Partida Rol por web

Su puta madre, en mi cabeza no entras hijoputa! Es lo que grito para resistirme al intento de acceder al computador de mi cabeza. Pestañéo como si eso me fuese a ayudar, y me centro en la realidad alejándome de la red y los datos que caen en cascada por mis retinas. Salto al coche y piso el acelerador en dirección a la puerta a la que fue Forst, entendiendo que Tayra está bastante segura de que nos van a dejar entrar así que doy un volantazo y le abro la puerta del copiloto para que suba. Si el indio ha sido suficientemente listo habrá subido ya. Me la voy a jugar y a fiarme de ella, aunque me robase el cigarrillo. Había pensado en salir corriendo a esconderme en la linea de acceso que le indiqué para colarse, pero parece que los recién llegados no van esperar a que les den explicaciones si me pillan de camino. El bunker me parece una opción más segura.

Espero que Forst haya logrado que no nos vuelen en pedazos, comento a Tayra al parar el coche a su lado ¿cómo han dado esos pirados con nosotros?

Notaba a sus espaldas la excitación, el movimiento, pero se concentró en la pantallita y en el bunker de su amigo sonao. Forzó los ojos para poder ver en la pantallita.

¡Ei Grigory! Soy yo, Forst. ¿Te acuerdas? Hace años, pero resulta difícil encontrar tu teléfono en la guía. Anda ábreme. Tengo un negocio entre manos que te puede gustar. Se trata de husmear en los secretitos de un corporativo de temas genéticos. No sabemos lo que podemos encontrar, pero quizás algo de lo que tenga entra en tus campos. Ya sabes, hibridación de ADN... No me hagas enrollarme, tío. Aquí fuera no es el mejor sitio para hacer un picnic y la peña con la que vengo empieza a entrarle el canguelo. No son lobos viejos como tú o yo...

Y acaba su frase con una risa cascada, como si compartiera una confidencia.

Os dirigisteis a la entrada los 4 que erais durante un segundo pareció que no pero al final la puerta se abre, tanto la reja como la de detrás, dando paso a una habitación demasiada pequeña para 4 personas y revestida de  hormigón, otra puerta metálica estaba delante. Esa puerta era bastante más manual y estaba cerrada, atrancada desde el otro lado probablemente.

- Cerrad la reja y  la puerta- Dijo el intercomunicador - Rápido- Os insto a la celeridad, pues los saqueadores, chatarreros o como los quisierais llamar se se acercaban. - Y reactivar el campo de minas... - La voz tenía un marcado acento ruso y parecía también marcada pro la edad

- Dos científicos locos en un día¿Que podía salir mal? - Dijo el indio mirando a Forst

- Este es tu territorio -  dijo como si quedara lo suficientemente claro que seguramente rondarian y vigilarian aquella zona de la ciudad como el gato que espera ver aparecer una jugoso ratón y solo se lanza sobre él cuando sea más divertido. De repente le dió un puñetazo en el hombro. Uno que dolía bastante

- Tu puta entrada es un callejón sin salida. Actualiza tu hardware o lo que sea que te han puesto porque ese tunel está vallado - resopló mientras llegaban hasta la guarida del otro Flipy. Lo más rápidamente que pudo hizo caso de aquella voz sintiendo un escalofrío en su columna vertebral ante el añadido del indio

- Como si no fuera esto ya una maldita mina a punto de estallarnos en la jeta - lanzó una mirada a Forst esperando que lograra su objetivo

Mientras Tayra cerraba las dos puertas variso disparos hicieron saltar tierra y  rebotaron contra el granito de la estructura. Al final quedasteis a salvo tras la puerta.

Hubo un instante  de silencio en que os visteis encerrados en aquella ante sala sin saber que iba a pasar pero escuchasteis correr el cerrojo o un pasador al otro lado de la puerta interior y se acabó abriendo ahi había un tipo con una escopeta automática y cara de circunstancias.

- Como me entere que vienen con vosotros, os presentaré a mi amiga - Dijo con en gesto con la escopeta. - Y vuestro amigo indio por grande que sea no lo soportara, así que no me jodáis

Os miró de forma asertiva.

-¿Habéis reactivado el campo de minas? - Dijo volviendo a entrar dejando la puerta abierta

- El último que cierre, joder. - Os ordenó

me masajeo el hombro donde Tayra se ha desahogado... y miro al tipo de la escopeta de arriba a bajo.

Suelta esa puta escopeta si quieres que reactive el campo de minas. Joder. No tengo gans de que me vueles la cabeza por un accidente. No tienes cara de que seas muy fino con esa herramienta, sin ganas de ofender eh? ¿es que en esta ciudad nadie sabe pedir las cosas con un poc de educación? me cago en la hostia, si quieres que esos vándalos drogados de ahí fuera no dejen tu chiringuito como puto estercolero se un poco amable con las visitas, hombre. Creía que Forst era tu colega. No hemos venido a joderte tío, sino a pedirte ayuda y ofrecerte tu tajada por ello. Así que deja esa escopeta y dime si has estado intentando hackearme hace un rato... ya me ocupo de reactivar tu campo de minas, pero espera un poco, hasta que estén dentro. Ya que tienes las minas puestas será bueno ver unos fuegos artificiales. Eso les hará pensarse dos veces acercarse más.

Espero unos instantes mientras saco un nuevo pitillo y levanto las manos exageradamente para que el de la escopeta no se vaya a asustar y me descerraje un tiro. Doy una calada y me concentro en volver a conectarme y desactivar el hackeo del campo de minas como quien deshace un nudo de sus cordones...

A ver, colega... enséñame tu equipo, he oído maravillas de él. Y luego hablemos de negocios mientras los hombres de acción se encargan de tus visitantes sin invitación. ¿hace?

Calma todo el mundo, tercia el viejo. Grigory, ya sabes que nunca me uniría a sonaos como los habitantes del yermo. Prefiero unirme a sonaos como estos, pero te aseguro que no tenemos la mollera tan frita como esos de ahí fuera. Luego se vuelve a Lock, y tú, Lock, no es buena idea insultar a nuestro anfitrion, le dijo, lanzándole un guiño con el ojo que quedaba fuea del campo visual de Grigory. Entendía perfectamente su reacción. Aún le escocía el encuentro con aquel punky del Smash, pero ahora no era el momento de los lloriqueos.

En un momento Lock habrá reactivado las minas y después de convertir en carne de hamburguesa a esos frikis de ahí fuera estoy seguro que te molará ver lo que puede haber en lo que traemos. Como ya te he dicho, es el trabajo de un genético de altísimo nivel, y estoy seguro que podrás ver conexiones con campos que tú dominas y nosotros desconocemos. Ya sabes, todas aquellas mierdas de la que siempre me hablabas. exobiología, hibridaje de ADN...

- Las minas, ya. - Dijo seco como comer arena y luego añadió de una mala leche palpable una explicación que creía que no debía dar. - Cuando el primer vehículo llegue no frenara, tirará una especie de pala tras de si para abrir un camino en el campo de minas, arrastrando las tras de si y se estampara contra el hormigón, luego si las minas estallan abrirá un agujero y sino las harán estallar ellos. - Su mirada decía que unas palabras diferente a "si" pondría punto final a cualquier tipo de trato con este tipo.

Estaba claro que no compraba una mierda de lo que decía forst

Pasaron. Aquellos desgraciados quedaron atrás y la joven pudo sonreir victoriosa, celebrando como siempre cada éxito conseguido, sin importar los obstáculos que pudieran continuar más adelante. Tayra entró detrás del hombre con andares resueltos, como si estuviera en casa de un amigo, observando todo a su alrededor y escuchándolos a la par, pero sin meterse en la conversación de chalados, pues no entendia una puta mierda, sobre todo aquella palabrejas que usaba el reclutador, a las cuales dedicó una ceja levantada entre asombrada e incrédula

Cuando todos estuvieron dentro cerró, tal y como había pedido Grigory y se paró delante de éste estirando una mano con desparpajo - Como te dije antes soy Tayra - no creía que le fuera a responder el saludo, pero al menos que viera que no escondia nada en las manos y que iba de buena fe - Y gracias tronco. Si nos llegan a pillar... -

Tayra dio unos pasos dentro del sitio mirando alrededor, la verdad es que no parecía gran cosa, paredes de hormigon desnudo, tuberías y cables sobre sus cabezas, a su derecha una habitación con un sofa y una tele, a la izquierda un espacio que parecía más de oficina que de otra cosa y que podía hacer las veces de cocina y el pasillo se perdía hacia el fondo.

Las palabras desenfadadas de Tayra relajaron levemente al colega de Forst, que volvió a insistir en que activara las dichosas minas.

Ya  está todo activado, otra cosa es que vayan a explotar... cualquiera sabe desde cuando lleva eso puesto ahí fuera. Volviendo a lo importante y hechas las presentaciones, ¿no vas a dejar usar tu hardware o qué?

Mi rostro refleja claramente el ansia por ver el supuesto equipazo que Forst ha dicho que tenía este tipo... ardo en deseos de anticiparme a Heisenberg aunque sólo sea una vez. Desencriptar su jodida agenda puede ser un puto as en la manga. Sólo me falta babear.

Tayra resopló mientras lanzaba una mirada asesina hacia Lock - Esos putos modales, coño - dijo evidenciando que ella no tenía ninguno, pero estaban ante una bomba que nunca se sabía cuando podía detonarse.

- Perdonale, es que se cayó de cabeza al nacer y se ha quedado así - puso los ojos en blanco antes de juntar las palmas de sus manos delante de su pecho, pero con los dedos apuntando hacia el frente - Porfavor. Necesitamos que nos ayudes. Forst te explicará mejor por que a mi eso de la biología... no me va mucho... -

El hombre miró a Lock un instante hasta que se escuchó una detonación y unos aullidos de dolor.

Miró al indio, que por su pinta supuso que sería quien contestara.

- ¿Alguno sabe usar una M-50? En el piso de arriba tengo una tronera con una de esas mozas instalada, igual vale para proteger vuestro coche, antes de que se desahoguen con él.

Luego se volvió a Forst

- ¿Por que me vienes con tus nietos? Imagino que lo de la biología es un sarcasmo. ¿De que Hardware habla?

- Vomitar plomo sobre cabrones es algo que me puede alegrar el día - Dijo, os miró para comprobar que estabais bien y de acuerdo con aquello - Pero primero baje el arma. No le voy a dejar con ellos encañonados.

Grigory bajó el arma algo más relajado

Sonrie para sus adentros ante el intercambio de frases entre Tayra y Lock y cuando Turok comenta lo de ir a acribillar a los tarados del yermo le dedica una tímida sonrisa y un golpe en el hombro.

Ve,colega, y haz que se acuerden de hoy.

Luego centra su atención en su viejo amigo, que desde luego no se le ve muy dispuesto a compartir sus cacharritos.

- Me hace sentir joven rodearme de nenes. Deberías probar. Estar tan solo, rodeado de sonaos gourmets de carne humana, no debe ser muy sano a la larga. - Luego recuerda las minas y la M-50 y sonrie.- Aunque tiene sus distracciones. Sería divertido poder escuchar las historias que deben de contar los locos del yermo sobre ti.

Después, al recordar la pregunta sobre su hardware se encienden sus alarmas. Han pasado años, y quizás ya no tiene ese equipo... Aunque si fuera así no tendría sentido seguir en aquel agujero, que es como vivir en una destilería rodeado de borrachos.

Ya sabes de que hardware habla. La gloria de tiempos pasados. Dice con precaución, no fuera el caso que quisiera que aquello fuera un secreto. Supongo que sigues teniendo el ejército de dispositivos zombi más extensa del mundo.

Mientras Forst habla se desplaza hasta él con soltura y se coloca a su lado, brazo contra brazo, pero su rostro le mira a él. Siempre le ha caido bien el viejales. Muy bien, de hecho. Sus ojos brillan divertidos pero también con algo más. Finalmente termina de girarse hacia él y le coge la barbilla con dos dedos para poder estampar un sonoro beso en su mejilla.

- Me encanta como hablas - se vuelve hacia Grigory - ¿Era así de joven? Te doy 20 pavos si me cuentas aventurillas vuestras de la infancia - hablaba con despreocupación, como si fuera no estuvieran esperandolos para apalizarlos. Seguramente porque esperaba que el indio les diera su merecido.

Vuestro amigo Indio subió escaleras arriba y le perdisteis de vista, tras unos instantes empezasteis a escuchar el estrepito de los disparos.

Mientras Grigory dejaba la escopeta y os miraba.

- Veinte, no suelto prenda por menos de 100 y eso es una ganga. - Dijo mirando a la chica.  - Cien pavos y te cuento lo de la chica de México con la que se fugo, es toda una historia y sin sus mentiras la historia es todavía mejor.

Luego se volvió a  Forst

- ¿Mas grande del mundo? - Rió desdeñoso - Vieja gloria lo define mejor. - Añadió - ¿Para que queréis mi Hardware? Es justo que sepa en que queréis meterme

Le pilla por sorpresa el beso de Tayra. Es una buena chica. Joder, y después de conocer a su familia, más. Le gustaría, en lo íntimo de su ser, que volviera con ellos y tuviera una puta vida normal. Aunque no parece que ella quiera eso.

Con el tiempo cambiará... Y él espera poder estar allí para ayudarla cuando ella quiera dejar el mundillo.

Eh! Se queja ante la respuesta de Grigory. Maldito cabrón chivato. No te creas una puta palabra de este ruso loco. No voy a negar eso de Teresita, joder! Joder con Teresita... Y se queda pensativo, recordando...

Vieja gloria, como nosotros. Suelta, como respuesta a su comentario sobre el equipo, con una carcajada cascada. Aquí el guaperas de los juguetitos, espeta, señalando a Lock con el pulgar necesita un equipo potente para hackear los datos de un mandamás del mundillo de la genética. Markus Heisemberg. Aunque no sé si es un alias. Ese cabrón debe de tener muchos secretos sucios en su equipo.