Partida Rol por web

Arquitectos de Voluntad. Libro-5.I: Residuos del Dolor

Misión 1: La reina Azur

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19/01/2018, 12:41
Hazir Al-Tamsa

Mantener quieto a Socar resultó más complicado de lo que había parecido en un principio. 

El caballero tenía bastante más fuerza de lo que parecía, y sus músculos de acero y magia desarrollaban una fuerza explosiva que no era fácil de prever. Además, aquella cosa le había infundido un estado de ira ciega muy parecido a la furia bárbara, y Hazir sabía mejor que nadie lo difícil que era luchar contra eso. El cuerpo del forjado estaba, además, salpicado de ácido y de mugre como el de todos, lo que hacía agarrarlo difícil y peligroso. Hazir se centró en inmovilizar los brazos y la cabeza, mientras Lythrai mantenía las piernas sujetas, y el caballero bramaba y lanzaba golpes a diestro y siniestro. Un codazo de acero le pasó a dos centímetros del ojo, y Hazir tuvo que poner la rodilla sobre la articulación, apretándola contra el suelo. De haber sido una persona normal, le habría roto los huesos, pero siendo un forjado, lo más que consiguió fueron unos segundos de pausa, ya que al instante el caballero siguió revolviéndose como una anguila en la red de un pescador. Para colmo, oyó a Grook decir que no podía hacer nada para curar ese estado en el caballero. 

Malditas arenas, ¡Estate quieto! 

Hazir gruñía mientras los brazos de acero trataban de escapar de su presa, cosa que no tardarían mucho en conseguir. Hazir atrapó la espalda del forjado con las rodillas y golpeó la cara del caballero contra el suelo dándole un puñetazo en la nuca, pero con eso solo logró que se revolviera, quitándoselo de encima, y le diera un buen golpe en el costado. Hazir agarró el brazo de Socar en el último momento antes de que se liberara del todo, y le mantuvo con dificultad contra el suelo. Atrapó su cuello en la curva del brazo, en una llave que mataría o dejaría inconsciente a cualquiera, pero que, por supuesto, no servía con un cuerpo de acero. Aquello era lo malo de que fuese un constructo: no había manera de incapacitarlo o lesionarlo con las llaves habituales. O le mataban o iba a seguir revolviéndose hasta que se quedaran los dos sin energías. 

Yzlin dijo algo sobre el símbolo Fonn'Aster, y la mercenaria estuvo de acuerdo. Le dijo a Hazir que lo mantuviera preso para hacer lo que quiera que fuesen a hacer, Hazir estaba demasiado concentrado en no ser aplastado bajo una masa furiosa de metal como para entenderlo. Y, entonces, Lythrai lo soltó. Libre de uno de los dos agarres, el constructo se revolvió y se quitó a Hazir de encima. El quisashi se asió a sus brazos solo con las yemas de los dedos, y faltó un aleteo de paloma para que se librara de él y saltara sobre la Fonn'Aster. Hazir gruñó y placó al caballero, volviendo al suelo y llevándose de paso un buen golpe, ya que placar una mole de metal no era algo recomendable si tú eras de carne. 

Por fin entendió Hazir lo que se proponían, y supo que era un plan tan descabellado que a lo mejor daba resultado. O eso, o iban a tener que matar al constructo, no podía seguir manteniéndole preso más tiempo. Si no hubiera estado tan concentrado en que un puño de acero no le reventara la cara, Hazir se habría echado a reír. Sin duda, era la investidura más irregular de la historia de los Fonn'Aster. Una investidura contra la voluntad del sujeto, quien no solo quería matar al Fonn'Aster, sino que estaba siendo contenido a la fuerza por otra persona, en lo profundo de una alcantarilla. No conocía la historia de los mercenarios, pero seguro que no había pasado aquello muchas veces. Esperaba que pudiera hacerse Fonn'Aster a alguien contra su voluntad y sin su conocimiento, y también que no requiriera alguna aceptación verbal, porque el caballero no parecía capaz de pronunciar nada más que gritos de ultratumba. 

-Socar. Último caballero de la ciudadela de Ulthaborg, mírame. 

Soy Lythrai Fonn'Aster. Autoproclamada Maestre y General de los Mercenarios Fonn'Aster de Arkhania y sus alrededores. Reo 637 de la prisión de Arokham...

Si eso debía de calmarle, surtió el efecto contrario, porque se revolvió aún con más fuerza y estuvo a punto de llegar al alcance de la mercenaria. Hazir saltó a su espalda, agarrándole, y le dio un golpe en la cabeza con el puño, que probablemente ni notó, y usó todo su peso para hacerle caer hacia un lado, lo que supuso otro buen golpe. 

-Mi Señora y yo reconocemos tu pérdida, y te ofrecemos consuelo. Un camino. Un propósito por el que vivir. Sé bien que tienes uno por el que morir. Sé que perdiste a tu hijo, a tus hermanos, a tu familia. Sé bien lo que es la pérdida: no te pediré que los olvides...

Como buen noble de Quisan, una de las cortes más extravagantes y artificiosas del mundo, a Hazir le encantaban las tradiciones, los ritos y las ceremonias complejas, y había visto expresiones de artificio que sorprenderían hasta al noble más pomposo de otros países. Conocía de sobra su importancia, pero en aquel momento, agarrado como una lapa a una mole de hierro de ira pura, odió las ceremonias y las frases rimbombantes, y solo podía desear que acabase de una vez, antes de que no le quedaran huesos que romperse en el cuerpo. ¿Por qué tenía que ser tan largo?

-Sí te pediré que abandones a tus anteriores dioses, si es que otrora creyeras en alguno. Pues, como mi orden, y como el Ave Fénix, hoy renacerás de tus cenizas, y como Shar y junto a ella, te levantarás después de tu pérdida...

Socar logró asestarle un buen codazo hacia atrás, y, aunque Hazir logró moverse lo suficiente como para que no le diera en las costillas y se las rompiera todas, el golpe casi le dejó sin respiración. Su brazo perdió fuerza y Socar pudo avanzar un metro más hacia la mercenaria, antes de que recuperara el agarre y pudiera detenerle. No sabía que era lo que el caballero estaría oyendo, pero no debía de ser nada bueno. 

-No por la sangre, sino por el Honor. Honor y Lealtad.

Al decir aquello, la mercenaria extendió el brazo y le puso la insignia en el pecho. Hazir se lanzó hacia el brazo izquierdo de Socar, y con ambas manos logró detener el puñetazo que sin duda hubiera roto todos los huesos de la muñeca de la mercenaria. Le agarró por la cadera y le detuvo con todas sus fuerzas, porque al acercarse tanto, Socar se había vuelto aún más loco de furia, y poco había faltado para que destrozara el pie de Hazir de una patada al lanzarse hacia delante. 

Gracias al Señor de las Arenas, en cuanto el símbolo estuvo sobre el pecho del caballero, se calmó, y Hazir casi pudo notar la magia protectora expulsando la perniciosa influencia del cieno. Los músculos sintéticos del constructo se relajaron por fin, y Hazir pudo ver que, contra todo pronóstico, había funcionado. Ahora quedaba ver si a Socar le hacía gracia haber sido transformado en Fonn'Aster sin pedirlo ni darse cuenta siquiera, pero por lo menos un peligro había pasado. Jadeante, Hazir salió de detrás del confuso Socar y se apoyó sobre las rodillas, recuperando el aliento. 

-Santo Zoser-dijo tras un par de jadeos-Bienvenido de vuelta, Socar.

-¿Que ha pasado?-dijo él, a todas luces sin recordar nada. 

-Ha pasado que casi me rompes todos los huesos, señor caballero de Ulthaborg-le respondió, riéndose un poco por el alivio-El cieno te hizo no se qué en la mente y se te fue la cabeza. Creías que estabas luchando contra tus antiguos enemigos, pero nos atacaste. Logramos apresarte, pero vaya, mantenerte quieto es más difícil que hacer cabalgar un gorgón furioso. Así que tuvimos que tomar medidas desesperadas...-miró su insignia en el pecho-Eso es el símbolo de los Fonn'Aster, Layldara te ha convertido en uno. Así que... bueno, ahora eres un mercenario. Por lo menos ha servido para que desapareciera la influencia del cieno. 

Hazir miró a Lythrai, recobrando ya el aliento y palpándose los golpes que había recibido. 

-¿Esto se puede deshacer? ¿O es un nombramiento de por vida?

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20/01/2018, 10:19
-Residuos del Dolor-

El eco del metal contra la piedra en la refriega se desvanece y la estancia queda en silencio. Socar observa la insignia, era suya y mientras la tuviera le protegería de algunas cosas. Pero, además de la protección mágica, con ella puesta, el forjado siente algo más que el hecho de pertenecer a una banda de mercenarios pues estos grupos no tienen más lealtad entre ellos que el oro. No tienen blasones, estandartes ni ese espíritu familiar de hermanos. Pese a ser llamados mercenarios, los Fonn'Aster se parecían más a una orden caballeresca, al menos bajo el mando de la General Lythrai.

No obstante, esto significa que el emblema "ha aceptado a Socar" pero aún queda por saber si el forjado acepta formar parte de la banda, lo que supondrá estar bajo las órdenes de Lythrai.

 

Notas de juego

Socar y Lyth:

La Insignia de Fonn'Aster te proporciona el efecto del conjuro Mente en Blanco (página 262 del MdJ v3.5):

MENTE EN BLANCO:

El receptor queda protegido contra todo objeto o conjuro que pueda detectar, influir o leer las emociones o los pensamientos. Este sortilegio protege contra todos los conjuros y efectos enajenadores, además de impedir la obtención de información mediante conjuros o efectos de adivinación. Mente en blanco engaña incluso a los conjuros de deseo, deseo limitado y milagro cuando se utilizan para afectar a la mente del receptor o para obtener información acerca de él. Cuando se trate de un escudriñamiento que examine el área en que se encuentre la criatura (como un ojo arcano), el conjuro funcionará, pero la criatura no será detectada. Los intentos de escudriñamiento que se dirijan contra el poseedor del escudo Fonn'Aster no funcionarán.

Además, Lythrai, recuerda que:

Insignia de General Fonn'Aster: Además de escudo mental (Mente en blanco), puedes curar 3d8+6 a ti o a un Fonn'Aster o 2d8+6 a un aliado adicional. Además de conocimiento sobre si un aliado Fonn'Aster está sano, débil o muere.

RECORDATORIO: Las insignias que puedes dar, 7 (quitando la de Socar te quedan 6), son de oficiales de la banda. Es decir, de alto rango por lo que Socar podrá tener soldados bajo su mando cuando la organización se expanda.

Dependiendo de quién sean los oficiales, las insignias van obteniendo "virtudes" mágicas. Por ejemplo, si Socar acepta la suya, tanto la general como las otras 7 insignias se verán beneficiadas con nuevo poder (que revelaré si Socar acepta). Cuando Lythrai haya entregado la última insignia, todos los que tengan una adquieren automáticamente la dote: Liderazgo.

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20/01/2018, 10:42
Greta Davenrost

Boquiabierta por los acontecimientos que acabo de presenciar, observo al grupo de "presos" actuar como jamás había visto a ninguno de ellos. Son muy diferentes a la mayoría de los presos, desde luego, más honorables que "El Envenenador" y más sinceros y nobles que "Comadreja".

Estoy a punto de esbozar una sonrisa cuando veo que el elemental se agita vigorosamente. Las llamas en su interior iluminan sus ojos y fosas nasales y de su cabeza sale un humo negro que se acumula en lo alto de la estancia. Veo al grupo, cansado y dolorido en una misión evocada al fracaso.

-Argh- corro hacia el elemental consciente de que se acerca a Yzlin por la espalda. Envaino la espada, quito el collar que rodea mi cuello y, de un salto, lo paso por la cabeza de la criatura. Lo aferro fuertemente mientras mi piel sisea quemándose por el calor. -Suerte- les digo con una sonrisa justo antes de sonreír y activar su poder.

Así podré darles un respiro.

Notas de juego

Etharium y Greta son trasladados a Arkhania.

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20/01/2018, 10:51
Theod

Veo lo que hace Greta aún con el estómago revuelto. Apoyado en la pared de piedra y con ojeras verdosas bajo los ojos. Aparto la vista con disgusto consciente de que sólo quedo yo para encauzar esta misión, para asegurar el éxito -Que la diosa me dé fuerzas- susurro justo antes de que mi estómago ruja a modo de protesta.

Estoy débil y en minoría, así que me mantengo algo apartado pero atento a que el cuerpo de esta misión decida cuál es el siguiente paso.

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20/01/2018, 10:53
La Hiena

-El dolor de cabeza es insoportable- El cuerpo del Gnoll se gira para ponerse en pie pero sólo llega a sentarse sobre el suelo de piedra. Recién despertado, contempla la estancia. Todos reunidos frente a él se giran para mirarlo con algunas manos sobre las empuñaduras. La Hiena alza las manos -Vale, vale, soy prisionero. Lo sé- se lamente mientras hace una mueca al ver a Socar y Hazir bañados en mierda. -¡Habéis matado al cieno! Bien hecho- asiente -Al otro lado está la ciudad- confirma para afianzar su papel sumiso sin bajar las manos, aún sentado sobre... -...¡Buagh!- cuando se da cuenta es demasiado tarde.

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20/01/2018, 10:56
-Residuos del Dolor-

Este es el resultado, La Hiena despierta justo después de que Greta se traslade de regreso junto con Etharium a Arkhania.

Ahradiel explorador con conocimientos sobre los enemigos en la ciudad, su compañero Lyssdar el el fo oscuro, Socar recién convertido en Fonn'Aster, Lythrai que mira al nuevo fichaje para su orden, Yzlin que parece tener una nueva visión de Arkham, Grook exhausto y con la reserva arcana casi agotada, Hazir magullado y herido por las incesantes contiendas pero aún con el ánimo intacto, Theod demacrado y con la barba y túnica manchadas de vómito y La Hiena, que despierta después del periodo de inconsciencia.

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20/01/2018, 11:02
-Residuos del Dolor-

La escena te conmueve. La idea de "Socar Fonn'Aster" ha dado resultado y ahí, bajo tu mirada, ves a tus compañeros vapuleados pero unidos. En ese momento Arkham combra de nuevo sentido en tu interior. Sabes que Pain ha regresado a la prisión, pero eso no es importante. Ves que hay capas en la negrura de sus celdas, puedes adentrarte y cuanto más te sumerges en sus profundidades, mayor es la importancia (y el poder) de los allí encerrados.

Arkham es una prisión, sí, pero no de lo que parece. Fue concebida en la Gran Guerra. Cuando los dioses libraban batallas algo calló en el lago, algo que dio lugar a La Encantada, el Don de la Inspiración. Esta diosa se alió con otros Dones que acabaron con el Don del Tiempo creando ese nuevo plano de existencia: Arkham. Allí los primeros encerrados fueron presos de guerra, es decir, otros dioses.

En lo profundo, en la negrura, algo se mueve en la oscuridad haciendo sonar sus cadenas y entonces la reconoces: Shar. La diosa de Lythrai, pero no es la única... hay más dioses en las profundidades y algo peor.

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21/01/2018, 09:45
Yzlin

Y así, de un plumazo, desaparecieron Greta y el elemental. Una luchadora y un buen defensor. En ese momento no fui consciente de lo ocurrido pues mi mente estaba más centrada en la prisión. Por alguna razón, el ritual que Lythrai hizo para aliviar la mente de Socar activó algo en mí, me hizo viajar a la prisión... pero no a nuestro pabellón C sino más al fondo. Descendí por celdas que descenían en espiral con girones de oscuridad y allí, en lo más profundo, escuché las cadenas.

-Sonido de cadenas, unos ojos negros que se alzan para mirar, ojos femeninos sumidos en la pérdida-

-Pero hay más, muchos más-

-Guerra, son prisioneros de guerra-

-¡Oh!- Recuerdo dejar escapar una exclamación sin saber si fue escuchada en las alcantarillas o en lo profundo de Arkham. Pero varios entes... era... es... como si fueran conscientes de mi presencia. Ellos me vieron y me contaron sus historia, me hicieron sentir su congoja y su ira. Lágrimas corrieron por mis mejillas antes de endurecer mi mirada.

Regresé con un conocimiento espantoso sobre la verdad de Arkham y me maldije por llegar a creer que podría llamar "hogar" a ese lugar.

-Soy intrusa en tu mente como tú lo eres en mí-

-Mi conexión con Arkham no es postivia- pensé entendiendo parte de su naturaleza -soy, como una enfermedad, un virus que por azar ha entrado en el entramado de ese plano de existencia.- Sin saberlo, planteaba pensamientos en voz alta mientras Socar meditaba si ser o no un Fonn'Aster.

-Hay tanto, tanto por explicar...-

Di dos pasos hacia Lythrai y posé una mano en su hombro. Crucé la mirada con Grook, luego con Socar y finalmente con Hazir. El corazón me latía con fuerza en el pecho y la dureza de mi mirada se descargó en los elfos: Ahradiel y Lyssdar. -¿Tenéis la menor idea de lo que es Arkham?- les pregunté -Ni siquiera tú, Lyssdar, un elfo oscuro lo permitiría.- Fue entonces cuando vi que con Theod allí jamás podríamos hablar libremente. Su diosa, la diosa de Arkhania, estaba escuchando a través de sus oídos.

Extendí ambas manos y ayudé a Hazir y Socar a levantarse. Estreché la calidez apasionada de uno y la frialdad metálica del otro. No era necesario que les ayudara, ellos podrían levantarse solos. Era un gesto de compañerismo.

-Unidos ante la adversidad-

-Aún no sabéis lo que se os viene encima-

Antes de interrogar a La Hiena y contarles más sobre lo que había descubierto, aguardé a que Sócar reafirmara su juramento para con los Fonn'Aster o para con su causa personal. Eligiera lo que eligiera, seguirá siendo nuestro compañero.

 

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21/01/2018, 11:49
Lythrai Fonn'Aster

Hazir había hecho un gran trabajo sosteniendo al forjado. No había sido tarea fácil, lo había visto. Con un gesto de la cabeza le comunicó su gratitud una vez por fin la locura de Socar insuflada por el cieno hubo terminado.

Y el forjado preguntó. '¿Qué ha pasado?' Mierda. ¿Acaso no recordaba nada del ritual? ¿Los gestos? ¿Las palabras? "Tsk..." Lythrai chasqueó la lengua, incómoda. Casi se sentía mal por haber tardado tanto en hacer el nombramiento, pero era necesario a fín de cuentas. En fin... Nombrado Fonn'Aster de la noche a la mañana, como agua que cae del cielo. Aquello iba a ser difícil de digerir para su amigo, vaya que sí... "Lo siento, Socar. Siento que haya sido de esta forma." se disculpó Lythrai con sinceridad, posando una mano sobre su propia armadura a la altura del corazón. "Pero había que tomar una decisión y es lo que he hecho. No podíamos permitirnos perder a más aliados y era... la solución más limpia." Era eso o devolverle a Arokhan... Y todavía tenían una misión que cumplir.

...

¿Que si se podía deshacer? Respondió a la pregunta de Hazir con un ladeo de cabeza y un suspiro. "Si no me lo hubiera tomado como un nombramiento de por vida, yo habría dejado de ser una Fonn'Aster desde hace mucho." Lythrai entornó los ojos, escudriñando con la mirada al Forjado. Aunque no hubiese tenido el símbolo de General y la protección mental que ofrecía, no hubiera podido saber qué le pasaba por la mente al caballero forjado. "Sí. Se puede deshacer. Aún con más razón si ha sido sin su consentimento. Pero el honor no es algo que deba ponerse y se quitarse cuando interese... ¿No es verdad, Socar?" inquirió acercándose a él. El caballero debía saber bien de lo que le hablaba, ¿no? "Al igual que con la familia, al igual que los amigos y compañeros, se está para lo bueno y para lo malo. Lo contrario  nos hace diferenciarnos poco de bestias salvajes." Sí, técnicamente, sí que se podía deshacer. Bastaba con que el Forjado dijera que no aceptaba ese nombramiento barato. Pero... ¿lo haría? Los ojos de Lythrai se entornaron. ¿Le haría eso, a ella? Rechazar el Honor de ser Fonn'Aster y rechazar el abrazo de la Diosa de la Pérdida era como rechazar todo lo que ella era y representaba. Sería una ofensa imperdonable. Sería insultar y escupirle a la cara a ella, a los Fonn'Aster y a su Diosa.

Lythrai sonrió. Socar no le haría eso. ¡Claro que no! La Fonn'Aster le puso una mano en el hombro amistosamente. "Tendrás que adaptarte a tu nueva vida y tu nueva familia, amigo mío. Será algo recíproco. Con el tiempo, hasta te gustará. ¡Alegra tu espíritu! La Diosa de la Pérdida te ha sonreído. ¡Acepta su abrazo! Perdiste la luz del día pero aún te quedan las estrellas de la noche. No estamos a la altura de Ulthaborg, peeero... ten por seguro que órdenes de caballería como la tuya son las que nos inspiran." le afirmó con orgullosa sinceridad. "Será un honor trabajar contigo, y ver cómo el alma de los Caballeros de Ulthaborg se une a los Fonn'Aster para fortalecernos. Y quién sabe, quizá acabe gustándote. Un nuevo propósito, una nueva vida... Quizá cuando consigas la venganza que ansías necesites de todo esto. Quizá incluso antes de lo que esperas." se encogió de hombros. "Y ahí nos tendrás."

Notas de juego

Qué posts más guays todos *_*

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21/01/2018, 19:21
Socar Fonn'Aster

    Oír las palabras de Hazir no me dan ninguna calma y los discursos que lo siguen no hacen mucho más para arreglarlo. Absorto en mis pensamientos acabo por obviar el sacrificio de Greta para librarnos de que otro de los presentes se rinda a la locura.

    He sucumbido, un nuevo fracaso que se suma a los anteriores y cuya enmienda arrastra unas condiciones difíciles de asumir. Carecer de un rostro ayuda a ocultar lo que siento pero esa barrera no va a ser infranqueable por siempre, siento rabia y frustración, había caído presa del truco mental de un montón de heces pestilentes reanimadas y, no solo no había logrado resistirlo si no que, habían tenido que ayudarme y comprometerme de un modo al que todavía no tenía claro como responder.

   Bajo la mirada al blasón que pende en mi pecho e ignoro la manos que se tiende ante mi para ayudarme a incorporarme, luego observo a Lythrai. Desde mi "regreso" el calor de los vivos ya nunca se había sentido del mismo modo, ya no hallaba regocijo en él, en su lugar comenzaba a enfermarme su vitalidad, deseaba salir de allí, dejar atrás a aquellos proscritos e ir a por el responsable de haberme enviado a aquel oscuro pozo y arrancarle el corazón con mis propias manos. Todo hubiera sido mucho más sencillo si Roriarkas nunca me hubiera traído de vuelta, había cruzado el velo, habría podido dejar atrás todo aquello, haber evitado regresar como... como un ser quebrado...

    Quizás la mercenaria creyera que verbalizar sus ensoñaciones y el usar aquellas metáforas sobre la esperanza y la luz podrían alcanzarme, quizás incluso ella misma creyera en lo que decía, pero lo cierto era que estaban despertando todo lo contrario y en cuanto avanzó para posar su mano en mi hombro, mi reacción fue la de dar un paso atrás. No obstante, tenía que repetirme a mi mismo que ella no tenía la culpa de mi lucha interna, ninguno de ellos la tenía, solo eran camaradas, bravos guerreros transformados en reos por aquel imperio tiránico de Arkham. Estaba dilatando demasiado aquella situación...

    -Agradezco vuestra ayuda y sobretodo haber sido capaces de traerme de vuelta pero no puedo aceptar tal honor si pone en riesgo el cumplimiento de mis otros votos.- Mi voz sonó fría y distante, carente de emoción de cualquier tipo. Respetaba el título que se me había ofrecido. Incluso aunque se tratase de una banda de mercenarios, no dejaban de ser guerreros y, aunque muchas veces se los tratase como los "perros de guerra", había que saber hacer diferencias entre ellos. Los ejércitos bien formados distaban mucho de las meras espadas de alquiler, es más, solían actuar de un modo muy similar al de las órdenes de caballería, respondiendo a ideales tales como la fraternidad o el honor, y no dudaba de que los Fonn'Aster debían de responder a ese patrón. Aún así, debía de ser sincero. -Conocéis parte de mi historia, el motivo por el que me encerraron en la prisión y el mismo por el que me uní a Roriarkas, juré honrar la memoria de aquellos que cayeron por mano de Arkhania, encontrar a sus verdugos y hacerlos pagar así como evitar que lo que hicieron en mi tierra natal se volviera repetir. Lo juré sobre sus nombres y eso es lo único que da sentido a mi existencia ahora mismo.- Volví la mirada hacia Theod, sabía que estaba allí, escuchando, seguro que el desdichado tendría su propia versión de aquello, ignorando el destino que le hubiera aguardado de no haber sufrido todos aquellos contratiempos. Llevado una vez más por mis emociones, me retraje al instante previo a la misión, al desprecio que había mostrado por nosotros, tenía la certeza de que si lo matara allí mismo nadie me detendría, aunque el placer por una acción tan inadecuada y deshonrosa sería algo efímero y de escasa duración ya que en verdad, si no erraba en mis suposiciones, les estaría haciendo un favor a mis rivales.

    Y entonces sentí como el velo comenzaba a caer de mis ojos, si no había logrado nada hasta aquel momento era por haber pensado demasiado con el corazón, arrastrado por una vorágine de emociones que me nublaban el juicio, de no haber sentido aquella rabia en mi interior, el cieno no hubiese podido dominarme, de no haber sido impulsivo, jamás hubiera caído en la trampa de la súcubo, de no haber sido confiado, jamás habría bajado la guardia ni hubieran podido asesinarme y, si no me hubiera dejado arrastrado por las emociones tampoco mi orgullo habría dejado que...

    "Socar había muerto, apegarse a su recuerdo lo debilitaba, no había corazón que latiera en su pecho, aliento que saliera de su boca, carecía de hogar al que regresar o de sueños a los que aferrarse, su causa debía de centrarse en sus juramentos y nada más, ser un arma blandida por la justicia hacia el corazón de los malvados. La idea estaba clara, por ello no podía repetir errores, dejar que el orgullo o la soberbia le hiciesen negar que aquello era demasiado complejo para poderlo completar solo."

    -Sin embargo, haber realizado un juramento previo no priva de poder tomar nuevos. Si estáis dispuesta a aceptar esa parte, de no hacerme elegir entre ellos y los Fonn'Aster, podréis contar con mi escudo para protegeros a vos y al resto de los vuestra familia. También mantengo lo que os dije la primera vez que nos encontramos, mi lealtad nace de la honestidad, yo no me ocultare tras mentiras ni embustes y solo os pido ese mismo trato para conmigo. Dicho esto, también añado, respeto vuestras creencias, pero no esperéis que las comparta, no esperéis que jure ante Dios o Diosa de ningún tipo ni que los rinda culto, juraré por mi nombre, mi honor o mi propia existencia y dicha promesa sera hacia vos y nada ni nadie más así como nada ni nadie me impedirá cumplir con el deber que me encomendéis.- Las palabras surgieron igual de frías que las anteriores aunque igualmente cargadas de verdad y ausentes de toda duda o vacilación.

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21/01/2018, 21:37
Lythrai Fonn'Aster

Volvió a cruzarse de brazos y escuchó cada una de las palabras de Socar, asintiendo con la cabeza como a menudo inconscientemente se hace cuando se presta mucha atención a alguien. Casi que era increíble: ¡ponerle condiciones! ¡A un nombramiento Fonn'Aster! No conocía de precedentes, aunque tampoco dudaba de que, seguramente, los había. Todo esto era nuevo para ella, apenas se le habría pasado nunca la idea de convertirse en General Fonn'Aster si no fuera porque Hazir se lo propuso aquel día en el Despeñapresos. Sonrió divertida un momento cuando Socar añadió que no seguiría a ningún dios ni diosa, pero no le interrumpió, y espero hasta asegurarse de que había terminado para contestar.

"Sin problema." extendió un brazo en rápida concesión. "Por supuesto, respetaré tu individualidad." asintió, reafirmando su conformidad. "Y lo de la honestidad, eso puedes darlo por sentado. Creo que ya te mostré mi conformidad aquella vez, y si no, te lo confirmo ahora." Eran cosas tan básicas, cosas que extendía a sus amigos y no sólo al clan, que ni se le había pasado por la cabeza decirlas. No había caído en ellas, pero eran importantes, vaya que sí. Quizá lo más importante. Se llevó las manos a su propia insignia y la miró. "Sabes... mi corta estancia en el Despeñapresos me enseñó lo amplio que puede llegar a ser el mundo. La mulplicidad de las perspectivas y mentalidades que existen..." pensó en cada uno de los variados presos que había conocido en el barco. "...Y sobretodo, la importancia de la individualidad." miró a Hazir y luego a Yzlin. "Recuerdo bien lo que te respondieron cuando te presentaste voluntaria como líder de todos." le dijo a la exmedusa con una carcajada y un empujón amistoso en el brazo. Luego volvió a fijar la mirada en Socar. "A mí los míos me decían que la magia no servía para nada si vas a ser un guerrero. Mis parientes, quiero decir. Y yo no les hice caso, y entre una cosa y otra acabé aquí. Huí. Bueno, de hecho, primero intenté matarles." se encogió de hombros. "En mi defensa, ellos empezaron primero con el parricidio."

"Ejem, lo que quiero decir es que, al igual que sé que la individualidad por sí sola nunca llegará tan lejos como una asociación y alianza, también sé lo que puede pasar cuando el colectivo pretende ahogar la individualidad. De nada me sirve que puedas volar si te corto las alas. Puedo prometer y prometo que respetaré tu venganza y tus intereses personales, siempre y cuando tú hagas también lo mismo. Con los míos, y los de nuestro Clan. No me cabe duda de que sabrás hacerlo. Y si llegado el momento surge cualquier disidencia..." apartó la mirada y se agarró el brazo, amargos recuerdos le venían a la mente sobre cómo manejaron sus padres las disidencias internas. No tan siquiera con respecto al clan, sino con respecto a su familia de sangre directa. No quería cometer los mismos errores, pese a que empezaba a entender el por qué se habían producido en primer lugar. "Pues lo hablaremos." levantó con decisión los ojos hacia el forjado. "Lo hablaremos, y si hablando no se puede arreglar... pues sí, quizás haya que anular el contrato y partir por caminos distintos." negó con la cabeza, admitiendo una cruda verdad. "En el más horrible y peor de los casos... habrá además enfrentamiento. Con las armas. Espero de verdad que no tengamos que llegar nunca a eso." la mera idea de repetir las mismas medidas que sus progenitores le daba arcadas. Pero honestamente no podía asegurarle que una situación similar no pudiera producirse nunca.

Sacudió la cabeza y alejó esos pensamientos de la cabeza, pues de nada servía dejarse agobiar por imaginar la peor situación posible. Recuperó su yelmo del suelo y con una sonrisa cálida le ofreció la mano para estrecharla, o para que ambos se agarraran el brazo y lo estrecharan, cualquiera que fuera el gesto que el forjado prefiriera para sellar el acuerdo. "Entonces, estamos de acuerdo. Bienvenido al Clan, Socar Fonn'Aster."

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22/01/2018, 09:32
-Residuos del Dolor-

Poco a poco recobraste la conciencias. El peso de los grilletes tira de tus articulaciones. Estás encadenado en una celda demasiado estrecha. Sin catre, sin muebles, sin paja. Sólo la fría roca para dormir y un cubo de madera para hacer tus necesidades.

Te incorporaste y el sonido de tus cadenas resonó en la estancia. -¡Eh! ¿Hay alguien ahí?- escuchaste una voz grave, autoritaria, acompañada por el tintineo de más cadenas. Viene de la celda contigua. Puedes ver que no hay puerta, sólo rejas de barrotes oxidados demasiado vieja. Si no fuera por los grilletes sabes que podrías echarla abajo a patadas.

-¿Quién eres?- 

Escuchaste otras cadenas producidas por más presos al incorporarse.

-¿Qué ocurre Crinwell?- pregunta otra voz, más sesgada y ronca que la anterior.

-He escuchado las cadenas de un nuevo preso en la celda vacía- Confirmó el que responde al nombre de Crinwell.

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22/01/2018, 17:20
Socar Fonn'Aster

    Preste atención a su respuesta, los términos se habían aceptado, en cuyo caso quedaba algo más. No era el sitio adecuado ni la gente adecuada, pero por absurdo y desfasado que pudiera resultar todo aquello, había unos mínimos que mantener, incluso aunque fuera a los pies de una mercenaria en medio de una cloaca acompañados por delincuentes, proscritos y algo mucho peor que lo anterior.

    -En ese caso, sea pues.- Llevé la mano al pecho y retiré el blasón para ponerlo sobre la mano que ofrecía Lythrai para acto seguido aflojar los correajes del escudo y recostarlo sobre mi pierna. Tomé la lanza y apoyé a mi diestra apuntando hacia ella y descolgué la maza de su cinto, aquello estaba listo. -Se que tenemos mucho por delante y entre otras cosas los asuntos pendientes con el gnoll, por ello trataré de ser breve.- Me arrodille ante la humana hincando la rodilla, seguramente para muchos aquello sería algo demasiado anticuado y pomposo, no me detuve por ello. 

    -Lythrai Fonn'Aster, ante vos y los presentes, quienes me servirán como testigos, yo, Socar, me arrodillo. Lo hago para juraros que, a partir de este momento, acudiré presto siempre que sea convocado, que jamás eludiré prestar auxilio a los Fonn'Aster cuando sea necesario, que no reuiré combate alguno, que seré sincero siempre que pidáis mi consejo y acataré cualquier orden, que mi ira será desatada contra aquellos que os amenacen a vos o a los vuestros y, a cambio os pido, que aceptéis que no falte a mis causas anteriores ni al viejo código, que la verdad y el honor nos sirvan de garantía.- Incliné la cabeza mientras liberaba la mano apoyada en el dorso de mi escudo para tomar la maza entre ambas manos y ofrecérsela a quien a partir de ahora sería mi general. -Aceptad mi juramente y a cambio os daré todo aquello que poseo, mi escudo, mis armas y mi vida. Todos ellos serán vuestras desde ahora para serviros del modo en que preciséis, mi Señora.- 

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22/01/2018, 18:24
Lythrai Fonn'Aster

Su anterior ceremonia de nombramiento palidecía en solemnidad a la del forjado. Le sorprendió gratamente el ver cómo se hacía de verdad un juramento de este tipo. Aceptó la entrega simbólica de su arma, y le colocó el blasón de Oficial Fonn'Aster de vuelta en el peto. "Acepto vuestro juramento, Socar de Ulthaborg, y te hago entrega de este blasón. A partir de hoy, y por siempre, serás uno de nosotros. Un Fonn'Aster, unido a la familia no por la sangre, sino por la Lealtad y la Espada. Y que la verdad y el honor nos sirvan de garantía." declaró, repitiendo sus palabras. "Juro por nuestro apellido mutuo que cumpliré mi parte del pacto. Ponte en pie, amigo mío, hermano, Socar Fonn'Aster. Todavía tenemos un largo trabajo por delante." le agarró del brazo y lo ayudó a levantarse. Recordó que aún tenía su maza, así que la miró, le miró a él y se la ofreció de vuelta.

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23/01/2018, 01:24
Hazir Al-Tamsa

Si algo sabía un noble como Hazir, era reconocer un buen trato cuando lo veía. 

Hazir había temido que Socar rechazara el nombramiento en cuanto se enterase: al fin y al cabo, se trataba de una ceremonia hecha sin su consentimiento ni conocimiento, es más, hecha durante el intento de asesinar al Fonn'Aster que la había realizado. Lo más probable era que Socar diera las gracias, e quitara aquella insignia e informara educadamente de que los Fonn'Aster podían irse a hacer gárgaras por lo que a él respectaba. Podía entenderlo: si Hazir despertara de un trance y viera que unas personas a las que casi no conocía le habían hecho parte de una organización que tampoco conocía y que exigía lealtad, honor y que cambiara de dios y hasta de apellido, le habría faltado tiempo para rechazarlo. El peor escenario era aquel en el que Socar enfurecía, arrojaba la insignia al fango y decía alguna frase típica de caballeros, como "Me debo a mi causa y solo a ella" o " estoy casado con mi deber" o incluso "¿Qué es esta ofensa? Pagarás con tu vida" Si eso sucedía, las cosas se pondrían feas, y habría que enviarle de vuelta a la prisión por la vía dura. 

Pero lo que no esperaba Hazir es que Socar se pusiera a negociar. Sonrió ampliamente y a punto estuvo de reír, no de burla, claro, sino de regocijo. No había esperado una actitud tan pragmática y pedestre en el forjado caballero, al final iba a resultar que sí tenía madera de mercenario. Una de las cosas que todo noble sabe es que todo es negociable, y a Hazir le parecía estar oyendo a su padre susurrarle en el oído: Hazir, todo noble inteligente sabe cuñando negociar, pero el realmente sabio es el que sabe reconocer cuándo acaba de oír la mejor oferta que va a conseguir.

Las condiciones de Socar no eran nada del otro mundo, y aquella era sin duda la mejor oferta que Lythrai iba a conseguir. Miró a la mercenaria, que por suerte también pareció haberse dado cuenta, y aceptó. Hazir suspiró, aliviado al ver que se resolvía, y, mientras ellos seguían con las formalidades, se dirigió hacia el gnoll. 

La sonrisa de sus labios no desapareció, pero se hizo muy diferente, dura y fría como el acero, cortante como el cristal, mucho más peligrosa. Anduvo hacia él y desenvainó el alfanjón, que vibraba y brillaba levemente ante la magia que contenía. No alzó el arma, mantuvo el brazo relajado, pero la amenaza silenciosa estaba ahí, bien clara. Se acercó al gnoll y le miró fijamente con unos ojos duros como el pedernal. 

-Bueno, gnoll-dijo con fría cortesía-Antes de que nos interrumpieran groseramente, estabas contándome algo importante. -había otras cosas que quería preguntarle, pero fue directo a lo que más le interesaba. No sabía de cuánto tiempo disponían-Al parecer esta gente tiene un arma, una que usarán contra Arkhania. Ibas a contarme en qué consistía. Te sugiero que continúes, por favor. Con claridad y al grano...

Dejó la frase en el aire, y apretó la empuñadura del arma. El mensaje estaba claro: ve al grao y sé claro, o probarás el alfanjón.

Notas de juego

ug, he tenido que reescribir este post entero por una desgraciada equivocación de tecla xD

Bueno, si hace falta volver a tirar intimidar al gnoll lo tiro, pero considero que ya está suficientemente intimidado. 

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24/01/2018, 02:39
Grook

Atónito al principio, divertido después y maravillado al final; apenas le quitó el ojo de encima a Lythrai durante toda la investidura, como si estuviera viendo a la chica por primera vez. Bravo. Sencillamente, bravo. Aplaudiría de corazón si fuera más expresivo, o mejor dicho, menos discreto.

Resumiendo: los Fonn'aster parecían ser un eslabón perdido entre grupo mercenario y orden de caballería (por lo que podía intuir, una panda de caballeros frustrados dándose entre sí el honor y reconocimiento que ninguna orden de caballería les había concedido). Grupo del que la inocente y amable Lythrai se autoproclama general, y por supuesto, como general ocasionalmente concede el... honor de convertir a alguien en miembro de su orden.

A lo largo de su vida había visto y oído muchas formas veladas de ponerle cadenas a alguien y convertirlo en tu siervo, pero estaba ante una de los métodos más refinados y pulidos de hacerlo que había visto jamás. Porque te estaba concediendo un honor, y había que darle las gracias. Y si te negabas tenía una excusa para ofenderse, y al mismo tiempo todos sus otros siervos podían sentirse ofendidos también. Todo envuelto en una fabulosa cortina de amistad, compañerismo e incluso familia, al mismo tiempo que había escogido cuidadosamente un momento en el que Socar se sintiera en deuda con ella. Maravilloso. "¿Así que Layldara, princesa oscura? Me aseguraré de recordar tu nombre", pensó, sintiendo un profundo y renovado respeto por ella.

Contuvo el aliento durante ese primer instante en el que parecía que Socar se negaría. Nunca pensó que lo haría, quizá las circunstancias hubieran hecho que el forjado tuviera otro tipo de propósitos, pero un caballero siempre es un caballero. Jamás las había entendido, pero esas necesidades de búsqueda de honor, de camaradería, de pertenecer a algo... nunca desaparecían así como así; y pensaba que Socar saltaría ante la oportunidad. Quería que el forjado le sorprendiera, que se negase, pero al final acabó sucumbiendo. Eso sí, con condiciones, y ahí es donde había estado lo interesante: aquello no había ido bien para ninguno de los dos. A pesar de la brillantez de la estrategia de Layldara, la ejecución no había sido tan limpia y algo se había roto ahí. ¿Era normal hablar de situaciones hipotéticas en las que el mismo nombramiento que estaba tomando lugar en ese preciso momento, acabase en sangre? Tenía la sensación de que Socar era más leal antes del nombramiento... pero en fin, ¿qué sabía él de esas cosas? Quizá fuera normal después de todo.

"¿Quién será el siguiente en recibir el gran honor de unirse a la familia Fonn'aster?", se preguntó casi emocionado, mirando a su alrededor. "¿Hazir? No, demasiado obvio. Además, parece más sensato hacerlo concediéndole su mano. ¿Yzlin? Desde luego yo intentaría sumarla a mis filas lo antes posible, aunque parece complicado que acepte..."

La visión de la ex-medusa le puso de nuevo los pies en la tierra. Se le antojaba mucho más revelador hacerle preguntas a ella en lugar de a La Hiena, sus palabras sobre Arkham no habían pasado en absoluto desapercibidas para él, como tampoco esa última mirada furtiva a Theod. Ya habría algún momento más apropiado para hablar. De hecho no podía negar su deseo de crear ese momento, haciendo que el propio Theod volviese a Arkham de una forma bastante más dolorosa que su compañera. Sólo hacía falta que alguien diera el primer paso y todos se abalanzarían contra él. Por su cara, él mismo era consciente de ello. Pero debía imponerse la razón, iban a necesitar que siguiera curando sus heridas y por supuesto, si siguieran adelante, lo pagarían al volver a Arkham.

En cualquier caso, había desaparecido la niñera equivocada. Greta al menos tenía cerebro, mientras que lo único que había hecho Theod era ladrar. Constantemente tratando de reafirmar su posición, tratando se reclamar por posición o rango un respeto que al final, tenía que ser inspirado. En definitiva un tipo bastante inseguro, pero en cualquier caso, ahora que estaba solo tendrían ocasión de conocerlo mejor...

Y ahora que la función había termiando, era momento de volver al trabajo. Con cosas más importantes que hacer o presenciar, estaban siendo tremendamente descorteses con su prisionera. Por supuesto, no deseaba que se sintiera ignorada.

- Vaya... gracias por las indicaciones, señorita. ¿Cómo te llamas? - preguntó mientras se acercaba, en un tono extrañamente jovial para las circunstancias. Seguro que los demás ya se le echarían encima, primero prefería desconcertarla. Lamentaba perderse una ocasión inmejorable de ver trabajar a Pain.

- Tiradas (1)
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24/01/2018, 20:29
Ahradiel Ur'Domine

De principio a fin acababa de presenciar una escena maravillosa, solemne, personal... de alguna manera, sentía que invadía algo, pero simplemente no podía dejar de mirar, aquellos presos parecía que tenían un lazo más profundo, complejo y duradero que muchas de las órdenes de Arkania... sin duda alguna eran un grupo interesante, pero ahora con nuestro grupo aún más reducido necesitabamos centrarnos, seguro nuestra presencia ya habría sido revelada, el tiempo era un factor cada vez más crítico, aunque algunos prisioneros parecían más interesados en interrogar a la Hiena, lo cual en otras circunstancias habría apoyado, pero actualmente... -Siento interrumpir este improvizado interrogatorio, Hazir, pero no tenemos mucho tiempo, si queremos completar esta misión con éxito lo mejor será apurar el paso, pueden interrogar al prisionero en el camino, pero ahora sin greta y con el grupo aún más reducido, debemos reorganizarnos y formar otra estrategia- mientras decía aquello coloqué mi mano sobre su hombro un momento, una manera de mi parte de reconocerle, para después pasar con Theod -Cual era la misión de este grupo?- le pregunté a quien se supone estaba a cargo de ellos, aunque actualmente el enano tenía una pinta lamentable, al igual que la mayoría de nosotros, seguía siendo probablemente un superior, y por ahora debía mostrar como tal el respeto que "merecía"

Notas de juego

Siento el retraso en el post, tuve varias cosas que hacer

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25/01/2018, 10:24
La Hiena

De curiosidad a miedo, del miedo a la ira, los ojos de La Hiena van cambiando según los acontecimientos. La curiosidad del nombramiento de un nuevo Fonn'Aster se desvanece al ver a Hazir acercarse. Pronto se transforma en ira -¡Soy un macho!- le ruge a Grook cuando la trata como una hembra -La Hiena es mi nombre de batalla- añade visiblemente furioso aunque su rabo sigue estando entre las piernas y no deja de mirar furtivamente a Hazir. -Hardak de los Pelonegro es mi nombre real.- 

Si el gnoll hubiera estado a solas con él no habría dudado en atacar a Grook y comérselo después, pero sus compañeros... -¿Cómo había conseguido un Kobold aliados entre humanos, elfos... ¡hasta un drow!?- por todos los dioses, La Hiena le envidiaba.

Se gira hacia Hazir cuando percibe que más de uno le están prestando atención -Planes- escupe con desprecio -¡Los gnolls no necesitamos planes! Sólo un objetivo y el nuestro era esperaros, aguardaros y capturar a algunos de vosotros.- La respuesta no complace a su interrogador. El elfo se acerca apuntando el poco tiempo del que disponen justo antes de girarse hacia el calvo con pinta de clérigo. -Pero sé dónde están apostados sus guardias y las trampas... bueno, la mayoría de las trampas- añade dando motivos para permanecer con vida.

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25/01/2018, 10:37
Theod

La pregunta de Ahradiel pilla a Theod por sorpresa. Todos los ojos se dirigen hacia él, algunos con una mirada que le hiela la sangre en las venas -Yo...- se ha quedado solo, Greta se marchó a Arkhania -El... mmmm...- intentaba recordar los objetivos pero las náuseas volvían, la sangre le tamborileaba en las sienes y un temblor nocivo comenzaba a aflorar en sus piernas -¡La reina! Un grupo debía salvar a la reina y a sus más cercanos seguidores; otro grupo debía dirigirse al agua ¿no?, sí, a los depósitos para librarlos de la influencia de los Scharrossar y limpiarlos del veneno que vertieron en ellos y... y... luego está el arma. El grupo de Crom, con... con sus presos se encargarían de eso.- Theod se lleva la mano al pecho, le cuesta respirar -Pepero esta misión... no lo conseguiremos, así no...- saca el mismo colgante que usó Greta para regresar -Por vuestra culpa la misión ha fracasado- sentencia -Sí, sí, yo he hecho todo lo que he podido. Vuestra culpa y la traición de Greta que me ha dejado aquí, a mi suerte.- Theod da un paso hacia atrás con el valor completamente ausente.

Una vocecita le dice en su mente que, en realidad, han sido víctimas de una trampa. Que los portales los han llevado justo al lugar que el enemigo quería. -Nos estaban esperando- pero esa voz queda aplacada por otra aún más fuerte. -¡Huye de estos desgraciados, la culpa es de esta escoria y morirás si te quedas!-

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25/01/2018, 10:46
-Residuos del Dolor-

El colgante se escurre de los dedos sudorosos del clérigo y cae sobre su pecho. Torpemente intenta cogerlo otra vez pero el nerviosismo miedoso que le embarga lo vuelve torpe y os da unos segundos maravillosos para detenerlo y decidir si dejarle ir o retenerlo con vosotros.

Está claro que si se marcha dirá que la misión ha fracasado por culpa de los presos. Es lo mejor que sabe hacer un cobarde, excusarse y echar la culpa a otros. La naturaleza de Theod queda completamente revelada.