Un individuo de traje se acerca a Liza. Es un hombre de rasgos ascéticos, muy marcados. Está en una excelente forma física y de hecho su traje de corte clásico parece estar asfixiándolo. Liza ha visto a ese hombre antes... Ahora lo recuerda. ¡En el gimnasio de O'Rourke! Era uno de los dos tipos que entraron cuando ella y Adriana entraron a preguntar por O'Rourke. Y el otro tipo, el de aspecto oriental, se encuentra junto a los coches de policía. Se ha girado también a mirar a Liza y apoya una mano en el hombro del policía que tiene al lado para decirle algo. El hombre que se aproxima a Liza viene a paso normal, serio.
Sí, me imagino que sigues por ahí :)
Cuando nosotros guardemos silencio es también porque las actuaciones no implican hablar. Es lo que tienen estas escenas, que son un poco raras de seguir.
Impertérrita, Liza comprende sin embargo que está en un aprieto. Pero se ha metido sola en el fregado, y como señuelo. Así que calla y espera. Deberá buscar una salida, pensar una respuesta sobre la marcha.
El hombre se detiene ante Liza y habla con voz neutra, profesional:
- ¿Señorita Cooper? No se preocupe por el doctor Kaliópolis. La situación está bajo control. Pero tenemos que hacerle unas preguntas. ¿Sería tan amable de acompañarme?- dice señalando a una de las furgonetas de los SWAT donde hay montado todo un operativo de radiotrasmisión.
Liza ve por el rabillo del ojo que el otro agente de negro se dirige hacia otro de los oficiales al mando.
La Llama escucha una voz masculina, seria, a través del micro:
- ¿Señorita Cooper? No se preocupe por el doctor Kaliópolis. La situación está bajo control. Pero tenemos que hacerle unas preguntas. ¿Sería tan amable de acompañarme?
-¿Que no me preocupe por el Doctor? ¡Claro que me preocupa! ¿Cómo está? ¡Quiero verlo! ¡No iré a ningún sitio si no es con él!
Y no me muevo.
- Por favor, le aseguro que el doctor no sufrirá ningún daño. Su jefe está metido en un lío muy gordo, señorita Cooper, y al parecer todos los que trabajan con él pueden haberse visto involucrados en ciertos asuntos ilegales. No la estoy acusando de nada, pero le pido que colabore con nosotros y nos ayude a mejorar la situación actual del señor Kaliópolis.
Mientras el tipo habla Liza puede ver movimiento en la zona frontal de combate. En total hay ocho policías de uniforme y cuatro individuos vestidos de calle, aparte de cuatro SWATS que mantienen posiciones junto a los coches con sus rifles. En la furgoneta de comunicaciones de los SWATS hay otros dos agentes de esa unidad cuerpo atentos a unas pantallas que Liza no alcanza a ver desde aquí.
El otro hombre de traje, de rasgos orientales, se encamina ahora hacia donde se encuentran Liza y su interlocutor, al parecer dispuesto a sumarse a la conversación.
La voz del hombre contesta calmada a Liza:
- Por favor, le aseguro que el doctor no sufrirá ningún daño. Su jefe está metido en un lío muy gordo, señorita Cooper, y al parecer todos los que trabajan con él pueden haberse visto involucrados en ciertos asuntos ilegales. No la estoy acusando de nada, pero le pido que colabore con nosotros y nos ayude a mejorar la situación actual del señor Kaliópolis.
-¿Que el Doctor no sufrirá ningún daño...? ¿qué quiere decir? ¡El Instituto está en llamas! ¿Dónde está el Doctor? Mire, no entiendo a qué se está refiriendo. ¿Asuntos ilegales...? ¿que todos los que trabajan con él pueden haberse visto involucrados en ciertos asuntos ilegales? ¡Eso es absurdo!... Oiga... ¡acabo de ver entrar un hombre enorme, muy raro, enfundado en mallas rojas y blancas, una especie de superhombre, en el Instituto! ¿Qué ocurre ahí dentro?
El otro hombre trajeado, de aspecto oriental, está ahora a la altura de Liza. Por deformación profesional Liza se da cuenta de que se está situando en un lateral suyo, en lugar de ponerse como sería habitual en una conversación al lado de su compañero, de frente.
- Señorita Cooper: será mejor que nos acompañe sin oponer resistencia.- dice el recién llegado - No empeore las cosas.
Otra voz distinta a la anterior se suma a la conversación:
- Señorita Cooper: será mejor que nos acompañe sin oponer resistencia.- dice el recién llegado - No empeore las cosas.
-Desde luego que le acompaño. ¿Va a llevarme con el Doctor? ¿Está aún en el ITAK? ¡Quiero entrar ahí dentro!
Liza está nerviosa, aparentemente. Mira alrededor, inquieta. De hecho, SUT está intentando hacerse cargo de la situación, y viendo con cuanta gente debería pelear llegado el caso.
Está dispuesta a enfrentarse en absoluta minoría, pero primero quiere localizar al Doctor.
Las cosas no van bien. SUT lo intuye aunque Liza no parezca darse cuenta. Mientras la mujer tiembla de rabia contenida la heroína sopesa la situación. Lo primero que debería hacer es deshacerse de estos dos tipos de negro. Por la forma que tienen de moverse parecen gente muy bien entrenada, más allá de unos meros SWATs con traje negro. Son peligrosos y SUT intuye que son el mayor peligro al que debería enfrentarse. Más allá de ellos están los cuatro SWAT de los rifles, ocho policías de uniforme y cuatro tipos de paisano. Pero todos ellos tienen su atención puesta en el ITAK. Si SUT pudiera hacerse cargo de los dos tipejos del traje quizás tendría una oportunidad de avanzar hacia los coches patrulla antes de que nadie reaccionara. Una vez en medio de ellos quizás si se movía rápido pudiera dejar a unos cuantos fuera de combate antes incluso de que los de las metralletas pudieran reaccionar... Y si se movía rápido y tenía suerte quizás alcanzase el ITAK antes de recibir más de una ráfaga... Era una situación extrema. Nunca había hecho algo similar. Sin poder comunicarse con el doctor, sin la ayuda bestial de Fredric que ahora tan bien vendría... Incluso la Llama parecía tan solo dispuesta a escuchar...
Crudo, pero no imposible.
Deduzco que no tienen intención de llevarme al ITAK entonces, por sus movimientos y su lenguaje corporal, no?
No. Desde luego no parece que vayan a llevarte al ITAK, muy al contrario.
Una voz distinta, un tono ya no alterado. Duro, escueto, la voz no de la Liza desenmascarada, sino la de SUT, con o sin máscara, decidida:
-Y una mierda. Entraré ahí. Tendréis que matarme para impedirlo.
Ok, allá vamos.
Cae la gabardina, SUT no lleva máscara, pero da lo mismo, ya no le importa. Su bastón vulve a ser un arma mortal en sus manos. Sus botas una herramienta sin precio. Y en su cuerpo, en su traje, los gadjets sabiamente utilizados la han sacado de situaciones iguales, si no peores.
Y Kaliópolis está ahí dentro... y el SuperVillano...
Ok, tiro lo que me digas. Y rezo.
:P
Liza quizás esperaba algo de sorpresa por parte de los dos hombres, SUT no. Quizás no esperaban ver el despliegue del traje bajo la gabardina, pero estaba claro que estaban atentos a los movimientos de la mujer como si temieran algo similar en cualquier momento.
Tirada: 1d10(+6)
Motivo: Pelea de los dos tipos
Resultado: 2(+6)=8
Tienes que tirar Combate (1d10+4 en tu caso) y superar ese 8 (dentro de lo que cabe tienes suerte ;P). Recuerda que cuentas con puntos de heroe para estas ocasiones precisamente...
La Llama escucha de pronto el inconfundible ruido de una pelea: respiración acelerada, movimientos bruscos del micrófono... ¡Algo está pasando!