Partida Rol por web

La noble dama vio con buenos ojos el gesto de Guillermo al besarle la mano y ofrecerle su brazo para ingresar al salón, y alargó su mano prolijamente envuelta en vendas muy limpias, cuyo volado de la manga le tapaba hasta la mitad y se sostuvo del caballero. Era moneda corriente por aquellas épocas el tratar con gente padeciente de lepra y otras enfermedades de la piel, pero que se animaran a rendirles sus respetos de aquella forma, pocos...

-Es un placer conocerles, caballeros. -Dijo con voz modulada, femenina y de mujer interesante. -Soy Marcia de la Casa de los Agripa. -Se presentó. -Digamos que soy... La última de la familia. La casta del General Marco Vipsanio Agripa muere en mí, su última heredera. He de suponer entonces que vos sois también miembro de la corte de Herr Jurgen, verdad? -Preguntó a Barend de buena manera. -Disculpad, pero estamos en igualdad de condiciones en cuanto a lo que vosotros sabéis de mí y yo de vosotros. -Se excusó al igual que lo hiciera Guillermo. Aunque no le era difícil de prever que ya los miembros de la corte supieran algo de ella. Todos los invitados debían estar perfectamente 'catalogados'. -Mi estadía en estas tierras ha sido breve hasta el momento, pues acabo prácticamente de llegar para los festejos. Por eso también mi cansancio y fatiga. Ha sido un viaje largo y duro.

Marcia se dispuso a entrar del brazo de Guillermo de Augsburgo, escoltada discretamente por su joven paje, siempre de semblante apacible.

-¿Así que sois consejero? ¡Vaya, qué interesante! -Dijo mientras caminaban lentamente. -La política me apasiona.

Sigamos Entonces -digo siguiendolos y guardando silencio. Me ubico en el salon en un lugar donde pueda ver perfectamente y claro ser visto. Veo los guardias, reviso a los presentes y espero...

observo a todos los presentes  y me fijo en la dam que va toda  tapada pero de mirada curiosa,me acerco a ella y me presento cortesmente .(Marcia Agripa)

Mi Lady creo que no nos han presentado todavio mi nombre es Francois Karolos conde de parís y vos sois¿?

le beso la mano con galanteria cortesana.

Viajes y más viajes. Los años pasan tan rápidamente que a veces uno parece que no se ha detenido en ningún momento -suspira al recordar el reciente ajetreo asociado al traslado.

Caminando al paso lento que marca su acompañante, Guillermo se dirige al interior del salón. Temo desilusionaros pero mi consejo no suele dirigerse tanto a los temas políticos sino más bien a los metafísicos, aunque a veces ambos temas están más ligados de lo que parece -responde mientras avanzan. Me considero un erudito y no es sino al estudio a lo que dedico mi tiempo libre. Entiendo que puede sonar tedioso y aburrido pero como estoy seguro comprenderéis la información nunca sobra.

Ya dentro del salón flanqueado a un lado por el fornido Barend y al otro por la enigmática Marcia, Guillermo observa como se acerca el caballero francés. Demasiados desconocidos para mi gusto -pienso mientras recorro con la mirada el resto de la concurrencia. En cualquier caso no debo dejarme llevar por el fatalismo. Esto tan sólo es el comienzo y el ciclo tardará en volver a descender.

Sonrío al tras la presentación del conde y aprovecho el silencio que se aviene para presentarme yo mismo. Gusto en conoceros caballero. Mi nombre es Guillermo de Augsburgo y este es Barend Nolte. Ambos hombres de confianza de nuestro buen Herr Jurgen. Acompaño mis palabras de una apenas perceptible señal de condescendencia de mi cabeza.

Veo aquel que se acerca, y ante la presentación de Guillermo de manera breve y sin sonreir saludo con mi cabeza sin pronunciar una sola palabra. Me quedo observando a la vampiresa Grissell, cada vez parece alejarse mas de su tutora...y sigo esperando, escuchando atentamente.

Observo con atencion cuanto me rodea. Mis ojos se cruzan por accidente con los de un hombre alto, de aspecto fuerte. Quiero bajar la vista como me enseñaron pero sus claras pupilas atrapan las mias, tan azules frias y perfectas como el mismo hielo... Reacciono bajando la mirada con brusquedad, esperando que mi gesto pasara desapercibido para los presentes. Esperando no haber cometido ofensa que pudiera recaer sobre mi sire. 

 Un placer conocerlos Guillermo de Augsburgo y Barend Nolte  es bueno conces a gente como vos en la corte ,los hombres de confianza no abuandan mucho en  los tiempos que corren.

... El caballero que se apresurara a presentarse cuando ella estaba a punto de hacerlo frente a Lady Lucrecia...! Vaya figura interesante y ambigua... Correspondió el saludo cortesmente, alargando su mano para que la besara, tal como hiciera Guillermo en su momento.

-Es verdad, si bien se ha cruzado con mi persona en la entrada, no hemos tenido el gusto. Y os he visto tan compelido a presentarse frente a Lady Lucrecia que he considerado una intromisión interrumpiros para saludaros.-Dijo la dama de bella voz, quien no había pasado por alto aquel detalle de Karolos al pasar a su lado y saltearla en su presentación al momento de llegar. -Soy Marcia Agripa y vengo en viaje desde los Montes Urales, donde he recidido un buen tiempo. 

Observó la expresión tanto de Guillermo como de Barend al momento de saludar al recién presentado.

-Hablábamos con el señor de Ausgburgo sobre el rol que cumple un consejero en una corte, si bien es un papel sumamente amplio. -Introdujo a François en la conversación que había surgido. -Y por cierto, muy acertado estáis caballero Guillermo, si me permitís la confianza de llamaros por vuestro nombre, un señor debe estar aconsejado en todos los menesteres, política, religión y otras artes. Un buen soberano no puede descuidar nada. Y veo muy interesante vuestra postura. Seguramente y si vos lo deseáis y no véis inconveniente, podríamos gozar de una charla muy interesante al respecto. Obviamente éste no es el momento. -Por varias razones no lo era. El tono pausado y modulado de la dama parecía una letanía muy agradable de escuchar.

Luego el comentario de François sobre la confianza de los vasallos de un noble, le dio pie para ahondar tan sólo un poco en ello.

-Confiar en todos es insensato; pero no confiar en nadie es neurótica torpeza. -Expresó.-Contadnos caballero Karolos, ¿venís de lejos a ésta magnífica celebración? -Marcia continuaba del brazo de Guillermo, siendo escoltada por su sirviente.

Tras observar que la mujer me baja la mirada, siento la necesidad de ser mas directo, asi que me acerco hacia ella y le digo

No creo que sea sensato de parte mia No presentarme ante usted, Yo soy Barend Nolte, un gusto conocerla - y en esos momentos la miro nuevamente  pero esta vez con una sonrisa y le beso la mano algo que con las otras damas no habia hecho - No tema, esta segura ... disculpe mi atrevimiento supongo que no esta interesada hablar con nadie - evidentemente sino no vagaria por la habiataciòn como perdida-  pero no pude evitar darme cuenta de su presencia. Espero No incomodarla.

- En adsoluto señor.- respondo al hombre que tan galantemente se dirige a mi.- Mi nombre es Grisel de Islington, chiquilla de lady Rosamond.- Me presento sin depegar la vista del suelo.- Disculpe que no le devuelva la mirada, los hijos del clan de la rosa caemos en la fasfinacion al contemplar la belleza y hace un instante casi caigo en ella al contemplar sus ojos. - De pronto reacciono ante lo que acabo de pronunciar, si aun respirara estaria roja como un tomate .-Espero que no tomeis mis palabras como un atrevimiento.

Contesto a la misteriosa dama Marcia Agripa

 Vengo de las cortes de Francia,soy el conde de Paris ,pero no vengo como conde si no como embajador  de mi Clan ami estos actos no me gustan los resulto muy aburridos,prefiero mis fiestas  de nobles en mi casa ,los nobles pierden la verguenza y suelen er mas divertidas,porsupues la proxima que de estareis invitada y vos tambiém Guillermo ,mis fiestas en París tienen fama por toda Francia por no escatimar en gastos y mucho nobles acuden para divertirse,conspirar o sellar  alianzas asi es la nobleza,nada es o que parece.

Una sonrisa de complacencia se dibuja en mi rostro y creo que también los colores se me reflejan en la cara. No había  recibido ese cumplido en mucho tiempo, aunque debo aceptar que desde que entro al salón no le he podido quitar los ojos de encima. Es usted muy hermosa señorita de Islington.  Establezco ese cumplido como todo un caballero. Ha sido un largo viaje para usted y su tutora?... desde donde vienen?

-Sentíos libre de llamarme como gustéis, me siento honrado de estar en compañía de alguien de tan noble linaje. Respecto al tema me complacería en gran manera seguir hablando de ello -responde Guillermo a la oferta de Marcia. -Siempre disfruto de una buena conversación, mas debo daros la razón y será conveniente relegarlo a un momento más calmado.

Mientras Marcia continua hablando con el caballero francés, Guillermo, que no deja de prestar atención a la conversación, aprovecha para comprobar la situación de su compañero Barend. Rápidamente sus ojos son atraídos por la presencia femenina que lo acompaña. La estudia durante unos instantes evaluando el conjunto. Es una lástima portar una cáscara tan bien elaborada, cuando el paso del tiempo todo lo pervierte-piensa mientras observa su bonito rostro. Esa debe ser la chiquilla de lady Rosamund, como no siempre tan superficiales.

Devolviendo la mirada a sus interlocutores, Guillermo procesa las últimas palabras de François. -Me temo que París está un poco lejos y uno no es persona a quien le gusten mucho los viajes -responde de forma escueta.

-Civitas Parisiorium! Pero qué interesante. No tengo el placer de conocer la ciudad, mis huesos no me han permitido darme el lujo de poder recorrer el mundo como hubiera deseado, pero lo compenso sabiamente prestando la atención debida de todo cuanto llega a mí: noticias, acontecimientos, hechos… Así que es como si parte de mí estuviera en cada pueblo y ciudad de Europa.  –Respondió mientras no perdía detalle de nada de lo que sucedía en ciertos lugares de la sala, lo cual no dejaba de entreverse, gracias a su discreción. –Tomaré la invitación como una cortesía de vuestra parte, señor de Karolos. Pero creo que mi persona no se ajusta a ese tipo de encuentros, donde todo parece ser permitido. Mi desventaja física no lo admitiría… No me considero agraciada como para formar parte de un evento como tal. Pero igualmente, y de visitar la ciudad, os tendré en cuenta para saludaros. Los nobles pueden perder el recato y las buenas costumbres, pero jamás los apetitos desmesurados.

Las palabras de Marcia quizá habían sido un poco más condescendientes que las de Guillermo. Y una intriga ya se plasmaba en la mente de la enigmática dama.  Elevó un poco el rostro y pudo entreverse el contorno de su cara vendada, seculada por unos ojos marrones avellanados de largas pestañas y párpados tersos.

-Sabed que yo no soy emisaria. Vengo por invitación personal  de Herr Jurgen. Decidme, habéis llegado con una comitiva muy… excéntrica, por lo que he visto afuera, sin contar con la escolta armada. Las damas son de oriente, ¿verdad? ¿Cómo las habéis conseguido? –Preguntó por las geishas.

A Marcia parecía agradarle la compañía de Guillermo, quizá por eso no se desprendía de su brazo. O quizá esperaba que participara de la conversación con el excéntnrico Karolos.

 Contesto primero al consejero Guillermo.

Bueno si no os gusta las fiestas no hay ningun problema si algun  dia deseais visitarma en paris señor Guillermo,usted parece ser un hombre  muy ducho en muchas artes y seguro que de historia sabe mucho,vera igual necesito su ayuda para encontrar algo que llevo mucho tiempo buscandolo,porsupuesto si me ayuda le pagare cuntiosamente su trabajo,si le interesa el trabajo y decide conocer parís no dude en visitarme seguroresulta muy productivo el trabajo para los dos.

 Contesto a la Dama Marcia

Veo que se afijado en mi escolta ,ejej,fue en uno de mis viajes a Japon una tierra magica y preciosa ,siempre que puedo me escapo a una casita que tengo en kitakyushu un lugar precioso a las afueras en un monte alejado de la civilización tengo una academia de artes marciales fundada por mi  ques a la vez un horfanato solo de mujeres,alli las acogemos ,las educamos y las isntruimos en las artes marciales,despues solo las mejores forman parte de guardia personal que son en total ahora mismo 12 auque aqui solo traje dos,se llaman como el nombre de la academia la guardia "del loto negro " entre ellas hay una chica que es la mejor de todas la mejor alumna pero laquue más a sufrido en poco tiempo,le llamo le llaman petalo blanco porque siempre va con quimono blanco y su piesl es blnaca como la nieve si quereis os cuento su historia pero es una historia muy triste?¿

EMPIEZA LA PROCESIÓN

Su charla se ve momentaneamente interrumpida por el sonido de la gran puerta abriendose de nuevo.

Lord Jurgen entra en la sala y se desata una ola de comedi­dos aplausos. Jurgen va vestido formalmente, pero sin ostentacio­nes. El adorno más destacable es el delicado chal negro de Jurgen, que devora toda la luz de los alrededores. Le sigue muy de cerca una mujer de innegable belleza, Rosamund de Islington. Si no fuera por la intensa curiosidad centrada en el señor, la presencia de Rosamund le robaría el protagonismo. Se coloca a la derecha de Jurgen, y traen un asiento de respaldo alto para ella.

Jurgen levanta sus manos y se hace el silencio en la sala. El señor Ventrue pronuncia un corto discurso agradeciendo su pre­sencia a todos los asistentes. Luego mira a Rosamund y le agra­dece su participación. Todos los ojos se posan sobre ella, y la sala vuelve a arrancar en aplausos. Qtro cainita, sostiene un cofre aterciopelado de un azul oscuro y se coloca tras Rosamund. Jurgen y Rosamund toman asiento y aparece un músico en el escenario, creando her­mosas melodías con su flauta.

Mientras el músico deleita a los invitados, Lucrecia cruza el salón por entre los invitados,para llegar a donde se halla Jurgen y Rosamund, para unirse a ellos. Cerca de allí se puede ver también al Baron vos Achern ubicarse en su lugar.

Es un honor estar allì. Me siento honrado. La preparaciòn de todo es un exito. Escucho la flauta y me quedo quieto.  La hermosa Grissel no tuvo tiempo de responderme, pero no importa, habra tiempo para hablar.

Guillermo escucha atentamente ambos ofrecimientos, si bien cuando se dispone a responder su hilo de pensamiento es cortado por la imponente entrada de su señor. Sin perderse ningún detalle de la entrada recorre con la mirada el resto de la sala atento a las reacciones de los presentes, alegrándose por la gran expectación obtenida.

En un momento dado cruza su mirada con la de Herr Jurgen y asiente en gesto de enhorabuena por el efecto creado.

Cuando el estupor inicial se empieza a diluir Guillermo aprovecha para zanjar las conversaciones anteriores. -Disculpará que no le responda inmediatamente excelencia, pero me temo que ahora mismo mis obligaciones me atan al suelo que pisa su alteza Herr Jurgen -contesta de forma neutra y educada la oferta del caballero francés inclinándose un poco hacia él para que pueda escucharle pese a la música que inunda el lugar.

Creo que deberíamos atender ahora al príncipe como el momento lo exige -dice finalmente dirigiéndose a sus dos compañeros alzando la voz lo justo para que puedan oírle pero sin llegar a interrumpir la melodía.

Durante tu recorrida encuentras algunos personajes que te llaman la atención. Qué harán allí, o con qué intensiones se presentan, a quien representan o cómo actuaran, son preguntas que no puedes responder.

Entre ellos podés encontrar:

Un Nosferatu que está tratando de ofuscarse en las sombras del salón, sin recibir muy buenos resultados. Un Malkavian que solloza levemente, pero que, fuera de eso parece muy calmo, un Tremere muy bien vestido, con su chiquilla, ostentando demaciada condición de usurpador. Un grupo de mujeres Lasombra, de cabellos largos, muy calladas.

Para tu sorpresa, los últimos 4 sujetos que atrapan tu atención son de lo más interesantes para este tipo de celebración. Myka Vykos, un cainita bizantino, Tzimisce, que se dice es el favorito de un Matusalen, una mujer llamada Kara, de piel oscura, que crees es la enviada de Rustovich; Silas... el cabecilla de una cuadrilla de Ravnos algo desentonantes, y un cainita albino que resalta, ya que, a pesar de ser extremadamente blanco no se parece a nada conocido.

Una vez que ingresan todos en el salón pierdes a algunos de vista, pero volvés a encontrar a tus compañeros, que observan lo que ocurre desde algunos pasos adelante.

Te parece recomendable decirles a Guillermo, Barend y Sigfried que tengan en cuenta la opinión de quienes se hayan alrededor, para prevenirse de cualquier disturbio que allí mismo pueda generarse.