Partida Rol por web

Otro relámpago surca el cielo plomizo. Los cinco supervivientes luchan por su vida. Charlie cae y se rompe la pierna mientras es acosado por seres retorcidos. Ana Vixen corre descalza con arma en mano y trata de proteger al indefenso compañero con gran valentía y coraje. Bedford también apuesta por lo mismo que la artista y apunta con su arma. El viejo profesor queda rezagado pero opta por perderse en la extraño paraje buscando salvar la vida. Finalmente Rowan corre con la criatura titánica a su esplada

Rowan echa a correr, pero el pánico le hace resbalar. Histérico, se esfuerza por levantarse y huir lejos del terror que le acosa ...

La enorme criatura de zarzillos metálicos avanza implacable sobre un Rowan aterrado que se siente indefenso ante tal amenaza. La criatura agita sus tentáculos arrastrándose por los escalones dejando una sustancia negruzca a su paso. Rowan grita y se incorpora pero la criatura agarra al diletante con sus tentáculos, clavándose sobre su piel. Rowan vuelve a gritar.

Con una fuerza nacida de la desesperación Rowan patalea y golpea a la criatura intentando zafarse de sus horrendos apéndices tentaculares mientras grita desesperado.

walter dispara, pero la bala parece no obecerle... Sigue bajando para acercarse un poco.

Ezequiel no paraba de oír los gritos de Rowan, seguro que lo habrían cazado ya aquellos seres deformes, o el que vieron en la caverna, tampoco necesitaba seguro saberlo.

Lo único que tenía en su cabeza era la huida, escapar de esa muerte, alejarse de cualquier ser vivo sea terrenal o no.

Ana, desesperada, encañonó a la criatura que acorralaba al maltrecho Charlie, y apretó el gatillo.

- ¡Muere asquerosa! - gritó, con lágrimas en los ojos, mientras su arma rugía con el primer disparo.

Charlie grita tratando de alejarse de aquel ser deforme que trata de atraparlo mientras puede escucharse unos disparos. Una de las deformidades se inclina sobre el aterrado Charlie que sujetando su pierna rota trata de apartarse. Una babosa boca deforme, que está colocado en el lugar en el que tendría que estar la frente, se aproxima y unos brazos deformes atrapa la pierna sana del desafortunado. Entonces suena un disparo que impacta la criatura. Esta parece no afectarle, pero al menos se ha detenido para girar torpemente y observa a sus agresores. Tres más surgen de la oscuridad y tratan de agarrarle también. Se zafa de dos pero el tercero consigue agarrarlo y lo gira para hacerle caer. Charlie grita de dolor y cae golpeándose la cabeza, de su frente mana sangre. Su visión se desvanece y siente desmayarse, aguanta y trata de levantarse.
Por otro lado, Rowan trata de huir de la titánica criatura que se cierne sobre él proyectando su amenazante sombra. Los tentáculos atrapan de nuevo y levantan al diletante por los aires. Numerosas heridas comienzan a sangrar, su cabeza se tambalea, apenas es capaz de mantenerse consciente. Si se desmaya, no tiene posibilidad alguna. Hace un esfuerzo por debatirse y apelando a su fuerza de voluntad trata de liberarse para correr.

Todo estaba siendo borroso con tonos rojo oscuro. Al menos eso es lo que veían mis ojos cuando la sangre de mi frente broto sin control tras el golpe contra el suelo, que me propino aquella criatura.

Ya no quedaba tiempo para el terror y los gritos. Solo había tiempo para temblar y arrastrarse. Pero con una pierna rota. la cual sentía como si la desgarrasen una y otra vez tan solo con moverla, no me ayudaban a pesar con claridad. Y los gritos de mi alrededor... algunos metálicos, fruto de las armas, otros babeantes, procedentes de las fauces de mis atacantes y sin saber si podría salir o no de allí.

El cuerpo me pedía huir de allí, pero sin ayuda no podría hacerlo. ¿Donde estas hermana?
Ese era mi único pensamiento al que me aferraba, atrás quedaron mi metálica amante llena de licor o mi mala suerte. Todo estaba olvidado sin con ello podía salir con vida. ¿Donde estas hermana?
Palpaba mi cuerpo con una mano, mientras con la otra intentaba arrastrarme y alejarme de allí y por fin encontré el premio, mi viejo martillo el cual levante contra las bestias a modo de crucifijo, agitándolo a su alrededor, interponiendolo entre sus dientes y mi cuello. Mientras que continuaba desesperadamente alejarme de allí.

No sabes si te están siguiendo o no. Parece que Charlie y los disparos de Ana y Bedford atraen a esas cosas retorcidas. Huyes despavorido por entre construcciones extrañas de color gris plomo, en consonancia con el cielo. No te detienes a razonar y sacar conclusiones, sólo corres. No te paras a pensar que esas construcciones no están hechas por ningún ser vivo, ahora te importa poco. Tu capacidad de analizar se ha evaporado, sólo resta huir de ese lugar. Te detienes respirando pesadamente, nadie te sigue. PErmaneces escondido tras un extraño arco buscando refugio tras una columna. Respiras pesadamente. Tus pensamientos están confusos, no sabes que les ha pasado a tus compañeros y te importa bien poco. Sólo esperas cerrar los ojos y cuando lo abras, todo haya desparecido y despiertes en la cama de tu dimituto apartamento entendiendo que todo es un sueño. Cierra los ojos y cuando los abres...todo permanece igual

Desesperada, Ana vio como su arma apenas causaba rasguños en la piel de la criatura. Contuvo un sollozo, para a continuación exhalar un grito. Continuaba acercándose a la criatura y a Charlie, quién sangraba profusamente por la frente, en medio del caos que lo gobernaba todo.

- ¡NO! - gritó, desesperada, en un último intento por mantener la fe que se deshacía en el aire a cada instante que pasaba.

Por fin, apretó el gatillo de nuevo, sintiendo el rugido del arma entre sus dedos.

Inexplicablemente Rowan se mantiene consciente a pesar de que siente que debe tener algo roto y la sangre fluye por sus múltiples heridas.

- ¡¡SOCORRO!! ¡¡AYUDADME!!

Walter se acercó lo mas posible a la criatura que estaba sobre Charlie. Tal vez aún podían salvarlo, pero pocas chances tenían. De lo contrario deberían correr para huir de allí. Pero... adonde huir?

En la carrera de Ezequiel observa estructuras casi imposibles en las civilizaciones actuales, pero no le llama nada la atención, se encuentra sumido en un estado casi catatónico. Escucha de fondo disparos provenientes de sus compañeros con la intención supone él de matar a esa monstruosidad.

Se detiene al lado de lo que parece una columna, reposa la espalda y se sienta en el suelo, esperando que todo termine y esto tenga un buen final.

Las fuerzas parecían abandonar a Rowan, que apenas se mantenía consciente.

Girando la cabeza, mumuro:

- Ginebra, solo una piedra de hielo, Rick.

Y sonrió como si su mente empezase a abandonar su maltrecho cuerpo en esa situación desesperada para recordar otros momentos más felices.

Mientras que el profesor desaparece aprovechando la distracción de los devoradores atraídos por el pobre Charlie que es asaltado por estas retorcidas figuras, parodias de seres humanos, Ana y Bedford tratan de mantener alejadas estas criaturas con balas. Un grito desgarrador surge de lo alto, con horror pueden observar como Rowan es despedazado por los zarzillos metálicos de la criatura titánica, lo ha despedazado y emitiendo un rugido aterrador parece que se dispone a reptar para descender desde lo alto. Sangre, miembros y vísceras se extienden por doquier.

Los disparos de mis improvisados compañeros eran lo suficientemente buenos para para distraer a esas criaturas y seguir mi cometido: salvar la vida.

Entre los pinchazos de dolor que llegaban de mi pierna rota y la copiosa sustancia que salia de mis orificios nasales, presa del mayor de los pánicos, me mostraban que todo lo que mis ojos estaban viendo era real.

Atrás quedaron las calles y las noches frías de invierno, todo esto era mucho peor, ¿Pero si pensaba que mi vida era tan mala, porque no me dejaba atrapar? Era obvio la supervivencia humana, el sentido de prevalecer sobretodo. Eso es lo que me hacia moverme y continuar. Por lo que aun con mi martillo en alto esperando a ser la cruz del vampiro para esas bestias, aun me aferraba a mi vida arrastrándome lo mas lejos posible de allí. Ajeno a los disparos, al ultimo grito de uno de nosotros o al propio dolor.

Ana echó un vistazo momentáneo atrás, sintiendo un nuevo escalofrío al ver cómo la inmensa criatura que les perseguía despedazaba a Rowan. Gritó de nuevo, llevada por la desesperación, y comenzó a sentir la imperiosa necesidad de salir de ahí.

- No. - Se dijo - Aún no.

Con lágrimas en los ojos, empezó a correr de nuevo, pensando en que quizá podría ayudar a Charlie a salir de ahí. Cegada por una fuerza nacida de su interior, una compasión casi enloquecida, corrió hacia él, tratando de eludir a las criaturas que le rodeaban que parecían barbotear, como hambrientas.

La gran criatura bajaba ahora a por ellos también. NO había mucho que hacer. Walter frenó a Ana tomándola del brazo. Negó con la cabeza.

- No hay que puedas hacer por él. Corre, aléjate hacia... Quería decir la selva, pero ya no sabía que había mas allá.

Miró para arriba y comenzó a ascender. Si podía rodear al monstruo y entrar en la cámara nuevamente tal vez en contrara una forma de frenarlo. ¿Estaría allí el famoso libro? Si no, aún le quedaban balas. Una sería para su cabeza.

Ana rechazó el brazo del profesor y se acercó a ayudar al pobre Charlie que a duras penas había evitado caer bajo esas criaturas. Dos de los compañeros habían sucunbido y Bedford miraba hacia lo alto del zigurat. ¿Habría una oportunidad de salvarse? ¿Estaría allí el libro? ¿Sería la clave? Fuera lo que fuera tenía que tomar su decisión, parece que la situación requería una rápida reacción. La titánica criatura se deslizaba zigurat abajo.