Partida Rol por web

 - Padre, tengo algo que pedirte...

 A continuación le presento a los dos criados y le informo de mis pesquisas. A continuación le relato mi plan de inventar cualquier razón para entrevistar a los escorpión y identificar a nuestro misterioso zurdo, para lo cual le necesitaba a él, al menos que pudiera darme la autoridad para hacerlo. Una vez tuviéramos un nombre, mi siguiente paso sería comprobar donde se encontraba en el momento del crimen y saber si era él el zurdo asesino... Naturalmente, sin hacer acusaciones antes de estar completamente seguro...

Castillo del Cruce de Caminos. Hora de Bayushi.

¿Eres consciente comienza Aoshi de que tus investigaciones pueden causar un gran revuelo? Si lo que dices es cierto, yo mismo detendré a ese Escorpión, pero ¿estás seguro? No podemos actuar sin pensar en las consecuencias.

 Suspiré, mientras negaba con la cabeza:

 - No, no estoy seguro, por eso necesito esa entrevista para tener algo con que empezar. No tienes que hacer ninguna acusación, ni directa o indirectamente. Puedes presentarlo como una serie de preguntas que tienen como objetivo reconstruir lo sucedido, no dudando en dar a entender como si estuvieras convencido de que el León es culpable. Así será más fácil, en caso de que fuera así, de que el culpable se confiara y cometiese un acto o dijera algo que lo delatase...

Castillo del Cruce de Caminos. Hora de Bayushi.

Kakita Aoshi medita la respuesta que te va a dar durante unos minutos. El silencio inunda la habitación y hace que éste parezca poder cortarse con la hoja de tu katana. Cuando todo parece que va a seguir como está, tu padre garabatea unas palabras en un pergamino que te entrega.

Lo lees y entiendes qué es. Lo enrollas y lo guardas en tu kimono.

Con eso contarás con mi posición como diplomático en jefe. Como puedes imaginar, éste no ha sido el único episodio de estas negociaciones y necesito estar presente. Ahora, cuando alguien dude de tu posición, mostrarás ese texto que te hará mi boca y mis oídos.

Entrevista a quien quieras, excepto a los daimyos y personalidades del Clan. Muéstrate respetuoso y no hagas acusaciones. Recuerda que hablarás por mi y no quisiera que mi cabeza se separase de mi cuerpo. Tu padre termina esa frase con un cierto tono irónico y una sonrisa en la cara. Asientes y te inclinas como muestra de respeto.

Saboreas tu posición como adulto. Por fin comienzas a ver una faceta en tu padre que creías desconocer.

Sales al pasillo, pensando en cuál será tu siguiente movimiento.

 Decido que debo de empezar con Hanako, para comprobar lo que ha podido averiguar sobre el paradero de su sensei. Luego iré a verlo personalmente, por si los criados le identifican como el hombre zurdo...

Castillo del Cruce de Caminos. Hora de Bayushi.

Aunque tardas un rato, finalmente encuentras a Hanako.

No he encontrado a mi maestro. No sé dónde está.

 Esto era preocupante, podía ser el culpable o otra nueva víctima, en cualquier caso debíamos de encontrarle:

 - ¿Sabes donde fue visto por última vez?. Tal vez le dijo a alguien hacia donde se iba...

 Después de escuchar su respuesta, le presenté a los dos criados que me acompañaban:

 - Estos hombres vieron a un escorpión zurdo durante la cena, aunque ignoro si fue a la misma persona. He pensado que cada uno de dé la descripción con sus propias palabras, a ver si reconoces a la persona o personas que encajen...

Castillo del Cruce de Caminos. Hora de Bayushi.

Tras oir las descripciones que los sirvientes dieron, la pálida tez de Hanako se volvió aún más pálida. Sus ojos estaban al borde de la lágrima, consciente de que no aquello que siempre había creído resultaba ser mentira.

No me dijo nada. Dice conteniendo las lágrimas, aunque, pese a todo, no consigue hacer que su voz no tiemble. Debemos buscarle antes de que escape.

 Asentí, aunque la miré y traté de consolarla:

 - Tranquila, puede que no sea él, solo tenemos que hablar con él y ver lo que responde...

 Me sentía mal por la chica, pero nuestro deber era limpiar el honor y reputación de nuestro amigo, a la vez que nos asegurábamos de que se castigara al verdadero culpable.

Castillo del Cruce de Caminos. Hora de Bayushi.

Ashitaka-san, es de noche, si no nos damos prisa podría escapar y jamás sabríamos la verdad. Debemos movernos con rapidez. Si quiere hacer algo, es el momento.

 Sonándome todo muy raro, pero manteniendo la calma, respondí:

 - Vamos entonces, pero antes ordenaré a los criados que nos dejen...

 A continuación me llevé a los siervos a un lado y, con voz lo suficientemente audible, les dije que volviesen a sus tareas, pero en cuanto la mujer no nos miraba, les susurré:

 - ...En cuanto nos vayamos, ir a avisad a mi padre y decírselo todo, que he salido con Shosuro Hanako a buscar a su sensei para hablar con él. Id a buscarlo con urgencia...

 En cuanto los dos hombres se han ido, acompaño a la escorpión a buscar a su maestro...

Castillo del Cruce de Caminos. Hora de Bayushi.

Los criados obedecen a tus órdenes y salen con velocidad en pos de tu padre. Pronto están fuera de tu vista y te vuelves hacia la hermosa Escorpión que te hace gestos para que te des prisa.

Cuando por fin salís al exterior del castillo, la luna brilla alta en el cielo. Las nubes apenas hacen acto de presencia, y el halo de la luna ilumina con fuerza el exterior. Aunque a lo lejos no es posible ver con claridad, la distancia a la que pueden ver vuestros ojos es razonable. La temperatura es algo fresca, ya que al no haber nubes, éstas no han podido retener el calor de la tierra.

Decidís seguir el camino empedrado casi a la carrera. Al de un rato, véis una figura a lo lejos que anda torpemente.

 - ¿Es él?. - Pregunté, en susurros. Mientras lo hacía, miré a mi alrededor, buscando cualquier señal de que algo no marchara como era debido. Todo aquello me daba muy mal espina y esperaba no haberme equivocado en depositar mi confianza en la muchacha escorpión.

Castillo del Cruce de Caminos. Hora de Bayushi.

Aparte de la sombra que tienes delante, no sientes a nadie más en los alrededores.

Cuando te giras hacia Hanako para oír su respuesta, ésta se limita a asentir con la cabeza. Lo cierto es que pese a la luna, la visión no es muy buena y piensas si te estará mintiendo o si, simplemente, conoce bien al que hasta ese momento era su maestro.

 - Será mejor que vayas delante y hables con él. Si le habla un desconocido en primer lugar, en medio de la oscuridad, podría reaccionar violentamente. - Susurré, mientras, instintivamente, llevaba mi mano a mi Katana, en medio de la oscuridad...

Castillo del Cruce de Caminos. Hora de Bayushi.

La Escorpión niega con la cabeza. Si voy, sabrá que hemos venido a buscarle y podría reaccionar violentamente. En cualquier caso, no creo que se entregue voluntariamente.

 - Todavía no estamos seguros si es culpable... Puede que sospeche quien es y lo esté siguiendo... Pero necesito aclarar esto y no quiero que un desconocido le asuste y trate de partirme en dos. - Respondí en voz baja.

Castillo del Cruce de Caminos. Hora de Bayushi.

Hanako pone los ojos en blanco. Te mira de nuevo y dice: Es él. Los dos lo sabemos y con tu indecisión lo único que lograremos es que escape. Haz lo que quieras. La vergüenza caerá sobre tí. No sobre mi.

 Suspirando, me acerqué a él un poco, sin perder de vista por el rabillo del ojo a la mujer, y, manteniendo una distancia segura, le saludé:

 - Saludos, ¿no es un poco tarde para salir a pasear, mi señor?. Soy Kakita Ashitaka, del clan Grulla, a vuestro servicio...

 Si sus intenciones no eran perversas, el presentarme tal vez sirviera para que comprendiera que no era un enemigo... Al menos que él demostrara si serlo...

Castillo del Cruce de Caminos. Hora de Bayushi.

La cara del Escorpión se emblanquece hasta el punto de que se nota pese a la oscuridad de la noche. Sus ojos se clavan en los tuyos. Al principio con temor, después, al parecer reconocer lo que ocurre, pasan a ser hostiles. La visión de Hanako, a unos metros detrás de ti, no parece ayudar.

Así que me habéis encontrado... ¿Sabe alguien más de mi paradero?