Partida Rol por web

Salir del territorio de los inmortal fue tan tranquilo como entrar, pero menos tenso, volvisteis sobre vuestros pasos y nadie hizo mas preguntas.

Traspasasteis la barrera atrayendo miradas curiosas, pero sin ningún susto, aunque la tensión os acompañaba. Mientras y no el trio calavera debía reunirse con los topos y salir del territorio, así que tampoco podíais asegurar haber conseguido el objetivo, volvisteis sobre vuestros pasos hasta el territorio de los portadores, y allí esperasteis un par de horas hasta ver aparecer a tuercas con una furgoneta.

En aquel momento os quedo por decidir quien lo acompañaba.

Tuercas bajo de una furgoneta un tanto desastrada, bien mantenida, pero le hacía falta una mano de pintura y habían sido añadidos algunas piezas que debían ser de otro vehículo y un par de placas de blindaje sin demasiado sentido de la estética..

- Tenemos una sorpresa para vosotros... venid con nosotros. Tyler and company están bien. - Marcó un nº de teléfono y se lo tiró a quien tenía mas cerca para que lo atrapara. - Compruébalo.

El conductor era uno de esos maromos que le habían acompañado antes.

Habian vuelto con mucha facilidad y aquello, después de los últimos dias era muuuuy raro. Así que ese par de horas que tardó Tuercas en asomar el morro la pusieron de los nervios. Tras cambiarse de ropa* se paseaba por la zona como un guepardo enjaulado, de un lado a otro, fumando un cigarro tras otro cuando habia pasado la media hora en la que no habian llegado aún.

Si alguien le hablaba respondia con algun gruñido, y de vez en cuando también lanzaba miradas de reojo a los que estaban con ella. A saber lo que se le pasaria por la mente, pero en esos momentos no parecia feroz sino más bien... ¿recelosa? ¿preocupada?

En cuanto vió la furgoneta se acercó a paso vivo para abrir la puerta con cierta agresividad y dejar que el joven bajara. no dijo nada, solo una mirada intensa clamando por respuestas. Cuando lanzó el móvil lo cogió al vuelo y se lo llevó al oido tras mirar el aparato un segundo.

Aproveché el viaje para dormir un poco, se agradecía la tranquilidad de la vuelta, tanto estrés no era sano, estar nervioso porque podía caerte un misil en la cabeza era improductivo. El estrés nacía del cansancio y se alimentaba de él, un círculo vicioso circadiano.  Hacía que  cometieses errores, que disparases a tus compañeros y que tardases unos instantes de más en echarte a un lado cuando te disparaban.  Y así, relajado, mascando chicle, veía pasar a de un lado a otro a la jefa, nerviosa como una mona, una mona muy mona, eso sí.

Espera, Wilder. Yo lo cojo -dije, intentando adelantarme, aunque Tayra ya lo tenía en las manos. Me sonaba a trampa, a secuestro "Compruébalo" ,no me gustó cómo sonaba.  Y Tayra ya estaba bastante nerviosa como para enfrentarse a algo así.

Justo cuando el móvil tocó su oreja Marcus habló. Aún sonaba al otro lado el pitido de llamada, así que bufó y se lo lanzó de vuelta. Realmente estaba demasiado exaltada como para ponerse a hablar a saber con quien....

- Buenas ¿Quien está ahí? - Preguntó la voz que Markus recordaba del gigantón. Sonaba tranquilo, aturdido y algo impaciente por escuchar el cambiar de manos del aparato sin recibir uan contestación.

Hola,¿quién eres? ¿Eres Bones? - contesté mucho más comunicativo de lo normal. Pero es que hablaba para Wilder también. - Al habla soldado Lioffmann, ¿Por qué no habéis llegado todavía? ¿Cuál es el problema? Habia miles de motivos para haberse retrasado, no era para ponerse nervioso..pero claro, si había parejitas por medio, la cosa cambiaba de tono.

- Estamos bien, muy cerca, pero no podéis venir desde donde estáis, el edificio derruido os lo impide, tuercas os traerá por otro camino. - Dijo la voz profunda de Bone al otro lado de la linea - Si vienes hablaremos pronto. Dile a los demás lo que te he dicho. Taira sabe que tuercas es de fiar.

¿Y por qué no podéis vosotros venir por ese otro camino y tenemos que ir nosotros?   Suspiré, era una putada -​​​​Vale, déjalo. Ya vamos. Colgué el teléfono con algo de dificultad, la pantalla no reconocía mis guantes, y me acerqué a Tayra para dárselo en mano.

Dice que están cerca, que no podemos ir desde aquí por el edificio derruido - murmuré, no quería que tuercas nos oyera. -Que tú sabes que tuercas es de fiar y que él nos llevará por otro lado...Hago una pausa,no me gustaba hablar tanto, tendría que hacer dejado que Wilder cogiese el teléfono. -​​​​​​Ha dicho...'Si vienes, hablaremos pronto' ¿Quién habla así de mal? ¿Es alguna parida en clave? No me gusta...jefa.. huele a trampa.

Estoy de frente a Tayra, con la furgoneta de Tuercas a mí espalda.  Sólo la jefa pudo darse cuenta de que acababa de quitar el seguro de mi arma.  

Rió bajito al escuchar el comentario sobre la forma de hablar de quien fuera que estuviera al otro lado, sobre todo si era Bones. - Pues alguien criado en las calles de mierda en las que vivimos - su timbre de voz era desenfado e informal. Adelantó un paso cuando el barbas se colocó delante suya - Tuercas es de fiar - su mano fue a la mano de él, tranquila, calmada... mientras alzaba el rostro para que sus ojos azules se clavaran en los de Markus de manera confiada

- El subsuelo es peligroso y solo los que viven allí saben como desplazarse por alli abajo y esquivar las trampas y los enemigos que hay - esperó confirmación por su parte de que lo habia entendido antes de retirar la mano de la del hombre.

-Mmm..- mantuve la mirada de Tayra unos segundos. Parecía convincente, pero había mucha gente convincente por ahí.  Al final todo se simplificaba mucho si te limitabas a obedecer órdenes. 

-Vale, jefa. No quité el seguro de mi arma y me calé la gorra blindada. En un tiroteo contra armas ligeras podía aguantar suficientes disparos como para devolver unos cuantos miles de agujas Gauss antes de palmarla - Me fío de ti, Tayra. - añadí y me giré hacia tuercas.  Creí que era algo que debía decirse aunque no hacía falta en realidad. Se me notaba.

- Bien... - Dijo el chaval - ¿Así que este mercenario enorme y armado hasta los dientes me tiene miedo? - Dijo Tuercas hinchandose como si fuera un pavo real. - No te preocupes, a mi tampoco me hace ilusion estar haciendo de taxista. - Bromeó.

- ¿Entonces decidido, os venís? ¿Quienes? ¿Todos?

Discutisteis quien iba y quien se quedaba, Hank iría por que quería hablar con Lizzie, Taira también, por supuesto, Markus estaba en el ajo. ¹

Al subir a la furgo, en la parte de atrás, desde donde estabais apenas veias por donde ibais, no tardasteis en meteros por un tunel y quedar todo a oscuras salvo un radio de luz que alumbraba el camino al conductor, no sabíais comose orientaba, era como si conociera el camino por costumbre o memoria, mas que mirar por donde iba.
En menos de 15 min entrasteis en una galería amplia que tenía travesaños como si fuera una via de tren, eso hizo que el conductor aminorara mucho y fuerais sintiendo unos baches enormes.

Al final llegasteis ² a algun punto en concreto, era una galería enorme. Tayra ya había estado aquí, reconoció la galería por aquella cosa enorme cubierta por una lona en el centro. Parecía un transporte de algún tipo.

Según bajasteis del coche Tyler y Lizzie se acercaron a hablar con vosotros

Subió con gracia al coche, en la parte de atrás. Se sentó al lado de una de las puertas, con las piernas juntas y estiradas y los pies colocados entre el espacio existente de los asientos delanteros. Llevaba un cigarrillo apagado entre los labios y jugaba con un mechero que habia encontrado en el "cajón" de la puerta del coche pero sin llegar a encenderlo

- ¿Que llevan esos chicles? - preguntó divertida mirando a Markus - ¿Eres de aquí? ¿Por que nos buscabas? - ladeó la cabeza ligeramente repantigandose mas en el asiento lo que duró el resto del viaje. Confiaba en Tuercas y sabia el porque no se veia un carajo.

Llegaron y se encaminó hacia los dos que esperaban por ellos. - ¿Todo bien? - la pregunta iba en general, pero sus ojos estaban fijos en Tyler.

Esta vez no aproveché para descansar.  El camino a oscuras a través del subterráneo sin escáneres, sin infrarrojos, confiando en los instintos de un 'Tuercas' que tenía la típica pinta de esos que te llevaban a una encerrona, me hacían estar bastante alerta.    La voz y la actitud de Tayra eran, por el contrario, bastante desenfadadas. - Mnf - gruñí y solté un largo suspiro, no me quedaba otra que relajarme. Afortunadamente era tremendamente bueno en eso.

-​​​​​Son chicles de codeína - Clavé mis ojos en los suyos, queria averiguar cosas de mí y empezaba por los chicles. Bien, sin problema. -​​​​Pero necesitas receta para éstos.  Mi despido de Wayland incluía medicación crónica y un bonito cheque, pero a cambio, me dejaron claro que demandarles podría ser peor que la guerra.

-Soy de Germania - no era eso lo que quería saber, pero se lo dije igualmente. Era lo que quedaba de la antigua Europa.  -Pero llevo años dando vueltas como mercenario.  Trece años - Sonreí, eran muchísimos años evitando síndromes, cáncer, irradiaciones y trastornos psíquicos.  -Buscaba algo más tranquilo y ví en las noticias lo del ataque que sufristeis..  Luego averigüé que eres la hija del famoso Wilder y pensé que necesitaríais gente y que pagaríais bien.

Tan pronto empezamos a aminorar me dediqué a mirar por encima del hombro de Tuercas.  El vehículo tapado debía de ser alguna clase de tren subterráneo, era un sitio magnífico si pertenecía a la banda.  Bajé, en silencio, tras Tayra.  Observando, analizando..

Subo al coche y los acompaño, siempre en silencio, el teléfono me da igual, mi investigación era otra, por lo pronto solo quería salir de aquel sitio.

Hank se mantuvo siempre "cerca" de Lizzie aunque no lo suficiente para ser molesto, hizo lo posible por no quitarle ojo, aun tenia mucho que averiguar.

- De fabula - Dijo Tyler acercándose para agarrar a Tayra por la cintura y robarle un beso. - Sabes, hoy he besado a un policía, besaba de forma muy parecida a ti - Bromeó haciendo referencia a la armadura que llevaba en el territorio de los inmortal.

- ¿Y vosotros dos quienes sois y qué queréis? - Dijo tras un instante que le dedico por completo a Tayra. - ¿Creo que os debemos algún tipo de favor por estar dispuestos a meteros en ese lío en que os ibais a meter por buscarnos, no? ¿Pero por que alguien haría algo como eso? - No había agresividad en sus palabras, ni suspicacia, el tipo demostró habilidad para plantear su inquietud y curiosidad como eso y dejando al lado cualquier tipo de mal rollo.

Los que miraban alrededor podían ver un cadáver fresco, no mas de un día que presentaba quemaduras de algún tipo como si un laser lo hubiera frito. Tayra reconoció a Pete, ese tipo diplomático que estaba qui la última vez que había bajado.

Mientras tanto Lizzie abrazó y despeinó al jovencito que os había traido hasta aquí.

- No tuve que patearles el culo para traerles... - Le dijo a Lizzie - Con miel se consigue mas que con el mata moscas. - Explicó hablando exclusivamente con ella.

- ¿Veritas sigue por aquí? Quiero verla, tiene que ser una pasada. - La emoción en la voz de tuercas fue palpable. Lizzie le indicó un pasillo con cierto fastidio que desvaneció esa sonrisa genuina que tan pocas veces había visto quien la conocía de largo. Y Tuercas se fue de allí al trote a ver a esa tal veritas.

Pero se detuvo a medio camino dándose cuenta de algo y antes de marchar se dio la vuelta para decirle a Lizzie .

- Sigues siendo mi favorita, sé que solo es una tostadora con cables de más. - Se mostró adulador y cariñoso de una manera fraternal con ella y sorprendentemente surtió efecto, por que ese gesto de fastidio desapareció, con un gesto por parte de Lizze que fuera a verla. El no perdió mas tiempo y fue en la dirección indicada.

Retiró el pitillo de sus labios para hacerlo rodar entre los dedos de su zurda - Pasame uno de esos chicles, anda... - le dijo a Markus alargando su mano extendida, la diestra. Si se lo daba, lo guardaria en uno de sus pequeños bolsillos de sus negros shorts, por si más adelante le apetecia probarlos.

De nuevo Tyler la sorpendió tomandola de la cintura y besándola delante de todos.

- Joder jefe, no seas empalagoso - y aunque le apartó de ella, se veia a leguas su sonrisa y ese tono que indicaba que no lo decia en serio y que le habia encantado que hiciera aquello. Aunque hubiera gente mirando. Aunque pensaran que ella solo era una trepa más. Tras lo vivido en esos dos últimos dias, sabía que habia momentos que nunca volvían y que se podian perder para siempre en el tiempo.

Iba a presentar a los desconocidos, pero dejó que ellos mismos tuvieran aquella oportunidad, aunque Markus ya le habia explicado su motivo antes. Acomodó su brazo sobre el hombro de Tyler mientras cruzaba un tobillo sobre su otro pie, esperando.

Le pasé uno de los chicles, claro.  Cuando no pudiera dormir por estar nerviosa, o enamorada, o porque le hubiesen machacado la rodilla, le vendrían bien.

Tras unos de esos momentos a los que ya me empezaba a acostumbrar,  Tyler se dirigió por fin a mí.  La había cagado pensando que Tayra era la líder de la banda y ahora tenía que justificar haber trabajado gratis.  Odiaba tener que repetirme dando explicaciones

-A ver. Pensé que necesitabais peña - dije, con gesto aburrido - Pero si es que no, hacemos que ésto ha sido un contrato de prueba, me pagáis y me largo.