Partida Rol por web

La fiesta fue explosiva y breve, después de una noche tan horrible y larga la gente se piró a descansar muy rápido, el sol ya había salido y muy pocos permanecían en pie.
No apareció nadie nuevo, sólo se fue yendo la gente.

Tayra abrió los ojos desmesudaramente y de forma involuntaria, totalmente fuera de juego. En su interior algo hizo un chasquido. Sentia la rabia y la impotencia recorrer sus venas como si hubiera sido posible que ella impidiera el sufrimiento de Bones y Lizzie.

De repente, le rodeó la cintura con un brazo y apoyó su cabeza en el trabajado pecho del hombre, dejandose envolver por los latidos de su corazón hace tiempo maltratado y apaleado. Era una especie de abrazo raro, ya que no usó su lado lesionado, pero sentido. Respiró hondo una vez para aplacar su enfado y para tapar la lástima de su semblante. A ella no le gustaba que le mostraran pena, imaginaba que a Bones tampoco.

Solo cuando estuvo segura de tener sus emociones controladas se apartó despacio dispuesta a que él iniciara la marcha hacia el sitio que mencionaba.

- El listillo es el yonki de Lock - dijo con sorna de repente - ¿Quién si no? - rió con suavidad - Pero no es por criticar. Prefiero que sea un listillo a solo un tocapelotas - miró hacia el local un segundo antes de seguir con evidente intención picarona - Bueno, campanilla no es un duende, pero imagino que te serviria igual -

El torso del grandullón era duro por todas sus partes, tal com prometía y su corazón parecía el motor de un 8 válvulas a relentí, suave y constante. Bones a su vez se quedó cortado y te rodeó con el brazo que tenía libre .
Eh... venga vamos.... ¿He dicho algo? dijo desconcertado. Mientras lo abrazabas.
Cuando te soltaste hablando de otra cosa, decidió dejarlo pasar tras una mirada extrañada.
Lock ... ¡ah! Hablas de “esa” clase de listillos entrecomillo con los dedos la palabra esa volviendo al tono de coña Pues me alegro y no me alegro que campanilla no valga... así puedo seguir llamando campanilla a Lizzie(el hada de las balas) Sin imaginar nada raro, pero ahora me he imaginado a un duende irlandes... y esa escena grotesca ya esta en mi cabeza se quejó sacudiendo la cabeza como si se la quisiera quitar de dentro.
Giro sobre si mismo y con su brazo libre te llevó en el giro, fue como si una ola del mar te arrastrara.
Sabes, Lock sería un gran tío, creo, sino fuera por la mierda que se mete, que le hace ser un cretino paranoico, siempre que le veo pienso eso. compartió aquel pensamiento contigo continuando la conversación. Creo que se follo al duende equivocado...

Habían sido muchas las cosas acontecidas durante las horas previas. Aún me costaba un poco tomar nota de todas y de sus posibles consecuencias. Según el propio Tayler aquello había sido un jodido punto de inflexión para la banda. Bueno, el tiempo diría se eso era así. Para mí, saber que los hijos del vodoo estaban fuera de juego por una temporada era motivo de tranquilidad. Aunque la gente a mi alrededor celebraba como si fuese el fin del mundo yo me conformé con unas cervezas junto a Forst y de algunas de las nuevas caras conocidas a raíz de la visita al Totentaz. Me sentía un  poco más cerca de todos aquellos individuos de lo que había estado el día anterior, pero después de unos tragos volvió la sensación de no ser realmente parte de todo aquello. Pensé en la dosis que me quedaba escondida para las emergencias, pero no sentí esa necesidad imperiosa de otras veces. 

Finalmente salgo a la calle para alejarme un poco del ruido y fumar tranquilamente sintiendo los primeros rayos de sol sobre mi barbudo rostro. Entonces recuerdo que aún tengo la pistola que me dejaron ayer. La palpo en mi cintura y no puedo evitar sonreír, a fin de cuentas sigo vivo, y lo que es mejor, me siento vivo. 

Forst se alegró ante la concesión del jefe. Quería alguien que le protegiera el culo en el ayuntamiento. Estaba claro que a Tyler se la sudaba, pero el viejo no tenía los reflejos, ni la agilidad, ni la fuerza del jefe.

Estaba cansado pero no quería perderse lo que quedaba de la fiesta, así que se agenció un buen rincón de la sala, apuró las birras con Lock, y estuvo hablando con los independientes que se habían dejado caer por ahí. Les invitó a unas rondas, y los sondeó. Necesitarían nuevos reclutas.

Quizás ha llegado la hora de hacer una nueva guardia ajena a la mierda vieja.

Y con aquellos Lock se podía sentir a gusto. Sangre nueva con la que no se podía sentir un puto extraño. Fue presentando unos a otros, bromeaba, escuchaba, observaba, maquinaba...

Además de Lock, también estaba Tuercas, con esa pose de hurón y un tipo nuevo. Uno de esos que van a su puta bola. Debía tener sangre india, pues parecía el puto Gerónimo y eso le llamó mucho la atención al dejarse caer en un agujero supremacista como aquel. Eso demostraba huevos. Era un tipo callado, como a él le gustan, y con pinta de saber cortar cabelleras.

Le estuvo comiendo la oreja un buen rato y por sus ligeras sonrisas y por aceptar la invitación a una birra y a venirse con ellos, Forst lo tomó como una victoria. para él el tema de los Primeros Hombres era más una cuestión de actitud que de genética. Tener las pelotas gordas y sangre fría. Arrebatar a los cobardes poderosos lo que corresponde a gente como Gerónimo, por herencia natural. Esa mierda de discursos que calan. El indio sonreía entre sorbo y sorbo de birra. quizás porque le gustaba lo que oía, o porque lo tomaba como un puto chiste. A saber. 

Sangre nueva, el hacker, la novia del jefe y el viejo gruñón. Lo llevamos claro.

Tayra rió con ganas al imaginarse el duende irlandes. Se dejó arrastrar por el grandullón, sintiendose afortunada de poder contar con alguien como él. Porque podia contar con él ¿No? Desde el dia anterior lo veia de otra manera, pero no estaba segura de que él le hubiera perdonado su forma de tratarlo.

Se quedó algo seria mientras caminaban y el silencio pareció envolverlo todo hasta que decidió cambiar de tema para olvidar aquel pensamiento, aunque quizás también para compartir con él lo sucedido.

- Ha venido mi padre... - miró al cielo como si hubiera hablado del tiempo antes de volver a centrarse en el suelo que pisaba - Al parecer es un mercenario, y se junta con...chusma - dijo asqueada - esos cabrones mega implantados. Parece que ya ha olvidado a mi hermana - bufó ocultando su dolor con enfado.

Bones resopló por la nariz. Como si acabaras de decir algo horrible.
Conozco a Bill y a algunos de sus amigos: esos cabrones mega implantados. te confesó Son veteranos, colegas de Henry, un buen amigo mio. te corrigió Y dudo que Bill jamás pueda olvidaros a ninguna de las dos; dejo de ser mercenario y se quitó todos los implantes por culpa de que sus niñitas le tenían miedo cuando volvía a casa, o eso dicen en los bares de veteranos, dicen que era de los mejores. te miró mientras mirabas con escepticismo cuando reconoció que conocía a Bill He preguntado por ahí por quien eras y de donde venías cuando apareciste la primera vez por aquí. añadió defendiendo se de la acusación que todavía no habías hecho.
También dicen que volvió hace un tiempo buscando trabajo, desesperado, aceptando casi cualquier trabajo(pero ya no estaba implantado, ya no lo querían), decía que necesitaba pasta, bueno hay rumores de algunas cosas que hizo, pero no se nada a ciencia cierta(casi nadie lo sabe y yo no daría crédito a nada de lo que dicen)... y un buen día de la noche a la mañana, volvió a dejarlo o lo intentó pero una vez te juntas con cierta gente, no dejan que te vayas así como así. Así que va y viene, de vez en cuando hace un trabajo, pero ya no se suele juntar con los veteranos, así que hay cierta rumorología descabellada alrededor de él.

Aquello dolió como mil demonios. Más que el lacerante y siempre presente aguijonazo de sus costillas. Y ya iban varias veces. Aquel tio sabia como darle en todos los morros. Parecia conocer a todo el mundo y enfrentarte a tus palabras para que te sintieras como una mierda por ser como eres.

- Joder Bones. Sabes donde golpear - cabeceó con furia mientras se apartaba de él enfadada con el mundo en general - ¿Y que coño se supone que tengo que hacer yo? ¿Bajar la cabeza sumisa y aceptarlo porque se preocupó por mi cuando era pequeña? Porque lo único que recuerdo yo son sus gritos, sus órdenes y su estricto control. No queria una hija, queria un chico. Que oye, lo agradezco, porque así he salido con esta mala ostia que no me cabe en el cuerpo - cuando se hubo vaciado por dentro su rostro pareció relajarse y serenarse.

- Lo siento. No queria pagar contigo esto que me come por dentro - se aferró a su propia camiseta, en la zona del pecho, mientras daba un tirón a la tela. - Lo odio por volver y hacerme sentir culpable por no ir a verlos - pero sus palabras ya no encerraban rabia, si no tristeza infinita, porque aquello le recordaba el motivo más importante de no ir a verlos. Ella. Siempre ella.

Bones giro a la izquierda abriendo una puerta de un local en el que no habíais caído antes, era una cafetería sin nada especial, una más del montón, pero el camarero era un puncarra bastante llamativo.
Yo no te digo que hacer, solo te digo que no creo tu padre olvide alguna vez a sus hijas. espero a que pasaras para seguir hablando dentro. Pero yo no culparía a tu padre de como eres, puede que te ayudara a tomar forma, pero como dijo ese escultor italiano... se quedó pensativo ¿ Donatello ? No, era el otro, pero no recuerdo su nombre, decía que la escultura estaba en la piedra antes de que el empezara a trabajar. le fastidio no acordarse. Para una vez que me quiero poner en plan interesante e intelectual... se quejó Bueno a lo que iba: ¿Hizo lo mismo con tu hermana? Seguro que no. te señaló para que lo confirmaras. Mientras se sentaba como diciendo "¿ves lo que quiero decir?"

Vaya.... Dos veces este mes. dijo el camarero sorprendido. ¿Que va a ser?

Solo café, la hambrienta es ella le indicó. Mientras chocaba el puño con él. Al mentarte el camarero se volvió hacia ti.

Tayra se dejó caer en el asiento enfurruñada, pero ante aquella pregunta se quedó parada, mirando fijamente a los ojos del hombre. - te odio por tener razón  - pero no lo decia en serio y se notaba claramente. Suspiró mientras su trasero se bajaba, quedando justo en el borde y dandole aspecto desmadejado. Justo entonces llegó el camarero y le sonrió desde su posición.

- Como bien dice vengo con mucha hambre y no le hago ascos a nada - le guiñó un ojo mientras hizo un gesto con la mano como si le disparara con los dedos. Esperó a que se marchara para volver a inciar la conversación

- A ver si te he entendido bien... ¿Mi padre está bien jodido de pasta?¿Por eso se junta con ellos?¿O lo hace por que le obligan? Porque si es lo último... - su tono habia adoptado un tinte peligroso imaginandose ya los craneos de aquellos tipos aplastados contra el asfalto.

Bien dijo satisfecho al escuchar aquello. Espero que sea verdad. dijo desafiante pero al mismo tiempo de coña, dándose la vuelta y desapareciendo en la cocina.

Bones enmudeció sin saber como seguir... algo no había explicado bien y ahora le daba apuro explicar lo...
... abrió la boca durante un segundo para volver a cerrarla, se hubiera quedado así pero le estabas mirando con cara de exigir una respuesta y no había forma de escurrir el bulto, allí estabas sola con él.Tu padre no esta jodido de pasta, necesitaba la pasta y ahora debe favores a mafiosos; necesitaba la pasta para...volvió a dudar, cosa que te extrañó ...para pagar facturas medicas... en la cara de Bones viste que se había metido sin querer en aquel atolladero y hubiera preferido salir de él sin sacar un tema tan sensible. Los cultivos genéticos de órganos son caros, pero es lo único que ofrecen garantías 100%... Ojala hubiera reunido el dinero a tiempo. Cualquier otro no lo hubiera dicho, hubiera salido al paso con un "no sé" o hubiera desviado la mirada al decirlo. Bones te aguantó la mirada como una roca esperando tu reacción, que por su cara de circunstancias no parecía esperar que fuera suave o comedida, quizá demasiado tiempo con Lizzie le habían preparado para situaciones como aquella. Aunque a esas conclusiones llegarías por ti misma más tarde.

Tayra seguía mirando a Bones sin decir nada y su respiración se habia vuelto más fuerte de lo normal. Y pesada. Se incorporó en el asiento para quedar sentada como una persona normal mientras sus manos se clavaban en sus muslos. Seguía sin pronunciar palabra y sin apartar la atención del hombre que tenia enfrente.

Sentimientos contradictorios luchaban dentro de ella por hacerse el control y por eso apenas movia un músculo. Tuvo que hacer un esfuerzo para comprimirlos todos pues si los dejaba libre no sabría cual ganaria, y no le apetecia ponerse a llorar delante de nadie

- Veo que hiciste bien los deberes - musitó con ironia mientras miraba hacia el cristal de la ventana. Pudo ver su propio reflejo, aquel que creó para no parecerse en nada a ella. A Sira*. Se cortó el pelo tanto que parecia un chico, y ocultó su pelo oscuro con tintes que lo blanquearon. El exceso de pintura negra en sus ojos era el toque final para que no se percibieran los rasgos que compartia con su hermana.

Esperó a que le trajeran el desayuno para empezar a comer despacio pero sin pausa. El estómago se le habia cerrado, pero se obligó a comerlo todo para darle en las putas narices al camarero, como si con aquello pudiera paliar lo que la estaba desgarrando por dentro

El camarero dio dos vueltas, primero con los cafés y luego con la comida, tal como te habían prometido, aquel "desayuno" podría acabar con el hambre en un barrio de la ciudad por si mismo, ademas de estar casi todo frito. Huevos, bacon, patatas, chorizo acompañado con pan y una cómica hoja de lechuga que casi parecía un chiste entre tanta carne.

Cita:

Lo mismo que tú te dijo sin que en su tono o su mirada hubiera censura. Bones se recostó cuando se acercó Jessie, este le fue a decir algo pero al ver tu cara el comentario murió antes de nacer.
Durante un instante Bones estuvo allí, sin decir nada, no cambio de tema, no hizo preguntas idiotas, no trató de hacerse el gracioso de modo inapropiado para suavizar la escena, como hubiera hecho cualquier otro incomodo ante la explosión de sentimientos. Sencillamente se quedó ahí para escuchar si sentías la necesidad de decir algo. Lo único que dijo al ver que no ibas a añadir nada más fue:
No pretendía abrir viejas heridas... y comenzó a tomarse el café ¿Cuando te dijo lo de Barracuda? preguntó tras el segundo sorbo.

Hizo un pequeño parón para ponerse a trocear con las manos la hoja de lechuga y revolver todo lo que quedaba. Le estaba costando digerir tanto colesterol y grasas saturadas pero no se iba a rendir. Cogió una palada con el tenedor, pero éste quedó en el aire. Los músculos de su rostro se contrajeron por un momento mientras colocaba el cubierto al borde del plato.

- Hace poco - colocó el lateral del pie sobre su otra pierna mientra apoyaba la espalda en el respaldo. - Tyler queria que me llevara bien con Lizzie y pensó que así la veria de otra manera. Querria decir que no soy una puta blandengue, que se deja influenciar por historias sentimentaloides, pero en realidad....si - prefirió quedar ella como la débil en lugar de resaltar el sufrimiento suyo y de Lizzie - al menos con mi gente - alzó la barbilla con un atisbo de orgullo, como si lo retara a negar aquello.

Volvió a coger el tenedor y lo alzó como si brindara con él antes de llevarselo a la boca. Si él queria hablar más del tema, ahi estaba ella, aunque no creia que fuera a hacerlo en un lugar público.

Bones sonrió ante tu actitud de forma enigmática, no supiste interpretarlo.
Bueno, no te aconsejaría hablar de esto con Lizzie, aunque dudo que te hiciera nada, salvo mandarte a l amierda, quizás. empezó diciendo. Pero si quieres preguntar algo... aprovecha ahora, saquémonos esta espinita de golpe. hizo un gesto que pretendía decir "tu turno".

Tayra recogió la taza de café que venia con el desayuno y la envolvió con sus manos, meditando sobre la oferta. - ¿Preguntar? Quizás una leve curisoidad sobre tu curación, o la inmensa fuerza de Lizzie... pero más que eso, lo que siento es deseos de reventar la cabeza de ese hijo de puta. A los niños no se les toca. Los niños son sagrados. Y ningún degenerado deberia poder... - su voz se quebró. No podia seguir. Bajó la mirada mordiendose el labio, conteniendo la oleada de dolor que arrasaba su corazón.

Cabeceó con suavidad cuando sintió que su mar interior volvia a estar controlado. Se acabó su bebida y dejó la taza con suavidad sobre la mesa - Creo que es mejor que me marche ya. Me estas amariconando tio - buscó su mirada con una media sonrisa mientras se levantaba - Pero si me necesitas sabes donde puedes encontrarme - metió las manos en los bolsillos traseros de su minifalda vaquera - recuerda que pagabas tú - dijo en tono jocoso mientras se deslizaba en una media vuelta bailada hacia la puerta