Partida Rol por web

Arquitectos de Voluntad. Libro-5.I: Residuos del Dolor

El Despeñapresos

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05/02/2017, 10:10
Virming "Comadreja" Davenrost

Sólo Nickar y Pain

-Lo valen- Sentencio con contundencia sin dejar de mirar a Pain. Le contesto con una sonrisa y me acerco a él -Te veo bien, sucia rata- le digo con tono jocoso y, tras ello, me encaro con él -Tenerte en mi navío... haré que sientas dolor.- Le prometí y en mis ojos podía leer el pasado que pasamos juntos y el tiempo que he esperado este momento.

-¡Llevad a estos tres a sus camarotes, con los demás! Pain es mío.- Digo sacando suavemente la espada.

Mientras mis marineros cumplen la orden me coloco en postura ofensiva atentamente observados por los que quedan en cubierta.

-¿Qué tal te han tratado en prisión después de estos años?¿Sigues siendo tan rápido como antaño?- Le pregunto con divertimento...

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05/02/2017, 10:17
Virming "Comadreja" Davenrost

Pain

Cuando los otros presos desaparecen de la vista, lanzo un grito, como si se tratara de un ataque, continuando con la puesta en escena y, en el último momento, suelto el alfanjón y estrecho fuertemente la mano de mi antiguo compañero al tiempo que mis marineros alzan la voz animando a su capitán, como si hubiera una batalla en curso. -Bastardo- le digo para luego susurrarle -En cuanto supe que te habían cogido utilicé la poca influencia que tengo para que tu nombre estuviera en esa lista- Le sonreí dándole a entender que incluso mi navío posee oídos indiscretos.

-Vayamos a hablar en mi camarote.- Y, sin más, le indico el camino.

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05/02/2017, 10:20
-El Despeñapresos-

Nickar, Cisco y Amok

Descendéis por la escalinata escoltados por dos guardias delante y siete detrás que a menudo se tienen que apartar para dejar pasar a sus compañeros con herramientas, maderas y materiales dispuestos a reparar el agujero.

Llegáis hasta la segunda bodega embriagados por el olor de la sangre, el sudor, la madera vieja y la pólvora y al entrar en la estancia veis vuestros camarotes. Aquella bodega tenía hileras de cañones a cada lado. En la aleta de babor presenta un feo agujero que la mayoría se afanan por reparar. En el exterior la creciente oscuridad de la noche se impone.

Pero lo que realmente os llama la atención son las tres celdas de base cuadrada y barrotes en su totalidad que hay en la zona central de aquella estancia. La más cercana a vosotros (la vuestra) está vacía. Junto a ella se encuentran Alona, Krishnarj, Hazir, Serge y Tizoc. Sus cabezas se giran para veros entrar. Os llama la atención ver que Hazir está pegado a los barrotes contiguos a la última celda. Todo apunta a que estaba hablando con una curiosa y alegre mujer, una combatiente sin duda. Junto a esta fémina os sorprende ver a una medusa y su cabello serpenteando enigmático. Tras esta pareja hay una gnoma que parpadea al veros y, casi al fondo, un corpulento hombre planta junto con un humano que viste indumentaria de carcelero.

Junto a la puerta de esta última celda veis a un magestuoso lobo que os mira con curiosidad pero amenazadoramente.

Hazir, Serge, Tizoc, Alona y Krishnarj

Tres compañeros más de matadero llegan a aquel lugar. Advertís la ausencia de Ishrad y Pain y, a algunos más que otros, os complace ver que Cisco ha logrado subir a bordo. De los recién llegados, Amok es el más sorprendido y, pese a su corpulencia acentuada por el diminuto tamaño de Cisco y Nickar, actúa como si hubiera perdido su ferocidad, entrando en la celda sin oponer ninguna resistencia. El bruto camina tras sus dos acompañantes empujándoles hacia dentro.

Gohozor, Lythrai, Lisa e Yzlin

Los nuevos llegan entre el ajetreo de los marineros que se afanan con premura en reparar el agujero. Los primeros en aparecer son dos pequeñas criaturas que identificáis por lo poco que habéis visto a través de las escotillas. La muchacha voladora y el Kobold cuyo costado está envuelto en vendas ensangrentadas. Tras ellos camina pesadamente un ogro corpulento y bastante feo.

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05/02/2017, 10:44
Lisa Oropel

Hazir, Lythrai, Nickar, Yzlín, Serge y Tizoc

-Doce- susurro al contar los que ahora nos encontramos encerrados -trece contigo- digo mirando con malicia al guardian que nos acompaña. -Y ahí queda nuestra oportunidad de escape- Miro con cierta tristeza a través del agujero por el que ahora sopla el viento. Advierto que nos alejamos con rapidez en la noche.

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05/02/2017, 10:46
Guardian

Hazir, Lythrai, Nickar, Yzlín, Serge y Tizoc

-Estaban esperando...- digo al ver que, de haber ocurrido de otra forma... Miro la sangre de mis compañeros al tiempo que unos marineros bajan un cofre y un petate y lo meten en el armario del fondo -Las pertenencias- sentencio comprendiendo -Si mis compañeros no hubieran muerto ya, ahora serían vuestro entretenimiento- digo agobiado por el inevitable final que me aguardaba, mientras miro la mancha de sangre en el suelo de la celda central. Curiosamente, no siento tantos remordimientos como hubiera esperado... debía sobrevivir...

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05/02/2017, 10:49
Alona Hordalad

Tras dedicar una media sonrisa a aquellos que lo han conseguido me giro 180 grados: -¡Qué hace un guardia de prisión ahí con vosotros!- y corrijo un poco la frase -vivo- pregunto mirando fijamente, intimidando al humano.

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05/02/2017, 10:51
Cisco

-Lo he conseguido- susurro -¡Lo he conseguido!- exclamo con voz aguda y temblorosa. Miro a Nickar y la abrazo -Estoy en deuda contigo. ¡Gracias!¡¡Gracias!!- no puedo evitar sentir euforia tras haberme salvado de la sentencia de muerte que expiraba en esta noche. -Gracias a ti...- le digo a Nickar -...mi tiempo se ha prolongado.- Me giro hacia la celda central -Y gracias a vosotros también- apunto a Hazir y Tizoc -¿Cómo podré pagároslo?-. Pese al entusiasmo, hago una mueca de dolor por la herida sufrida.

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05/02/2017, 12:02
Nickar

Sonriendo al pequeño respondió - ¿sabes que la muerte a veces es más liberadora? - no pudo evitar mostrar sus ojos mas ilusionados posibles al ver a ¡una medusa! Se preguntó si era auténtica, las creía escasas o extintas, pero apartando ese hecho, se fijó que con aquel agujero iban a pasar frío y se negó a entrar en la celda encarando a quienes le custodiaban - ¿quien os creéis que soy? ¡no pienso dormir ahí con semejante boquete! ¡además no es lo mismo volar y aterrizar que aterrizar porque quien te lleva ya no puede volar! - molesta con que fueran a meterla ahí sin más, caminó con intención de quitarle un martillo a uno de los que reparaban el agujero - ¡DAME UN MALDITO MARTILLO! ¡acabaremos antes si os ayudo desde fuera! - con sus exigencias miró a otro marinero - ¡y tu! ¡dame una cuerda! ¡doy por hecho que el barco vuela mas rápido que yo y no quiero que os vayáis sin mi¡ - su comportamiento era bastante extraño, por algún motivo no huía a la libertad.

- será posible,... ¡no he salvado a ese pequeño para que me lo matéis de una pulmonía! - dispuesta a ayudar en la reparación, extendió sus alas.

- Tiradas (1)
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05/02/2017, 12:24
Hazir Al-Tamsa

Por fin, entraron en la sala Amok, Nickar y Cisco. Hazir sonrió aliviado al ver que el pequeño kobold había logrado entrar de una pieza, aunque la herida se le había vuelto a abrir. Se apartó de los barrotes de la celda contigua y se acercó a Cisco, y miró con agradecimiento a Nickar, su bella salvadora: la le había librado dos veces de la muerte, aunque no le debía nada al kobold. Estaba claro que era como uno de esos ángeles que salían en los libros sobre planos de su padre.

-Tu pericia aérea es impresionante-le dijo a la mujer, inclinándose un poco en una reverencia-Gracias por emplear tus habilidades para salvarle. 

A continuación se dirigió a Cisco:

-Me alegra ver que sigues de una pieza. De momento, no pienses en pagarnos nada, y piensa mejor en no volver a abrirte la herida. Véndala y estate quieto. Ya estamos a salvo. 

A continuación se volvió hacia los presos de la otra celda, e hizo un elegante ademán mientras les presentaba.

-Parece que ya estamos todos-todos los que van a subir, pensó Hazir. No sabía qué podía haber pasado con Pain e Ishrad, pero, fuera lo que fuese, seguro que sabían apañárselas solos- Este es el kóbold Cisco, valiente a pesar de su tamaño; ella es Nickar, quien, como veis, no tiene rival en el aire, y el último es Amok, cuyos talentos saltan a la vista. Aquí conmigo están Alona, Serge y el trasgo Tizoc. No os engañe su tamaño, tiene oído de halcón y agilidad de pantera. 

La pregunta de Alona me intriga a mí también-continuó mirando al que iba vestido de guardia-¿Cómo es que estás a este lado de los barrotes?

No había terminado de hablar cuando Nickar comenzó a gritar órdenes a los hombres que se afanaban en las reparaciones. Era realmente intimidante: tenía autoridad, incluso allí, como una presa más. Hazir sonrió, estaba claro que la mujer tenía muchas habilidades. 

-Deberíais prestar atención a mi compañera-dijo-sabe lo que se hace.

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05/02/2017, 14:21
Reo 640

Estaba de acuerdo con Nickar y Hazir ante la urgencia de reparar el agujero. Me acerco a Gohozor -En el viaje de ida mencionaste algo de que nos atacarían, por los aullidos de Ruffus- guardo unos segundos de silencio y hago un gesto hacia el agujero con rostro de preocupación.

Tras ello, Hazir se toma la molestia de presentar a sus compañeros y, a medida que pronuncio sus nombres, los observo con mirada analítica.

No sé qué me resulta más curioso. Que más de uno de ellos ayudara a salvar a un Kobold herido o que Nickar esté tan motivada a reparar el barco. La solidez de este grupo, al menos en lo que a ese "Cisco" se refiere, parece sólida. Si todos trabajamos en equipo podríamos conseguir grandes cosas y, la primera piedra, sería que Nickar consiguiera ayudar a la reparación del barco. Ganar confianza y hacer que se confíen es una línea muy estrecha gracias a la cual podremos tener grandes oportunidades.

-Hay que ganarse al capitán- Transmito la idea en voz alta para todos los reos, incluida especialmente Nickar, que parece resuelta a hacer del navío (en su totalidad) un hogar confortable.

Miro a Gohozor y de nuevo, paso la mirada por Lisa y también a Lythray para terminar en el soldado que tenemos a nuestro lado -Me pregunto qué pasará a la hora de la cena-

- Tiradas (1)

Notas de juego

Tiro para ver si localizo algún arma o algo que haya quedado a nuestro alcance tras la explosión y que los marineros hayan pasado por alto.

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05/02/2017, 18:12
Ishrad Corlav

Cuando pude escapar de la prisión, gracias al pequeño Cisco, vi la nave gigantesca que nos estaba esperando y que había abierto fuego contra la prisión Matadero, aun que los guardias de la prisión también empezaron a atacar al barco volador.

El tiempo se había acabado y la nave empezó a partir, sin nosotros, con lo cual empecé a correr tras ellos, pero la velocidad no era mi fuerte... ni saltar...

La pasarela estaba ahí, esperandonos y aun que pude evitar que las flechas de los guardias me alcanzaran, mi salto no fue suficiente... empecé a caer al vacío y ya tenía claro lo que me esperaba... pero de repente una potente bola de fuego impactó contra el barco y vi com dos marineros morían calcinados y caían al vació.

La explosión hizo girar la barcaza de tal manera que pude cojerme a uno de los cabos que estaba atado a la pasarela y por fin pude subir a bordo, pero la tabla donde me sostenía estaba creada mágicamente, con lo cual corrí rápidamente hasta "suelo firme" para asegurarme que no desapareciera en cualquier momento bajo mis pies.

- Tiradas (1)
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06/02/2017, 10:25
Gohozor del Mar de Hojas

Demasiada gente, demasiados egos, demasiados puntos de vista para conseguir ponerse de acuerdo entre todos.

Vio como los recién llegados intentaban adaptarse a la nueva situación y como Lythrai explicaba su teoría sobre la prisión. A ese respecto no tenía nada que añadir, en realidad no hubiese querido añadir nada en ningún aspecto. Si algo tenía claro es que, como en el caso de los guardias, nada era lo que parecía.

– No me molesta – respondió a Tizoc – Soy Gohozor del Mar de Hojas, me temo que compartiremos trayecto y tal vez destino.

La bárbara habló y aunque en realidad el destino del guardia le importaba poco aún podía serles útil, además ¿quién va a casa ajena y se queja de la decoración?

– Ahora está con nosotros – si querían más explicaciones tendrían que pedirselas a otro – sirve a Lythrai.

Yzlin habló sobre ganarse al capitán y Gohozor asintió. Lo lógico es que si usaban un barco volador para llevarlos es que no hubiera otra forma de entrar y salir de la prisión a la que los llevaban – Cierto; pero para conseguirlo primero hay que encontrar una forma de eliminar esa marca. Mientras la tenga será imposible – se encogió de hombros ante la pregunta sobre que podía haber olfateado Ruffus – casi prefiero no saberlo.

El último comentario le hizo sonreír – Espero impaciente el momento de la cena, igual nos traen todo lo que quede en la despensa; por si acaso no te sientes demasiado cerca de la bárbara, no parece que sepa para que sirven los cubiertos.

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06/02/2017, 12:55
Hazir Al-Tamsa

Al oír mencionar la cena, a Hazir de poco no le dio un mareo. Sus tripas rugieron como un león furioso. Si encima les daban comida, aquel iba a ser uno de los mejores viajes de su vida.

-Me temo que en Matadero hoy nos habían dejado sin comer-dijo-Yo sí que espero impaciente la cena.

Notaba cómo el hambre le devoraba por dentro, esperaba que no tardaran mucho. 

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07/02/2017, 02:04
Serge Leblanc

Bien claro le había quedado al ladrón ese día que la fortuna era mujer y sonreía a los jóvenes encantadores con más frecuencia que al resto de los mortales. Si aquella bala de cañón hubiera viajado unos centímetros más a la derecha, Sege Leblanc no sería ahora más que un montón de pulpa sanguinolenta en el suelo de la prisión. Comparado con eso, tener el hombro machacado no era nada. Además, Tizoc y Hazir acudieron en su ayuda para poder subir los tres al barco. Sin duda Doña Fortuna se sentía generosa aquel día con el pobre ladrón. ¿Una muerte horrorosa evitada y unos buenos amigos ganados? Era un regalo más que apreciado.

Los marineros les condujeron rápidamente bajo la cubierta del barco hacia las celdas donde les llevarían a su nuevo destino. No es que fuera la mejor alternativa para disfrutar del viaje, pero desde luego que era mil veces mejor que quedarse en el exterior arriesgándose a recibir una rápida y dolorosa muerte. En aquella celda sólo estaban Hazir, Tizoc, Krishnarj, Alona y él mismo. A lo mejor con el súbito ataque dejaban en tierra a sus otros compañeros. No es que hubiera creado unos lazos especialmente fuertes con ellos, pero tener bajas entre sus aliados ciertamente no era bueno. Excepto por Amok. Estar encerrado con semejante mole en una celda de ese tamaño para nada era lo que al ladrón le gustaría.

Permaneció en silencio mientras examinaba con detenimiento no sólo el lugar en el que estaban, sino a los inquilinos de la celda contigua. Afortunadamente sus compañeros habían comenzado con las cortesías, permitiéndole analizar a aquellas personas. Había un enorme hombre vegetal de carácter seco, un supuesto guardia que estaba extrañamente fuera de lugar entre ellos y tres fascinantes doncellas. Serge esbozó una sonrisa mientras recorría con la mirada a las mujeres. La de cabellos de serpiente tenía esa sombra de misterio femenino envolviendo cada gesto que realizaba y cada palabra que decía. La que parecía emocionada con todo lo que sucedía a su alrededor tenía una mirada brillante, con la energía del soñador que ve cómo sus fantasías se realizan paso a paso. Y, finalmente, la gnoma, cuya expresión asustada unido a su pequeño tamaño la hacían simplemente adorable. Iba a ser un viaje, como mínimo, interesante.

Sin embargo, viendo cómo Hazir y Tizoc estaban entreteniendo a las señoritas con una agradable conversación, el ladrón se dedicó a comprobar el estado de su hombro. Dolía y estaba empezando a hincharse. Lo que daría por un curandero hábil…

Al poco, llegaron más compañeros suyos al barco. Estaban la bella Nickar, el kobold Cisco y, desgraciadamente, Amok. Ahora sólo le quedaba rezar para que a aquella masa de músculo no le diera un ataque de rabia mientras estuvieran encerrados con él. Aunque parecía extrañamente tranquilo. ¿Magia tal vez? Ojalá durase todo el viaje.

El tema de la huida pasó bastante rápido y de forma ligera. Estaba bastante claro que los otros presos tenían intenciones de escapar cuanto antes y su aparición parecía frustrar ese plan. No les culpaba por pensar eso, ya que los grupos pequeños solían tener más éxito en esta clase de empresas. Pero que tuvieran esa mentalidad no era bueno. Puede que fueran un grupo grande, pero eso no eliminaba de un plumazo sus posibilidades de fuga. Puede que subiera un poco la dificultad, pero la vida era más interesante con algún desafío, ¿no? Finalmente, el ladrón se acercó a la reja que separaba las dos celdas y, haciendo una elástica reverencia, rompió su silencio.

 -Excusez-moi, me temo que no me he presentado como es debido. Como mon bon ami Hazir os ha dicho, mi nombre es Serge Leblanc, enchanté.

Dedicó una mirada a cada una de las muchachas antes de continuar.

 -Lamento que las condiciones no sean les mellieures para esta reunión, pero me temo que nuestros carceleros no van a darnos un escenario más halagüeño para socializar. Así que ahora que tous nos hemos presentado, creo que deberíamos pensar nuestro siguiente paso y si estamos dispuestos a colaborar entre nosotros. Tenemos un objetivo común, il est clair, pero… ¿Os interesa una alianza? Moi, por mi parte, y creo que puedo hablar por varios de mis compañeros, no estoy dispuesto a rechazar l'aide, venga de quien venga. ¿Vosotros?

Tener una animada conversación acerca de la hora de la cena estaba bien para relajarse, pero si era cierto que la prisión a la que estaban a punto de viajar era tan inexpugnable como parecía, necesitaban zanjar el tema de alianzas y planes cuanto antes.

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07/02/2017, 13:13
Tizoc

Tizoc sonrió al ver que, poco a poco sus compañeros comenzaban a llegar al navío. Vio que faltaban algunos y por un momento se alegró. Ojalá Pain se quedase en tierra, ese humano le daba mal yuyu y estarían mucho mejor sin él. Pero los espíritus lo estaban castigando así que seguramente ese humano acabase allí encerrado con ellos. 

Decidió olvidarse de ello y centrarse en lo bueno. - ¡Cisco! Lo has conseguido. Cuando te caíste en mitad del barracón de los guardias pensé que no lo contabas. ¿Como lo hiciste para librarte? - sonrió recordando el revuelo que había causado el kobold al caer sobre el guardia de prisiones que estaba durmiendo en su camastro. 

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07/02/2017, 13:43
-El Despeñapresos-

Ishrad

Al llegar a cubierta los marineros hicieron la función de guardias de prisiones. Te ayudaron con cierta tirantez y, una vez a bordo, te escoltaron hasta tus nuevos aposentos aunque no te pasó desapercibido el descubrir que el capitán y Pain ya se conocían. Ambos estaban montando una escena en la que los marineros hicieron un corro. El capitán, con divertimento pero bastante serio, se disponía a luchar contra el reo.

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07/02/2017, 13:45
Virming "Comadreja" Davenrost

-Te veo bien, sucia rata- le digo a Pain con tono jocoso y, tras ello, me encaro con él -Tenerte en mi navío... haré que sientas dolor.- Le prometí y en mis ojos podía leer el pasado que pasamos juntos y el tiempo que he esperado este momento.

-¡Llevad a los reos a sus camarotes, con los demás! Pain es mío.- Digo sacando suavemente la espada.

Mientras mis marineros cumplen la orden me coloco en postura ofensiva atentamente observados por los que quedan en cubierta.

-¿Qué tal te han tratado en prisión después de estos años?¿Sigues siendo tan rápido como antaño?- Le pregunto con divertimento...

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07/02/2017, 13:47
-El Despeñapresos-

Desgraciadamente no te dieron tiempo a reaccionar. Te bajaban medio a empujones evitando que vieras la pelea que se estaba fraguando y, tras un buen trecho de escaleras de madera en las que reinaba una atmósfera viciada, saturada de olor corporal, madera vieja y pólvora, llegaste a la segunda bodega.

Allí un grupo de marineros se afanaban por arreglar un boquete en el casco bastante grande...

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07/02/2017, 13:49
-El Despeñapresos-

Ishrad

Entraste en la segunda bodega y, tras la atención atraída por el boquete de cubierta, te fijaste en las tres celdas que había en la zona central de la estancia, enmarcadas por las hileras de cañones ya retirados que estaban siendo limpiados por otro grupo de marineros.

Los que te escoltan se paran y meditan en qué celda meterte. En la más cercana a las escaleras se encuentran Nickar, Cisco y Amok; en la contigua Hazir, Serge, Tizoc, Alona y Krishnarj. Adviertes que algunos entablan conversación con los de la jaula del fondo, un grupo variopinto compuesto por una humana de cuerpo atlético, fornida aunque no tanto como la bárbara; una medusa de ojos felinos y cabello de serpientes; una gnoma de ojos nerviosos y, algo más al fondo, un corpulento hombre planta.

A tu llegada, los gritos de Nickar acaparan el protagonismo y los marineros la observan sorprendida mientras obvian la conversación mantenida por el resto de los presos.

- ¿quien os creéis que soy? ¡no pienso dormir ahí con semejante boquete! ¡además no es lo mismo volar y aterrizar que aterrizar porque quien te lleva ya no puede volar! - grita tu compañera alada visiblemente molesta y resistiéndose a entrar en su celda, ves cómo se escabulle y se dirige hacia un marinero con intención de quitarle un martillo - ¡DAME UN MALDITO MARTILLO! ¡acabaremos antes si os ayudo desde fuera! - con sus exigencias miró a otro marinero - ¡y tu! ¡dame una cuerda! ¡doy por hecho que el barco vuela mas rápido que yo y no quiero que os vayáis sin mi¡ - su comportamiento era bastante extraño, por algún motivo no huía a la libertad.

- será posible,... ¡no he salvado a ese pequeño para que me lo matéis de una pulmonía! - termina de afirmar haciendo alusión al pequeño Cisco.

-¡Dejadla ayudar!- Se escucha una voz autoritaria y, de pronto, reina el silencio y todas las miradas se giran para ver al mago que aparece detrás del grupo que trae a Ishrad.

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07/02/2017, 13:57
Robillard

-No nos vendrá mal su ayuda- revelo algo abochornado por las miradas y, como si de una buena noticia se tratara, los marineros sonríen y agradecen la ayuda.

Nickar no tarda en recibir un martillo, clavos y, con delicadeza, uno de los hombres de Virming le ata un cabo a la cintura. -¿Está bien?- le dice el marinero ajustando la presión.

Por mi parte, me giro hacia el resto de reos -Él va a la primer celda- digo apuntando al último en llegar e indicando la primera de las tres celdas que aún permanece abierta.

Dejar a aquella pequeña criatura alada ayudar era algo que el capitán no toleraría, pero los últimos rayos del sol ya han desaparecido y la fría noche se les hecha encima con velocidad. Había que tapar ese agujero cuanto antes.

Los marineros metieron a Ishtar en su celda y cerraron la puerta entregándome las llaves. Aguardé en la sala supervisando la reparación y sin perder detalle de lo que los demás presos opinaran sobre el hecho de haber dejado a uno de ellos ayudar con cierta libertad.