Partida Rol por web

Hudson observó con todos menos el periodista habían sacado un arma y estaban disparando hacia la casucha. Iban a tener problemas para hacerlos salir de allí, pero mientras se le ocurría otro plan tendría que seguir disparando.
¡Maldición!
Dos fallos seguidos, no podía seguir desperdiciando las balas así como así.

Hudson parecía nervioso y eso afectaba a su puntería. Por otra parte, quedarnos allí disparando no era ninguna solución. En cualquier momento una bala podía matarnos. Ya había unos cuantos policías heridos y la cosa no parecía mejorar.

Respire profundamente tratando de pensar mientras volvía a apuntar y disparar. Al menos Peter se había decidido a participar. La verdad que parecía sorprendido y no era para menos: Era la primera vez que me veía con un arma en las manos.

Perfecto: Otro disparo, otro blanco.

Entonces se me ocurrio una idea. Mire a la casa hacia la puerta tratando de calcular cuantos metros había desde mi posición hasta ella

Los disparos seguían resonando en el lugar. Varios policías estaban heridos, por suerte para ellos las balas no habían acertado en la piel de los investigadores. Parecía que era el día de suerte de la señorita Clarke, pues, contra todo pronostico demostró tener gran puntería. Todo parecía estar llegando a su fin, los disparos de respuesta del interior de la casa cada vez eran menos cuando de pronto algo llamó la atención de los que allí se encontraban. Una mancha oscura se movía por el río rápidamente hacía el embarcadero. Algo oscuro que no lograban distinguir salió del agua justo debajo de la casucha y entró dentro. 

Unos gritos horripilantes se escucharon desde dentro de la casucha. Algo estaba sucediendo ahí dentro. Se escucharon disparos, pero esta vez no iban dirigidos a los policías, que se miraban incrédulos entre si sin tener idea de que hacer. LA puerta se abrió de golpe y salio corriendo uno de los secuestradores, mirando hacia atrás, hacia la puerta. De ella salió un negro tentáculo que lo atrapó por el tobillo y lo arrastró hacia dentro. Los gritos continuaban dentro del lugar, pero ya no se oían disparos...

Sin guardar mi arma, me agache tras los barriles observando aterrorizada la escena. Sin poder controlarme murmure:

-¿Pero que demonios...?- Practicamente nunca había maldecido. Pero en aquellos momentos no pude evitarlo. por una parte, ardía en deseos de acercarme a la casa a ver que era aquel asqueroso tentaculo, pero por otra parte estaba literalmente aterrorizada. Me santigüe y pense en salir y acercarme.

Mire a Peter y le dije:

-Dios santo...tenemos que averiguar que es eso.Me dispuse a salir y acercarme lentamente, pero había algo me lo impedia. Quizas era mi instinto de supervivencia, quizas el miedo, pero había algo que no me dejaba salir detrás de los barriles.
Por otra parte, sentía la terrible necesidad de huir del lugar.

Huir, esperar o entrar en la casa...todo deseaba hacerlo al mismo tiempo...todo me aterrorizaba en aquel momento

Hudson miró incrédulo la entrada de la casa cuando vio como uno de esos hombres era arrastrado hacia adentro por un tentáculo.

Qué demonios es eso, ¿un pulpo? - Miró al sargento para ver su reacción - Sargento, hay que acercarse, sígame con sus hombres.

Sin esperar prácticamente respuesta se dirigió hacia las cajas que estaban más próximas a la casa para ver antes de meterse dentro de ella.

Es-esta bien-dijo el sargento para nada convencido de todo aquello-Steve, quédese con Randy y con Carl. Todos los demas seguidme. Detective, estamos preparados...creo.

El grupo de policías avanzó con precaución encabezados por Hudson. Dentro de la casa se escuchaban los gritos, cada vez mas apagados acompañados por sonidos espantosos y húmedos, procedientes de la matanza que estaba ocurriendo dentro de la cabaña. Desde allí no podían ver lo que ocurría dentro pero el sonido no auguraba nada bueno. Antes de que el grupo pudiera acercarse mas la madera sobre la que estaban caminando empezó a temblar.

-¡El embarcadero se viene a bajo!-gritó un policía.

Hudson se giró tan rápido como empezó a sentir que el suelo se movía.

¡¿Pero que coño?! Maldijo en voz alta mientras corría y un pie se le quedaba atrapado.

Maldita sea pensé. NO me caía muy bien Hudson, pero no podía dejarlo allí.
-Hudsón-grité mientras, pistola en mano me acerque corriendo a la puerta para tratar de ayudarlo.

Una vez allí procedía libwerarle el pie

Samantha, qué diablos está haciendo aquí, váyase.

Pero tarde, estaba tan atrapada como él. Viendo cómo caían ambos solo le quedaba una opción, tirar de ambos hacia fuera.
No supo muy bien que fué, pero la fuerza le llegó en el último momento.

Veo pasar todo ante mis ojos como a cámara lenta. Hudson, Blood y Samantha disparando a diestro y siniestro. Yo escondido tratando de encontrar algo con lo que poder ayudar y casi lo tenía fichado cuando el tentáculo aparece y llama mi atención hasta ahora desprevenida.

-¿Pero, qué coño es eso?-me pregunto a mí mismo pues estoy solo antes de coger un artefacto que, no sé muy bien qué es pero que pesa bastante, para usarlo como posible arma arrojadiza

Cuando logro centrar mi atención de nuevo me fijo en Hudson y la señorita Samantha. Parece que tienen problemas. Vuelvo a mirar y localizo una cuerda que he visto antes. La agarro con las dos manos.

"Tal vez me sea necesaria si caen al agua" pienso mientras camino como puedo de camino hacia donde se encuentran los dos.

No se me ocurre nada mejor que hacer y ese embarcadero parece venirse abajo, peor no lo hará con mis compañeros encima, no si puedo intentar ayudarlos.

Lo mismo, Erick tira atletismo y samantha huida una vez mas. Con suerte os librais.

En ese momento sentí cómo me resbalaba de la mano de Hudson y caía al helado mar. Milagrosamente había la suficiente profundidad para no golpearme contra el suelo. Sentía cómo me iba hundiendo lentamente y el frío me paralizaba, las ropas me pesaban...

Entonces reaccioné. No. No iba a acabar así. Rogue a Dios que me ayudara y, quitandome la chaqueta comencé a nadar hacia la superficie. Justo cuando conseguí sacar la cabeza, vi que Sauch me había lanzado una cuerda que ahora amarraba fuertemente al embarcadero. Me agarré a esa cuerda para ayudarme a salir
Los tentaculos, por lógica tienen que vivir en mar...cómo los pulpos- pensé

Eso me asustó lo suficiente para sacar fuerzas de la nada y conseguir salir del agua a una velocidad que jamás habría creido posible

El embarcadero se iba hundiendo. El estruendo de las maderas al caer al mar y los gritos de los hombres que salían de allí corriendo inundaban el lugar. Nadie sabía que es lo que había ocurrido...

Samantha, calada hasta la cintura temblaba junto a Blood, que la había prestado su chaqueta. Junto a ellos estaba el sargento de la policía, y unos cuantos enfermeros que se llevaban a los heridos al hospital. De los miembros de la banda no quedó ni rastro, aunque los policías trataban de peinar la zona removiendo el agua con los garfios. Aquel tentáculo... ¿había sido un pulpo? De ser así su tamaño era descomunal. Todos los allí presentes trataban de alejar sus pensamientos de aquello y se centraban en lo importante. El niño.

Suspiro al ver que todos salimos con vida.

-¿Se encuentran bien?-les pregunto a ambos a pesar de ver que la señorita Samantha va empadada.

Aún estoy tenso y los músculos de mi cuerpo están agarrotas.

-¿Qué narices era esa cosa?-pregunto en voz alta lo que todos quieren obviar.

Mis ojos miran a ver si alguno tiene alguna herida, pero mis pensamientos de nuevo se centran en el niño desaparecido.

-¿Y bien? ¿Qué hacemos ahora?-pregunto escuetamente.

Si, estoy bien. Gracias por la cuerda, si no la llego a encontrar...- tragué saliva- Muchas gracias señor Sauch.
Me arrebujé en la chaqueta de Peter, que parecía completamente ausente. Me había dado la chaqueta en completo silencio y no había vuelto a moverse. Después me giré a la casa y preocupada miré hacia lo que quedaba de ella.

-No se que era aquello, solo sé que no estaba en el agua...si lo hubiese estado- hicé un gesto con las manos haciendo como que agarraba algo.- Debemos pensar bién nuestro proximo paso y sobre todo, debemos encontrar al niño

Hablaba con voz segura y firme, pero en esos momentos lo único que quería era darme un largo baño y dormir toda la noche

Hudson miró a los dos mientras hablaban y cuando quedaron en silencio se acercó a la señorita Clarkson.

Señorita Clarkson, ha sido muy imprudente lo que ha hecho antes. Podría haberse caído al agua y haber sido arrastrada dentro - en ese instante Hudson se quedó callado unos segundos - La próxima vez que pase algo así mantenga la distancia.

Aunque al principio parecía un mal comentario por parte del detective, terminó con un tono de preocupación que difícilmente pudo ocultar.

De hecho me he caido al agua- puntualicé mirandole fijamente.- Claro que todo esto se podría haber evitado si usted hubiese actuado con prudencia.¿o piensa que soy de la clase de gente que deja tirados a sus compañeros?¿acaso usted no habría intentado hacer lo mismo que yo?

Aunque nunca lo confesaría, me gustaba que me llamasen "señorita" a pesar de estar viuda. Claro, era lo suficientemente joven cómo para ser aún una señorita y no una señora.

De todos ahora debemos concentrarnos en decidir nuestro siguiente paso y creo que sería conveniente que investiguemos esta casa...o lo que queda de ella. Quizás nos dé alguna pista de lo que ha ocurrido o de lo que era ese...¿pulpo?

Volví a a mirar a Peter que seguía en su mundo

-Creo que ha entrado en shock- comenté mientras finalmente guardaba mi arma en el bolso.

-Si podemos acceder a ella-digo mirando hacia la zona de la casa donde minutos antes había salido ese tenebroso tentáculo-. Todo el embarcadero parece derruido y con semejante ¿pulpo? no creo que hacernos unos largos sea lo más adecuado. Igual, señorita Samantha, deberíamos ir a algún lugar dónde pueda cambiar sus ropas y ponerse algo que esté seco-le digo amigablemente.

La verdad es que mi alma de periodista me llama a indigar esa casa y ese tentáculo, pero mi alma de hombre y, ante todo, de persona me dicen que lo correcto es que Samantha cambie sus ropajes.

Me quedo callado esperando alguna respuesta por aprte de ambos y deseando que no comiencen a discutir sobre lo que han  y deberían haber hecho.

"Lo hecho, hecho está" pienso en silencio.