Partida Rol por web

Una sombra cortaba el bosque. Sus ojos enrojecidos, destellaban con locura, su cuerpo tonificado no sentía el esfuerzo en lo absoluto. Un movimiento de brazos, la espada se balanceaba, un árbol caía limpiamente, un proceso simple y poco productivo, no ganaba nada con ello, pero eso no le importaba. 

- ¡Maldita sea! - Exclamo el hombre molesto, era ya un adulto hecho y derecho por su edad, sin embargo, en ese mismo momento agito su espada provocando que varios árboles cayeran derrumbados por los cortes limpios, uno de ellos se abalanzo peligrosamente en su dirección, pero eso no le importaba, alzo una mano y paro el árbol que era varias veces mas pesado que el en el aire y lo arrojo con violencia en otra dirección.

Había olvidado su nombre. Ya no le servía para nada, lo único que valía para el era su cuerpo y su espada. No había necesidad de compañía, no había necesidad de dinero, todas esas eran inútiles, simples cargas. Estaba muy frustrado en este momento, y necesitaba descargar su frustración en algo. 

- ¿¡No hay nada en este maldito bosque digno!? - Exclamo desafiando a alguien, a quien sea.

Había acabado con un grupo de malditos goblins por el camino, no fue gran cosa, simplemente agito su hoja y la envaino, ya todos habían perdido la cabeza en una fracción de segundos, cosa que solo aumento su carga emocional, necesitaba alguien digno de matar. Y como por arte de magia, una cosa respondió a su llamada. Algo carnoso surgió del bosque, rugiendo como un alma poseída por el mismísimo demonio, mitad caballo, mitad humano... o quizás 100% caballo y 50% adicional humano, tenía señales de haber estado en una lucha recientemente, dos flechas clavadas en su cuerpo, algunos cortes por donde brotaba sangre, y su propia espada estaba completamente ensangrentada, esa cosa sedienta de sangre había matado. Una sonrisa retorcida se dibujo en el rostro de aquel hombre. 

- ¡Eh tu, pedazo de mierda, ven aquí y muere! - Lo desafió. 

El Knucklavee, una criatura de cuentos, un ser bastante básico dentro de una "Caza salvaje" de las hadas, algo que no debería estar en este lugar, embistió con toda su furia contra el extraño. Si bien su cuerpo estaba dañado, eran daños superficiales, básicamente, era como si una persona se pinchara con una espina, nada que lo imposibilitaría para defenderse, pero aún así... el mundo pareció detenerse por unos segundos, para una persona normal el hombre no se movió en lo absoluto. 

- KGHHHHHHHHH - Aquel ruido provino de la criatura, un quejido.

Sin embargo, para el ojo experto, entrenado, el movimiento fue extremadamente simple. El hombre ni siquiera se puso en posición. Desenfundo su espada, corto, la enfundo. Fin. La criatura que había luchado y matado a varios soldados, casi mato a Choa, hirió a Urbick y evadió todos los ataques de Daniel, aka Thorin, murió en un abrir y cerrar de ojos, partido por la mitad desde la frente a su pecho de caballo. La sangre ni siquiera salpico al hombre en cuestión.  

- Ni siquiera digno de usar una técnica - Dijo el hombre con desprecio escupiendo al suelo, pisoteando el esfuerzo de las hadas fallecidas y el de los que murieron dándolo todo para defenderse de aquella criatura, no había nada que hacer en ese bosque, por lo que dio media vuelta por donde había venido.