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Asesinato en Puerta de Baldur

Aventura | 1. Héroes del Amplio

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22/07/2016, 17:06
[X] Gadryck
Sólo para el director

Antes de que todo comenzara, cuando su compañero ROTRYN había decidido plantarse ante los oficiales para manifestarle su descontento por el inesperado retraso, GADRYCK había sido de los primeros en escurrirse junto al extraño personaje a cuidarle las espaldas. Por supuesto, muy pocos lo habían notado. Pero el caso era que el sombrío personaje había ocupado su posición antes que nadie.

Y continuando con aquella arraigada costumbre de aprovechar con desesperación cada mísera ventaja que la vida le entregaba, rápido de reflejos, también había sido de los primeros en acercarse al imponente portón en cuanto el desagradable enano hizo el más leve atisbo de franquearles el paso.

Sin embargo, en aquella ocasión, su mente despierta y la particular velocidad de reacción que poseía parecieron jugarle en contra.

Pues por una vez, sus pies se movieron un instante demasiado rápido. Al menos, mucho más rápido que las palabras del clérigo. Y cuando las veladas amenazas de CAEDWYR llegaron a los oídos del llamado THANGOL, el joven encapuchado ya había avanzado demasiado en su trayecto como para retroceder.

Para peor, la breve pero destemplada discusión que siguió a aquel primer desacuerdo, tomó completamente por sorpresa al semi-elfo, que permaneció tan paralizado como el resto de la muchedumbre que lo rodeaba, quienes solo podían asistir atónitos al increíble espectáculo que empezaba a tomar forma.

Visto en retrospectiva, quizás aquella había sido la última oportunidad que GADRYCK había tenido para intervenir en la escena. Aunque por esos caprichos del destino, en esa ocasión su mente no había sido todo lo avispada que la situación requeria.

Y luego de ello... el caos.

Las abiertas amenazas de ROTRYN, pronunciadas con una vehemencia inusitada (y que ciertamente hacía parar los pelos de la nuca), desencadenaron un pandemonio entre la muchedumbre, y GADRYCK pronto se vio arrastrado por la incesante marea humanoide que pugnaba por huir desesperada del lugar.

A pesar de todos sus esfuerzos, la cercanía al portón resultó un contratiempo insalvable para el joven, pues todo el mundo parecía dirigirse a su posición, y cuando conseguía esquivar a un paseante, otros cuatro tomaban su lugar.

Así, tras algunos febriles instantes de resistencia, completamente agotado, el semi-elfo terminó dejándose arrastrar por las interminables olas de desesperados que pugnaban escapar por la Puerta del Basilisco.

Para cuando finalmente consiguió hacer pie, ya todo había concluido, y solo pudo asistir impotente a la ominosa procesión de los guardias cargando con sus compañeros inconscientes...

Tal parecía que volvía a tener que arreglárselas solo. Al menos, de momento...

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28/09/2016, 03:40
Extramuros, día

Nada más ser derrotados, sois conducidos por cinco de los soldados -incluido Bigotitos- en dirección a Roca del Draco en un carromato, cruzando los arrabales mientras cae el sol. Otros soldados se unen a la comitiva por el camino, quizás para protegerla de posibles problemas. Alguna gente cuchichea al veros, cosa nada extraordinaria. Incluso algunos niños se burlan de ti, Caedwyr, y te tiran mierda, mostrando el lado mezquino y cruel de la naturaleza humana. Así, pasáis frente a Pequeño Calimsham, pero a ti, Caedwyr -el único consciente-, te es imposible decir si hay alguien allí que se fije en vosotros más que el resto.

Más adelante, en Canciones Gemelas, vuestra comitiva se cruza con un pregonero proveniente de la ciudad, y Caedwyr consigue oír sus anuncios: por un lado, que el duque Adrian tendrá un funeral público al día siguiente en «la Gran Casa de las Maravillas» y luego será enterrado en «el Gran Salón»; por otro -en parte como consecuencia de lo primero, pero también para compensar a los mercaderes por el mal día-, que el paso por las puertas se mantendrá franco un día más. Como bien sabes, Caedwyr, la Gran Casa de las Maravillas es el principal templo de la ciudad, erigido en honor del dios Gond, mientras que el Gran Salón es la sede del Parlamento de los Pares y del Consejo de los Cuatro, el gobierno de la ciudad. Al oir aquello, la gente estalla en protestas, pues el Gran Salón está en la Ciudad Alta, no lejos del Amplio, y eso significa que en el futuro quien quiera visitarlo y no viva allí tendrá que pagar. La gente de los arrabales ama a Adrian y quiere que su tumba esté fuera de la ciudad.

Dejando atrás Canciones Gemelas, llegáis a un largo puente lleno de casas que cruza el río Chiontar a gran altura: Cruce del Draco. El gran peñasco fortificado que se alza en medio del río, dividiendo el gran puente en dos tramos, es Roca del Draco. Desde ahí, el Puño Ardiente controla la entrada a la ciudad. Al llegar a vuestro destino, los guardias os reciben como a criminales vulgares, os quitan todas vuestras cosas y os arrojan a una celda húmeda con un pequeño ventanuco. Vosotros dos, Rotryn y Zhork, aún permanecéis inconscientes. Pese a los esfuerzos de Caedwyr, Ravengard no os recibe ni os hace llegar ningún mensaje. A ti, Caedwyr, te quitan su símbolo sagrado y a ti, Rotryn, te colocan unos rígidas manoplas de hierro y un bocado de tela: de este modo, no podréis hacer magia. Tú, Rotryn, te despierta entonces, justo cuando os traen algo de pan y agua. Por tu parte, Zhork, recuperas la consciencia en medio de la noche. No sabéis qué ha sido del joven encapuchado.

Notas de juego

Secuencia pactada entre máster y jugadores.

Fin del capítulo 1.

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28/09/2016, 03:44
Extramuros, día

Tras ser detenidos por el Puño, tus «compañeros» son llevados en un carromato hacia Roca del Draco, cruzando los arrabales mientras cae el sol. Otros soldados se unen a la comitiva, quizás para protegerla de posibles problemas. Tú les sigues discretamente. Alguna gente cuchichea al verles, pero no más de lo normal. Algunos niños incluso se burlan del clérigo, el único consciente, y le tiran mierda y barro del suelo.

Frente a Pequeño Calimsham, decides dejar de seguir a la comitiva para tratar de contactar con la Cofradía, la organización local de ladrones, que aparentemente os citó allí. El hombre que habló con Rotryn no está por ningún lado, pero quizás es porque aún es pronto. Intentas entonces entrar en el barrio calishita, pero un grupo de jóvenes con pintas intimidantes te recomiendan que te vayas, que «no son horas para visitar el bazar, amigo». Decidido, pruebas a usar la cháchara de ladrones, que aprendiste de niño en esta misma ciudad. ¡Bingo! No te queda claro si te entienden, pero la actitud de los jóvenes cambia y hacen venir a alguien: ¡es el hombre del mercado! No te reconoce y desconfía, pero finalmente te conduce barrio adentro, a una vivienda cerca de la puerta.

Allí esperas, sólo. Al rato, una figura embozada aparece y revela su rostro: es una mujer de rasgos calishitas. Se presenta como «Rilsa». Tomando algo, habláis sobre lo que acaba de pasar con tus compañeros. Según te explica preocupada, probablemente sean condenados «a galeras», es decir, a servir un tiempo como remeros en la flota del Puño Ardiente. El brujo incluso puede ser ejecutado. Pero también trata de tranquilizarte: ella y otros quizás puedan ayudaros, pero aún no sabe cómo. Te asegura que te mantendrá informado. Tú te ofreces a colaborar, y Rilsa parece valorarlo positivamente: en agradecimiento, te ofrece una habitación -sencilla, pero privada y sin coste, dice-, en las inmediaciones de Pequeño Calimshan. Podrías tratar de aprovechar las habitaciones pagadas del brujo y el enano en La Espada y las Estrellas, pero prefieres no complicarte: aceptas la oferta. También te presentas, diciéndole tu nombre real: Gadryck.

A raíz de tus preguntas, charláis un rato sobre la ciudad: el gobierno, las personalidades más importantes, la situación actual... Ella se muestra comprensiva e informativa, ya que no eres de la ciudad. Mientras habla, se muestra bastante crítica y despectiva con el gobierno, el Puño y la gente de la ciudad en general, y no consigue ocultar del todo sus simpatías hacia el Gremio. También lamenta la muerte de Adrian, a quien claramente aprecia. Por lo demás, Rilsa reconoce que es ella quien os citó allí, pero también te explica que la reunión de verdad tendrá que esperar: lo primero es ayudar a tus amigos. No se te escapa que quiere contarte más cosas, pero se contiene.

Cuando le preguntas por qué el mensajero se dirigió a Rotryn, ella se encoge de hombros: el mensaje era para el grupo, así que debió de ser sólo una coincidencia. Cuando le pides algunos nombres para poder contactar, ella te los niega: no puede arriesgar a nadie de ese modo. Si necesitas hacerles llegar un mensaje, te dice, déjaselo en la taberna El Oasis (en el propio Pequeño Calimshan) y ella te contestará tan pronto como pueda. Tampoco te da ninguna seña de la Cofradía: ¡sólo alguien de la propia Cofradía puede darte algo así! Ella sólo trabaja con ellos. Si de verdad estás interesado en unirte, hará llegar el mensaje.

Al acabar allí, te diriges corriendo a Los Tres Viejos Barriles, donde os citó Skoond. El trayecto es largo a pesar de tus atajos y llegas bastante tarde, pero allí está: recibió vuestra nota y esperó. No queriendo dar más información de la necesaria, te presentas como «Finnegan». A Skoond tu presencia solitaria le confunde y le causa desconfianza: él esperaba a Caedwyr con el grupo, y de hecho ni se fijó en ti en el Amplio, por lo que te cuesta convencerle de que eres parte del grupo. Su reacción es de enfado: esto no es lo que había acordado con Caedwyr. Cuando le confiesas el porqué de la ausencia de los demás, a su enfado se une cierto nerviosismo. Tras darle vueltas unos instantes, te indica que investigará qué se puede hacer y te ordena que esperes noticias. No habláis de nada más, pero toma nota de vuestro interés en la cita. Luego se larga, no sin antes ordenar a unos hombretones que te retengan un rato. Para que no le sigas.

Esa noche, en una de las dos reuniones, escuchas que el paso por las puertas de la ciudad continuará franco un día más, de forma excepcional. También te enteras de que al día siguiente tendrá lugar el funeral del duque Adrian en la Gran Casa de las Maravillas (el principal templo de la ciudad, dedicado a Gond); luego, sus restos será llevados al Gran Salón (la sede del Parlamento y los duques, las principales instituciones políticas baldurianas), donde serán enterrados. Ambos lugares están en la Ciudad Alta y la decisión sienta mal entre a los plebeyos: Adrian era su héroe.

Notas de juego

Secuencia pactada entre máster y jugador.

Fin del capítulo 1.

Actualización: Añadidos los nombres con los que te presentas.