el dique, unos metros mas allá, sin tratar de esconderse lo mas mínimo, mojados e inmóviles mirando hacia el puerto de la ciudad.

Es una imagen muy impactante. La ciudad está en llamas.

Los tejados de las casas están humeantes, en columnas de cenizas y brasas que se alzan hasta el cielo, podéis distinguir como las pequeñas siluetas desde la lejanía de algunas personas corren de un lugar a otro con cubos de agua. Como los gritos de la gente apenas son unos murmullos desde esta lejanía y como en el puerto los restos de una decena de barcos naufragados están a la deriva. Estáis demasiado lejos para apreciarlo, pero hay docenas de cadáveres flotando en el mar también.

El fuego está controlado por lo que parece, y ya no se expande mas, pero tardará unas horas en ser totalmente apagado.

Parece que ha sido una noche muy larga para todo el mundo en la ciudad, no solo para vosotros.

Mariano y Julián están destrozados, podéis ver como las lagrimas empiezan a caer de sus ojos. La ciudad en la que han crecido juntos, la ciudad donde vive su familia, y la ciudad que vosotros estáis intentando liberar de un tirano, destrozada. Quemada.

 

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11/08/2009, 21:31
Director

POSTEJA tio.......................................................................................................................................

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13/08/2009, 14:02
Domingo Fernández

Domingo permanecía derecho, tenso, sin mover un solo músculo. En sus ojos se reflejaba la destrucción que presenciaba el pirata. Destrucción de gran parte de su ciudad, su puerto, sus navíos. Bellos navíos zíngaros que algún día deseaba poder echar mano, ahora ardiendo y hundiéndose. Casas, chabolas, tabernas, tiendas... muchas ardían y estaba seguro que mucha gente yacía en las calles, y flotando en el puerto, muertos.

"Cómo puede estar pasando esto? Cómo..." De pronto recuerda el nombre de la prisión. "AMRA. Pero, no puede ser... está muerto, es tan solo una leyenda..." Despacio se ladea y recoge sus cosas a desgana. Se las empieza ha atar sin prisa, hasta que de una patada vuelve a la realidad. "MI MADRE!"

Entonces se apresura a coger las cosas y equiparselas. -Vamos, tenemos que ver como está la ciudad. Insta a los demás. -Si podemos echaremos una mano con el fuego, pero tenemos que ir con cuidado. Aun nos persiguen los guardias.

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16/08/2009, 16:09
Director

No decís nada???