Partida Rol por web

-Mientras los guerreros hacen gala de sus musculosos brazos, Duncan salta dentro del sarcófago buscando algo oculto a simple vista, para que los ajenos no lo encontraran.-

"Atentos con las trampas" - susurró Vasily mientras observaba a sus compañeros como movían las losas.

"Mientras haceis eso, yo vigilaré por si viene alguien" - intentó tranquilizar a sus compañeros, mientras cogía la maza.

Mientras Romualdo y Ataulfo se dirigen hacia las otras tumbas y comienzan a mover las losas que revelan su interior vacio, como habias comentado antes de aqui ha debido de sacar el clerigo sus primeros cadaveres. Mientras Duncan se introduce en la que habias abirto en primer lugar y por lo que parece comienza a buscar fisuras en los laterales y a golpear con su daga buscando algun posible doble fondo pero por su esfuerzo no parece tener recompensa.

Debido al ruido que se produce por estas acciones Raangar, Siriel y Vasily se dirigen al pasillo y vigilan preocupados que nada ni nadie venga por el tunel.

-Pues aquí no hay nada, propongo recorrer el lugar e irnos al pueblo donde encontraremos algo de información sobre ese mercenario y quien lo contrató-.

Revisais totalmente la sala intentado descubrir algo oculto a simple vista pero tras pasar un buen rato investigando no sacais nada en claro y volveis de nuevo a la sala de las escaleras.

 -bueno, solo queda el pasillo que va hacia el este, registremoslo y acabemos con este lugar, estoy deseando respirar aire puro otra vez-

hago un gesto de impaciencia a mis compañeros para ponernos en marcha, muerto petrides y sus esclavos no deben quedar muchos peligros aquí abajo

"Si, vayamos hacia el este cuanto antes y salgamos de este lugar putrefacto" - rogó el clérigo.

- Estoy de acuerdo a cualquier iniciativa que sea largarnos de este lugar - dijo el elfo hablando aún tras la tela de su túnica. Sin duda no parecía estar pasándolo bien con el olor que había ahí abajo. Druen siempre se sentía encerrado y algo mareado cuando pasaba muchas horas metido en algún lugar en las entrañas de la tierra, siempre decía que eso era para los enanos, que él estaba hecho para recorrer los bosques y las montañas.

Adelante.-el halfling se sorprendió escuchar su voz diciendo esas palabras,le estaba dando su opinión a los héroes de lo que tenían que hacer,y lo mejor es que parecía que ellos la tenían en cuenta

Romualdo miró al halfling contestar de ansioso, y no pudo evitar una sonrisa en su cara, de hecho se adelantó para colocarse a su lado y ponerle una mano en el hombro.

-Bien, acabemos cuanto antes, necesitaría curar la maldita herida que me hicieron esos gusanos- dijo apretándose la herida de la pierna.

Como siempre, el ladrón se adentra primero dispuesto a lo que venga.

- Sigamos. Ya tendrás tiempo de curarte cuando volvamos al pueblo - dijo Ataulfo señalándose las heridas que él también tenía.

En cuanto avanzais unos metros podeis ver que el pasillo continua hacia adelante hasta llegar a una zona de escombros que obstaculizan el pasillo aunque no impiden el paso, ademas antes de estos escombros el pasillo se bifurca en dos pasillos más uno de ellos hacia vuestra derecha y el otro hacia la izquierda.

El ladrón se para en la bifurcación intentando escuchar algo por encima del sonido metálico de armas y armaduras de sus compañeros.-Creo.... que deberíamos ir por el de la derecha.-

Tras escrutar el pasillo Duncan decide coger el de la derecha y comienza a caminar por el, a los pocos metros la luz de su lampara ilumina una pequeña sala en la que destacan unos sarcofagos parecidos a los de la ultima sala que haesi visitado y ademas una desagradable sorpresa esperando a cualquiera que entre: un grupo de formas humanoides armadas con espadas cortas pero sin ningun tipo de ropa ni piel sobre la carne, son esqueletos animados por magia maligna y con un pequeño brillo de luz roja en sus ojos comienzan a caminar hacia vosotros con intención de atacaros.

-parece que Petrides aun tenia mas siervos- pese al aspecto de estas parodias de vida me parecen menos peligrosas que los necrofagos, al menos todo lo mas nos matarán, sin comernos. Lo que realmente no es un alivio