Partida Rol por web

Aventuras en Basuralandia (+18)

Capitulo IV ~ El verdadero inicio del viaje.

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27/09/2020, 15:06
Daniel García

A pesar de que ya sabía lo fuerte que era, Daniel volvió a sorprenderse con la facilidad que tenía aquella bestia para derrotar a soldados entrenados, demostrando de nuevo lo poderosa que era, en comparación con todo el mundo que la rodeaba. Suspiró aliviado al ver que no pensaba atacar al resto de soldados, ya que parecía más calmada que cuando la había conocido. Por sus palabras tenía que estar buscando a ese tal Ren, que se lo habían llevado los soldados... Entonces, algo encajó en la mente de Daniel, ¡ya decía que el nombre de Ren le sonaba! Era el mismo que el de la persona que había vivido en la casa donde se habían quedado después de la emboscada, y el dueño de la espada que llevaba el chico.

-¡Espero que no intentes comerme entonces! No creo que vaya a estar muy rico- Respondió con una sonrisa, y después echó un vistazo hacia los soldados, que huían a toda velocidad. Tal vez fuera mejor irse de allí -Ven, que a este paso van a venir más hombres de lata a buscarte, como tu dices.

Daniel intentó tomarla del brazo para llevársela hacia un callejón cercano, por donde pasase. Sabía perfectamente que si ella no quería ir con él, sería incapaz de moverla, tal era la diferencia de poder entre ellos. Aún así esperó que al haberla conocido en una situación relajada, confiase un poco más en él.

-No conozco a Ren personalmente, pero tengo una espada que creo que le pertenecía, y que encontré abandonada en una casa, igual por eso huelo como él- Le dijo, respondiendo a su pregunta -Si se lo han llevado esos soldados...puede estar en el palacio, aunque no lo se, no conozco mucho esta ciudad...Pero tienes que tener cuidado y no armar mucho alboroto- Le advirtió, aunque no sabía si ella le haría caso.

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05/10/2020, 03:02
Narración

La gente había estado mirando la escena y no tardan en comentar un poco, no era normal que una chica arroje a un soldado como si fuera un pedazo de papel al suelo, pero de manera afortunada para ti, no opuso gran resistencia cuando la tomaste del brazo, de hecho te siguió de forma muy normal, al parecer era como si estuviese realmente acostumbrada a que la guíen de esa manera. Mientras la guías a un lugar "seguro" para hablar con ella y le cuentas aquellas cosas, tu mente trabaja para procesar la información. Al parecer esta chica era conocida de Ren y viajaba con el, pero ahora por algún motivo se lo habían llevado al castillo, si ese era el detonando del ataque de la chica, fue por la espada que se vio atraída a ti. Casi sin darte cuenta llegan a un callejón en donde no había mucha gente, estaba entre dos grandes edificios y estaba un tanto oscuro, tan solo dos figuras estaban al fondo del callejón. 

- Umm... mmuuu.... umu... - Exclama la chica mientras le cuentas sobre la espada, se rasca la cabeza y niega - No entiendo nada, ¿Hueles como el pero no eres el? ¿Es eso posible? - Ladea la cabeza un poco, podías notar que honestamente estaba confundida, no era que te estuviese molestando, quizás tratar de explicarle las cosas no funcionaría del todo pues no parece ser capaz de entender absolutamente todo lo que le dices - Umu... pensar mucho... me ha dado hambre nuevamente...

Se lleva ambas manos al estomago, era bastante delgada, de hecho parecía estar un tanto bajo peso. Cierra los ojos y se apoya contra la pared, parecía una persona que no había comido en días, estabas tan preocupado de que la criatura no comenzara nuevamente con su asalto brutal al lugar y a tu persona que no te diste cuenta cuando desde las sombras salieron aquellas dos figuras que merodeaban en la oscuridad. 

 - ¡Yo! - Saluda de manera vulgar uno de los individuos, estaban pasados a alcohol, parecían ser mayores que tu, pero mas que adultos parecían dos jóvenes estúpidos que habían perdido el rumbo en la vida, seguramente problemas de drogas sumado al alcoholismo - ¿Ei hermano, quien... quien es la muñeca? 

Exclama el primero, un hombre humano de aspecto desaliñado, ropas harapientas y mal olor, mientras que su acompañante, un hombre bestia gordo y en un estado aún mas miserable la mira sin ocultar su lujuria, descaradamente la bloquea con lo que sería un "aprisionada contra la pared" tan cliché de los animes románticos de instituto, pero por donde se viera la situación estaba mal. 

- ¡Hehehehe! - Se ríe el regordete - ¡Nos has traído un juguete muy atractivo! - Y sin ni un pudor, seguramente por su estupor lleva una de sus manos a uno de sus pechos y le aprieta con fuerza según puedes ver. 

Claramente, en un callejón oscuro como esté, apartado de la vía principal, difícilmente pasaría alguien a salvarles, aunque... ¿necesitaba ella ser salvada? De hecho, parecía que estos tipos habían levantado su propia bandera de "final malo"... y bastante acelerado a su vidas tratando de acosar a la chica. Aunque a decir verdad, esta no parecía para nada centrada, ni siquiera se había inmutado en el hombre, murmraba una y otra vez "hambre", lo que te estaba preocupando. 

- ¡Si tienes tanta hambre, puedes comerte esta! - Se burlan los hombres, pero fue una mala decisión. 

- ¿Puedo... puedo comerlos? - Exclama la chica, finalmente abriendo los ojos mirando a los dos hombres, luego volviendo su mirada lentamente hacia ti... su mirada estaba casi perdida, como si hablara desde el fondo de su mente, ahora mismo parecía mas un animal que una persona - D-De verdad... ¿puedo? - Se saboreo los labios. 

Naturalmente, los hombres se asustaron con su mirada, el hombre que la estaba acosando se le borro la sonrisa de la cara, la criatura desprendía un aura asesina terrible, seguramente, si estuvieras en su lugar te habrías cagado del puro miedo, puedes ver que los hombres retrocedieron en pánico, ni una persona cuerda no podría sentir el peligro inminente si lo tenían en frente. Notas que por la comisura de sus labios cae un poco de saliva. 

Notas de juego

Y los problemas no se detienen para le pobre Daniel u.u

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10/10/2020, 15:03
Daniel García

Daniel suspiró al escucharla. Si eso era pensar mucho para ella... En cualquier anime, una gota de sudor habría aparecido en su frente, pero se dio cuenta de que si la chica tenía hambre, eso solo podían significar problemas. Le estaba costando bastante hacerla entender que no era Ren, pero por lo menos parecía haberse podido ganar su confianza. Ahora se encontraban en un callejón poco transitado, donde sería más complicado que hiciera daño a nadie. El joven estaba tan centrado en ella, que no había reparado en las dos figuras que estaban al fondo del callejón, pues el sorprendente estado de la chica, casi famélica, acaparaba toda su atención.

-Tranquila, si tienes hambre buscaremos algo de comer, seguro que hay sitios muy buenos...- Pensó por un segundo en la posada donde se hospedaba, pero luego se quitó la idea de la cabeza. No quería poner en peligro a Choa o a la pequeña elfa loli.

El héroe se sobresaltó cuando escuchó la voz del hombre desconocido a su espalda. Llevaba todo el tiempo en tensión, y a punto estuvo de desenvainar su espalda, llevando la mano a la empuñadura. Pero después de echarles un mejor vistazo, se dio cuenta de que aquellos hombres seguramente no suponían ni siquiera una amenaza para él, y mucho menos para la chica, de la que ni siquiera sabía su nombre. Hasta ese momento le había parecido una bestia descontrolada, pero después de ver como se había dejado llevar, parecía que si tenía a alguien cerca que supiera como tratarla, podía ser algo más obediente y mansa. 

-Eh...yo que vosotros no haría eso...- Dijo Daniel, que al igual que esos dos hombres, pudo sentir como de repente, con la sola mención de la palabra "comer", el ambiente cambió por completo.

La mirada de la chica no hacía presagiar nada bueno, pensó el joven, que tuvo que luchar contra si mismo para no dar un paso hacia atrás. Al menos le tranquilizaba que esa vez, las ansias homicidas, o más bien las ganas de comer, no iban dirigidas hacia él. Le estaba pidiendo permiso para devorarlos, y Daniel sabía que eso no iba a ser nada agradable. Lo más normal sería negarse en redondo, pero sabiendo lo que pasaría si aquella mujer se descontrolaba, tal vez que se comiera a ese par de desgraciados no fuera tan malo. Al fin y al cabo, ellos se lo habían buscado asaltándola, por lo que Daniel no es que fuera a sentir mucha lástima por ellos.

-Está bien...cómetelos, pero no hagas mucho ruido, tienes que ser discreta- Le dijo a la chica, dándole permiso para que los devorase. Daniel miró a su alrededor, rezando para que el "festín" fuera rápido y nadie se diera cuenta. También esperaba que eso aplacase el hambre de la criatura mucho tiempo, porque no podía estar comiéndose gente cada dos por tres.