Partida Rol por web

- Aquí Acturus al Primer Oficial de la Betelgeuse. El Comandante Venator a resultado ser un traidor y ha sido arrestado. Necesitamos asistencia médica inmed

Ese es el fragmento que logras escuchar antes que la nave pierda su energía principal y lo único que puedes suponer es que lograron reducir a tu comandante. Tus compañeros se retiran del nivel por las bajas sufridas y la superioridad enemiga. Posiblemente Ivar sea la única tripulante con vida en el nivel pero con tu pistola y doce balas mucho no podrás hacer, necesitas rescatar a los comandantes o encontrar el cuarto de armas en este nivel.

Scrubber ve como su ataque acaba con el traidor pero no con el viejo.

Mierda. Ezte me manda fuzilar. Vete, Zcrubber. Vete!

Bien hecho, zeñor! - dice intentando ganar tiempo  mientras se acerca a la puerta  - Un gran dizparo, zeñor! - usa el destornillador intentando crear un cortocircuito que queme el sistema de la puerta y la abra, segun los protocolos de seguridad. Sonrie nervioso viendo que Sonnenzorn le mira. Coge un bollo pegajoso de su bolsillo y le da un bocado mientras aporrea el control - Abrete maldito ziztema de todoz loz demonioz - mira otra vez a Sonnenzorn sonriendo con panico en los ojos - Que gran placaje, zeñor!

Al no haber energía que alimente el sistema electrónico de la puerta sólo logras un par de chispas y nada más. Scrubber deberá intentar por medios mecánicos abrir la puerta.

Desesperado y notando las miradas de todos, intenta hacer palanca con el destornillador entre las puertas de duracero. Solo consigue hacerle una muesca al destornillador y que quede doblado. Scrubber lo mira incredulo

No... No... Noo... NOOOOOOOOOO - totalmente fuera de si por haber dañado a su mejor y unico amigo empieza a aporeear la puerta y a intentar abrirla con sus propias manos - NOOOO!!!

Empieza a ser evidente que Raynor no es el unico con problemas psicologicos. A este paso los cylon van a ser el menor problema

Abres la puerta a base de fuerza como sanson. Ivar se encuentra justo delante.

Golpeó con rabia un par de ocasiones la consola enfurecida al percibir como los sistemas de energía se desconectaban. O actuaban rápido o quién apostaría por que llegaran a contarlo. Mierda. Tengo que sacarlos de ahí. Se convenció en cuanto escuchó le mensaje que intentó transmitir el comodoro. Con agilidad buscó la trampilla más cercana para introducirse en los conductos auxiliares, con el fin de acceder a la sala aunque fuese reptando cual serpiente.  

Tanto Kaori como Yamato se hacen cargo de los dos casos mas graves e intentan alibiar sus heridas pues no tienen mas que ligeros conocimientos de primeros auxilios.

Tanto Kaori como Yamato se hacen cargo de los dos casos mas graves e intentan alibiar sus heridas pues no tienen mas que ligeros conocimientos de primeros auxilios.

 Usando partes del uniforme los comandantes Kaori y Yamato improvisan vendajes para Taryn y Keyes. Desafortunadamente el comandante de las Tiger necesitará algo mas que simples vendas, por ahora puede caminar pero no realizar grandes esfuerzos hasta llegar al botiquín mas cercano o ir a la enfermería. 

Les recuerdo que pueden interactuar con Ivar porque ahora Scrubber abrió la puerta. 

El impacto del proyectil me deja tumbado en el suelo, boca abajo, desangrándome mientras mi respiración entrecortada va extinguiéndose poco a poco.

Mis párpados titilantes se cierran entre espasmos micrométricos y los dedos de mis manos se extienden intentando hacerse con el filo y ténue hilo que me sostiene ahora mismo entre la vida y la muerte.

Mi mente se despeja de los sentidos que la anclan a la realida y se vuelca en un delirio de cansancio, dolor y frío.

Imágenes sin orden ni concierto se implantan en mi hipocampo mientras mi alma camina el viaje entre este y el otro mundo.

Una mano se apoya en mi espalda. ¿Es la parca que ha venido a buscarme?

Sueño más que siento cómo me arrastran hasta una pared. Me incorporan. Me sientan y reclinan mi espalda contra el rígido ferro-polímero. Una dulce voz me dice que me calme, que despierte, que todo irá bien. ¿Son los ángeles que me acogen en las puertas del cielo?

Sueño una fuerte presión en la herida y varias inyecciones que atraviesan la carne de mi brazo para circular libres por mi torrente sanguíneo.

Siento, ahora ya sí, siento un gel aceitoso desparramarse por mi abdomen. Una benda que lo cubre y sutura. Una mano que lo sostiene mientras intenta por todo los medios cerrar, estabilizar, esterilizar y suturar la herida.

Vuelvo a la realidad. A la cacofonía de gritos y sonidos de la batalla.

Abro los ojos y contemplo atónito los perfectos rasgos del ángel. De mi ángel de la guarda.

- K... K... Kaori... - intento hablar pero de mi boca sólo sale un tenue susurro. - Gracias Kaori -

No tuvo tiempo de recibir respuesta, cuando las luces se apagaron. De forma instintiva, y no solo recordando aquel entrenamiento en asalto que recibió cuando la mayoría de presentes aun manchaban sus pañales. Fue a llevar la mano al lateral del arma, y encender la linterna táctica cuando se activaron las luces de emergencia, suficiente como para poder seguir adelante.

Mi mirada revisó el cumplimiento de las órdenes impartidas.

Raynor resultó ser mucho menos útil de lo calculado inicialmente. Sobrevalorado, por desgracia, no esperaba verlo reaccionar así. Un fallo de juicio, que esperaba que no se repitiera. Así que su mirada se clavó en el Capitán Carter. - Capitán Carter. Tome ese rifle. Es usted quien más experiencia y conocimiento de campo tiene. Será usted quien liderará el grupo armado. - La mirada del Viejo pasó entonces a la situación en la puerta, con Scrubber intentando forzarla.

Entrecerró los ojos ante los chispazos, y esperó con paciencia inaudita para la situación en la que estaban a que ese maldito loco las abriera. Y aunque no esperaba que lo consiguiera como lo consiguió -Sonnenzorn aun confiaba en las habilidades técnicas de aquel loco- consiguió abrir la puerta, encontrándose de frente con Ivar.

- Primer Oficial Ivar, me alegra ver que se encuentra con vida. Capitán Carter, disponga de los dos marines para asegurar el pasillo. - Señaló la puerta de entrada. - Excelente trabajo, Kaori, Takeshi. Sus esfuerzos han salvado hoy la vida de estos dos jóvenes. No desperdiciemos este regalo. Oficial Falke, acaba de ser ascendida a Comandante en Funciones de la Betelgeuse. Ahora necesitamos retomar el control de la nave. Antes de perder la energía del generador principal tendría una idea aproximada del número de hostiles a bordo. Sería conveniente que informara de los mismos al Capitán Carter. Además, necesitamos poner rumbo a la enfermería, tenemos varios heridos de gravedad que requieren atención médica. -

- Así pues, estableceremos prioridades. ¿Dónde se encuentran los camarotes de la tripulación, la armería, el CIC y la enfermería? ¿De cuantos marines dispone para defender la nave? ¿Cuántos hostiles podría haber a bordo? - Para tomar decisiones necesitaba información. Información precisa. Un plano de la nave para comenzar, y más soldados para continuar. Con esos dos factores, podría tomar la nave sin problemas.

- ¡Soldados! En esta hora oscura no solo luchamos por La fuerza colonial. No luchamos por un ideal, ni por un gobierno, ni por una forma de vida. En esta hora luchamos por nuestras vidas. ¡Permaneced unidos! No os rindáis, no desfallezcáis. Manteneos firmes, fuertes, no os rindáis. Si es verdad que nuestra hora ha llegado, que el final está cerca, no permitamos que les sea fácil. ¡Vendamos nuestras vidas caras! Que paguen cada gota de nuestra sangre. Vamos a retomar esta nave. Vamos a tomarla palmo a palmo. Vamos a destruirlos. Ha llegado el momento de la venganza. ¡Eso decimos todos! -

Una sonrisa sincera sale de mi boca cuando escucho a Keyes hablar, me quito el sudor de la frente producido por la tension y respondo:- No hay de que comandante Jacob, descanse y cuando este en condiciones y de vuelta en la primera base que pisemos me invita a una copa para celebrar su vuelta entre nosotros.

Acercándome junto con Yamato a Sonnenzorn, le digo:- Pedimos permiso para ir con nuestros marines y con Carter. Señor. A Yamato que un superior momentáneo usara sus marines como si fueran de su nave, sin ni siquiera mirarles, le parecía mucha prepotencia, pero en aquella situación, en el estado que estaba, lo que había ocurrido y la urgencia de la situación...

Imágenes sin orden ni concierto se implantan en mi hipocampo mientras mi alma camina el viaje entre este y el otro mundo.

En aquellos microsegundos previos a la muerte donde el tiempo se vuelve eterno comienzas a padecer una alucinación o como se llame, no existen palabras que definan las visiones próximas a la muerte.

Tu cuerpo se vuelve etereo y nada lo afecta, pronto comienzas a viajar por las estrellas hacia alguna dirección particular mas rápido que la misma luz donde los astros parecen simples decoraciones de algo mucho mayor. Tu viaje termina en la vastedad de una nebulosa que te es muy familiar, demasiado familiar pero sin llegar a recordar su nombre. De algún libro, carta estelar o recuerdo la imagen puja su nombre hacia tu lengua pero muere en la punta de los labios.

Un gigantesco ojo celestial teñido de rojo y azul que parece llamar al observador. Sin lugar a dudas es una imagen asombrosa para cualquier mortal, hasta el vacio tiene límites ante semejante majestuosidad.

Nuevamente remotas el viaje al interior de aquel océano rojo y azul y  tu destino es un planeta de color azul intenso. Sigues avanzando sin detenerte hasta atravesar la atmosfera y tocar suelo.

Es de día y el clima es agradable, la brisa sopla ligeramente trayendo la sal del mar sobre los verdes campos, adelante antiguas ruinas custodian un templo decorado en su cima con el sello de Júpiter. Luego la penumbra el lugar, una Basestar aparece en la atmosfera alta bañando con su sombra todo el paraje y junto a la nave Cylon un transporte colonial aguarda. Pero algo llama tu atención. Tus manos sostienen algo frio al tacto, una llave FTL y números que llegan a tu mente.

Inmediatamente todo aquello desaparece porque abres los ojos y delante de ti Kaori se encuentra atendiendo tus heridas.

 FTL Drive Key

Antes de que llegara a forzar aquella trampilla, escuchó el chirrido metálico de la puerta al abrirse y no dudó en lanzarse al interior preocupada por el estado del corazón de la flota. Aparentaba ser una mujer muy fuerte, más de lo acostumbrado en una soldado, pero la imagen que debía enfrentar necesitaba de otras cualidades para poder superarla. ¿Qué ha pasado? Su mirada rebotó en cada una de las caras que mantenían la sorpresa y el miedo en su expresión. Intentó guardar las formas ante el comodoro en un saludo que pronto fue interrumpido al encontrar el cuerpo de su superior. ¡Comandante! Aún no creía nada de lo que había escuchado, como si su cabeza hubiera seguido un instinto que se esforzaba en negar la realidad. Pero las marcas en su oculta cicatriz eran prueba más que suficiente de su traición, de su tortura… sin olvidar que la nave estaba plagada de cylons y sólo los señores de Kobol saben cuánto daño habían causado a la flota. Entre tanto escuchaba las palabras del comodoro, pero no las llegaba a procesar, como un eco ambiental que las dejaba muy lejanas, una batería de preguntas cuya respuesta era imposible de definir. Su cabeza descendió lentamente hasta el pecho del cuerpo y repentinamente se incorporó con un grito. ¡Aah! ¡Lo pagaréis! Con brusquedad recogió su arma y contestó de camino a la puerta. Han tomado el CIC y… la nave es un caos absoluto. Apoyó su espalda en el umbral de la puerta cerrando levemente los ojos para tomar aire. Os llevaré a la enfermería. Clavó su mirada en los ojos del comodoro, se sorprendía la entereza mostrada ante tan débil estado, Gracias señor, incluyó algo avergonzada ante el protocolario ascenso que no pareció entusiasmarle demasiado. Seguidamente llamó la atención del resto de hombres armados. Tres tostadoras a la derecha. ¡Vamos! ¡Por el traidor!

- No esperaría menos, Comandante Takeshi. - Contestó a su solicitud. Jamás separaría a un comandante de sus hombres. Él, por su parte, observó la mano, manchada de rojo. No estaba bien, pero tampoco podía desfallecer ahora. Era necesario imponer ahora su voluntad. - Extienda el permiso a usted, Comandante Kaori. - Le dijo, ofreciendole marchar con sus marines tambien.

- Aeon, ayude al Comandante Keyes, necesitará ayuda para continuar adelante. Comandante Taryn ¿Cual es su situacion? - Preguntó, intentando organizar las pocas fuerzas que tenía. - La prioridad es eliminar los hostiles a bordo y salvar cuantas vidas posibles. Adelante. -

Estoy bien digo mientras compruebo el cargador de mi arma corta. He tenido suerte y la bala solo me ha rozado. observo como Cárter me mira esperando que confirme la orden de somerzon. Asiento y cárter coge el rifle.

Bien será mejor que nos movamos, propongo una maniobra de distracción aparentar que huimos hacia el hangar para robar un transbordador y atacar el CIC por sorpresa

- Gracias señor, y dicho esto Yamato se une junto con Kaori al grupo de defensa contra Cylons.