Partida Rol por web

Asesinato en Puerta de Baldur

Aventura | 1. Héroes del Amplio

Cargando editor
19/04/2016, 20:48
Zhork

—Ehm, ¿tres opciones? jojo, eso complica las cosas...

Me acaricio con calma la barba. Creo que jamás había tenido tantas ofertas de trabajo en un mismo día. Aunque, a decir verdad, de momento nadie me había dicho que me fueran a pagar por cualquiera de las cosas que nos fueran a pedir. Entonces, ¿se podían considerar ofertas de trabajo? Bueno, de momento eran "reuniones"...

—No me gusta que jueguen conmigo al despiste — dije finalmente —. Si lo que dices es cierto, muchacho, deberemos andar con mucho cuidado y elegir con cautela.

Quizá deberíamos informarnos un poco antes del anochecer, y nada mejor que una taberna para conseguir información.

—Estoy contigo, jovencito — dije mirando al clérigo tras unos segundos en silencio —. En esto nos hemos metido todos, incluso la elfa; y cuando se empieza algo, se debe acabar tal como se empezó. Quizá tengamos más posibilidades trabajando en equipo. ¡Pero ahora tengo una cita con la cerveza! Y ya estoy tardando, jojojo — sonreí ampliamente casi de manera instintiva. Era pensar en cerveza y mejorar aún más mi casi imperturbable humor —. Iré a la taberna de "La Espada y las Estrellas". Si queréis pasar un rato de descanso, estaré encantado de tener compañía de bebida. Además, ¡quién sabe! Quizá allí logremos conseguir algo de información, jojo.

Cargando editor
19/04/2016, 23:25
[X] Gadryck

El sujeto de la capucha escuchó impertérrito las palabras del llamado Ravengard, aunque sin mostrarse conmovido en lo más mínimo por ellas. O, cuanto menos, eso parecía. Pues lo cierto era que una sombra sempi-terna parecía cubrir en todo momento su rostro, y resultaba casi imposible escrutar sus reacciones.

Tras ello, cuando el intimidante personaje finalmente se alejó, y dejó al improvisado grupo de compañeros compartiendo la soledad y las dudas del momento, Gadryck aguardó todavía unos instantes antes de intervenir.

No había manera de adivinarlo por sus inescrutable facciones, pero su postura corporal daba a entender que aguardaba con cierta expectativa lo que pudiera decir el sujeto del turbante.

- Aristócratas, tiranos o ladrones... - comentó finalmente con un tono grave y susurrante, que parecía provenir de algún lugar recóndito y cavernoso - ... vaya opciones que tenemos. Yo no elegiría ninguna.

- Lo más sensato sería largarse de este maldito lugar cuanto antes. Aunque supongo que ya es demasiado tarde...

Sus crípticas palabras fueron seguidas de un sugestivo silencio, a la vez que el extraño encapuchado evidenciaba una cierta tensión. Como si se encontrara con dificultades para sopesar los distintos cursos de acción que tenía por delante.

Luego de ello, y tras mirar alternativamente en todas direcciones, como si desconfiara de lo que pudiera ocurrir a sus espaldas, finalmente se encogió de hombros y concluyó:

- En cualquier caso, el enano tiene razón. No es prudente ir a ningún lado sin información.

Cargando editor
23/04/2016, 02:42
El Amplio, día

Aunque los mercaderes aún están reponiéndose del susto y la tragedia, no os es difícil encontrar a un buhonero local que ha salido bastante bien parado del caos y está dispuesto a «liberaros» del equipo que os estorba. Como era de esperar, apenas conseguís sacarle algo de dinero por aquellos viejos enseres de los que finalmente os deshacéis, pero tampoco es que queráis ir cargados como mulas a todas partes, ¿no?

Entre el hombre y lo que sabe Caedwyr, localizáis los lugares donde os han citado. Pequeño Calimshan, por ejemplo, es un arrabal que está extramuros, a un lado de la carretera que llaman «Camino de la Costa», al este. Allí vive gente pobre, como en todos los arrabales, y casi exclusivamente de etnia calimshita, procedentes ellos o sus familias del exótico y lejano sur. Una gran tapia rodea esas casas: la entrada más cercana se abre al propio camino. La Roca del Draco también está extramuros y por el mismo Camino de la Costa, pero más lejos aún que Pequeño Calimshan. La fortificación -pues no es otra cosa- está en los límites de la ciudad, en el puente que cruza el río Chiontar. Finalmente, «Los Tres Viejos Barriles» no es ni más ni menos que la posada más famosa de la ciudad, en la zona noble y junto a la Puerta del Dragón Negro, que es por donde entrasteis. Alguno de vosotros incluso la vio al llegar. Respecto a «La Espada y las Estrellas», Caedwyr no la conoce, pero el buhonero sí: se trata de una posada de la Ciudad Baja, no lejos de la Puerta del Basilisco, que coincidentemente es donde empieza el Camino de la Costa. Según el buhonero, no es un sitio lujoso, pero tiene fama de limpio, agradable y decente.

Cuando termináis de tratar con este simpático vecino y comenzáis a hablar entre vosotros, parece emerger cierto consenso en torno a la idea de que manteneros juntos es un plan razonable para empezar: ya habéis luchado en el mismo bando, ¿no? Además, todos sois forasteros y, juntos, será más difícil que se aprovechen de vosotros. Ahora bien: qué hacer exactamente por la noche es harina de otro costal. Ahora que sabéis dónde son, entendéis que sólo marchándoos rápido de una de las citas y haciendo esperar bastante a vuestro segundo interlocutor podrías asistir todos juntos a dos de ellas. Una tercera, improbable. Por otro lado, siempre podéis separaros. Caedwyr está bastante decidido a ir a la Roca del Draco, mientras que Zhork y el cuarto varón parece que tomarán su decisión después de reunir información.

Pero todo eso será por la noche: queda la mitad del día por delante. Caedwyr dice tener asuntos personales que atender por la tarde. Por otro lado, Zhork parece decidido a visitar esa taberna y buscar algo más de información, y el chico sin nombre le secunda. Nada impide que os separéis ahora y os veáis pasada mediatarde en algún lugar acordado. La Espada y las Estrellas resulta estar en un punto bastante céntrico, por ejemplo.

Notas de juego

Si queréis vender algo, indicádmelo: os daré la mitad del valor del manual de cada objeto vendido.

Caedwyr y Zhork: si lo deseáis, el barbero-cirujano aún atenderá vuestras heridas gratis. También es posible comprarle material de curas por 5 po (y pesa 3 lb).

Parece que un plan de tarde se va conformando: investigar en la Espada. (Asumo en principio que Zhork y Gadryck se apuntan. También asumo que en algún momento coméis, dado que ya es mediodía.) Rotryn: dime qué quieres hacer de tarde. Por lo demás, si alguno quiere cambiar, que lo diga (on rol u off rol).

Cargando editor
23/04/2016, 06:44
Rotryn

Rotryn decide que, aunque le apetece mas ir a con el populacho, debe ir a refrescarse un poco primero, luego, sigue a sus 2 compañeros a la taverna de Espada y las Estrellas.

Cargando editor
23/04/2016, 11:21
Zhork

Sinceramente, la mochila me pesaba demasiado. No quería admitirlo, pero era así... pelear con ella se hacía todo un incordio, y... aunque había tomado la costumbre de echarla al suelo cuando comenzaba el combate, miedo me daba que en una de estas un pilluelo la tomara prestada sin avisarme. Así que... con mucho recelo, decidí que era hora de vender algo de lo que tenía en ella. Quizá algunas antorchas o el bastón.

En fin, que... tras deshacerme de ellas, decidí que era hora de ir a que me revisaran las heridas. No eran gran cosa, pero mejor curarlas a tiempo que dejarlas sin atención y que se infectaran.

—Jojo, chicos — dije antes de separarme del grupo —, id vosotros primeros... luego me reúno con ustedes en la misma taberna. Por cierto, lo que no vayáis a ir allí, ¿a qué hora y dónde nos reuniremos de nuevo para decidir con quién acabaremos tratando?

Notas de juego

Me he dado cuenta de que, por mucho que venda... librarme del estado cargado va a estar complicado, jaja. Así que no venderé demasiado... sólo la mitad de mis antorchas y el bastón.

Cargando editor
23/04/2016, 12:50
Ciudad Baja, día

No hay prisa y el barbero es bueno en su trabajo, así que no hay necesidad de que nadie se adelante. Una vez listos, os dirigís hacia la mentada posada. Sin embargo, cruzar Puerta de Baldur -a pie, pues carros y monturas están prohibidos- es todo un desafío: a pesar de lo del mercado y de la lluvia, es una ciudad abarrotada y bulliciosa, y sigue siendo el Día del Retorno. Además, las noticias del ataque y la muerte del duque Adrian han corrido como la pólvora. La gente se detiene en corrillos, comenta, opina. La noticia no ha conseguido parar la actividad del todo, e incluso ha sacado a más gente a la calle.

De este modo, os lleva un rato llegar hasta La Espada y las Estrellas, pero al momento la identificáis por su distintivo panel sobre la puerta: un rodel de madera sobre el que hay pintado un delgado brazo femenino, flexionado, que empuña un sable curvo mientras motas de luz brillan y tintinean a lo largo de la hoja. Magia o algún truco de gnomos. Cuando entráis, lo que veis os resulta chocante: ¡el lugar no tiene taberna ni salón! Como os explica la mujer tras el mostrador, aquí se alquilan habitaciones como alojamiento y para banquetes. Cuando Zhork se presenta, ella reconoce el nombre y os confirma que os harán precio para alojaros y que estáis invitados a la cerveza que queráis tomar.

Cuando le preguntáis por una taberna, os explica que un buen lugar en la zona es La Canción Élfica. Ya la visteis por el camino, a apenas cien yardas atrás, e incluso entrasteis para pedir indicaciones. La planta baja es un salón iluminado por linternas con llamas de colores y cristales tintados de azul. La clientela parecía gente sencilla, que no pobre: trabajadores de la Ciudad Baja que en aquel momento en que pasasteis charlaban, comían y bebían. El lugar os pareció bastante próspero.

Notas de juego

Venta
ZHORK: -1 bastón, -5 antorchas; +1 pp, +3 pc. Yo te lo he apuntado todo.
ROTRYN: -5 raciones, -5 antorchas, -10 pitones, -1 palanqueta, -1 cuerda cañamo, -1 clavija, -1 martillo; +12 pp, +3 pc, +25 pc, +1 po, +5 pp, +1 pc, +5 pp, respectivamente. Total: +1 po, +22 pp, +29 pc. Ya te lo he apuntado todo. Al pasar a estar simplemente cargado sólo vas un poco más lento (-10').

La Espada y las Estrellas es sólo un lugar de hospedaje, pero podéis preguntar a la mujer que lo está atendiendo. Podéis rentar una habitación, ahora o más tarde, y tener un lugar privado. (4 pp/noche, habitación privada.) Ahí queda. La Canción Élfica es una taberna con cierto bullicio de sobremesa y aún están sirviendo comidas.

Al margen de esto, aún podéis quedar con Caedwyr o decirte otra cosa, por aquí o por el off topic. Os lo pongo todo para que tengáis opciones.

Cargando editor
23/04/2016, 13:26
Canciones Gemelas, día

Tras discutir algunos detalles con tus inesperados «socios», te pones en marcha hacia tu siguiente parada: Canciones Gemelas. Sin embargo, cruzar Puerta de Baldur -a pie, pues carros y monturas están prohibidos- es todo un desafío: a pesar de lo del mercado y de la lluvia, es una ciudad abarrotada y bulliciosa, y sigue siendo el Día del Retorno. Además, las noticias del ataque y la muerte del duque Adrian han corrido como la pólvora. La gente se detiene en corrillos, comenta, opina. La noticia no ha conseguido parar la actividad del todo, e incluso ha sacado a más gente a la calle. Al pasar por la Puerta del Basilisco, apenas te detienes a mirar sus innumerables estatuas.

Al cabo de un rato de camino, comienzas a ver cosas familiares: esa loma de casas destartaladas por aquí, aquel pozo por allá, una capillita a Milil por allí, una pocilga por acá... El lugar no ha cambiado mucho en estos... ¿Cinco años? Tras ese tiempo, Canciones Gemelas aún es el lugar de Puerta de Baldur -puede que de toda la Costa de la Espada- con más santuarios por acre. Aquí se rinde culto a más dioses de los que la gente puede imaginar. Los refugiados de desastres y guerras lejanas que llegan a Puerta de Baldur por el Cruce del Draco a menudo han dejado ofrendas de agradecimiento a sus dioses por haber llegado sanos y salvos. Esas ofrendas empezaron siendo objeto de visitas, luego se les puso carteles y rótulos, y finalmente marquesinas para proteger las ofrendas. Con el tiempo, asegurarse de que los dioses predilectos de uno estén representados entre el caos de santuarios, baldaquines, ídolos, altares y templetes que se arremolinan en aquella orilla del Chiontar se ha convertido en una práctica común en Puerta de Baldur.

Para cuando llegas a Canciones Gemelas, pocos son los hogares de los que aún sale humo: has tardado tanto en llegar que el mediodía ya queda atrás. Sin embargo, el de tu familia es uno de ellos: por la ventana, puedes ver a tu madre, aunque ella aún no te ha visto. Hay niños y adultos por la calle, a sus cosas. Una de callejuela que se abre a tu izquierda lleva a la vieja capilla de Torm.

Notas de juego

Por supuesto, puedes rolear aún lo que quieras junto a los demás. Incluso puedes decirme que no a todo esto y «rebobinamos». Por cierto: la posada esa de Zhork te queda de camino, así que puedes decirles que vas con ellos o coger otro camino y perderles de vista.

Cargando editor
25/04/2016, 21:15
Zhork

¡Oh! ¡Vaya! Menuda decepción... ¿Así que aquello no era una taberna? Bueno, al menos teníamos bebida gratis.

—Jojo, póngame una cerveza para mis amigos y para mí  si es tan amable — dije de buen agrado —. Y ya de paso, nos gustaría saber algunos asuntos, ¿verdad, muchachos? — sonreí y saqué una pieza de oro para que supiera que era generoso cuando me daban buena información —. ¿Qué podría decirnos por ejemplo de Ulder Ravengard? A parte de lo obvio, claro, jojo.

Esperaba que al menos pudiéramos sacar algo en claro de aquel lugar. Si no, habría sido una pérdida de tiempo ir... salvo por lo de la cerveza, claro, jojojo.

Notas de juego

No sé si una pieza de oro es suficiente para que le dé a la lengua, jaja. Supongo que más que de sobra, ¿no?

Por cierto, ¿los PV vuelvo a tenerlos a tope después de visitar al barbero?

Cargando editor
26/04/2016, 01:14
Caedwyr

Antes de ir a temas importantes, caigo en la cuenta de que mi armadura es demasiado pesada, cosa que ya le había dicho a mi mentor en su debido momento, aunque a él por lo visto le pareció bien librarse de tal amasijo de hierro dejándolo en manos de un pobre y joven discípulo. Pero por pesada que sea, la necesitaré, y lo que me ofrece ese tunante no me llegará para adquirir otra más ligera (y menos acorazada, para colmo). Y el resto de mi equipo es indispensable...¡Cómo voy yo a deshacerme de mi caja de limosnas, o de mi bendito incensario, o del escudo que frene arteros ataques de los impíos! 

—En fin, solo haces tu trabajo —le digo al buhonero con una mueca de fastidio—. Ya encontraré un momento mejor para deshacerme de esta penitencia que Torm me ha impuesto —golpeo las bandas de mi armadura con un nudillo, ensangrentado por cierto.

Ahora, que el cirujano me cure las heridas me parece la mejor de las ideas, así que me reúno de nuevo con Zhork para dejar trabajar al matasanos, no sin antes hablar con mis nuevos compañeros.

—Sí ,id yendo a la taberna si os place. Yo tengo que hacer una visita que no puedo retrasar más y me reuniré con vosotros más tarde. Por su situación, la Espada y las Estrellas parece un buen lugar como punto de partida, decidamos lo que decidamos . ¿Que os parece entonces si nos vemos otra vez allí al caer la tarde? Si por cualquier razón os marcháis, podáis dejarle un mensaje para mí al tabernero...—me quedo un momento pensativo—. Aunque algo me dice que, si tantos se han fijado ya en nosotros, cuantos menos sepan adónde vamos, mejor.

Una vez en manos del cirujano, me pongo a silbar una melodía de mi infancia. Me ha venido al recuerdo después de muchos años sin escucharla, sin duda por hallarme de nuevo entre estas calles.

Cargando editor
26/04/2016, 01:17
Caedwyr
Sólo para el director

No esperaba una caminata tan larga de regreso. Tal vez debería haber ido a visitar a mis padres apenas llegar, pero quería entrar en la ciudad, y además si no lo hubiera hecho ahora no estaría en medio de una apasionante intriga. En fin, ¿qué sentiré al verlos? Mi marcha fue un tanto fría, mi padre no la aprobó y mi madre me miró como si estuviera loco en aquel entonces...

—¡Madre! 

Apenas verla por la ventana, no pude contenerme. Ella se volvió y me miró soprendida, luego su expresión cambió y desapareció en el interior de la casa. No tardó en encontrarse conmigo en la puerta, me abrazó sin decir palabra, me llevó al interior de la vieja casa, y dedicó un buen rato a mirarme. Después trajo algo de comer y beber, me tomó la mano, me acarició el barbudo mentón.

Greta: —Tu padre no está ahora, ha salido por unos días. Lo han contratado para ayudar en una caravana, necesitamos dinero.

Me hubiera gustado ver al viejo, pese al mal recuerdo de nuestra despedida, pero ya habrá tiempo. Saco unas monedas de mi bolsa y se las doy a mi madre con una expresión cauta.

—No es nada, pero en cuanto pueda...—de pronto me siento mal, una sensación nueva para mí. Todos estos años sin apenas pensar en ellos, sin echarles una mano pese a la dura vida que sabía que tendrían. Como si cinco monedas sirviesen de algo, mi padre me las echaría a la cara con cara de orgullo herido, pero ella... —. En fin, acéptalas por favor, una miseria en comparación por todos estos años en que no me he ocupado de vosotros. Pobre consuelo, pero ahora que estoy aquí, trataré de compensaros. Te lo juro, madre, haré que te enorgullezcas de mí. Díselo al viejo, si no lo veo yo antes.

 Independientemente de su reacción, decido marcharme sin mirar atrás. Volveré a cumplir mi promesa, en la medida en que mi credo me lo permita, pero ahora tengo cosas que hacer y el destino no espera. Tras la corta pero necesaria visita, me encamino de nuevo hacia la Espada y las Estrellas.

 

Cargando editor
26/04/2016, 05:28
[X] Gadryck

Antes de que pudieran decidir un curso de acción, varios de sus compañeros de penurias se vieron repentinamente asaltado por la incontrolable necesidad de desprenderse de algunos objetos personales. Y para ello, se internaron sin más entre los tenderetes que aún se mantenían en pie (y también en otros a medio reconstruir), dispuestos a encontrar posibles interesados.

Por supuesto, Gadryck no les prestó demasiada atención en sus pesquisas. Pero la extraña situación le recordó sus propios efectos personales, abandonados inconcientemente con las prisas del ataque. De modo que el joven se dispuso de inmediato a buscar su vieja mochila de viaje, allí donde guardaba las pocas pertenencias que había conseguido rescatar luego de los terribles sucesos ocurridos en la granja de su familia.

Por fortuna, el muchacho no necesitó más que volver un poco sobre sus pasos para dar con el improvisado escondite que había encontrado cuando todo el caos y la muerte se desataran en el lugar. Era un reducido (y aún lodoso) espacio que se abría bajo el porche de una de las construcciones que flanqueaban la plaza del mercado. Y solo se podía acceder a su interior arrastrándose por el suelo, con el cuerpo bien apretado al piso y agachando casi completamente la cabeza, de modo que se trataba de un lugar bastante reservado.

A nadie se le habría ocurrido rebuscar allí una vieja y gastada mochila de viaje. Y por eso seguía en el mismo lugar donde la había dejado, reposando indolentemente en el rincón más recóndito del oscuro escondite.

A Gadryck le costó apenas un poco de esfuerzo recuperarla, y solo un poco más adecentarse y quitarse la mugre del reducido escondrijo. Luego de ello, se encaminó tras los pasos de sus camaradas.

- También podríamos reservar unas habitaciones. - comentó ya en "La Espada y las Estrellas", mientras el rudimentario enano hacía gala de toda su discreción y delicadeza para conseguir información - Quizás más tarde no tengamos tiempo de encontrar otras mejores.

Cargando editor
26/04/2016, 06:40
Rotryn

Rotryn miró a sus compañeros con un dejo de curiosidad. Variopinto grupo, pero efectivo hasta ahora.

Miró lado a lado en "la espada y las estrellas" y cuando iba a hablar, el tal Gadryck dijo lo que tenía en mente. Asegurar la estadía- pensó para si.

"Y si, estoy de acuerdo en dejar reservadas las habitaciones" - le dijo al grupo.

Sacó cuatro monedas de plata y la pasó a la posadera para asegurar su habitación.

"Una habitación privada por favor, con vista a la calle". Sonrió.

Notas de juego

Gasto 4 monedas de plata por la habitación.

Cargando editor
27/04/2016, 01:09
Ciudad Baja, día

El brillo del oro sobre el mostrador hizo que la mujer -Lorna, como os ha dicho- enmudeciera: ¡aquello era muy buen pago por cerveza y chismorreos! El hecho de que Rotryn le pidiera, además, una habitación sólo lo mejoró: ella os iba a dar la cerveza sí o sí -como pidió el señor Maltasanta, al que Zhork conoce-, pero normalmente sólo sirven bebida a los huéspedes. Ahora que lo sois -al menos, Rotryn-, ella ya no teme reprimendas de su jefa.

Dejando a un criado más joven en la entrada, os ha conducido a la habitación de Rotryn y os ha traído unas jarras de sabrosa cerveza negra. La habitación es individual: tiene una cama, un baúl (con llave), una pequeña mesa con una escribanía y una silla. Tampoco es que sea muy grande: tres por tres varas de lado -o más estrecha-, con la mesa y el arcón a un lado, la cama al otro, la puerta en el tercero y la ventana en el cuarto, que da a la calle. Podéis escuchar a la gente pasar. Reunidos en la habitación, y mientras dejáis vuestras capas y mochilas secando, Lorna os explica lo que sabe.

Sé lo que sabe todo el mundo sobre el comandante Ravengard, que no es mucho —dice humildemente. Vosotros ya le habéis dicho lo que sabéis -que es un alto oficial del Puño y de tez negra- así que eso se lo ahorra.— Dicen que es un gran soldado, un hombre estricto que vive por y para el Puño Ardiente -que Gond bendiga a esos hombres-. Es el castellano —esto es, el superior de la fortaleza— de la Roca del Draco, en el paso del mismo nombre, allí donde Canciones Gemelas. —El más lejano arrabal extramuros.— Sus hombres le respetan y obedecen, aunque tiene fama de... —Titubea.— ...exigente. —Hace memoria.— También he oído que dicen que es hijo de un herrero de la Ciudad Baja, pero... a saber. —Antes de que le preguntéis nada más, la señora Lorna os pregunta:— ¿Es verdad que... que el duque Adrian se convirtió en un monstruo y lo matasteis?

Como buena profesional, os atiende con esmero, pero es obvio que las armas del enano y la cara del tiflino le intimidan un poco. Por lo demás, no se irá de la estancia hasta que se lo digáis: una moneda de oro bien vale eso. Mientras charláis con ella, oís una lejana campanada, seguida de otra más cercana. Como os explicaron el clérigo y el buhonero en el mercado, donde también las oísteis, dan la hora: es la una. Habéis quedado con el tal Caedwyr a la cuarta, en esta pensión: eso os permitirá compartir lo que hayáis descubierto, tomar una decisión -aunque esa sea separaros- y asistir a tiempo a cualquiera de las citas, pues el ocaso será poco antes de la sexta.

Notas de juego

@Rotryn: Ahora tienes una habitación en La Espada y las Estrellas: +2 llaves (puerta y arcón) y -4 pp. Te lo apunto todo. La puerta exterior permanece abierta de día y hay un portero de noche. Sirven comidas y bebidas. Antes del mediodía de mañana debes pagar una nueva noche o devolver las llaves y dejar libre la habitación.

Podéis dejar aquí lo que queráis, pero no os permitirán dormir juntos... ¡Ni traer mujerzuelas! ¡Esta es una casa decente!

Cargando editor
27/04/2016, 03:21
Canciones Gemelas, día

Tu reencuentro con tu madre, después de tantos años sin veros, ha sido como esperabas. No hay llantos, pero es porque ella siempre ha sido tranquila y fuerte, firme como una roca. Sin embargo, si viste como enmudeció, emocionada, y lo primero que le escuchaste, al cabo de un rato abrazados, fueron palabras de gratitud a todos los dioses, y en especial a Torm.

Cuando consiguió superar esa conmoción, comenzaron las preguntas y los cuidados: que cómo estás, que qué has estado haciendo últimamente, que qué haces aquí... Y eso que tampoco es que hayáis estado incomunicados todos estos años: las cartas, aunque pocas, han cruzado el país en una y otra dirección. Ellos apenas saben leer y escribir, pero un sacerdote local les ha ayudado, escribiendo y leyendo por ellos hasta que tu madre ha aprendido a hacer, al menos, esto último. Desgraciadamente, los años no perdonan, y también ha ido perdiendo la vista. Mientras hablabais, ella te calentó el potaje que estaba en el hogar y sacó el vino. Una comida humilde, pobre, pero que ha saciado tu hambre. También se escandalizó al descubrir tus heridas y exigió saber en qué andas metido. De hecho, no ha tardado en recordarte las peleas en que te metías hasta que te largaste. ¿Es que no te han enseñado nada los tormitas? ¿O eso es lo que te han enseñado: a pelear, a meterte en líos? Da igual que uno haya aprendido a lanzar fuego por las manos y rayos por el culo: una madre es siempre una madre.

A medida que la conversación ha ido avanzando, te ha contado cómo les van las cosas a ella y a tu padre: realmente, no falta trabajo y los impuestos no han subido mucho, pero grupos de gentes desesperadas de todas las esquinas del mundo, huidas de guerras y catástrofes lejanas, siguen llegando año tras año a los arrabales, trayendo consigo quién sabe qué cultos y generando problemas allí donde se instalan. Además, el Puño Ardiente sigue sin patrullar las barriadas, de forma que ladrones y asesinos campan cada vez más a sus anchas. Por ejemplo: hace unos meses, un chico llamado Rony, al que conocías, fue apuñalado y asesinado a plena luz del día, detrás de la iglesia de la Última Esperanza. Si no fuera porque Ferral, el sacerdote de Tempus, reunió a unos cuantos vecinos y lincharon al oriental que -sin duda- lo había hecho, el crimen habría quedado impune. ¿Para qué sirven los tributos que se llevan los recaudadores, entonces? La gente de la ciudad no se preocupa de Canciones Gemelas. Todo va de mal en peor: si no lo crees, pregúntale a tu padre cuando vuelva.

Después de que hayas comido, te ha preguntado por tus planes. Se ha entristecido al saber que no planeas instalarte con ellos, ni en Canciones Gemelas, pero no ha protestado; en parte, porque le has prometido volver por aquí pronto; en parte, porque por el hecho de que hayas venido a la Puerta para quedarte una tiempo. Pese a la situación familiar y local, a tus heridas, a tus planes, es feliz: su único hijo vuelve a estar cerca.

Cuando, al despedirte, le ofreces el dinero, ella inicialmente no lo quiere, pero finalmente lo acepta emocionada: es un pequeño tesoro para ella. Desde que te vio, sientes como te mira con orgullo y fascinación: eres más alto, más maduro, más educado, y vistes los ropajes de un clérigo, un sirviente de los dioses. Ese último gesto no hace más que reforzarle la idea de que te has convertido en un hombre de provecho y bien establecido. Valió la pena tu locura, tu marcha, todo el sufrimiento.

Mientras charlabas con tu madre, has oído campanas sonar muy cerca: son las de la capilla de Chauntea, indicando la segunda hora. Tú y tus socios habéis quedado cuando sea la cuarta hora en La Espada y las Estrellas: eso os permitirá compartir lo que hayáis descubierto, tomar una decisión -aunque esa sea separaros- y asistir a tiempo a cualquiera de las citas, pues el ocaso será poco antes de la sexta.

Cargando editor
27/04/2016, 03:22
Ölve

Ya has dejado a tu madre atrás y te diriges hacia allí, cuando alguien grita:

—¡Eh, tú! Eh... ¡Chico...! ¡Hombre! ¡Tormita!

Al girarte, ves a una figura dirigiéndose hacia ti. Al principio, no sabes decir si es varón o hembra, porque los elfos son muy parecidos entre sí, y algunos son deliberadamente ambiguos. Lleva unas túnica larga de color gris claro y adornos (amuletos, diadema, pulseras) plateados. Su cabello es dorado y su piel broncínea: un elfo solar, probablemente. Sonríe levemente, somnoliento, como es frecuente entre los miembros del Pueblo Bello. Son raros.

—¡Que los dioses te bendigan! Ruego que disculpes mis modales, hombre —pide, sin perder la sonrisa—, pero ibas tan absorto que si no llamo tu atención ahora estarías por Pocatorre, por lo menos. —Se peina con una mano.— Eres el nuevo clérigo de Torm, ¿no es así?

Notas de juego

Dime si has quedado con tu madre en algo: ella insiste en que le digas qué día volverás para comer con ella. (Lo rolearemos muy rápidamente, llegado el caso, si eso es lo que quieres.)

Cargando editor
28/04/2016, 13:21
Caedwyr
Sólo para el director

—Madre, te prometo que volveré lo más pronto que pueda —le cojo las manos con calidez—, pero tengo unos asuntos urgentes que resolver en la ciudad. No te preocupes, pronto me tendrás aquí de nuevo.

Me marcho de allí con una agradable e inesperada sensación. Tras tantos años a mi libre albedrío, no creí que pudiese alegrarme tanto de ver mi antiguo hogar, y sobre todo de comprobar que mis padres están bien.

Distraído como iba pensando en mis asuntos, casi me molesta escuchar el llamado de aquel desconocido. A pesar de todo, me giro e intento ser amable.

—Que los dioses te bendigan a ti también —le respondo, forzando la sonrisa—. En respuesta a tu pregunta, te diré que aunque sirvo a Torm no soy el nuevo clérigo, solo estoy de paso. ¿Por qué, acaso el viejo Canys no sigue a cargo de todo?

Espero ansioso la respuesta. Tenía que haber visitado la capilla, pero las cosas se han precipitado y ya me he visto sumergido en una corriente inesperada de acontecimientos. Mi intención es reunirme cuanto antes con mis nuevos compañeros de fortuna, pues preveo que las nuevas opciones que se nos han planteado son una gran oportunidad. No deseo más interrupciones de las necesarias, pero aun así a ver que tiene este elfo que decirme.

- Tiradas (1)
Cargando editor
28/04/2016, 16:35
Zhork

—Uhm, ya veo...

Lo cierto es que no me había dicho nada importante de momento. Cualquiera podía ver a simple vista que aquel hombre era alguien estricto y exigente. Aunque el titubeo de la mujer me llamó ligeramente la atención.

—¿Exigente en qué sentido? ¿Trata mal a sus soldados?

En cuanto a su pregunta, me limité a darle un buen trago a mi cerveza. Quizá mis compañeros quisieran preguntar algo y aquélla era la oportunidad idónea para que se animaran a tomar su turno de palabra. Yo mientras me divertía haciendo girar la moneda de oro entre trago y trago de cerveza.

—¡Ah! Sí que está rica, jojojo.

Cargando editor
28/04/2016, 21:06
Rotryn

Rotryn se siente un poco incómodo sacando información en tierra, asi que se dirige a la muchacha con el tino propio de alguien de mar, que no cae mal, pero suele darse una vuelta antes de encontrar lo que necesita.

"Si, la verdad, para ser sinceros, no sabemos mucho tampoco de ese Adrian, somos recién llegados acá, pero al parecer tu llevas mucho tiempo acá...cuentanos un poco más acerca de Adrian y su relación con Ravengard, tenian problemas, digamos públicos?" - dice con lentitud para que la muchacha entienda el sentido de lo que dice y adonde va.

"La verdad no me pareció muy triste por la muerte de Adrian... Sin embargo, este Adrian yo habia escuchado que era querido acá no? ... Cuéntame que te parece, por ejemplo a TI." La forma pausada y que hace remarcas en sus palabras de Rotryn, es intencional para ver si la muchacha se siente un poco mas "a gusto" con estos preguntones huéspedes.

Rotryn, además, e intencionalmente. deja las palabras en suspenso para esperar a que la muchacha le vaya dando la información que buscan.

 

- Tiradas (1)

Notas de juego

Hago un chequeo de Persuasión (CAR+BC) para que la muchacha me crea lo que le digo y sea honesta con nosotros :)

Intento ser lo más agradable posible.

Cargando editor
29/04/2016, 23:52
Ölve

Tu respuesta parece pillar por sorpresa al elfo, que en consecuencia vuelve a echarte un breve vistazo: tu cota de malla, los desperfectos en tu ropa, tus heridas, tus pertrechos... Definitivamente, no pareces un clérigo sedentario, aunque bien pudiera ser que tu orden te hubiera sacado de alguna guerra y te hubiera dado un nuevo destino.

No lo sabes —constata, atenuando su sonrisa—. El viejo Canys falleció hace mes y pico. De viejo. —No le agrada darte la noticia—. Veo que le conocías: lamento la pérdida.

La cosa no es sorprendente: cuando te fuiste, el viejo Canys era un hombre mayor que arrastraba secuelas de una juventud agitada. Era un buen hombre: seguro que todos sintieron su marcha, por esperable que fuera. Si a tu madre se le pasó informarte es porque tenía demasiadas cosas que contarte y preguntarte.

Tu fe ya ha sido avisada —te informa—. Un grupo de feligreses lleva los ritos a la espera de que llegue un sustituto, y ese anciano mestizo sigue cuidando de la capilla y todo lo demás.

El anciano es Hodur, un medioelfo viejo y ciego que asiste al clérigo local de Torm desde antes de que Canys llegara, o eso has oído. Es un tipo excéntrico que no hablaba mucho con los jóvenes. Ni con los adultos. Probablemente siga igual.

A continución, el elfo se presenta: se llama Ölve y es el sacerdote de Selûne, diosa de la luna. Su capilla está al norte, en el otro extremo de Canciones Gemelas. (Crees saber por dónde está, aunque nunca la visitaste.) Se muestra amistoso: te pregunta tu nombre, de dónde vienes y si vas a quedarte mucho tiempo en Canciones Gemelas. También responde a tus preguntas y se ofrece a ayudarte en lo que pueda.

Notas de juego

La charla es todo lo breve que quieras (no puedes detenerte mucho si quieres llegar a tu cita a tiempo), le cuentas lo que quieras (incluso puedes mentirle) y le preguntas lo que quieras. Una vez terminado este primer contacto, te deja a lo tuyo. Luego puedes dirigirte hacia la ciudad... o lo que quieras.

Cargando editor
30/04/2016, 03:43
Ciudad Baja, día

A la pregunta del enano, Lorna se pone algo nerviosa. La intervención de Rotryn no lo mejora: se nota que quiere ser amable y simpático, pero su aspecto infernal hace que en esta ocasión su amabilidad parezca poco natural, y no consigue que la mujer se confíe ni se relaje. Ni siquiera vivir en Puerta de Baldur te prepara para una charla con un tiflino.

Ay, señor... No sé... —contesta a la pregunta de Zhork. La veis azorada: no parece que tenga miedo de hablar, sino que no le gusta hablar mal de nadie, especialmente de la gente importante—. ¿Si el comandante Ravengard trata mal a sus hombres...? Sólo he oído que es muy estricto, señor... Sólo eso.

Quiere cambiar de tema: quizás por eso comienza a contestar a las preguntas de Rotryn. De este modo, conseguís que os cuente muchas cosas del finado duque Abdel Adrian. Para empezar, para ella es... ¡El héroe más grande de la ciudad! (O el segundo, después de Balduran el Valiente.) Además, resulta que Adrian «...es... Quiero decir, era...» mucho más anciano de lo que aparentaba: en su juventud, desarticuló un complot que estuvo a punto de llevar a la Puerta a la guerra contra Amn, el vecino reino sureño, y aquello ocurrió hace 115 años. (Cuando le visteis sobre la tarima parecía un hombre fuerte, alto y sano de unos sesenta años, como mucho.) Hay muchos rumores sobre el porqué de su longevidad: que tenía sangre élfica, que tenía sangre divina, que poseía un poderoso talismán, que tenía un pacto con un ser de otro mundo... Ahora probablemente nunca se sepa.

Después de aquel episodio, que le hizo muy célebre en la Puerta, se dice que viajó por el mundo como aventurero, pero al final decidió sentar la cabeza en la ciudad. En Puerta de Baldur, Adrian se unió al Puño Ardiente y rápidamente ascendió hasta tener el mismo cargo que Ravengard tenía hasta esta mañana: el de comandante -o pira, que es el nombre oficial-, sólo por debajo del de general -o mariscal-. El mariscal del Puño por entonces era el duque Nielsen. Entonces, es decir, hace unas cuantas décadas, uno de los cuatro duques de la ciudad, llamado Valarken, intentó tomar todo el poder por la fuerza. Fue derrotado, pero otros dos duques, entre ellos Nielsen, fallecieron. Adrian, ya muy querido por el pueblo, se convirtió entonces en mariscal y, tras mucho insistirle, también en duque. Desde entonces, su cercanía al pueblo y su sensatez hicieron que su popularidad no dejara de crecer.

Por lo demás, Lorna no sabe qué decir sobre eso de que Ravengard -según Rotryn- no pareciera afectado por la muerte del duque: se encoge de hombros. ¿Quién entiende lo que pasa por las cabezas de los grandes hombres de poder y autoridad? Que ella sepa, Ravengard y el duque Adrian no tenían ningún problema, pero... ¿Qué va a saber ella, al fin y al cabo? Por cierto: notáis que quiere irse.

Notas de juego

Podéis preguntar más, preguntar por otra cosa, despediros de ella... Ya sabéis: lo que queráis.

Intento ser lo más agradable posible.

Tu chequeo dice que eres "agradable nivel 8", que no es mucho. XD (Ojo: valoro todo, ¿eh? La tirada, tu descripción de lo que haces... tu piel roja, tus cuernos ocultos, tus colmillos... También el oro de Zhork.)