Partida Rol por web

Al amanecer Valenso se viste y mira hacia el puerto. Tortuga... muchos de los suyos ni soñarían estar allí. Tal vez hubiera bienes que comprar en el puerto, y es posible que en el saqueo alguna zingaria hubiera terminado en manos de estos rufianes... Pensativo el noble se acarició el mostacho.

- Voy a salir a ver qué hay en el puerto y en el mercado. Si alguno se viene.... - digo mientras voy hacia la puerta tras preparar mis armas

Cuenta conmigo, quiero dar un paseo y mirar como estan las cosas en este puerto respondo a valenso, mientras cojo mis armas

Es molt improbable que hi hagi un navío zíngaro a Tortuga, no? xD 

- Esperad, yo voy con vosotros. Necesito comprar un arma y una armadura - Mira a Valenso con cara seria, como dando por hecho que será él quien le preste el dinero - No me apetece tener que robarlas y poner en peligro la misión

 Domingo salta de su cama y se estira perezosamente.

-Uaix, hacia tiempo que no dormía así. Dice alegre y enérgico, el ron siempre lo pone de buen humor.

-Al puerto decís? Bueno, por que no... "Echaré un vistazo a los navíos de por aquí, a ver que hay..."

El zíngaro se sorprende al oír que el grandullón necesita armas. Se acerca a su equipo y extrae una auxiliar de las extras.

-Toma, usa esta de mientras. Es mejor que ir desarmado...

EDITING

- El grupo completo por lo que veo... perfecto. Será divertido. - digo abriendo la puerta y saliendo junto al resto- Por cierto, Domingo, ¿cómo has acabado por aquí?, te imaginaba en Kordova - preguntó Valenso con curiosidad mientras bajaba a la calle, con intención de ir al puerto y al mercado

Ha sido una noche dura. Por lo que habéis comprobado, esta taberna no cierra en toda la noche, por los ruidos constantes de juerga, peleas, borrachos y alboroto que habéis oído mientras intentabais descansar.

A pesar de ello, nada en el mundo puede hacer que vuestros cuerpos cansados y heridos no caigan dormidos como troncos en una cama, por mucho ruido que haya, o sucios sean los colchones.

A la mañana, el panorama no ha mejorado. Los tres hombres negros no están cuando os despertáis, pero el ruido sigue ahí. Parece que tampoco sierran por la mañana, ni al medio día. Ni siquiera parece que haya menos gente, pero si que son personas distintas. El dueño de "El mono Borracho" debe de ser un hombre muy rico y poderoso, y sus taberneros, hombres muy ocupados, pues casi todos los hombres de mar vienen aquí a olvidar, recordar; Contar el botín o conseguirlo de otros...

Salís del local, pensando que no será buena idea quedarse allí a desayunar, pues seguro acabaríais metiéndoos en mas problemas, pero vuestros estómagos rugen y vosotros necesitáis recupera fuerzas después de la gran siesta. Seguro que en el puerto habrá tiendas con algo de comer, y posiblemente, muchas mas cosas de interés.

Al salir a la calle veis que la plaza donde se hace el mercado se está poniendo de nuevo en marcha poco a poco.

No muy lejos hay una zona donde varios hombres están construyendo nuevos barcos. Seguramente acabarán en el mar, para saqueando las costas de Zíngara y cualquiera que se cruce en su camino, y mas ahora que los filibusteros ya no están organizados para hacer frente a todos estos Barachanos. Otros en el fondo del mar.

Mientras en el puerto, podéis ver el barco de Amra, una carraca Zíngara algo mas pequeña de lo normal, y en el castillo de popa, a Amra y a Sancha dando instrucciones a sus marinos.

Los barcos descargan sus mercancías y botines para guardarlo en lugares seguros, venderlos, o enterrarlos, parte de ellos caminan hasta la plaza, una pequeña explanada que ni siquiera está empedrada entre los edificios y pasarelas de madera que conforman la ciudad. En el centro, hay una estatua de piedra negra, posiblemente volcánica, de un hombre bastante calvo, con cara severa. La estatua no es muy grande y está bastante manchada por los excrementos de los pájaros exóticos como loros, cacatúas y similares, como de gaviotas.

En el mercado podéis encontrar bastantes cosas, desde paradas de carne de animales de la isla, como vendedores de bebidas, frutas y verduras traídas del continente, piedras preciosas de los Pictos nativos de la profundidad de la isla o de saqueos, armas y casi cualquier tipo de utensilios.

La comida es cara, pero las armas y joyas baratas por lo que veis de los compradores que están delante vuestra.

El problema es que no pasáis para nada inadvertidos. Tres Zíngaros en Tortuga es algo muy inusual, y nada bien recibido, y mas si vais con dos enormes AEsires que destacan bastante.

Nadie os dice nada, pues vuestra apariencia sin duda es intimidatoria, vuestro grupo numeroso y que algunos ya se han ganado la fama de haber arrojado los cadáveres ensangrentados de muchos de los hermanos de los presentes; pero si os mira todo el mundo mal, con cara de asco y parece que nadie va a ser muy amable con vosotros.

Desde que habéis salido de "El mono borracho" dos hombres os han seguido con poco disimulo, pero a bastante distancia, cosa que ha echo que no le deis importancia. Son dos hombres con escudo y lanza, sin armadura, pero si llevan una buen casco. Al llegar a la Plaza del mercado estos dos se han reunido con cinco mas y están hablando bastante bajo, mientras os siguen mirando. Sin duda es algo de lo que preocuparse, pero no es bueno empezar un baño de sangre cuando estás rodeado de tantos enemigos potenciales.

Qué haréis ahora?

Voy mjirando las diferentes armas y armaduras que vaya encontrando a mi paso, en los diferentes puestos, sin quitar ojo de los tios que nos estan siguiendo

Coje el arma que le tiende Domingo y arquea una ceja sin saber que decir. Una vez más, le han vuelto a prestar un arma demasiado pequeña para él, pero aún así lo agradece asintiendo levemente.

Ya en el mercado, la oferta es amplia y variada. Hay armas y armaduras de calidad, pero también las hay roñosas y oxidadas. Elegir el lugar correcto parece importante, o es fácil salir engañado de un lugar así. Lamentablemente, los lugareños no parecen demasiado contentos con su presencia, por lo que parece necesario decidirse rápido.

- Aquí tienen buen género - Dice parándose en uno de los puestos más vistosos del mercado - Pero necesitaré que me ayudéis a pagar lo que necesito - Mira a sus compañeros sonriente - Cuando caí al vacío no sólo perdí mi espada y mi armadura.

Selecciona un buen espadón que se ajuste a su tamaño y esté bien sopesado, y busca una armadura que pueda encajar en su enorme cuerpo norteño.

- Seguro que hay algo mejor por aquí, pero no quiero perder más tiempo, y más aún teniendo en cuenta que nos siguen.

Domingo mira al norteño coger el espadón y la armadura, con cara de "estás de coña?" niega con la cabeza, indicando su desacuerdo con la elección de Halgar.

-Creo que deberías mirarte las hachas. Son más baratas e igual de efectivas... Le aconseja. -Ah, y deja la armadura, a no ser que te la pague Valenso, te puedes ir olvidando de ella...

El pirata también repasa las armas y armaduras del tendedero, analiza su calidad y el precio que ofrece el vendedor. No hay duda de que los precios están hinchados, pero él no quiere comprar, sino vender las armas que le sobran.(las 2 auxiliares).

-Hey, colega, he visto que tienes buenos sables, cuanto cuestan ese par de auxiliares? Pregunta al tendedero intentando parecer interesado en comprar.

El hombre que atiende el puesto donde venden las armas robadas en los asaltos o arrebatadas de los dedos muertos de sus anteriores dueños no os mira con tanto asco como los demás.

Al fin y al cabo, el dinero es dinero...

Negué con la cabeza

- No tenía previsto un viaje, y no me traje dinero. Y no creo que mi reputación valga como para comprar bienes aquí, la verdad

Mientras Halgar se pregunta si compra o no, y como Valenso se gira y observa a los hombres que les siguen.

- Tal vez debamos ocuparnos de esos antes que se reuna una mayor multitud, ¿no les parece caballeros?

Se gira al escuchar a Valenso y observa a sus perseguidores mientras habla.

- Me parece. Y con un poco de suerte tendrán algo de dinero para comprar un buen arma.

-Toma, tengo un par de armas que no están demasiado malhechas (No como las tuyas). Seguro que podríamos llegar a un acuerdo para intercambiar las mías con alguna para el grandullón. Dice Domingo al vendedor.

Escucha como Valenso hace referencia al grupo que les va siguiendo y niega ligeramente.

-Este no es el momento ni el sitio adecuado para un combate. Comenta a la vez que hace un gesto para que mire a su alrededor, piratas, en su mayoría Barachanos, que desearían tener una escusa para desparramar las tripas del grupo por el suelo. -Además, puede que sean fans que quieran pedir un autógrafo. Añade bromeando.

-Si queréis hacer algo, comprad sin perder tiempo y esfumemonós en algún lugar apartado.

Comenta por lo bajini antes de volver su atención al vendedor.