Partida Rol por web

Eldon avanzo cauteloso y extrañado por que no veia a ningun enemigo. De todos modos y a pesar de no ver a ningun enemigo camino hasta salir a la arena.

Svok salió del túnel hasta llegar a la puerta para observar la arena. Estaba extrañado por no ver a su enemigo pero no por ello bajó la guardia. Lo que estaba claro es que el nombre ue gritaba la gente no le sonaba de nada.

El grupo avanza de forma precavida sin tener muy claro que es lo que va a pasar. Reginald es el que se avanza mas hacia el centro de la arena donde se oye el sonido de las mujeres.

Reginald pone cara sorprendida al mirar en los pasillos interiores.

-¿Eso era un escarabajo?- Dice con voz dudosa mientras aferra con fuerza sus armas.

El lugar estaba vacio, pero se escuchaban extraños gritos de mujeres que nada bueno podían augurar. Aunque mi instinto me gritaba que corriera a socorrerlas, me resistí de mi impetuosidad y avance siempre precavido.

"Es imposible que hayan mujeres sufriendo aquí. Este lugar es repugnante, pero estamos en una arena de coliseo, solo combatientes mueren aqui. O eso es lo que yo creo."

Escucho a Reginald, a lo que respondo extrañado:

- "¿Un escarabajo? ¿Donde? ¿Que puede hacer un insecto en este lugar?"

Avanzando a paso firme espero divisar algun enemigo antes de atacar.

Uriel habia visto como avanzaba Reginald sin esperarle, como iba a protegerles a sus propios compañeros cuando estos se lanzaban de cabeza a las garras del lobo. Aun con la idea extraña de que el Ferwick le sonaba a algo gnomico, escuchando las palabras de Reg sobre un escarabajo, no serian los gnomos capaces de usar a uno enorme como montura de guerra o similar?

Observando la arena circundante, estaban claramente en su terreno si se trataba de eso. A la espera de lo que pasase avanzo.

Svok avanza por uno de los laterales aprovechando para ir buscando donde puede estar el objeto pero parece terriblemente distraído. Sus recuerdos de la época en la que era un gladiador del pozo para mayor divertimento de los drow evita que se concentre e incluso logra que se distraiga de todo lo que está haciendo.

Eldon siguio avanzando mientras se concentraba en buscar el objeto, aun asi no dejaba de buscar posibles peligros. Y avanzando poco a poco fue rodeando la estructura central por el lado derecho.

El grupo empieza a moverse y enseguida oteáis al primer enemigo, un escarabajo de fuego con las dos patitas de delante levantadas y haciendo un pequeño ruido amenazante hacia las voces femeninas que suenan en el interior de la sala pero que no están a la vista.

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Viendo al primero de los enemigos, me muevo un paso hacia él y concentro mi poder arcano en el peso de mi cuerpo, causando estática a mi alrededor y sintiéndome tan pesado como las nubes de tormenta a punto de desatar el diluvio sobre el mundo. Concentro el poder arcano en la linea hacia el escarabajo, apuntandole con la punta de mi daga, la que uso de implemento arcano y luego doy un fuerte pisotón con mi pie derecho, creando una onda de poder sónico que avanza en linea recta hacia mi objetivo.

Luego y motivado por el mismo impacto sónico, me muevo, volviendo a donde estaba antes para caer en el suelo de pie, listo para continuar.

 - "Ahi está el enemigo. Es un bicho muy feo."

Digo a mis compañeros mientras no pierdo de vista al enemigo.

Uriel avanza al visualizar al primer enemigo que tienen cercano. Tal vez su labor comenzara en ese momento, su primer desafio.

Uriel observa a ambos lados para visualizar alguna cosa mas que podria llamar su atencion. Canalizando la energia sobre su espada, se acerca al enemigo que ha visto y surgiendo de su mano libre, unas esferas plateadas toman la forma de unas escamas en torno a el mientras su espada avanza para golpear al Escarabajo.

Reginald sigue a Uriel y golpea al escarabajo, que habiendo recibido tanto castigo por parte de todos no puede hacer mas que derrumbarse.

El publico vitorea la primera victima de la jornada.

Con la criatura muerte os percatáis que la sala está llena de mujeres atadas ... ¿quizá tenían que servir como comida para los escarabajos?

Las mujeres gritan desesperadas para que las saquéis de aquí.

-¡Por favor! ¡Liberadnos antes de que llegue el minotauro!-

Eldon avanzó y cuando vio que sus enemigos habian muerto decidio investigar el interor de aquella construcción.

Al escuchar el ruido de combate, Svok volvió sobre sus pasos para apoyar a sus compañeros.

De repente una de las mujeres cambia la voz y con un tono varonil realiza un grito.

-¡Atacad!- Todo sucede muy deprisa a medida que las mujeres se transforman en escarabajos de fuego y empiezan a escupir su liquido corrosivo.

Ambos consiguen salvar la peor parte y salirse con quemaduras leves, pero la mujer que ha gritado se ha convertido en un gnomo que lanza un conjuro delante de sus narices. Una explosión de luz abrasadora los deja ciegos y muy maltrechos.

Por su lado Eldon no sale mejor parado. De entre las sombras del edificio donde estaban salen 2 bandidos que prestos golpean al gnomo con sus mazas que pronto se be reducido a una masa sanguinolenta en el suelo.

Ambos dan un salto atrás intentando buscar cobertura de los compañeros de su victima.

El gnomo adiestrador no para de reír como un poseído, como si todo eso lo divirtiera de forma desproporcionada.

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De un momento a otro la situación se dio vuelta completamente. De haber acabado con un bicho miserable, ahora estábamos rodeados, en desventaja tanto numérica como táctica y más encima heridos. Tenemos todas las de unirnos a estas arenas, literalmente.

Sin pensarlo dos veces camino hasta quedar un paso más cerca de donde están los escarabajos y su torcido adiestrados y convoco al poder máximo que se agita en mi interior. Toda mi magia se sacude y ebulle para liberar a la tormenta misma. Mi voz se eleva:

 - "¡SIENTAN EL PODER DE LA TORMENTA AULLANTE!"

Remolinos de viento arcano salen de mis manos y se elevan, tomando la forma de un remolino que impacta el suelo, elevando a los enemigos y ensordeciendolos. Rápidamente giro hacia los otros escarabajos y, canalizando la magia en mi interior, lanzo un terrible rugido como de león, que eleva la arena bajo los pies y da la sensación de hacer temblar el ambiente.

El poder de las tormentas de Ericus deja maltrecho tanto al gnomo como al escarabajo que tenia mas cercano, creando una serie de remolinos que aúllan con fuerza entre las paredes del recinto.

En el estadio la gente grita de emoción.

Pronto, casi todas las criaturas cerca de Ericus están siendo afectadas por sus hechizos y tan solo uno de los escarabajos se libra de su ira.

El gnomo ya no se ríe tanto y sus heridas son evidentes.

Reginald retrocede hasta llegar cerca de Eldon, inspirando-le a levantarse del suelo y continuar luchando. Por extraño que parece, el gnomo reacciona y lentamente recupera su compostura, aunque aún permanece en el suelo.

Acto seguido el humano lanza un golpe hacia uno de los bandidos, golpeandole en un costado aún y estar detras de la cobertura que le ofrece la pared.

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Uriel nunca habia sentido semejante maltrato, ademas de que habia sido abandonado por su compañero en un momento crucial, la trampa oruqestada por el Gnomo le habia salido la mar de bien pero a pesar de ello no estaba decidido aun todo ello. Mirando fijamente al gnomo decidido canalizo su magia para hacer aparecer de nuevo las escamas de dragon de plata a su alrededor y aun asi cogiendo firmemente su espada la arrojo contra este guiandola con su mano y magia mientras decidida que fuera a golpear al Gnomo y en caso de fallar a alguno de los escarabajos detras de este. Mientras despues esta regresaba a su mano y alejandose del mayor peligro en dicho momento recurria a las pocas fuerzas que aun le quedaban.

Había comenzado el combate y Svok llegaba tarde. Como una exaltación, fruto del aprendizaje en una arena de combate no muy distinta a esta, el kobold se unió a la refriega contra el gnomo, un adversario de mi tamaño, estupendo, y los escarabajos. Pronto se colocó entre todos sus adversarios con una leve finta y comenzó a lanzar golpes a diestro y siniestro logrando impactar en dos de su rivales, precisamente los que estaban más maltrechos, el gnomo y uno de los escarabajos.