Partida Rol por web

Tras el breve estallido de luz, la visión empieza a clarear nuevamente pero no mucho. Habéis aparecido en un lugar bastante oscuro y lo primero que os llama la atención es el ruido. Algo golpea el techado bajo el cual habéis aparecido. En cuanto os dais la vuelta veis la respuesta. El lugar donde habéis aparecido parece ser algún tipo de porche de una vivienda y en la calle está cayendo una granizada de espanto. Apenas veis más allá de tres metros desde la salida del porche así que miráis al edificio que está a vuestro lado. La puerta es una puerta de madera y el porche está sustentado en dos columnas sobre las que crece una especie de enredadera con espinas y hojas muy puntiagudas. En la puerta hay un llamador con forma de la cabeza de, ¿una rana?

Miro a mi alrededor, un tanto extrañada por el terrible temporal que azota la zona, parándome a estudiar la zona circundante a la edificación.

Una vez que, efectivamente, no puedo ver nada, me giro hacia el resto y, señalando el llamador Supongo que no habrá más remedio que llamar ¿no?

Lodion no pierde el tiempo y con resolución y una sonrisa llama a la puerta.

Al cabo de unos segundos de espera, se oyen unos pasos del otro lado de la puerta y una voz que pregunta:

¿Quién llama?

- Lodion.

La voz no responde por un instante.

¿Qué quieres? Mi amo no está en casa, patán.

- Buscamos a Eileen Cabellorrojizo, de parte de Mekiron - contesta Lodion en un tono ligeramente irritado. - ¿Tu quien eres?

Mi nombre es Kai, y sirvo a Ustisha Cambris, uno de los mandamases de la Hermandad de los Constructores. No sé quienes son las personas de las que habláis.

El personaje se calla y a continuación dice:

Si no os vais del porche de mi amo, tendré que llamar a los cabezones.

Lodion se gira hacia sus compañeros con una mirada interrogante.

- ¿Buscamos una posada? - dice en voz baja - Quizá no es esta casa a donde deberíamos ir, simplemente esta cerca de la entrada.

Dando un pasito hacia la puerta Disculpe señor. No pretendemos molestarle, ni será necesario que llame a esos cabezones. Tan solo necesitamos su ayuda. Nos hemos perdido y buscamos la Ciudad de las puertas ¿nos podría ayudarnos?

Fredd empieza a ponerse nervioso y pega su espalda a la pared de la casa mientras mira observas alrededor intentando atravesar con su mirada el muro de granizo que rodea el porche, sus manos sujetan con fuerza la ballesta dispuesto a disparar si aparece alguna amenaza.

Según termina de hablar Edelwen hay un momento de silencio y de repente la persona detrás de la puerta comienza a reírse a carcajadas.

¡Estás en ella, Sinpistas primario! Ahora, si me disculpáis tengo tarea que hacer. Buena suerte, patanes.

Dicho esto, escucháis unos pasos alejándose de la puerta.

- Bueno, supongo que esta ciudad tiene calles y posadas... eso puede ser un comienzo. - comenta Lodion - Después podemos buscar un templo de Mielikki para buscar a Ellen.

El elfo se separa del porche buscando una salida hacia la calle.

La calle se ve a duras penas debido a la granizada. Estáis en alguna especie de callejón y después parece haber una enorme plaza con un edificio muy grande al fondo.

Haciendo un gesto con la cabeza Salgamos de aqui y busquemos el templo. Id pegados a los edificios.

Dando un pisotón por la frustación en el suelo del porche, Fredd se arrebuja en su capa y guarenciendo bajo ella la ballesta, inicia la marcha hacia la plaza, intentando protegerse del granizo como ha indicado Edel.

Vais pegados a los edificios con cuidado de no rozaros con las enredaderas, y cuando estáis a punto de salir a la plaza entra en el callejón una extraña criatura. Es humanoide, algo más alta que un humano y tiene una piel oscura con un par de cuernos.

Otra cosa aparentemente curiosa es que va flotando. En una mano lleva una especie de machete...

Pero donde leches hemos acabado?

Pregunto un tanto sobrepasado por los acontecimientos

Y que nos ha llamado el estupdio ese?