Partida Rol por web

Arquitectos de Voluntad. Libro-5.I: Residuos del Dolor

Matadero

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26/01/2017, 14:23
Tizoc

Tizoc había caminado hasta su celda sin dar ningún tipo de guerra intentando mantenerse cerca de los dos humanos que había conocido hacía poco. Se sentía cómodo a su lado. Por suerte y por sorpresa no hubo registros ni parecía haber mayor investigación sobre el asesino que había matado al guardia. 

Cuando las puertas volvieron a abrirse, Tizoc salió de la celda y se juntó de nuevo con los humanos. Iba a decir algo pero cuando sus agudos ojos vieron lo que había en el aire su mandíbula casi toca el suelo. Encogido de miedo ante lo que parecía un ataque de un enemigo infinitamente superior, Tizoc se agachó y corrió torpemente a refugiarse junto a uno de los muros. Una vez allí Hazir y Serge pudieron ver como las pequeñas manos del goblin asían algo de un hueco entre dos piedras que dejó escapar un brillo metálico durante un instante antes de desaparecer bajo sus ropas.  

Pero el goblin no se movió de la posición, encogido y atemorizado miraba ojiplático como el barco se posaba en mitad del patio. Si aquel era su trasporte estaban muy jodidos, no había forma de que los amigos del goblin los sacasen de esa. 

- Tiradas (1)
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26/01/2017, 14:21
Nickar

¿que más sabia hacer? - me gustan los trucos de magia, cambiar manzanas sanas,por envenenadas, volar, esconderme, en fin,... - se acercó a la puerta y con la uña de su ala comnzó a jugar en la cerradura - no me importa estar apresada, pero odio que me encierren sin haber hecho nada, solo he ido a ver a una amiga...

- Tiradas (1)

Notas de juego

Olvide restar 2, igual supongo es a dificultad 25 XD

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26/01/2017, 14:38
Pain

La única respuesta que obtuvieron de él cuando el reo al que había dejado con vida le acusó fue una risa siniestra y nada agradable, una que esperaba sirviera para que su nombre corriera como la pólvora por aquella prisión y le temieran como debería ser; podía haber perdido su lugar cuando el culto de Scahrossar le sentenció, pero no había olvidado quién era ni lo que era. 

Una vez en las celdas, sin embargo, aquella obsesiva fijación por la tortura se esfumó, sustituida por una imperante necesidad de hacer ejercicio. Así que se puso a practicar ciertos movimientos perfectamente entrenados con anterioridad, preocupado sólo de tener una manera de salir de allí y viendo innecesario hacer sufrir a aquél pequeño kobold; sabía que estaba quebrado desde antes de que le pusiera una mano encima, y no tenía gracia por tanto. Tampoco le ayudó, por supuesto, pero al menos le dejó en paz... O al menos así fue hasta que empezó todo aquél revuelo en el exterior y Cisco abrió la boca. Aquella sabandija diminuta sabía más de lo que aparentaba, y eso acababa de marcarle una diana más grande que él.

Una sonrisa, que no era maliciosa sino totalmente malvada, afloró a su rostro cuando sus ojos brillaron al posarse en su compañero de habitación. Se acercó con pasos lentos y calculados, una falsa tranquilidad que no tenía otro objetivo que poner nervioso al desdichado, y cuando estuvo a su lado se puso en cuclillas y posó una mano en el hombro del reptil. A él no le gustaba intimidar, no se le daba bien, pero sabía que quienes le conocían podían llegar a temerle; era el principal motivo de que le gustara llamar la atención, ser conocido y extender su fama.

Dime que sabes de esto – dijo finalmente, sin preocuparse de bajar la voz.

Notas de juego

*Durante los ejercicios cambio una de mis maniobras preparadas por otra. Ya he actualizado en mi ficha.

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26/01/2017, 16:36
Hazir Al-Tamsa

La situación había sido verdaderamente caótica unos momentos antes, pero se calmó con gran rapidez en cuanto irrumpieron los guardias. Poco se podía hacer cuando sus botas remachadas entraban en la prisión: aunque sin duda Pain e Ishrad habrían podido con unos cuantos, los magos les habrían fundido con sus rayos. 

Se llevaron a Cisco sin pegarle, y Hazir esperó que aquello hubiera servido para meterle en el transporte a la prisión. Confirmando sus peores temores, el capitán les dejó sin comer. Hazir notó su estómago encogerse, mientras la perspectiva de un día sin comida hacía que le diera un ligero y breve mareo. Notó cómo le rugían las tripas. 

Comenzaba a hacer frío, y Hazir tenía claro que aún haría más. Cuando era niño, creía que las noches del desierto eran frías, pero aquél país le había demostrado que no eran nada en comparación con un verdadero invierno. Salió al patio, y trató de distraerse, apoyado contra la pared, dejando vagar sus pensamientos e imaginándose cómo sería el transporte. En su prolija imaginación pronto aparecieron imágenes de los magníficos carruajes que recorrían las calles de la capital, los adornados elefantes de los nobles y las enormes caravanas, casi palacios con ruedas, que los adinerados comerciantes compraban en su inútil deseo de parecerse a la nobleza. 

Sonrió ante su propia ingenuidad: estaba claro que su transporte poco se parecería a aquellas maravillas, sino que probablemente sería un carro mugriento como el que les había traído. Suspiró, pensando que, ya que tenía frío y hambre, por lo menos el transporte podría no ser así, sino más parecido a los de la corte.

Como si el Señor de las Arenas en persona hubiera escuchado su súplica, justo después el cielo sobre ellos se cubrió, ocultando el oscuro anochecer con el crujir del velamen y el resonar del metal contra la madera. 

Hazir alzó la vista, y un hombre que descubre una mina de oro no habría tenido expresión más feliz que la suya. Sonrió ampliamente, y se contuvo para no echarse a reír, no porque la situación fuese graciosa, sino de pura felicidad. Aquél era su transporte. Efectivamente, cuando se había imaginado a los elefantes y majestuosos carruajes de su patria, había errado. Su transporte superaba a todos ellos. Sólo había visto un barco volador una vez, en la capital, de lejos, cuando un rey extranjero visitó el país. En ese momento le había parecido extraordinario, y ahora veía cuán corta se había quedado su apreciación. Venían a buscarlos en un barco volador, y su transporte de reyes bajaba en su mismo patio, desplegando una pasarela digna de un palacio justo ante ellos. 

¿Y ellos eran los presos? ¿Los condenados? Miró a los guardias y estuvo a punto de reírse de ellos. Hazir no se cambiaría por ninguno, por nadie del mundo. Ahora tendría la oportunidad de hacer el viaje en un transporte que solo unos pocos reyes podrían permitirse. Los ojos de Hazir brillaban como el sol del desierto. 

Despegó la espalda de la pared, y, sin más, echó a andar hacia la pasarela. Lentamente, sin prisa, y con unos andares con los que cualquiera hubiera pensado que andaba por su propia casa. Relajado y sonriente, se acercó al barco volador, con tanta seguridad como si lo hubiera estado esperando. Se detuvo frente a la pasarela, y esperó, con calma, a su comité de bienvenida. 

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27/01/2017, 02:55
Nickar

- entonces un barco volador eh,... pequeño, yo me imaginaba más un barco navegando en la arena jajajaa, ¿como díantres vuela un barco sin alas?

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28/01/2017, 11:23
Ishrad Corlav

Las celdas de aislamiento eran penosas, como bien esperaba de ellas, pero al menos me había tocado estar solo, cualquiera de ellos sería una ingrata compañía y prefería mi soledad, la misma que solía tener en los bosques cuando eran un joven.

La llegada del barco ¿volador? me hizo volver a mis recuerdos de juventud, y que el guardia hablara asustado no me daba confianza. ¿Esos eran los que nos iban a salvar?¿O simplemente venían a acabar con nuestras vidas? Demasiadas preguntas sin respuestas.

Con lo cual, me limité a observar los aconteciemientos, poco podía hacer yo en esa situación, aun que si la cosa cambiaba... quien sabría...

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30/01/2017, 10:42
-Residuos del Dolor-

Los segundos se escurrieron lentos pero el movimiento en Matadero era evidente. Los soldados estaban nerviosos y se preparaban para lo que pudiera suceder.

Tras unos inquietantes segundos en los que, hasta Hazir cambió de postura al pie de la pasarela, aparece alguien al otro lado. Su aspecto no es el de un alguacil o un soldado. Su postura sudaba chulería y superioridad. Como si aquel individuo, aquel hombre, se encontrara por encima de todos ellos... no, de todos ellos no, de los guardias. Los tatuajes en sus brazos desnudos denunciaban que fue (o quizás era) un delincuente...

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30/01/2017, 10:55
Virming "Comadreja" Davenrost

Alzo los brazos cuando veo que tengo la merecida atención -Vengo a por los presos encargados y sus pertenencias. Cuanto antes nos los entreguéis antes nos iremos- digo mirando a los soldados que se preparan. Toda mi tripulación guarda silencio. -Listos para abrid fuego- susurro a mi contramaestre y la orden se extiende rápidamente.

Miro al reo más cercano a la pasarela. -Deduzco que sois uno de los afortunados a los que he venido a buscar- le digo -pero no puedo dejaros subir hasta tener la confirmación del alcaide.- Y miro de nuevo a las edificaciones sin encontrar más autoridad que las de unos soldados y unos magos temerosos -Robillard, espero que las protecciones arcanas estén a pleno rendimiento. Aquí tendremos problemas.- pienso dejándome llevar por mi instinto.

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30/01/2017, 11:06
Hazir Al-Tamsa

Hazir ya pensaba que no iba a ir nadie a recibirles, y que tendrían que subir ellos primero, cuando por la pasarela apareció un hombre corpulento, con tatuajes en los brazos, como algunos de los bandidos que atacaban las rutas comerciales de Quisan. Su postura era de superioridad, y Hazir sonrió: otra cosa le habría decepcionado. Estaba a bordo de un transporte digno de reyes, alguien con menos porte hubiera sido extraño. Era normal que mirara a los guardias con con desprecio: incluso Hazir podría hacerlo en aquella situación. 

El quishasi miró al hombre, apreciando que sin duda era un delincuente. Poco tiempo atrás, le habría causado desconfianza y desprecio, y casi se echó a reír al pensar que, sin duda, habría llamado a la guardia al verle. Cómo cambiaban los tiempos. 

Antes de que Hazir pudiera hablar, el hombre se le adelantó, ordenando con autoridad que les entregaran a los presos que iban a irse de allí. Casi temblaba de la excitación que le producía el pensar qué nuevas maravillas podían aguardarle dentro de aquel barco, y en el lugar al que se dirigían. Estuvo a punto de alzar la vista al cielo y darle las gracias al Señor de las Arenas por todo: el mundo contenía cosas impresionantes, y él las estaba viendo cada día. Sintió lástima de los presos, y supo que había pocos lugares en los que quisiera estar en vez de allí. 

El hombre le susurró algo a uno de sus subordinados, aunque Hazir estaba tan distraído imaginando las cosas que podría haber allí que ni se dio cuenta. A continuación se dirigió directamente a él, sacándole de su ensueño.

Se inclinó en una pequeña reverencia, cortés aunque no sumisa.

-Por supuesto-dijo, y citó una de las cosas que solía decir su padre-El hombre que se interpone en el camino de la burocracia siempre saldrá escaldado. 

- Tiradas (1)

Notas de juego

Quishashi: gentilicio de Quisan. 

Primera pifia de la partida, señores, ya estaba tardando. 

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30/01/2017, 11:31
Virming "Comadreja" Davenrost

-Tu padre tiene razón- digo recordando las múltiples cicatrices de mis días pasados -y las que llegarán- pienso. -Debes ser Hazir.- Digo mientras sube uno de los arcanos a cubierta y se coloca a mi lado. Tras asentir, me presento formalmente -¡Soy Virming Davenrost, más conocido como Comadreja!-

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30/01/2017, 11:33
Desconocido

-Estamos tardando demasiado, capitán- Digo con voz gutural y dejándome ver. Tras de mí vienen mis controlados no-muertos. Algunos a la vista de varios guardias de las almenas más altas. Quizá los reconozcan como los guardias que fueron mandados por las otras prisiones a vigilar que los presos lleguen a su destino. Cuento con ello y espero que agilice esta incómoda parada.

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30/01/2017, 11:35
-Residuos del Dolor-

La prisión queda sumida en el silencio y desde vuestra celdas podéis escuchar las voces que llegan desde el exterior.

-Vengo a por los presos encargados y sus pertenencias. Cuanto antes nos los entreguéis antes nos iremos- dice una voz enérgica, seguramente la del capitán.

-Deduzco que sois uno de los afortunados a los que he venido a buscar- Añade tras una pausa, seguramente refiriéndose a uno de vuestros acompañantes -Por supuesto- reconocéis la voz de Hazir y añade -El hombre que se interpone en el camino de la burocracia siempre saldrá escaldado.- 

-Tu padre tiene razón. Debes ser Hazir.- Dice el capitán y tras esta afirmación se presenta formalmente -¡Soy Virming Davenrost, más conocido como Comadreja!-

Una segunda voz acompaña al recién llegado -Estamos tardando demasiado, capitán.- Es una voz sesgada, grave y ausente de toda emoción.

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30/01/2017, 11:39
-Residuos del Dolor-

Virming "Comadreja" Davenrost. Si pudieras llamar amigo a un ser despreciable y traicionero, sería a él. El contrabandista que desapareció hace años, antes de que ocurriera todo esto. ¿Sería él quien había pedido tu nombre para ser reclutado?

No puedes creer que se haya convertido en Capitán de un barco volador.

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30/01/2017, 11:41
-Residuos del Dolor-

-Ey, ey, eh- dice el guarda que mira por la ventana -¿Qué es eso?¿Es un nigromante? Tiene detrás un montón de muertos... un momento... esos muertos... uno de ellos lleva la armadura de... ¡son soldados de otras prisiones!- Se da cuenta de la realidad. Los guardianes enviados a asegurarse de que los presos no escapen son "reclutados" también.

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30/01/2017, 11:43
Cisco

Veo el rostro de mi compañero de celda y en mi mente se formula una ligera idea -¿Conoce al capitán? Si es así, esta es mi oportunidad- -Si te ayudo a salir de aquí, te aseguras que suba a bordo de ese barco- Digo de pronto y, tras ver cómo Pain asiente, me acerco a la puerta y poso mis manos en la superficie rocosa debajo de ella. Me concentro y murmuro una leve plegaria. El conjuro se extiende por la roca y afecta a los anclajes de la puerta soltándolos. Me aparto -Tu turno- Este humano no me cae bien, pero es la única alternativa que tengo.

-En cuanto abras la puerta voy a liberar a Nickar y Amok. Para que te ayude- Amok tampoco le gusta, pero Nickar lo cogió y lo alejó del lugar del combate llevándolo hasta Tizoc que le sacó la flecha.

Notas de juego

Conjuro: Transformar Piedra (página 298 del Manual del Jugador)

La puerta está suelta. Un empujón la hará caer. No es necesaria tirada pero el soldado que tenéis al lado se dará cuenta.

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30/01/2017, 11:55
-Residuos del Dolor-

Pain golpea la puerta de su celda que cae estrepitosamente atrayendo la mirada del guardia cuyo corazón da un vuelco. Cisco se escurre gateando como una lagartija hasta la puerta de Nickar y Amok y posa las manos en la pared, cerca de las bisagras. Escucháis cómo recita un sermón en una lengua que no entendéis1. Pain es libre de enfrentarse al soldado que desenvaina su arma2.

- Tiradas (2)

Notas de juego

1Salvo los que hablen Kobold

*Conjuro: Transformar Piedra (página 298 del Manual del Jugador)

2Pain, la caída de la puerta alerta al soldado por lo que ambos tiráis iniciativa. En el turno 2 se unirá Amok y Nickar al combate (Cisco tiene la intención de salvar a Nickar pues ella lo cogió y lo alejó. Justo después irá a la puerta de Ishrad pues no le pasó desapercibido que ayudó a que Hazir lo alejara de la puerta.

O si cogéis las llaves (que tiene el soldado) y abrís lo que ocurra primero.

 

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30/01/2017, 12:05
Reo 641

Me coloco junto a Hazir -Soy Krishnarj- anuncio. Quizá Sergei ya les haya contado que fui yo quien mandó a los presos a por ellosy a punto estoy de decir que no necesito permiso de los guardias de esta prisión para subir cuando alguien me aferra fuerte por detrás y me aparta a un lado de la pasarela. Sorprendido trastabillo y recupero el equilibrio.

Notas de juego

1Interpretemos que sí. Durante el combate Sergei vio desaparecer al hobgoblin, lo siguió y tuvo unas palabras con él. Luego os advirtió que no es de fiar.

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30/01/2017, 12:08
Alona Hordalad

-Aparta- digo con total desprecio al Hobgoblin y comienzo a subir la pasarela mirando fijamente al capitán. Estoy segura de que mi anatomía y mi cabello rubio son suficiente carta de presentación.

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30/01/2017, 12:09
-Residuos del Dolor-

-¡¡Eh!! Ese no muerto es un soldado de otra prisión- Se oye gritar a un guardia poniendo a todos en alerta. Ya no atenderán a razones. Un virote se clava profundamente en la pasarela. Comadreja abre mucho los ojos al ver el desencadenante. Otros virotes seguirán al primero y hace un gesto a los presos para que suban al tiempo que da la orden -¡FUEGO!- y da un paso atrás para ocultarse

Los cañones, que apuntan a las edificaciones más altas o lujosas, lanzan la primera andanada. El polvo y los gritos no tardan en llenar la atmósfera. Bolas de fuego y centenares de flechas son lanzadas contra el barco que se prepara para salir de allí en cuanto los presos (los que sobrevivan) suban a bordo.

- Tiradas (1)
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30/01/2017, 12:20
-Residuos del Dolor-

A cada andanada de los cañones el barco se sacude violéntamente y la pasarela se agita haciendo perder el equilibrio a aquellos que pasar por ella. -¡Vamos!- Os animan los marineros mientras descargan sus armas y sus conjuros contra los guardias.

Alona corre la primera y cruza la pasarela saltando a cubierta en el último momento. Las flechas se clavan profundamente en la superficie de madera. Una bola de fuego estalla cerca y las brasas caen sobre la superficie.

Cuando le llega el turno al Hobgoblin hace alarde de una gran destreza, está a punto de caer, pero consigue subir a bordo, salvándose de los virotes y eludiendo las llamas.

Los no-muertos del nigromante saltan por el lado contrario para eludir el máximo de ataques, bordean y cumplen dos funciones. Un pequeño grupo corre hacia las pertenencias de los presos para recuperarlas mientras el segundo grupo ataca a los reos que (sin ser invitados) se acerquen a la pasarela.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Para subir por la pasarela durante el ataque hay que hacer una prueba de reflejos. Sumad el modificador de Equilibrio, Destreza, haced un TS de Reflejos o lo que se os ocurra (lo que tengáis más) para superar la CD de 15 en la subida.

Un 1 implica que recibís algún ataque y caéis. Un fallo implica que recibís una ataque que os detiene pero no caéis, deberéis volver a tirar para intentarlo de nuevo. Un éxito supondrá que llegáis arriba sin problemas.