Partida Rol por web

Tierras Sombrías. Hora de Hantei.

El tratamiento de Sayuri es bien recibido por todos, que enseguida se sienten más puros tras las feas heridas que pudiesen tener. Por desgracia, esto también traía nuevas consecuencias y es que con cada uso, menos jade os quedaba.

Tras unos instantes en los que trataros, Kigaru os insta a proseguir la marcha con premura.

No parece haber pasado mucho tiempo, el combate, la verdad, ha sido bastante rápido, pero por la oscuridad que inunda todo, no tenéis constancia real de la hora que puede ser. Decidís continuar vuestro camino.

Las Tierras Sombrías se abren cada vez más, las tierras Cangrejo comienzan a quedar lejos, incluso dudáis de estar ya en las antiguas tierras de los Hiruma.

Conforme seguimos nuestro camino comienzo a preguntarme como habrían conseguido los ejércitos llegar hasta la muralla sin haber sido vistos pues a tal distancia cualquier Hiruma los habría percibido con el tiempo suficiente como para avisar. Si aquellos samurai corruptos estaban por las cercanías es que había más de ellos por los alrededores, y no era bueno que avisasen de nuestra presencia.

Así pues me adelante y alcancé a Kigaru. Si somos avistados antes de tiempo, podríamos correr peligro de algún tipo de emboscada. No sería más seguro que me adelantase y averiguase si hay más samurai por la costa?

Tierras Sombrías. Hora de Hantei.

Kigaru se detiene un segundo en su incasable trote. Te coge de los brazos, como para darle énfasis a sus palabras, mientras te mira directamente a los ojos. Sus ojos son castaños, con cierto tono dorado. No son los ojos más bonitos que has visto, pero son los de Kigaru y para ti es suficiente.

-No, Sayuri-kun. Debemos mantenernos juntos. En las Tierras Sombrías, ir por libre significa morir. Debemos ser cuidadosos, en eso te doy la razón. Si mis recuerdos no me fallan, no debería faltar mucho. Aunque las formas eternamente cambiantes de estas tierras malditas no ayudan en absoluto a orientarse. Extrememos las precauciones.

Hago un gesto de asentimiento a las palabras de Kigaru , mientras me pregunto que es lo que hay entre ellos , y si no resultara un problema para la expedicion . Pero rapidamente descarto mis sospechas por absurdas e infundadas , ya que hasta el momento no hay nada que me pueda hacer temer.
-El tiene razon , juntos somos como una robusta cuerda , necesitaran mucha fuerza para quebrarnos

Me giré hacia Kigaru, agitándome, pero sin permitir que sus manos se soltasen de mi. No olvides lo pactado, Kigaru-kun. Yo me adentraré en la ciudad y buscaré a mi hermano, además de las debilidades y fuerzas de la congregación. Puede que seamos fuertes unidos, pero también somos muy ruidosos, y solo hay una forma y una persona capaz de infiltrarse y salir con la velocidad suficiente, y esa soy yo. ME hinché de orgullo y arrogancia conforme hablaba, pues puede que no fuese la mejor luchando, pero no solo con la espada se podía vencer a las tierras sombrías.

Tierras Sombrías. Hora de Akodo.

Han pasado ya varias horas en las que apenas un ruído os ha interrumpido y si lo ha hecho ha sido a gran distancia. Por suerte. Algunos de los ruídos eran terribles alaridos que agradecéis a los dioses no tener que oir de cerca.

La oscuridad del ambiente es cada vez mayor. Por un lado, la oscuridad os oculta, lo cual es bueno, pero también oculta a vuestros posibles enemigos. Además, a veces tropezáis por no ver bien el terreno que pisáis que no deja de ondularse.

Poco después de que la Hora de Akodo haya empezado, conseguís esconderos por los pelos de un ejército entero. Sin duda, el sonido de sus pasos y del traqueteo de las armaduras y enseres os han cubierto. El ejército es más grande que al que os enfrentasteis, sin duda será un durísimo golpe para la Muralla. ¿Resistirá?

Observo con gesto preocupado la gran cantidad de soldados que se encaminan en dirección a la muralla. Tal vez debería ir a avisarles ya que sin duda esta es una de las fuerzas mas magnificas que he tenido la desgracia de observar , pero por otro lado ahora mismo seria un deshonor abandonar a mis compañeros , lo cual me hace dudar, así que me acerco a ellos para susurrarles.
-Tal vez alguno de nosotros debería ir a dar un aviso a la muralla

Si alguno de nosotros tratase volver. Le susurré a Daichi, alertaríamos de nuestra presencia y no podría hacer nada, además que podría poner en riesgo nuestra acción de ahora. Con suerte los exploradores Hiruma darán aviso de lo que se aproxima, como hicieron antes, y será salvado el Honor del Cangrejo.

Ahora que se han desecho de gran parte de su ejército es cuando podemos descubrir la fuente de sus incontables soldados y destruir la fuente. Con suerte, deshecha la fuente, perderan su fuerza.

Tierras Sombrías. Hora de Akodo.

Kigaru asiente después de que Sayuri hablase. Puede que no sea tan buena idea volver sólos. Por lo que decidís continuar.

No pasa una hora cuando por fin véis el asentamiento. Parece desierto, aunque la oscuridad del ambiente no ayuda precisamente a determinar si lo está o no.

Ha llegado la hora, es momento de investigar que sucedía en aquél lugar y porqué los ejércitos partían de aquél lugar. 

Me acercaré a ver que sucede en esta ciudad. Esperadme aquí y buscar algún refugio mientras, de esa manera podremos planear como adentrarnos y destruir esta blasfemia que crece tan cerca de nuestro hogar.

Olisqueé el aire, casi tratando de recibir alguna pista que indicase la presencia de mi hermano, de donde podría estar y de donde podría comenzar la búsqueda. 

Mientras Sayuri otea la ciudad , yo le doy una mirada al entorno , esceptico de que en esa desolación haya algún refugio. Pero no es mi función , lo mio es la lucha asi que me dedico a seguir a los exploradores sin proferir queja , aunque piense que Kigaru deberia acompañarla .

Tierras Sombrías. Hora de Akodo.

Cuanto más te acercas, escondiéndote en cada resquicio que ves, más te vas dando cuenta de que la ciudad no es tal, sino más bien un campamento o algo similar. Parece bastante vacía.

Por fin, cuando estás casi en los límites del mismo, te acercas a una piedra desde donde intentas observar.

No pasa mucho tiempo cuando ves por fin a un grupo de soldados corrompidos, seís crees ver, que parecen estar escoltando a un hombre que va entre ellos.

Fuerzas a tus ojos a penetrar la oscuridad del ambiente para saber algo más del hombre misterioso. De alguna manera, éste te mira, y a pesar de la distancia sientes como te mira a los ojos. ¡Pero si es mi hermano! Aunque en seguida vuelve a lo suyo, como si no te hubiese visto.

Un montón de sentimientos te recorren en todas las direcciones de tu cuerpo. Debo liberarlo de sus capt... Un segundo, ¡les está ordenando cosas! Una lágrima sale de tus ojos, que en seguida te enjuagas. Mi hermano ha entregado su alma a las Tierras Sombrías... Piensas en volver sobre tus pasos. ¿Deberías contar lo que has visto?

Shukei! No puede ser!! Mi hermano me había enseñado a luchar y proteger el Imperio, me había ayudado a comprender que el honor era lo más importante de un samurai, y que debía prevalecer siempre. Sin honor, uno caía rápidamente en el no ser... y ahora había caído él.... Kigaru no debe saberle. pensé para mi misma. Si lo sabe, seguro que se rompe, y aun no esta todo decidido. Me ha visto y no ha traicionado mi posición, o al menos eso parece. 

Las lágrimas caían por mi mejilla ante la pérdida de mi hermano, ante la simple idea de que hubiese sucumbido a la corrupción. Debía idear algo para alcanzar a estar frente a él y saber que sucedía, pero para ello debíamos adentrarnos en el campamento. Volví sobre mis pasos y volví con la pareja de cangrejos.

Volví mis pasos hacia donde se encontraban mis compañeros, preparada para enfrentarme a aquella aldea. Tenía que idear la forma de llegar hasta el interior de la aldea y creía saber como podía ser. 

De las sombras salí ante mis compañeros, ya lejos de la vista de los samurai corruptos que quedaban en la aldea.

Kigaru-kun, Daichi-san, debemos adentrarnos en esa aldea, pero además debemos realizar un ataque separado. Por lo que he visto solo hay 6 samurai corrupto en la aldea y podemos reducirlos fácilmente. Si es necesario, podemos llenar nuestras armas de jade para que los golpes sean más efectivos, aunque viendo que usáis armas contundentes, no sería necesario.

Observo a la exploradora con gesto adusto , separarse nunca es una buena opción , aunque puede que en esta ocasión sea la única , aunque primero querría saber un poco mas la situación antes de hacer nada precipitado.
-¿Puedes hacer un pequeño esquema y señalar su posiciones?- digo tendiéndole una ramita

Tierras Sombrías. Hora de Akodo.

Os vais acercando desde la dirección desde el noreste, hasta llegar al murete, a la izquierda de la puerta. Desde una pequeña abertura, podéis observar al grupo de antes, discutiendo por algo en el centro de la plaza. El hermano de Sayuri, parece ladrar órdenes.