Partida Rol por web

Cementerio

Almas en pena, desgraciados derrotados que habéis renacido para deleite de los más oscuros deseos de gente mejor que vosotros. Ahora estáis en mis manos, sois mis marionetas, levantados con el único fin de volver a ver vuestra sangre regar el marchito suelo de este lugar. ¡Alzaos, mis mascotas! El fin no ha llegado todavía, aunque está muy cerca...

Ragnix miro sus manos y huesos cubiertos de carne y piel putrefacta. Con un gemido gutural profirió un grito mas animal que humano, ya que no había ascendido a los salones de su Dios, quedando atrapada en una especie de limbo. Su armadura completa de escamas de dragón azuladas brillaban irradiando magia al igual que su arma, una especie de látigo con púas de grandes proporciones. Su rostro cubierto de sangre reseca y carne en descomposición busco a su rival en aquel lúgubre cementerio hasta que dio con él. Una fuerza antigua la impulsaba a combatir de nuevo contra aquel adversario para deleite de una fuerza superior. 

Epsilon se levanta con el arco en mano, esa forma no era poco mas que inutil pero debía de sacarle el mejor provecho posible, entendía la naturaleza de su forma y también la naturaleza de su oponente, Epsilon puede ver a lo lejos como algo se mueve détras de una lapida, tiene ángulo para intentar un golpe así que dispara la flecha y espera a ver el resultado, su habitual puntería asesina no parece estar daña pero no tiene caso disparar a un punto donde hay un corazón que ya no palpita.

Ragnix recibió el impacto de una flecha y miro de nuevo a su adversario, comenzando a rodear su propio sarcófago. Sosteniendo su pequeño escudo, lo interpuso frente a ella para evitar otro ataque similar por parte de su rival.

Epsilon toma el desafio del escudo, toma otra flecha y apunta hacia su oponente disparando flecha contra ella, esperando que pueda mantener el pulso para lograr dar sobre el escudo y golpear el cuerpo del oponente, intentando tomar ventaja en cada ataque mientras tenga la oportunidad

Ragnix desde su posición esquivo la flecha que a otro sin duda habría atravesado, pero ella era diferente, en vida fue una digna rival, ese no debería haber sido su destino, ella era la elegida de Kord. Ella era Ragnix de Thetir, Portadora de Tormentas. Señalando a su adversario con su huesudo dedo índice, pareció retarlo al verlo a lo lejos frente a ella, rugiendo llena de furia creció en tamaño y fuerza, cargando a continuación hacia su contrincante en busca de la sangre.

Epsilon aprovecha el arrojo de su oponente y que tiene la guardia muy baja tras cargar y bajar el escudo, activa su cronomuleto permitiendose dar un movimiento sobrenatural hacia el oponente, quedando a rango de toque, pone una mano en el cinturón y otra en el oponente activando el efecto del cinturón para trasmitir la descarga sobre ella

La guerrera volvió a descargar su cadena armada sobre el cuerpo de su adversario mientras que destellos de electricidad recorrían su afiladas cuchillas crepitando a su alrededor. Gritando con furia profirió un rugido más animal que humano, era la hora de destrozar a su enemigo.

La pesada cadena erizada de púas desgarró el cuerpo del felino, que nada pudo hacer ante semejante poder.