Partida Rol por web

Hudson solo tuvo tiempo de ver como el tipo corría y Sam salía detrás de él.

Esta vez no te vas a escapar.

La mano aún le dolía, pero las piernas las tenía en perfecto estado. Alcanzaría a ese hijo de mala madre.

Deténgase, no nos obligue a disparar.

Mientrás corría apenas oí la voz de Peter, pero aún así me dió tiempo a recomendarle.

-COJE EL ARMA DE ESA LOCA

Salís de la casa rápidamente, Ambrose os lleva mucha ventaja pues cuando vosotros estais a los pies de la colina el ya está llegando arriba de la misma. Peter corre a unos metros por detras vuestra sosteniendo la ametralladora Thompson como un peso muerto mientras resopla. 

Maldita sea le estoy perdiendo...espero que Hudson le alcance...malditos zapatos....

Oyendo jadear a Peter a mi espalda*a causa de la herida siento cómo me hierve la sangre y furiosa, acelero el paso

Hudson se animó al ver que recortaba algo de distancia con aquel tipo, pero todavía estaba lejos tenía que seguir esforzándose más.

Vamos Joseph corre.

Iba en cabeza persiguiéndolo, no podía fallar ahora, no tan cerca.

Tanto Hudson como yo nos ibamos acercando al tal Ambrose...ya quedaba poco y estaba empezando a notar que me fallaban las fuerzas pero aún así seguía corriendo. Estabamos tan cerca

Al llegar a la cima de la colina veis como Ambrose se oculta tras unas rocas, pero al acercaros ha desaparecido. En su lugar hay una estrecha abertura en el suelo con unos empinados escalones que bajan hacia la oscuridad. Mas allá de los tres primeros escalones no se ve absolutamente nada, pero podéis oir claramente el llanto del bebe dentro de aquel agujero...

Sigue por aquí. Vamos a tener que bajar. Peter cúbrame.

Dicho esto Hudson empezó a bajar por aquella escalera con la mayor cautela que le permitían las prisas por coger a aquel tipo. Ya no le importaba la lluvia, ya no le importaba el frío, ni el dolor de la mano, ni el cansancio por la carrera. Solo quería cogerle.

Te cogeré.

Espere -digo agarrandole del brazo.- Puede estar escondido y no podemos usar las armas ni atacarlo a la liegera si tiene el niño. Debemos obrar con precaución

Un escaolfrío me recorre la espalda.

Bajo tierra....

Justo cuando iba a bajar Samantha agarró del brazo a Hudson.

Lo único malo es que se nos va a escapar. Nosotros estamos sin luz y el tampoco tiene. No nos puede sacar tanta ventaja.

A pesar de lo que dijo Joseph no estaba convencido de ello. Bajar a oscuras supondría una clara desventaja, además, si no se despeñaban por las escaleras por la falta de luz, puede que una piedra sí lo hiciera. Sin duda conocería aquel lugar.

Los tres investigadores bajaron a tientas en la ocuridad, palpando las paredes que había a su alrededor. Notáis extraños grabados dibujados en las curvas paredes de la cueva, que se asemeja a un pozo que desciende en espiral. El aire está frío y, aunque resulte extraño, huele ha incienso. 

Mas abajo escuchais los pasos de Ambrose y el llanto ahogado del bebe.

Hudson, digo siguiendole puedo conseguir luz, pero no estoy segura de que eso fuese una ventaja para nosotros...El nos vería claramente y podría dispararnos en caso de que vaya armado. sonrío torvamente en la oscuridad Ya sabe que no me gusta reconocerlo, pero usted está más habituado a estas situaciones. ¿Quiere luz?

Luz, ¿de qué tipo tiene luz y cuánto tiempo pensaba guardarse esa información?

La verdad es que la luz les ayudaría a bajar, pero delataría su posición en un segundo ... Hudson guardó su pistola, de poco le servía sin poder ver, se quitó el sombrero y encendió una de sus cerillas, con mucho cuidado de taparla con el sombrero y que la luz no saliese hacia el centro de la espiral.

Con esto por lo menos podremos hacernos una idea de lo que estamos bajando.

Bueno, y su luz señorita Clarkson.

El camino parecía continuar un poco mas, aunque tras un recodo mas adelante parecía haber algún tipo de luz. Las paredes, que ahora podías observar con claridad tenían unos dibujos tallados en la piedra, símbolos en espiral que os recordaban en parte a los que habíais visto en el jardín de los Cornelisz.

Cuando parase unos segundos a escuchar

Con una mueca saco la caja de cerillas con las que había encendido tantos cigarrillos a lo largo del día, saco el cuaderno y hago unas bolas de papel con elLUego con la navaja rompo rapidamente la dura piel del bolso, guardando su contenido en mis bolsillos  y haciendo un tubo con el mismo meto el pael dentro.

Listo, es provisional pero tenemos una antorcha medio decente, digo encendiendola y alumbrando la zona.

Hudson apagó la cerilla antes de que le quemase los dedos y puso su sombrero para cubrir la luz proyectada por la improvisada antorcha de Samantha.

Avancemos con cuidado. Dijo, mientras algo que no había hecho desde el comienzo de la investigación sorprendió a quien alcanzó a ver en la penumbra. En los labios de Hudson se dibujó una media sonrisa.

Poco a poco las paredes se van ensanchando. Al final de la escalinata se abre una cueva enorme, alumbrada tenuemente por un musgo fosforescente. Encogido frente al muro al otro lado de la cueva, Ambrose Wisner, aporrea la roca con un brazo mientras acuna a Adam con el otro.

-¡Estoy aquí!-grita desesperado- ¡Lo se, se que no es el momento señalado pero debeis venir ahora!

¿Cómo que debemos ir? Usted está loco. Suelte ahora mismo al niño-digo apuntandole con mi revolver. El hambra esta firme, por fín hemos llegado al final de todo. Ambrose no podrá hacer nada más:Está solo y desarmado

Ambrose continua gritando y golpeando la pared hasta destrozarse la mano contra la inpertérrita pared de roca.

-¡Venid!¡Oh, por favor!¡Teneis que venir ya, se que no es la hora pero tenéis que venir ya!-grita sin parar.