Partida Rol por web

Aventuras en los Reinos Olvidados II

Capítulo primero. El secreto de Suzail.

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05/05/2014, 12:37
Director

Turno 49.

Notais las finas arenas de la playa del Cangrejo bajo vuestras botas, mientras las aguas verdosas del mar del Dragón lamen la cercana orilla. El "Tres Espadas", una gran coca con destino a Urmlaspyr, os ha dejado en este apartado lugar, inaccesible desde tierra debido al abrupto y rocoso acantilado que desciende a pico desde las postrimerías del gran pantano, al sur del Camino Real.

Habéis ocultado con acierto la balsa en la que desembarcasteis junto a unas rocas, cubriéndola con algunas hojas de palma. La necesitaréis para alcanzar algún punto de la costa cuando salgais de aquí. Mientras el "Tres Espadas" desaparece en el horizonte y el cielo descarga una fina lluvia desde sus nubes grises, vuestra memoria os lleva a Suzail, al despacho del capitán de puerto, hace ahora varios días.

Tras la brillante exposición de vuestra adoradísima medio elfa, Rordam entró en un eficiente frenesí enviando a sus correos aquí y allá. No tardó mucho en daros la dirección del "Secreto de Suzail". Según los registros, pasaría el estrecho hacia el Mar de las Estrellas Caídas para comerciar con Sembia, algo que el viejo lobo de mar consideraba poco probable. Sin duda cruzarían el estrecho, pero más bien hacia las Islas Piratas. Gracias a sus contactos entre los capitanes del puerto, no le costó dar con un filibustero rehabilitado, al mando del "Tres Espadas", que os informó del caladero más habitual para el Capitán Rorn, al que conocía de vista, y por su reputación de degenerado y traicionero, incluso dentro de un gremio tan distinguido como el de los bucaneros. De hecho fue su mismo barco el que os acercó a lugar en el que os encontrais ahora.

La playa en la que os encontrais sería idílica si no estuviera lloviendo. En ella crecen algunas palmeras que apenas os protegen del agua, y termina allí donde los acantilados se alzan, muy difíciles de escalar. Al este, sin embargo, un promontorio rocoso de fácil acceso da pie, (según el capitán del "Tres Espadas"), a una segunda playa, con una bahía subterránea que sirve de punto de encuentro y caladero a la nación pirata. Esta información, os pidió vuestro guía, no debe salir de vuestros labios. Si las autoridades se enteraran de este lugar, pronto lo harían los piratas, y el Tres Espadas terminaría hundido en las profundas simas de los mares interiores. La delación se castiga con la muerte.

Tras un corto paseo bajo la lluvia, pronto llegais hasta las rocas que separan ambas playas; oscuras, puntiagudas y cubiertas de lapas y caracoles de mar, las olas se estrellan contra ellas levantando una molesta espuma que se mezcla con la lluvia. Sin embargo, existen visibles pasos bajos entre las prominentes piedras, y se puede llegar fácilmente al otro lado, a la playa. Que probablemente esté vigilada, por supuesto.

¿Quién irá delante?. ¿Mandaréis un explorador?. ¿Quién será?. ¿Intentaréis otra cosa?. No es difícil nadar para cruzar las rocas y llegar a la segunda playa, (dificultad 10), y también se puede, aunque sea mucho más complicado y peligroso, ascender a tierra escalando el escarpado precipicio hasta arriba, y volver a descender hacia abajo a la segunda playa, (dos tiradas de Trepar dificultad 20, y como la falléis terminaréis convertidos en hamburguesas).

Es vuestro turno... y vuestra decisión.

Notas de juego

Piticlín, piticlín.

Bronas gana 30 Px

Silbido gana 30 Px

Ark gana 30 Px.

Banjeela gana 30 px+ 20 Px por convencer a Rordam + 10 Px por http://www.reactiongifs.com/r/mjl.gif

Rordar gana 0 px... vaa, 30 px XD

Garius gana 30 Px.

Barundar gana 30 Px.

Experiencia.

Bronas: 4.710 + 30 = 4.740 Px.
Silbido: 4.865 + 30 = 4.895 Px.
Ark: 4.420 + 30 = 4.450 Px.
Banjeela: 2.935 + 30 + 20 + 10 = 2.995 Px.
Rordar: 2.675 + 30 = 2.705 px.
Barundar: 2.445 + 30 = 2.475 Px.
Garius: 2.760 + 30 = 2.790 Px.

Notas.

 

Aviso

Próximo turno el miércoles 07 de mayo del año de nuestro señor de 2014.

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05/05/2014, 19:33
Banjeela

Diréis lo que queráis de los burócratas cormytas, pero tenéis que reconocer que se lo curran bastante. ¡Achís!

Banjeela sacó un saco de su mochila y lo puso a modo de toldo sobre su cabeza para guarecerse de la lluvia. Lo que debe de estar sufriendo Tania en manos de esos piratas debe de ser horrible, pero no se le puede comparar a lo que la humedad hará al peinado de la semielfa.

Tengo un plan. ¿Os he dicho ya que tengo un plan? Subo el repecho, seduzco a los guardias-dijo, mientras levantaba pecho con las manos por encima de su casaca y el saco le caída a cada lado del cráneo como el tocado de una monja-y los atraigo aquí. Vosotros esperáis ocultos y salís de repente como una manada de grifos furiosos. ¿Se dice manada de grifos o bandada de grifos? Bah, es igual.

¿Qué? Creéis que como ya tengo veintisiete años y voy vieja ya no puedo levantar ni la vela de una verga, ¿no? Síííííí... os lo noto en la cara y es eso lo que estáis pensando. Sois como mi madre... Ella tampoco creyó nunca en mí. En mis dotes.

Aufff... Tenéis razón. Qué se le va a hacer. Podemos esperar al cambio de guardia, a la noche, y que la oscuridad me tape un poco, a ver si así pican. Mientras podríamos volcar el bote y guarecernos debajo de la lluvia, aunque luego tengamos que volver a camuflarlo.

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06/05/2014, 17:11
Silbido

Silbido empezaba a entender la razón por la que Banjeela hablaba tanto. Se sentía sola, incluso cuando estaba con otras personas. Ella había aprendido a afrontar la soledad en silencio, a afrontar cada día como si pudiera ser el último. Si no conseguías nada que comer, no comías. Si no tenías ropa de abrigo y refugio, morías en cuanto llegara el invierno. No era tan difícil, pero requería estar ocupado buena parte del día. La semielfa, sin embargo, se enfrentaba a la soledad hablando consigo misma. Y cuando hablaba con los demás, era como dos personas al mismo tiempo, respondía a sus preguntas y comentaba sus propias palabras.

—Yo me olería algo raro —apostilló la chiquilla—. Questo no es una ciudá, y no es medio normal que una mujer les salga en medio la noche. Si vas a hacelo, te rasgas las ropas y te revuelves el pelo, y que se crean quibas en un barco que sa hundío, y has llegado aquí. Y si no les gustas, les dices que has llegao agarrá a un cofre lleno tesoros. Yo te cubro a tiro de arco, por si te llevan pal Secreto.

La cuestión era cómo llegar hasta la otra playa. Escalar quedaba fuera de la cuestión. Bastaba echar un vistazo a las rocas para imaginarse el cuerpo destrozado entre ellas. Nadar tampoco era lo suyo, especialmente después de la mala experiencia cruzando el río Ashaba, casi muriendo por la hipotermia.

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06/05/2014, 18:40
Bronas

Bronas se sentía incómodo pisando la blanda superficie arenosa. Le gustaba sentir la tierra firme bajo sus pies por si era necesario correr, saltar, atacara o esquivar. Pero si era el caso, estaría a primera línea, como siempre, para eso emprendió el viaje entre otras cosas, dejando atrás las gélidas montañas del Norte.

Tras llegar a la playa, marchaba con el yelmo colgando de su correa del ancho cinturón, estaba cansado del repiquetear de la lluvia contra el metal del casco. En un gran bulto de lona engrasada, portaba su coraza y el resto de su armadura pesada, no le gustaba la idea de que el navío se tumbara y el peso de la armadura se lo llevara al fondo del mar. Una vez en tierra, no había visto motivo alguno para enfundársela, cuando tuvieran el objetivo marcado ya lo haría, si le parecía oportuno.

Estaban haciendo un alto, estudiando el siguiente paso a seguir para llegar a la playa donde deberían estar los piratas. Tras ver el acantilado y dar otro vistazo a los enanos, ni se planteó la ascensión, no si querían ir juntos. El agua sería más seguro, sin lugar a dudas si fuera él solo, pasaría por allí sin dudarlo.

- Lo mejor sería dar un vistazo antes de aproximarnos todos. Al abrigo de la noche, uno o dos de nosotros se podría acercar nadando sin problemas, hacerse una idea de la disposición del campamento, y tal vez dejar fuera de combate a los centinelas, tal vez con uno de ellos cautivo para que nos largara información.- Mirando al resto.- Yo no temo ir en esa misión, solo o con Silbido. Ir, dar un vistazo, silenciar a los centinelas y regresar para informar. Y cruzar por entre las rocas sin temor a ser advertidos.

El corpulento ilushkano tenia el amago de una sonrisa entre sus labios, con su rebelde caballera pegada húmeda al cráneo. Con una mano aferrando bulto, del que también colgaba el escudo, y con la otra aferrando el asta de la bisarma. La piel blanca del wargo estaba empaquetada en su mochila, encima solo tenía su vieja capa engrasada cubriendo su cuerpo que vestía el camisote de mallas.

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06/05/2014, 19:59
Banjeela

Banjeela puso la mano sobre el hombro de Silbido con una sonrisa.

Me has leído la mente, Silbido. Salvo por lo de rasgar la ropa, que me valió sus cuartos. Bastará con que estén mojadas. ¡Ains! ¡Pasamos tanto tiempo juntas que seguro que hasta una termina la frase de laaaa...! Deeee laaaa...

Miró a Silbido, expectante. No llegaba a ser como madre e hija, pero sí como hermana pequeña y hermana no tan pequeña pero muy atractiva y que se conservaba muy bien.

Notas de juego

Al este, sin embargo, un promontorio rocoso de fácil acceso da pie, (según el capitán del "Tres Espadas"), a una segunda playa, con una bahía subterránea que sirve de punto de encuentro y caladero a la nación pirata.

¿Entendí mal o además de nadar CD 10 y hacer el Mallory CD 20 también se puede ir tranquilamente andando?

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06/05/2014, 22:13
Rordar Petrascudo

Si ya de por si el corto viaje en barco había mareado al mago la idea de nadar o, peor aún, de escalar no le atraía en absoluto y mucho menos con todo el peso que estaba llevando en esos momentos en su mochila.

Ehhh no lo veo claro.
Dijo, casi más para sí que para los demás.
Mirad, yo lo de escalar o nadar no lo llevo nada bien. Puedo ayudar si atrapáis a un centinela para que hable, pero no tengo intención de morir ni ahogado ni espachurrado.
 

Notas de juego

¿Rordar 0? Hombre, que vale que contestara en el tiempo de descuento pero...

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06/05/2014, 23:50
Silbido

La semielfa la miraba. Ella le devolvió la mirada. Ambas se observaron mutuamente, mientras Banjeela repetía sus últimas palabras. El silencio se instaló sobre el grupo y se extendió durante largos segundos, mientras la lluvia repiqueteaba en las piedras y el suave viento rasgueaba la superficie del mar como si fuera un instrumento de cuerda. Las estaciones se sucedieron, los años pasaron, nuevas eras sustituyeron a eras ancianas. Finalmente, consciente de que la otra mujer no iba a decir nada más por el momento, Silbido se encogió de hombros y se rascó la punta de la nariz con las yemas de los dedos.

—A mí me valen las dos —dijo al cabo.

Ambas opciones le parecían razonables. El objetivo era eliminar a los centinelas que, con seguridad, habría apostados en la playa, y si era posible, capturar a uno de ellos para sacarle toda la información posible sobre el Secreto y su tripulación.

Notas de juego

No pretendo ignorar a Rordar, pero espero la confirmación de Kastan respecto a si es necesario nadar o escalar para llegar a la otra orilla.

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07/05/2014, 00:18
Ark

El sacerdote se limitó a escuchar los planes de sus compañeros sin decir esta boca es mía. La espesura no era su fuerte , y mucho menos hablando de una isla. Escucho los dos planes con atención y ambos le parecian razonables , así que simplemente les dejo discutirlos mientras el se hacia a un lado para observar bien el entorno atento a cualquier señal de vida.

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07/05/2014, 12:50
Garius

Sa-sacaré el ar-arco.

No tenía nada mas que decir o hacer, no podía escalar, nadar o engañar a los piratas, así que dejaría que cada uno fuera con lo que creía que era mejor. Nadie conoce sus habilidades mejor que ellos mismos, así que el que crea que puede nadar o escalar, seguramente puede.

Seguía sin acostumbrarse a la palabreria de la semielfa, sin embargo era util, y a solía tener ideas que funcionaban, aunque a él le parecieran tonterías sin fundamento.

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07/05/2014, 13:13
Director

Turno 50.

Siguiendo el plan de Bronas, (expuesto en off topic), él pasará nadando hasta la playa situada al este, Banjeela atravesará las rocas mojada y sexy, a la vista para llamar la atención de los vigías, y detrás de ella irá Silbido, convenientemente oculta entre las rocas. Rordar, Garius, Ark y Barundar quedarán en un segundo plano, en la playa en la que se encuentran, a la espera de noticias.

Así pues, mientras la lluvia empapa vuestras ropas, el bárbaro decide mojarse del todo y se mete en el agua, avanzando sobre las olas con facilidad en un mar no demasiado agitado, apartándose de la costa para evitar que cualquier vigía pueda verlo, y de las rocas para evitar que la corriente le haga estrellarse contra ellas.

Los demás esperais a que la joven, (no tan joven), Banjeela, se adentre entre las rocas, mientras Silbido la sigue oculta entre ellas. A la medio elfa no le es difícil llegar al otro lado, aunque la irregular superficie, cubierta de lapas y agudos berberechos, le pincha en las plantas de los pies a través de sus botas. Finalmente, la bardo consigue llegar a la playa.

Lo que observa es algo muy parecido a lo que había en la cala de la que venía. No hay guardias ni piratas por ninguna parte; las nubes grises apenas dejan pasar el sol, que ilumina un arco ancho de arena fina mojado por las olas. En mitad de su recorrido, un profundo caudal se interna en una cueva lo suficientemente alta para que un capitán competente meta por ella un barco de tamaño medio con el velamen plegado. Detrás de Banjeela, su amiga Silbido asoma la cabeza extrañada. Ni un alma.

Bronas usa sus potentes brazos para propulsarse a través del agua. Lo que observa es lo mismo que sus dos compañeras, y nada hacia la costa dándose cuenta de que no hay nadie sobre la playa capaz de descubrir su presencia. Un vistazo detenido a la cima del acantilado que sube desde ella descubre que tampoco hay allí ninguna atalaya ni vigía, al menos a simple vista. El jotunbrund se dirige hacia la playa.

Cuando sus pies tocan el fondo arenoso, deja de nadar para luchar contra la corriente, acercándose anadeando. Sin embargo, algo sucede antes de que su pie mojado y desnudo se plante sobre la arena mojada. ¡Detrás de él, un monstruo del tamaño de un buey salta del agua como un gigantesco proyectil, salpicando en todas direcciones!.

El gigantesco sapo, con su piel húmeda y brillante, abre su boca repleta de diminutos dientes del tamaño de la falange de un meñique, y aterriza sobre su sorprendida víctima pegándole un tremendo mordisco que mete todo su brazo izquierdo en la boca, y que abrasa el hombro de Bronas con un veneno humeante de olor acre. Sin embargo, la poderosa constitución del héroe lo protege contra los peores efectos de la criatura.

Banjeela, por otra parte, esperaba junto a las rocas con la ropa empapada y primorosamente trabajada para atraer a cualquier sucio pirata heterosexual que pudiera aparecer por allí. La visión de la gigantesca y asquerosa rana la sobresalta, pero más lo hace todavía ver a otra, que desenterrándose desde la arena húmeda la mira con unos ojos desprovistos de lujuria, pero provistos del hambre propia de un sapito en busca de merienda.

Abriendo su gigantesca boca, el monstruo despide una lengua del grosor de un antebrazo humano con una fuerza terrible. Silbido solo tiene tiempo de apartarse, tan sorprendida como su amiga, cuando el baboso y pegajoso apéndice golpea el muslo derecho de la joven con un sonido húmedo. Acto seguido, Banjeela deja de estar donde estaba, y con una rapidez brutal se ve zarandeada, golpeada, aplastada y derribada sobre la arena, rebozándose como una croqueta hacia la abierta bocaza del monstruo.

Aturdida, la medio elfa apenas consigue abrir uno de sus ojos para ver que sus vestidos, convenientemente sueltos y abiertos para resultar provocativos para cualquier pirata que se precie, se han convertido en pedazos de tela que muestran con claridad su rápido recorrido a través de la playa hasta la boca de la rana gigantesca, que a pesar de su magullada desnudez la mira más como a un mosquito gigante muy sabroso, que como a una no-tan-mayor semielfa susceptible a cualquier placer carnal. Su bocaza se cierne sobre la temblorosa joven cuando su babosa lengua le mete la pierna de la medio elfa en la pulsante y maloliente boca.

Un terrible mordisco, acompañado de una sensación de debilidad general, acomete el muslo de la... ¿heroína?, que de repente se ve expulsada de la garganta del sapo, francamente mareada. Con una arcada inesperada, el contenido del estómago de Banjeela termina volcado sobre sus temblorosos pechos desnudos, dejándola en lo que, (supongo), es la situación más patética en la que se ha encontrado jamás. Envenenada, la medio elfa observa el corpachón del sapo gigante saliendo del todo de la arena mojada, dispuesto a terminar de merendársela.

Este asalto ha sido de sorpresa, a favor de los inesperados guardianes de la guarida de los piratas. Ahora toca tirar iniciativas y decidir qué es lo que vais a hacer. Bronas está en pie, frente al sapo gigante que le atacó, y puede actuar con normalidad. Banjeela está tirada, (tumbada), junto a su propio sapo gigante. A pesar del (lógico) estado de su (escasa) indumentaria, las cosas resistentes, como armas que pudieran estar envainadas en su cinturón o en el interior de su mochila, siguen en su sitio. Así que si lo desea puede actuar con normalidad.

Silbido está a una distancia adecuada de Banjeela; podría llegar con una acción de movimiento hasta ella, y atacar al peligroso monstruo. Para llegar hasta Bronas, Silbido tendría que gastar todo su turno en una carrera loca, y no podría atacar al monstruo que lucha con él.

Rordar, Ark, Garius y Barundar pueden llegar con una acción de turno completo, (correr), hasta la playa atravesando las rocas. Así que este asalto no podrán actuar. El siguiente, estarán posicionados en donde se encuentra ahora Silbido, (y de paso podrán regodearse con el penoso estado de la pobre Banjeela).

Damas y caballeros, tiren iniciativas. Estamos en combate.

- Tiradas (11)

Notas de juego

Piticlín, piticlín.

Bronas gana 30 Px + 10 Px por valentía.

Silbido gana 30 Px + 10 Px por valentía.

Ark gana 30 Px.

Banjeela gana 30 px+ 10 Px por valentía.

Rordar gana 30 px

Garius gana 30 Px.

Barundar gana 0 Px.

Experiencia.

Bronas: 4.740 + 30 + 10 = 4.780 Px.
Silbido: 4.895 + 30 + 10 = 4.935 Px.
Ark: 4.450 + 30 = 4.470 Px.
Banjeela: 2.995 + 30 + 10 = 3.035Px.
Rordar: 2.705 + 30 = 2.735 px.
Barundar: 2.475 + 0 = 2.475 Px.
Garius: 2.790 + 30 = 2.820 Px.

Notas.

Banjeela ha sufrido 3 daños en la pierna derecha, y está envenenada (-5 Con, lo que suponen 6 daños más)

Bronas ha sufrido 1 daño en el hombro.

Aviso

Próximo turno el viernes 09 de mayo del año de nuestro señor de 2014.

Iniciativas

Sapos gigantes 7

Contrincarios

Sapo gigante 1

Sapo gigante 2

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07/05/2014, 15:58
Bronas

 Sorprendido, por la criatura anfibia, el norteño no alcanza a escapar por los pelos del mordico de esta criatura. Nada más quitársela de encima, ve como en la orilla, Banjeela es atacada también, saliendo bastante peor parada que él mismo. Queriendo llegar junto a ella cuanto antes, saca su mágica espada calishita y la descarga sin piedad alguna contra el sapo... o rana... o lo-que-sea ese bicho.

El filo acerado de la cimitarra, esgrimida a dos manos, causa una larga herida vertical al sapo, cruzándole el rostro, casi creándole una nueva boca cruzada a la propia... que rápidamente empieza a emanar sangre.

- Aguantad...- Dice entre dientes el ilushkano.- ahora vengo.

- Tiradas (3)

Notas de juego

El daño es un punto mayor, no conté el +1 de la cimitarra. 14 de daño en total.

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07/05/2014, 20:38
Barundar de Mithril Hall

Menudo paseito, baje del barco con muchas ganas de besar el suelo, era un mal necesario pero en mi cabeza bullia lo estupido que seria si el barco sozobraba y me iba al fondo tirado por mi armadura. Aun asi pense que seria un destino mejor, que verme rodeado de piratas sin una armadura con la que pudiera parar sus sucion golpes envenenados, malditos!

Mojado y medio enterrado a cada paso en la arena, decidi dejar hacer a aquella mujer esperando un resultado variopinto, ella ensartada y nosotros a verlas venir, ella raptada y nosotros buscandola, ella borracha y nosotros... bueno muchos resultados, pero lo que si estaba claro es que mi opinión valia menos que el de un pimiento asi que deje hacer mientras esperabamos.

Mientras avanzaban en la distancia, vimos como  media duda de arena se movia para atacar a la debíl mujer que desaparecio, seguramente comiendo suelo me temí lo peor y ya corria como un degenerado a salvarle su recio culo semi-elfo, aunque mientras corria pense que estar un día en siléncio sin aquellos ojos mirandote como si no fueras nada tampoco seria lo peor del mundo.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Pateazo que me meto, entiendo que estaba preparado con las armas fuera?

Perdón que no he podido entrar estos días que hoy hay reunión de jefes y tenia lio.

Iniciativa 3

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08/05/2014, 00:25
Silbido

No hubo hombres a los que Banjeela pudiera seducir, Bronas pudiera hacer pedazos o Silbido dejar como un alfiletero. En su lugar, escondidas entre las rocas y bajo la arena, mostraron sus cuerpos dos criaturas de pellejo verdoso, brillante bajo una desagradable película de sustancia viscosa. Silbido los reconoció al instante: sapos. Aunque los que se había encontrado ella, entre los juncos de la orilla de las charcas en las que se aseaba en ocasiones, podían sostenerse en una mano, y solo suponían un peligro para los pequeños insectos que merodeaban a su alrededor. Estos eran tan altos como una persona, sus bocas lo bastante grandes como para tragarse a una persona pequeña.

Encontrarse a distancia de los otros dos le sirvió para librarse del ataque. Bronas se defendía del terrible anfibio con su habitual fiereza. La semielfa, sin embargo, apenas se las arreglaba para evitar convertirse en la cena de su bestia.

Silbido corrió hacia Banjeela, dejando de lado las precauciones que había tomado hasta entonces, y sin dejar de moverse, soltó una flecha que se hundió profundamente en la blanda carne del sapo cuya lengua se arrollaba alrededor de la pierna de Banjeela.

- Tiradas (4)

Notas de juego

Iniciativa: 12.
Daño: 7.
CA = 17 (hostigando).

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08/05/2014, 08:44
Banjeela

Iiiiiiih... quitádmelo de encima. Quitádmelo. Es unssss... un sasasa... sapo-dijo al más puro estilo Garius.

No hay nada que de más grima a Banjeela que los sapos terribles. Y los sapos normales. Y las arañas monstruosas. Y las arañas de campo. Y los insectos, como aquellos dos escarabajos bombarderos del templo del Conde Drago. Y Gobo. La lista es amplia.

Banjeela tapó su desnudez lasciva y pecaminosa con su propia mochila. Se agarraba a sus cosas como una avara ancianita moribunda a la que quieren quitarle los tesoros acumulados durante toda una vida. En el caso de Banjeela, una vida corta. Sí, veintisiete años y aún sin casar, pero de pronto sintió que era demasiado joven para morir.

Intrepidamente (todo lo intrépida que puede ser una mercader vulgar y corriente), golpeó con la suela de su bota la lengua para que le soltara la pierna. Trató de ponerse en pie, siempre interponiendo la mochila entre el Señor Sapo y ella para amortiguar los golpes.

Mátala, Silbido. Mata al slaad. Antes de que ponga sus huevos bajo mi tersa piel.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Defensa total como acción estándar, acción de movimiento en levantarme. Provoco AdO. CA 17

Daño secundario en 9 asaltos.

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08/05/2014, 11:25
Garius

Por suerte había aprobechado el tiempo de la discusión y los preparativos en ponerse la armadura de nuevo.

Cuando escuchó el grito de batalla de la mujer supo que algo no había salido bien, para variar y corrió todo lo que pudo hacia ellos. La arena, junto con el peso de la armadura retrasaron su marcha. Tal vez debería haber comprado una armadura más ligera, como había hecho el barbaro. Puede que lo hiciera cuando volvieran.

- Tiradas (1)
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08/05/2014, 12:57
Ark

Ark casi ( y solo casi) puso suprimir su suspiro de fastidio cunado una vez mas las cosas se torcian nada mas empezar , y sobre todo porque una vez mas era Banjeela la que histérica , amen de desnuda y mojada , era la que se llevaba la peor parte del pastel.

Desde la lejanía , el Clérigo comenzó una salmodia , confiando en que su Diosa no estuviese ofendida por la mezquindad y mala educación mostrada por la semielfa el otro dia , y que le prestase sus dones para poder ayudarla en estos momentos de tribulaciones.

- Tiradas (2)

Notas de juego

arma espiritual para ayudar a silbido llegaria a 160 pies contando una accion de movimiento. dejo ataque por si llega , si no llegase me avisas edito post y lo que hago es correr hacia alli ,

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08/05/2014, 16:45
Silbido

El sapo había derribado a Banjeela, pero no era capaz de mantenerla callada.

—No temas por eso —respondió a la semielfa, acercando la mano a la aljaba para retirar una segunda flecha—. Ponen los huevos en el agua, pegaos a las plantas, no en la gente. Creo que te quiere comer. Es tan gorda que los bichos le saben a poco.

Confiaba en que eso le sirviera de alivio, si no eran capaces de acabar con el sapo a tiempo para sacarla de allí.

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08/05/2014, 23:22
Rordar Petrascudo

Para no faltar a la costumbre los gritos de la escandalosa mujer alertaron al grupo que se había quedado en segundo plano de que el plan se había torcido de algun forma. Probablemente el humano, el elfo y los dos enanos no fueron los únicos alertados, si no que también cualquier pirata, animal, planta, ser etéreo o de otro plano que pasara a unas cinco o seis leguas de donde ellos se encontraban.

Se encogió de hombros y, por lo que pudo ver por el rabillo del ojo antes de empezar a correr tímidamente (tampoco estaba muy interesado en salvarle el pellejo a la escandalosa semielfa) y casi por compromiso, Ark tampoco estaba muy contento con la situación aunque hiciera honor de sus votos como clérigo y empezara a salmodiar para salvarla.

- Tiradas (1)
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12/05/2014, 12:18
Director

Turno 51.

Banjeela, tapándose como puede con la mochila, (y de paso usándola como cobertura ante los terribles mordiscos del sapo), consigue levantarse y apartarse un poco. La presa de la pastosa lengua en su pierna se debilita y el horrible apéndice vuelve al interior de la boca del monstruo, mientras Bronas, más atrás en la linea de playa, lanza un tajo terrible con su cimitarra que hace regar el agua y la arena con la sangre fría de su propio oponente.

Un impresionante croar resuena en las rocas cuando el monstruo recibe el profundo corte, y está a punto de huir por la herida; sin embargo, hinchando su ya de por sí gigantesco corpachón, la criatura vuelve a lanzarse contra el bárbaro llena de furia. Éste aprovecha la carga ciega pasando por debajo, y con las rodillas metidas en el agua, salpicando a su alrededor, termina de nuevo junto a la enorme masa dispuesto a continuar el combate.

Con rapidez, Silbido corre hacia su amiga, dispersa arena cambiando de dirección, lanza una flecha que se clava en el corpachón del monstruo, y vuelve a girar para acercarse un poco más. La pequeña arquera grita a su amiga palabras de ánimo, o quizás más bien de zoología rural de la que aprendió en su lugar de procedencia.

Rordar y Barundar, los dos enanos, llegan hasta la playa atravesando las rocas, dispuestos a hacer lo que sea por su querida compañera, (incluyendo "lo que sea" el dejar que se la meriende el monstruo), mientras Ark busca, en su camino entre las rocas, un ángulo de visión que le permita observar la macabra escena. Tras mirar por algunas grietas, termina encontrando un pésimo, (aunque suficiente), mirador, desde el cual, con una salmodia mística, invoca la brillante cabeza de un martillo azulado que se sostiene en el aire junto a la mole del monstruo, y que lo golpea en la gomosa cabeza dos o tres veces, "boing, boing, boing", sin mucho efecto.

La gigantesca rana observa la cosa brillante empequeñeciendo uno de sus ojos, como suspicaz, y lanza su lengua hacia ella baboseándola un poco pero sin conseguir atraparla. Después, perdiendo el interés ante el metálico sabor a pila de la extraña luciérnaga mágica, vuelve a lanzarse sobre su sabrosa presa, de la que ya ha saboreado un poco, con tan mala suerte que su mordisco se cierra sobre su propia lengua. El sapo pone una cara muy divertida, y luego agita su cabeza húmeda y asquerosa dispuesto a seguir combatiendo.

- Tiradas (3)

Notas de juego

Piticlín, piticlín.

Bronas gana 30 Px

Silbido gana 30 Px

Ark gana 30 Px

Banjeela gana 30 px

Rordar gana 30 px

Garius gana 30 Px

Barundar gana 30 Px

Experiencia.

Bronas: 4.780 + 30 = 4.810 Px.
Silbido: 4.935 + 30 = 4.965 Px.
Ark: 4.470 + 30 = 4.500 Px.
Banjeela: 3.035 + 30 = 3.065 Px.
Rordar: 2.735 + 30 = 2.765 px.
Barundar: 2.475 + 30 = 2.505 Px.
Garius: 2.820 + 30 = 2.850 Px.

Notas.

Banjeela ha sufrido 3 daños en la pierna derecha, y está envenenada (-5 Con, lo que suponen 6 daños más)

Bronas ha sufrido 1 daño en el hombro.

Aviso

Próximo turno el miércoles 14 de mayo del año de nuestro señor de 2014.

Iniciativas

Garius 20

Banjeela 18

Bronas 17

Rordar 13

Silbido 12

Ark 8

Sapos gigantes 7

Barundar 4

Contrincarios

Sapo gigante 1, 14 daños por corte de Bronas.

Sapo gigante 2, 1 daño por morderse la lengua, 7 daños por flechazo de Silbido.

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12/05/2014, 13:01
Bronas

La extraña criatura, intenta alcanzar de nuevo al jutrun, pero el norteño, apercibido, esquiva el ataque de la misma antes de lanzar un nuevo ataque el enorme rostro ancho de la criatura, clavando el filo acerado de la cimitarra en la misma herida anterior. La sangre salpicada se desliza por encima de los cuerpos húmedos mientras el sapo queda flotando inerte sobre el agua y el norteño se apresura para llegar hacia donde está Banjeela, fuera de si.

-No hace falta que grites, mujer, que es solo un sapo, ya voy. Y ya puedes dejar de alertar a los piratas de la cueva.- Gurñe entre dientes con las greñas empapadas pegadas al cuerpo mientras se prepara para blandir de nuevo su peligrosa arma...

A diferencia de otras ocasiones, la aparición de esos extraños peligros, no infunden especial emoción en el norteño, motivo por el que no invoca la atención de su diós... eso espera reservarlo para los piratas.

- Tiradas (2)

Notas de juego

14 de daño más para el sapito, creo que se le terminan las ganas de querer comer norteño xD.