Partida Rol por web

Ok. Aún no tengo claro si este tío es un transeúnte cualquiera o es una víctima elegida a dedo por algún motivo. No tengo tarjetas... te hago una perdida para que tengas mi numero.
 

Recuerdas haber visto algo parecido en algún programa de la tele a altas horas de la noche. Recuerdas que el presentador se refirió al objeto similar como “bolsa espíritu”, un tipo de componente en los rituales de invocación de espíritus, la bolsa funciona como un vinculo entre el plano astral y el terrenal permitiéndole acceder al espíritu a este ultimo. Recuerdas que en un determinado momento había que abrir la bolsa pero no recuerdas cuando, también había una advertencia sobre abrir la bolsa antes de tiempo pero no recuerdas el porqué. Con tantas explicaciones que si la bolsa se abría que si no, el programa empezó a ser demasiado aburrido y cambiaste de canal.

La navaja parece una navaja normal de mariposa, una navaja normal que podrías comprar en casi cualquier sitio sin levantar sospechas. No tiene nada particular.

En alguno de los libros que te había pasado tu compañera, Cyndi, hablaban de algo parecido, una bolsa con inscripciones externas a la que llamaban “bolsa espíritu”, un tipo de componente en los rituales de invocación de espíritus, la bolsa funciona como un vinculo entre el plano astral y el terrenal permitiéndole acceder al espíritu a este ultimo. Recuerdas que en un determinado momento había que abrir la bolsa pero no recuerdas cuando, también había una advertencia sobre abrir la bolsa antes de tiempo pero no recuerdas el porqué. Entre todas los libros que te paso Cyndi ese te pareció poco interesante y “creíble” por lo que lo dejaste de leer.

La bolsa no desprende ningún aura.

Victor entra dentro del local y os indica que esperéis un rato mientras va a buscar el coche. Al rato vuelve con un todoterreno grande con las lunas traseras tintadas que deja en el aparcamiento. Sin dificultades cargáis el cuerpo en la parte trasera del amplio vehículo. Pero Victor no poner en marcha el vehículo y vuelve a bajar del coche y os reúne a todos. Antes de marchar, dice con una amplia sonrisa, deberíais de volver a entrar. ¡O estáis olvidando de lo más importante! ¿a que visteis? Allicia está esperando para acabar la subasta. Por sus palabras interpretáis que Allicia continúa en la sala de la amplia mesa de roble donde empezó la subasta.

Resse mira a Victor con cara de incredulidad, él es solo el mensajero pero no lo puede evitar. Suspira y se mete para dentro rumiando.

Lo cierto era que a Sebastian no le interesaba para nada "La antorcha" demasiados vastagos se lo querían disputar y uno de ellos no era nada menos que un antiguo y francamente le interesaba mas llegar a buen termino con aquella lunática que regentar un lugar como este, pero no era ni educado ni inteligente pasar de la chiquilla del príncipe.

Sebastian dio media vuelta y se encamino hacia la dama de la época victoriana.

James arqueó una des sus cejas ante el comentario de Victor. Creía que Allicia nos quería manipular, que hasta que no lo resolviéramos todo no nosdiría nada. En fin...Pensó él. Siguió a los demás con semblante airado. Al pasar cerca de Sebastian le espetó: ¿Has intentado abrir la bolsa? Tengo entendido que si la abres cuando no es debido pasarán cosas malas... Y avanzó con una sonrisa en los labios.

Sebastian miró al hombre de color por un momento

"quizás debería de darsela...es una pena, pero tengo cosas mas importantes que hacer que jugar a ser Indiana Jones"

el Rubio le puso dos dedos sobre el hombro al hombre de color

-espera...creo que es mejor que la tengas tu, no se que es, pero...tampoco es que arda en deseos de averiguarlo-dice mientras le ofrece la bolsa

James se giró algo sorprendido. Tras encogerse de hombros dijo: Como quieras, amigo. Simplemente cogió la bolsa y siguió tras los demás.

Chicos yo tengo en mi casa información sobre la bolsa si quereis voy a mirarlo después de ver lo que quiere Allicia.

Te parece que el mismo todoterreno negro con los cristales traseros tintados ha pasado un par de veces por delante del aparcamiento. Pero no estás del todo seguro.

Te parece que el mismo todoterreno negro con los cristales traseros tintados ha pasado un par de veces por delante del aparcamiento. Pero no estás del todo seguro.

Tu olfato policiaco te indica que el mismo todoterreno negro con los cristales traseros tintados ha pasado un par de veces por delante del aparcamiento, y estas casi seguro que es el mismo modelo de coche que usan los federales.

Victor os vuelve a conducir por los camerinos y finalmente a la sala con la mesa de roble que aun muestra los profundos surcos causados por Claudette. Allicia está de pies en una esquina, viste un traje azul bastante actual con el que podría pasar desapercibida en una fiesta, si no fuera por la toquilla negra que lleva sobre los hombros, una prenda bastante desfasada.

Entonces tiende a Víctor una libreta, y este comienza a leer. Queremos daros las gracias por manejar este pequeño desatino. Vuestros esfuerzos son muy loables. Victor se detiene en seco, parece que le resulta un poco molesto leer la última parte del comunicado. Allicia quiere saber cuál es vuestra oferta final. Aprecia lo que habéis hecho, pero aún necesita algún tipo de puja, si no, aceptará la oferta de Lucian. Sin embargo, en consideración a vosotros aceptará cualquier oferta razonable.

El rostro de Sebastian se endureció por un momento y miró en dirección al aparcamiento mientras los conducían hasta Alicia otra vez, contestó a Marcus

-Estaría bien....-dijo todavía centrado en lo que pasaba en el exterior

ya sentados dentro en la mesa y todavía pensando en sus cosas apenas le apetecía hablar con Alicia pero en su mente se le ocurrió una idea que tal vez funcionara, se mostró lo mas diplomático que pudo cuando la propuso

-Señorita Alicia, por mi parte ya e ofrecido todo lo que podía, e imagino que los caballeros aquí presentes pensaran lo mismo, pero...si ellos están de acuerdo, para inclinar la balanza a nuestro favor yo propongo que aunemos fuerzas, que la subasta no sea para uno en concreto, sino para los cuatro, a cambió los cuatro unidos en sociedad te  ofreceriamos los servicios prometidos de forma individual en caso de que usted se viera en necesidad de reclamarlos.

a el mismo no terminaba de convencerle pero, dado que la adquisición de "La antorcha" constituia una gran propiedad tanto como una gran carga, le pareció una propuesta algo interesante.

Mientras discutimos estos asuntos, los federales han pasado un par de veces por la calle. A no ser, claro, que el dueño de un todoterreno negro y caro con los cristales tintados este dando vueltas a la manzana para ver en que establecimiento entra a ver tetas. Creo que el pacto que ofrece el Sr. Sebastian es muy razonable. Aunque solo sea porque nosotros cuatro seamos capaces de tratar con una investigación de las autoridades con humildad y discreción por el bien de la mascarada.

Apoyo la oferta de mis amigos, y si Resse, también me percate del todo terreno, así que deberíamos acabar de cerrar esto para centrarnos en ese vehículo y nuestro asunto pendiente, yo apoyo la oferta de Sebastian también.

James masculló entre dientes mientras golpeaba la mesa con los dedos de manera convulsa. Después de escuchar a todos dijo poco convencido: En fin, parece que yo solo no voy a hacer nada. Todo lo que ofrecí en un principio lo añado a las ofertas de mis compañeros: estaré ahí cuando lo necesites y plasmaré tu belleza en las paredes de la ciudad, además, llegaremos al fondo de este asunto hasta descubrir lo ocurrido.

Allicia  asiente con entusiasmo y empieza a escribir de nuevo en el cuaderno con pulcra caligrafía. De repente se oye un fuerte golpe, el ruido es amortiguado por las paredes del local parece provenir de la puerta de delantera. Sin inmutarse Allicia sigue escribiendo la nota.

Victor tampoco ha prestado atención al golpe. ¿Los federales? Pregunta con incredulidad, ¿Qué se les ha perdido aquí? Seguro que es por alguno de los locales cercanos, estará….estarán haciendo alguna redada, o persiguiendo a algún camello. Otra vez se oye el fuerte golpe en la puerta delantera del local, tanto Victor como Allicia no le presta atención.

Por tercera vez se oye el golpe, pero esta vez el ruido ha conseguido que la pluma de Allicia se desvié de su trazo ensuciando el papel. La vampiresa mira con odio el pequeño estropicio, arranca la hoja con rabia y la tira al suelo. Una cuarta vez se oye el golpe cuando Allicia se dispone a escribir de nuevo, aprieta la pluma con fuerza y lanza una mirada de indignación a Vicotr.

Voy… carraspea un poco voy a ver qué pasa. Dice el ghoul con resignación.