Partida Rol por web

Aunque el camino de vuelta fue en completo silencio, cada uno sumido en sus pensamientos, por dentro Daniel empezaba a estar cada vez más satisfecho por el resultado. No los había salvado a todos, pero había bastantes supervivientes. También era fácil hacerlo mejor que en la batalla del camino, donde solo había logrado escapar con Choa. Parecía que Urbick no tenía mucha información del bosque al que tenía que ir, pero algo le decía que Choa podría saber algo más sobre ello. De vez en cuando la miraba de reojo. Estaba silenciosa y callada, pero por lo menos estaba viva.

Por primera vez, vivió como se sentían los héroes de las historias cuando volvían al pueblo que habían salvado, y los recibían con los brazos abiertos. Recibió más regalos que en todos sus cumpleaños juntos hasta ahora, y aunque eran comida, eso les vendría genial para no tener que gastar dinero en comprarla. Luego, quedó en verse con Urbick a la mañana siguiente, para ir a ver al jefe del pueblo, y por fin, emprendieron el camino de vuelta a su casa temporal.

A esa hora el sol estaba alto y hacía calor, y mientras caminaban y empezaban a divisar la ruinosa construcción en la que se hospedaban, Daniel carraspeó un poco, como queriendo llamar la atención de Choa. Después de recibir tantos regalos, iban cargados hasta arriba.

-Oye Choa...perdona por lo de antes...- Comenzó a decir Daniel, mirándola de reojo -No tenía que haberte dejado sola, casi te matan...Te prometo que tendré más cuidado la próxima vez.

No le gustaba nada haber dejado que a Choa le pasase eso, pero por suerte, era una chica dura. Estaban llegando ya frente a la puerta de la casa, y entonces se acordó que también debería contarle su verdadera naturaleza, y que no era un noble. ¿Sería ella capaz de asimilarlo? Esperaba que si.

El camino comenzaba a parecerme familiar mientras avanzaba al lado de Thorin, eso no era malo, pero tampoco era algo bueno, no quería encariñarme con este lugar. Desde pequeña le he tenido miedo a las hadas, pero nunca en mi vida hubiese pensado en que algo así podría suceder, eso era demasiado cruel. 

- Llegara el día, en que este mundo solo sea habitado por humanos - Pienso mientras camino como un autómata - Todas las demás razas estan condenadas a desaparecer... pero los humanos son como cucarachas, sobreviven a todo. 

Mientras iba sumida en mis pensamientos, me doy cuenta que Thorin llama mi atención, a veces me parece un niño, sonrió para mi misma, no me extrañaría con que saliera con algo raro y se pusiera a hacer berrinche para querer jugar algo, pero no puedo evitar pensar en que me estaba encariñando con el. 

- ¿Que? - Sus palabras me hacen negar con la cabeza - Es una batalla, si muero es culpa mía - Digo finalmente encogiéndome de hombros - Pero casi termino acabada - Suelto una carcajada - ¿Puedes creerlo? Esa maldita cosa casi me corta la oreja... prefiero morir, antes muerta que sencilla - Digo en un tono plano. 

La casa estaba a la vista. Se me forma un nudo en la garganta, tengo un mal presentimiento, odio esta sensación. 

Las palabras y los gestos de Choa hicieron que una situación que podría haber sido un poco tensa, acabase sacándole una carcajada a Daniel. Era normal que no quisiera vivir sin orejas, pensó, porque a él le costaba imaginársela sin esos triangulitos de piel suaves y agradables sobre su cabeza.

-Tienes razón, pero aún así...La próxima vez te pediré permiso- Respondió en tono de broma, dándole un pequeño empujoncito a Choa mientras caminaban.

Se alegraba de que ella estuviera bien, o que por lo menos más alegre. En los últimos días no habían pasado más que por cosas difíciles, pero también por algunas divertidas, y otras...Daniel se sonrojó al pensarlo, y sacó la llave de la casa para abrir la puerta y entrar al interior. Dejó todo el enorme cargamento de comida sobre la mesa de la sala principal, iban a tener provisiones suficiente para ir al bosque de las hadas, pensó, y luego miró a Choa. Tenía que decírselo cuanto antes, para quitarse ese peso de encima. Se acercó a la puerta, para mirar hacia el exterior y cercionarse de que no había nadie por sus alrededores, cerró la puerta, para volverse de nuevo hacia la gata.

-Hay otra cosa que tengo que contarte- Le dijo, y respiró hondo. Lo mejor era que se lo soltase de una vez, y así lo hizo -¿Recuerdas cuando te pedí que confiases en mi antes de la batalla del camino y notaste que estaba mintiendo?- Preguntó, y después procedió a explicarse -Durante este tiempo...He estado haciéndote creer que era un noble, porque era lo más sencillo para explicar por qué tenía la piel tan suave, o por qué no tenía ni idea de muchas cosas...pero esa no es la verdad- Volvió a respirar hondo, mirándola con gesto serio -La verdad es que soy un héroe. Me invocaron a este mundo para que acabase con el rey demonio, junto a muchos otros. Pero la princesa del reino solo eligió al mejor, al resto nos intentaron envenenar, y yo logré sobrevivir porque no comí demasiado, creo- Le contó, era una historia larga -Un anciano que vivía cerca de la posada donde nos conocimos me rescató, y me guió un poco para que pudiera empezar una nueva vida...Cuando entré ahí y conocí a todos esos bandidos, me entró miedo, y pensé que no era adecuado que nadie lo descubriera...

Daniel hizo una pequeña pausa. Había bajado la mirada, sin atreverse a mirar a Choa.

-Perdona que no te lo contase antes, pero no sabía que hacer. No conozco nada de este mundo, y de pronto estoy peleando por mi vida...Pero confío en ti, y no quiero que pienses que te oculto algo.

Mis palabras le habían causado gracia, aunque en realidad hablaba en verdad, para una persona como yo vivir sin las orejas o la cola era una desgracia, la humillación mas grande que pudiese existir. Sin embargo cuando el chico cerro la puerta, el comienza a comentar algo, cambiando el humor del cuarto de golpe, palabra a palabra sentía como si me apretaran el corazón, doy un par de pasos hacia atrás apartándome de Thorin. Tardo unos instantes en recomponerme lo suficiente como para contestarle. 

- Me engañaste - Digo con las orejas bajas, no, el simplemente siguió adelante con el malentendido que yo cause - Quiero pensar que me estas mintiendo ahora... pero supongo que lo que dices es verdad ¿No? - Me dan ganas de vomitar, por lo que me siento para recomponerme... esto no debería afectarme tanto, estoy acostumbrada a los engaños, sin embargo por unos instantes miro a Thorin y... lo veo a él, aprieto mis dientes y llevo mis manos a ambas dagas a mis costas - Me engaño... me engaño... debería matarlo... tengo que matarlo... - ¿Es Thorin tu nombre siquiera? - Pregunto con amargura evitando mirarle a los ojos, estoy confundida, no quiero hacer una estupidez, entonces me llega una realización... llevo una mano a mi estomago en donde estaría mi vientre y miro al chico, con lagrimas en mis ojos, eso fue culpa mía pero hubiese tenido mucho mas cuidado de haberlo sabido - Si hubiera quedado embarazada... el niño lo usarían como arma de guerra... ¿tampoco estabas consciente de eso... no? - Me cubro la cara con los manos y río, río amargamente - Entiendo tu historia... tu situación... soy una estúpida pero te creo... eres un maldito héroe... ahora todo tiene sentido, todo encaja, esa perra - Digo refiriéndome a la princesa - ¡Malditos humanos! - Grito nuevamente y golpeo el suelo con mi puño - ¿Que harás ahora? ¿Porque confías en mi? ¿No crees que podría delatarte? ¡Eres un arma! - Exclamo exaltada - Si eres un héroe... eres el peor héroe de todos... mira que andando por ahí voluntariamente con una asesina como yo... ¿puedes ver mi estado no? Mi madre siempre decía que ustedes pueden ver todos nuestros secretos... ¿sabes exactamente lo que quiero no?

Miro a Thorin con los ojos llorosos, me siento traicionada, aunque eso es egoísta pues se que tiene sus motivos y que simplemente alimento el malentendido. 

Daniel no podía decir nada, porque Choa tenía razón. La había engañado, había dejado que siguiera creyendo que era un noble y no la había corregido. Pero es que sin apenas conocerla, tampoco tenía mucho sentido contarle toda la verdad, pensó. Lo estaba haciendo ahora porque creía que habían formado un vínculo, una amistad...Pero Choa no se lo estaba tomando bien.

-Si, te engañé...Pero te lo estoy contando ahora porque no quiero que haya secretos entre nosotros- Respondió, y luego no supo muy bien que decir -Bueno...en mi mundo me llamo Daniel, pero hay personas que me conocen como Thorin...

Ya no había vuelta atrás, le contaría todo a Choa, y para bien o para mal, ella tendría que decidir después. No quería seguir fingiendo que era quien no era. Eso era complicado, y tener alguien con quien compartirlo le quitaría un enorme peso de encima. Eso, si Choa no le mataba o le abandonaba.

-Yo...no sabía lo que le hacían a los héroes aquí...nadie me explicó nada- Se intentó disculpar, aunque ciertamente no tenía ninguna excusa -Puedo ver tu estado...pero no todos vuestros secretos. Puedo ver tus habilidades y tus sentimientos actuales, así como tu nivel y poder de combate. Pero no puedo conocer tus secretos.

Los ojos de Daniel se llenaron de lágrimas también, mirando a Choa, que comenzaba a volverse borrosa, se acercó un par de pasos hacia ella, como si buscase su contacto. Se había sentido mucho mejor desde que habían empezado a vivir juntos en aquella casa, pero ahora parecía que todo se desmoronaría.

-Me he sentido muy solo y perdido...llegué aquí en un instante, y lo perdí todo. No se ni siquiera si puedo volver a casa, ni que tengo que hacer a continuación, sólo puedo seguir adelante- Dijo, mientras las primeras lágrimas caían por sus mejillas. Ahora parecía más un niño que un joven humano -Pero cuando te conocí, esa primera noche...sentí una especie de conexión contigo, y después de todo lo que hemos pasado juntos, pensé que me comprenderías, porque tu estabas sola también. Yo...no quería hacerte esto, quería seguir viajando contigo, a tu lado.

- No llores, Thorin tonto - Digo secando las lagrimas de mis ojos, siento un escalofrió al verlo así, casi por reflejo me pongo en pie y lo abrazo, era algo muy complicado para mi, dos personas se superponen, la persona a quien quiero ver muerta y la persona que está delante de mi... quizás en quien mas he confiado en varios años... - No llores... yo... - Me siento como una estúpida, estaba herida, pero mas herida por mi misma que por el, no puedo evitar derramar algunas lagrimas mientras le abrazo, estos sentimientos... no quiero que fluyan mas... ¿desde cuando me importa tanto Thorin? Cuando menciona eso de viajar se me hace extraño pensar que no este cerca, eso considerando que nos conocemos hace poco - Thorin tonto... - Exclamo con la cabeza clavada en su pecho, no llorando... o eso quiero pensar.

Me separo de el un poco y le miro directo en los ojos. Estoy molesta, estoy herida y a la vez contenta por su honestidad. Bajo mi mirada y aprieto los dientes. 

- Yo... también sentí una conexión contigo - Exclamo ruborizada - ¡No me malinterpretes! - Digo acelerada - No es amor... yo... no puedo amar... no puedo amar... - Levanto mi mirada y la clavo nuevamente directo en sus ojos, por unos segundos nuevamente ambas personas se superponen, el enojo aprieta mi corazón como una poderosa mano - Hay alguien.... hay alguien a quien debo matar, si esa persona aun respira... estaré por siempre encerrada... - Lo suelto, esas palabras llenas de veneno, un odio irracional - Si esa persona no desaparece seré prisionera para siempre - Mis sentimientos hacia Thorin son un completo caos, mi corazón late muy fuertemente, casi siento que se me saldrá del pecho en cualquier momento, no quería que conozca esta cara mía, tan vulgar, inhumana, tan cruda, sin ni una virtud rescatable. Siento como pierdo mi fuerza, suelto al joven humano y caigo de rodillas - El debe morir... 

Parecía que habían pasado meses desde la última vez que sintió el cuerpo de la gata cerca del suyo, como si no recordase lo mucho que reconfortaba esa sensación. El rostro del chico se ocultó en el pecho de la gata, llorando suavemente, mientras su cuerpo temblaba un poco. La verdad era que se iba sintiendo mejor, parecía que Choa le estaba perdonando, o que por lo menos quería que no se sintiera mal. Eso era que le importaba, ¿no?.

Cuando se separó de él, Daniel la miró con los ojos aún húmedos, secándoselos con el dorso de la mano, como haría un niño pequeño. Sus miradas se encontraron, y el héroe se sonrojó al mirar a los ojos directamente de Choa, y más después de su declaración. Había dicho amor, y eso significaba...que puede que algo así sintiera. ¿El estaba enamorado? No lo sabía, nunca en su vida había sentido algo así, por lo que no sabía si era amor, o simple cariño.

Al escucharla decir eso, y ver como caía al suelo, Daniel no dudó en arrodillarse frente a ella y rodearla con sus brazos, volviendo a atraerla hacia él. Si, el estaba en una situación horrible, pero Choa no se quedaba atrás. ¿Sería por eso que se habían encontrado?. Sin dudarlo, Daniel pegó sus labios a los de ella, dándole un torpe, pero suave y cariñoso beso, salado por las lágrimas.

-Yo quiero que seas libre, Choa, así que te ayudaré- Dijo cuando sus labios se separaron -Tu me has ayudado mucho, y yo también quiero ayudarte a ti- Después de decir esto, muy sonrojado, volvió a juntar sus labios con los de ella, besándola de nuevo.

El beso fue torpe, pero era lo que los dos necesitaban para calmar el torrente de emociones que invadía el corazón de los dos, en un comienzo la chica se puso totalmente tensa, sin embargo, el segundo beso fue mucho mejor, era como si pesadas cadenas que recaían sobre los dos eran levantadas, incluso de forma tímida vuestras lenguas se encuentran, al momento de separarse, un muy fino hilo de saliva aún les unía. Nada mas mirarla te diste cuenta de lo rojo que tenía el rostro la chica frente a ti, la mujer con orejas de gato, la bandida, tu compañera. 

- Supongo que solo un humano de otro mundo daría un beso a una chica como yo de ese modo - Dice riendo tratando de aminorar el ambiente tan tenso que se había creado antes, que ahora poco a poco se levantaba - No olvides esas palabras, Daniel - Dice por primera vez diciendo tu nombre con cierta malicia traviesa - Pues yo no las olvidare... algún día... definitivamente ese día llegara, seré libre o moriré en el intento. 

Choa cierra sus ojos y se funde en un abrazo. Si alguien los viera, pensaría nada mas que estaban compartiendo un momento especial de pareja, quizás era así, era complicado de decir, tu nunca habías tenido pareja per se y solo tu sabes la respuesta si lo que sientes es amor o no, aunque algo de atracción hay al menos, sin embargo en Choa, su corazón que había estado cubierto por una capa de hielo, comenzaba a latir nuevamente. 

- Thorin tonto... - Dice nuevamente, pero esta vez con una sonrisa en su rostro. 

Evaluación

¡Hola! Aquí master-chan-sama, Un excelente capitulo a mi gusto. Han pasado muchas cosas, un poco de tranquilidad y desarrollo en los personajes, has estado mucho mas atento para encontrar los secretos, eso me gusta, me gusta mucho. Aprecio la creatividad para enfrentar soluciones a los problemas.

Logros: A

Fama: C

Secretos Desbloqueados: 2/2

• El personaje sabe de la existencia de Ren.
• El personaje descubrió el destino de las hadas del bosque y descubrió una misión secreta. 

Notas: Me has arrebatado la gata... era mía... ahora su corazón ya no me pertenece uwu