Partida Rol por web

Bestias fantasticas y como cazarlas (hentai +18)

Capitulo 2: No me aliste para esto

Cargando editor
12/03/2018, 22:14
Cassandra Alexkaninov
Sólo para el director

Estaba bastante preocupada por Dellanie, no entendía como podían haber llevado fuera a una recién llegada sin nada de entrenamiento, mientras ella estaba simplemente sentándose en un suelo y meditando; pero gracias al entrenamiento de Umbra, consiguió controlar la preocupación, convirtiéndola en un leve zumbido detrás de su oreja.

No se lo dijo, pero a estas alturas no la odiaba, simplemente la respetaba; por muy mal que la tratase, no podía odiar a alguien que se tomaba la molestia de instruirla, aunque hubiese sido a regañadientes.

Tampoco supo que decir cuando le planteó aquellas ideas terribles, y aunque su instinto le dijo que debía gritar y pelear, sabía que la respuesta era mantener la concentración, aunque claro, ahora mismo la concentración le servía de bastante poco...

-Entiendo que debo concentrarme, Dama, ¿Pero luego qué? ¿Qué quieres que haga con esa jarra?

Cargando editor
13/03/2018, 14:56
Dellanie Béringer

Ja, soy flexible para ser una humana urbanita, pero debo resultar bastante torpona a ojos de una elfa cazadora de bestias —coincidió con lo mencionado, sin abandonar su tono alegre y optimista pese a todo. Asintió suavemente y evitó interrumpir a Sayna mientras preparaba lo que parecía que sería su prueba, escuchando con atención sus indicaciones, aquello que podía o no hacer. Le habría gustado poder descalzarse, las cosas serían mucho más fáciles, pero supuso que aquello debía ser difícil. De otro modo no se trataría de un entrenamiento, ¿no?

¿Puedo usar cualquier recurso que se me ocurra? —preguntó mientras observaba la figura de aquel conejo que había creado su tutora. Desde luego, viendo su origen, tendría que observar en qué aspectos difería de un animal real. Aunque pensándolo bien... nunca había visto un conejo que no fuera doméstico.

Ojalá fuera dócil y se dejara, algo me dice que no será así —dijo riendo por lo bajo. Echó una ojeada al claro y los árboles que lo limitaban. Trató de avanzar de puntillas para ver si lo tomaba por sorpresa o al menos no lo espantaba con demasiada rapidez. Intentó no hacer ningún movimiento brusco para ello.

Cargando editor
13/03/2018, 16:54
Sayna

-Puedes si quieres. -Respondió con toda tranquilidad la elfa mientras miraba como te acercabas con sigilo hacia el conejo, pero en cuanto estabas a escasos metros de el, el conejo te miraba gracias al ruido de las hojas ya que estaba todo el suelo lleno y empezaba a corretear bastante ágil hasta que estaba fuera de tu alcance, si intentabas seguirlo era mas rápido que tu y parecía que podía escucharte muy bien. -No puedes quitar las hojas del camino, lo que pertenece al bosque es del bosque, así que deberás solventarlo de alguna forma.

Aunque pareciera imposible, los días pasaron, tus únicos parones fueron para comer o dormir y dormías siempre al raso, quizás en las piernas de Sayna o abrazadas una a la otra, pero no tenias manta ninguna, sabana o colchón. La comida era importante ya que no esperabas quedarte allí tanto tiempo, a los dos días empezó a escasear así que con toda tranquilidad del mundo Sayna te dejo sola cerca de una hora, aprovechando que estabas distraída, y volvió con una bolsa de tela llena de fruta ademas de su tetera con la que se entretuvo haciendo te y observando como el conejo te “humillaba” cada vez que salia corriendo porque hacías ruido o porque no eras lo suficientemente rápida.

En ningún momento Sayna te recriminaba que no lo consiguieras, al contrario, todas las mañanas y las noches ella te enseñaba como estirar las piernas para ganar flexibilidad, cosa que la elfa tenia casi como si fuera contorsionista, también te enseño como poner el pie para que al pisar no hicieras tanto ruido, como ultimo detalle cada amanecer las hojas volvían a estar exactamente igual que el primer día así que comprendiste que no serviría de nada pisarlas todas y machacarlas ya que al día siguiente el trabajo seria el mismo. Tardaste dos semanas en acostumbrarte al bosque, en saber como pisar y moverte sin que el conejo te detectase hasta que...(Puedes escenificar como lo has conseguido)

Cargando editor
13/03/2018, 16:54
Umbra

-Tu no crees en la magia…- Empezó a decir mientras se ponía justo delante de ti, con la jarra en la mano mirándote con cierta intensidad. -No crees...que pueda existir...crees en lo que puedes ver...así que vas a ver...que color tiene...mi magia…- Umbra vertió el agua en el suelo haciendo que te salpicara un poco en los pies, estaba fría, fresca gracias a la plata de la jarra. Cuando hizo el charco en el suelo, dejo la jarra a un lado y se puso descalza con las medias tocando el agua sin importar que se estuviera mojando, entonces sonrió.

Sus alas se extendieron bien a ambos lados mientras los ojos de Umbra brillaban con luz propia, como si tuviera dos luces violetas en los ojos, sentiste como la estática del primer día se hacia visible, podías ver los chispazos recorriendo el cuerpo de Umbra mientras esta pasaba las manos por su vestido, acariciándolo hasta llegar a su propio cuello como si se tratara de un baile sensual. Entonces el agua empezó a teñirse de color violeta, un violeta intenso que fue recorriendo el cuerpo de Umbra como si estuviera vivo, toda el agua fue moviéndose por ella, acariciándola como una segunda piel antes de que pusiera su mano delante como si fuera una garra. El agua se dirigió hacia allí concentrándose en una bola comprimida de color violeta mientras Umbra te la mostraba bien, por mucha ciencia que conocieras, aquello era imposible de describir.

-Todo ser vivo...tiene...energía...mana...magia...en su interior...canalizar esa energía requiere concentración, tu, deberás descubrir como canalizar la tuya...a través de lo que te he enseñado...si no tienes la mente equilibrada...esto…- Apretó la mano y sentiste como si un trueno cayera delante de ti, pero no había marca, solo había sido una sensación. Entonces tanto el cuerpo de Umbra como sus alas se relajaron. -Puede matarte...tu mente...esta cansada...muy cansada...hoy no sirves...mañana...empezaremos a canalizar el mana...descansa...es de día...ve a dar una vuelta al pueblo...habla...come...vístete mejor...y vuelve con las energías renovadas. -Tu bolsa pesaba mas de lo normal, la bolsa con tus monedas de plata, si la abrías podías ver como unas cincuenta monedas pequeñas dentro.

Cargando editor
13/03/2018, 17:15
Cassandra Alexkaninov
Sólo para el director

Un paseo no le iba a sentar mal, después de tantos días allí encerrada con Umbra, que aunque estuviese acostumbrada a estudiar y trabajar sin parar, no podría más con las pullas y molestias continuas que tenía que soportar para ponerse a prueba.

El bullicio de la calle le molestó un poco, después de tanta tranquilidad durante tanto tiempo, era molesto volver a sentir el ruido, aunque sentir de nuevo el suave viento en la cara y el abrazo del sol se sintió estupendamente bien, le ayudaba a recordar que realmente estaba empezando una nueva vida. Seguía sin estar de acuerdo con las palabras de Umbra, no es que no creyese en la magia, sino que tenía que ser un fenómeno que en su mundo, o no se había descubierto, o no existía, y estaba ansiosa por comprenderla. Aún así, ella tenía razón, y estaba demasiado cansada del tema como para seguir dándole vueltas, y decidió disfrutar del día; esa tenía que ser la mejor forma de seguir, sino Umbra no le habría dado tanto dinero, parecía ser una persona demasiado pragmática como para dárselo por pura buena fe.

Estuvo atenta, a ver si por pura casualidad veía a Dellanie, aunque no hubo suerte, por lo que decidió ir a ver a la gnoma, y dándole las gracias otra vez por lo de la otra vez, empezó a mirar algún conjunto que le gustase mientras hablaba distraídamente con ella.

-¡Te dije que vendría pronto! He entrado en el gremio, ¿sabes?. No es tan terrible como decían, no por lo menos por ahora, y mi maestra me ha dado algo de dinero para que me relaje hoy, aunque creo que es porque lo peor está por venir... Me está enseñando una mujer un poco extraña, Umbra se llama, y aunque no es la alegría de la huerta, creo que me esta ayudando y enseñando. Creo...- Dejó de hablar al ver un traje blanco y azul, que consistía en una especie de corsé ligero blanco, que iba por encima de una vestido azul ribeteada de dorado que acababa en una corta falda y unas mangas unidas por pequeños hilos escondidos, de forma que dejaban los hombros  y la parte superior de la espalda a la vista y daban la impresión de ser piezas independientes. Vio al lado una pequeña capa y botas del mismo estilo, eminentemente del mismo conjunto. A pesar de haber otros que le gustasen mucho, estos eran de tejidos mucho más caros, como sedas, linos o incluso cueros limpia y finamente curtidos; esos trajes tendrían que esperar. Decidió llevarse ese conjunto, siempre que su bolsa lo permitiese, y le preguntó:

-¿Podrías decirme algún lugar donde se coma bien? Llevo comiendo carne seca y agua un par de semanas, y quiero darme algún capricho, no vaya a ser que no pueda comer nada en condiciones hasta que esto acabe. -Estuvo un rato pensando, pero decidió intentarlo, no tenía nada que perder- ¡Ah! Y otra cosa. ¿Por casualidad no habrás visto a una chica joven? Bajita, pelo por los hombros negro, de ojos azules y piel clara. Se llama Dellanie, es otra llegada de fuera como yo y bueno... La estoy buscando; lo último que supe de ella es que está fuera de la ciudad...

 

 

Cargando editor
13/03/2018, 20:03
Dellanie Béringer

—Es más fácil decirlo que hacerlo —suspiró en cuanto sus primeros intentos, directos, fracasaron estrepitosamente. El animal tenía mejores reflejos que ella y era indudablemente rápido y escurridizo, sin embargo Dellanie persistió en su intento ante la atenta mirada de su tutora: si ella esperaba su éxito, no podía menospreciar su confianza. Terminaría por lograrlo, aunque aún no supiera como.

Durante los primeros días probó todo tipo de acercamientos: cuando dió por sentado que nunca lo alcanzaría acercándose de puntillas, probó reptando, camuflándose un tanto con el entorno. Incluso creando distracciones con algunos de los escasos alimentos que llevaba consigo, a modo de cebo. No pudo negar que aquella situación la estaba frustrando bastante, pero cuando llegaba a su límite se tomaba una pequeña pausa para comer, atender con sumo interés las enseñanzas de la elfa o descansar un poco. Al principio le daba un poco de vergüenza abrazarse tanto a ella, pero según se fue acostumbrando y la ausencia de mantas se hizo notoria, acudía rápidamente en busca de calor corporal.

Y así pasaron los días...

... hasta que finalmente algo cambio.

Sus pisadas eran mucho más silenciosas gracias a la ayuda de su tutora, pero aquello no le era suficiente. El conejo era demasiado rápido, así que debía crear un entorno adecuado para la caza. Reservó algunos trozos de manzana de la noche anterior, y dispuso un pequeño caminito con ellos, hasta el linde del claro. 

Después de ello se tumbó al final del trayecto, permaneciendo inmóvil entre las hojas.

Aguardaría a que el animal siguiera el rastro de comida... o en el peor de los casos, a que simplemente pasara por ahí. El lugar escogido ayudaba un poco a la francesa a mantenerse oculta, gracias a un casi imperceptible desnivel. Y cuando saliera de su escondrijo, el conejo vería sus posibilidades de huída limitadas: por lo que podría preveer cuál sería su ruta de escape y así afrontarla directamente.

Lo apresó rápidamente entre sus brazos, habiéndole dado escaso tiempo de reacción, y aquellos milisegundos en los que su presa dudó, fueron suficientes para darle la victoria.

—¡Ja! ¡Ni me has visto venir, ya te tengo! —zarandeó amistosamente al animal, aún entre sus brazos. No cabía en su gozo. Posiblemente el entusiasmo la había hecho sobreestimarse un poco, pero una cosa era cierta, y es que sus habilidades, aunque aún hubiera mucho por pulir, habían mejorado.

Cargando editor
14/03/2018, 12:50
Sastre

-Pues si, has venido pronto, pero has no te esperaba hasta quizas dentro de un mes.- Empezó hablando contigo la gnoma mientras iba ayudándote un poco a escoger, explicándote los materiales y para que estaba orientada la ropa, si para verano o para invierno. -Espera...estas con Umbra???- Pregunto sorprendida la gnoma mirándote con los ojos como platos al escuchar el nombre de tu maestra.- Increíble, solo he escuchado cosas malas de ella, dicen que la mayoría de sus aprendices han acabado muertos, bueno...la mayoría...yo no he vuelto a ver a nadie que la haya tenido como maestra, la magia es muy peligrosa señorita, deberías tener mas cuidado y tomartelo con calma. Si mal no recuerdo, la única persona que trata con Umbra es Vincent, pero no estoy segura, solo proveo de ropa al gremio cuando me lo piden intento no meterme demasiado.

El dinero que ofrecías era menor a lo que valía el traje, pero parecía que llevarse bien con ella estaba dando sus frutos porque te hizo una rebaja importante y te ayudo a vestirte en una trastienda que había, tan solo eran tres sabanas puestas de tal manera que no se podía ver a través de ella. -Eso es fácil, en la taberna, el propietario tiene trabajando a sus hijos y siempre compran la carne en el mercado, si tienes suerte el estofado estará hecho de hoy y lo tomaras fresco, el pan no es duro ya que el duro lo tiran a los animales, no es cara y sabrosa te recomiendo ir, pero cuidado con la cerveza que vende, es de las fuertes. -Te acompaño volviendo a la parte visible de la tienda ya contigo vestida y cuidada, negando con la cabeza. -No he visto a nadie así, espera...mmm...creo que fue con alguien fuera si pero de eso ya hace unas semanas, no se si estará por aquí….oh vaya! Que coincidencia.

Notas de juego

Un segundo

Cargando editor
14/03/2018, 13:04
Sayna

El conejo pataleo un poco entre tus brazos cuando lo atrapaste, realmente ni siquiera te había visto ni nada y después de un poco de resistencia donde pudiste con el fácilmente, el conejo se quedo quieta mirándote mientras arrugaba y movía la orejas un poco antes de quedarse totalmente quieto mientras lo zarandeabas, habían sido muchos días persiguiéndolo así que ahora teníais una relación amor-odio. Cuando ya parecía que todo había acabado, efectivamente, el conejo empezó a hincharse un poco y a iluminarse con luz propia antes de, como si fuera una pompa de jabón, explotar en mil pequeñas gotitas de luz que se fueron difuminando a tu alrededor. Sentiste como alguien pasaba la mano por tu espalda, y vientre riendo divertida. -Que, que te a parecido?- Pregunto Sayna riendo antes de morderte de una de las orejas de forma traviesa antes de ponerse delante de ti, admirando un poco el tono muscular que habías conseguido en ese tiempo. -Cuando te muevas por el bosque, por la montaña, incluso por los suelos de madera, deberás ser sigilosa siempre que lo necesites. Los conejos tienen un oído excelente, si lo has engañado a el podrás engañar a cualquiera. Habrá que entrenar mucho mas esto, cuando descanses haremos lo mismo con pájaros, luego te enseñare a preparar trampas y después trabajaremos con las hierbas.

-Se que no te hace ilusión, pero cuando te enseñe todo lo que puedes aprender de esta forma, empezaremos con las clases de combate y yo seré quien te enseñe personalmente a manejarte con las dagas, creo que ya nos hemos compenetrado mucho durante estos días como para que confíes que no quiero hacerte daño. Te has ganado un merecido descanso, vamos a la ciudad, descansemos en un colchón blando que solo hemos arañado la superficie de lo que seras capaz de hacer. - El viaje de vuelta a la ciudad fue corta pero te invadía una sensación de alivio al escuchar que ibas a dormir en colchón blando, por muy abrazadas que hubierais dormido no estabas acostumbrada al duro y frio suelo, comer solo frutas y bayas, se te podía antojar algo de carne fácilmente ya que llevabas mucho tiempo sin comerla.

Conforme pasabais por la puerta y por la plaza de la ciudad, Sayna se quedo extrañada un momento y entonces sonrió, acercándose a la sastre...

Cargando editor
14/03/2018, 13:05
Directora

-Tu eras la chica del baño verdad? Se te ve bien.- Dijo una voz detrás de Cassandra y al voltearse podía ver como la elfa Sayna se encontraba detrás junto con Dellanie que la acompañaba, tenia un aspecto un poco sucio porque habían estado fuera pero aun así no estaban mal ninguna de las dos. La sastre, una gnoma con aspecto alegre, también rio al ver a Sayna.

-Creo que la humana preguntaba por la chica de allí, es ella Dellanie?- Pregunto la sastre mirando a Dellanie.

Notas de juego

Ya podeis postear, ahora estais juntas, podeis describir lo que llevais o como estais.

Cargando editor
14/03/2018, 15:13
Dellanie Béringer
Sólo para el director

Ha sido mucho más satisfactorio de lo que pensaba —admitió riendo por lo bajo cuando la figura del conejo se deshizo, dividiéndose en varias motas de luz. Se estremeció un tacto ante el inesperado tacto de Sayna, del que si bien disfrutaba, la había tomado por sorpresa, centrada como estaba en su presa hasta ese momento.

Uff, pájaros, eso será más injusto que con el conejo —dijo hinchando los mofletes, aunque estaba claro que bromeaba. En el fondo aquel entrenamiento, por duro que pudiera resultar, le estaba gustando bastante. Dellanie no era la clase de chica que se sacrificaba a menudo, pero sentía que su esfuerzo era recompensado con creces en aquellos momentos— En cuanto a las trampas y combatir, seguro que es entretenido. Que no me guste luchar no quiere decir que no sea una buena idea saber defenderse llegado el punto. Y ya sabes que cuentas con toda mi confianza —comentó esbozando una gran sonrisa.

Pero la idea de descansar se le antojaba aún más atractiva. Le había prometido un colchón blando, y seguro que podía comerse un buen estofado antes de pensar en acostarse. Se le hacía la boca agua ante las expectativas si bien trató de disimular su expresión. Pronto volvería a la ciudad, y entonces...

Notas de juego

(Hago el siguiente post en grupo)

Cargando editor
14/03/2018, 15:19
Dellanie Béringer

... Dellanie se encontraba algo distraída ante la posibilidad de comer hasta reventar por primera vez en varios días, pero se detuvo algo confusa cuando pareció entender que la estaban llamando o señalando, o eso pensaba cuando escuchó su nombre. Tardó un poco en voltearse, mirando con curiosidad quién le estaba hablando. Ladeó la cabeza al ver a la gnoma, y entonces se percató de Cassandra.

En aquellos momentos vestía unas botas altas con una especie de medias que alcanzaban poco más que las rodillas, así como un pantalón corto y un sujetador completo del que pendía algo de tela, quedando su vientre al descubierto. Predominaban los tonos verdes y pardos en la vestimenta, y podría decirse que aquellas ropas recordaban más a Sayna que a las prendas que había portado al llegar a Elsmera. Estaba algo sucia de tierra y algunos fragmentos de hojas se encontraban repartidos entre sus propias prendas y sus cabellos, como si hubiera estado revolcándose por el bosque. Sin embargo parecía sana y tenía una ligera sonrisa impresa en el rostro.

—¡Cassie, me alegro de verte! —exclamó rápidamente antes de acortar la distancia entre ambas con unas cuantas zancadas— Vaya, ¿cómo te encuentras? ¿qué has estado haciendo? —preguntó inicialmente. Conociéndola se estaba conteniendo pues el bombardeo de preguntas amenazaba con volverse constante.

Cargando editor
14/03/2018, 18:20
Cassandra Alexkaninov

La casualidad sorprendió enormemente a Cassandra, y en otras circustancias se hubiera sentido de nuevo nerviosa, pero recientemente adquirido entrenamiento le permitió senerarse lo suficiente como para poder hablar. Llevaba ahora mismo el traje que acababa de comprar en esa misma tienda, un traje blanco y azul, que consistía en una especie de corsé ligero blanco, que iba por encima de una vestido azul ribeteada de dorado que acababa en una corta falda y unas mangas unidas por pequeños hilos escondidos, de forma que dejaban los hombros  y la parte superior de la espalda a la vista y daban la impresión de ser piezas independientes.

-Della... Quiero decir, Dede!- dijo con una sonrisa. Ahora tendría oportunidad de arreglarlo, pero mejor en un lugar tranquilo. -Estaba preocupada por tí cuando escuché que estabas fuera, me alegro que estés de una pieza. He estado entrenando con una extraña mujer, Dama Umbra la llaman, y en teoría quiere enseñarme magia, aunque no pare de decir que mi mente no sirve para eso, hemos estado estos días haciendo meditación...- Estuvo un rato en silencio, disfrutando de la tranquilidad de saber que Dellanie seguía viva, y no parecía enfadada, y entonces dio un paso adelante, acercándose aún más y en un suave y tímido susurro, no porque no quisiese que las demás lo escuchasen, sino por simple nerviosismo al decir aquello. -Perdón por lo de la bañera, quiero contarte algo cuando estemos más tranquilas.- Igual que se había acercado, volvió a su posición inicial, como si no hubiese pasado nada. -¿Y tu qué, que tal es el mundo ahí fuera?

Cargando editor
14/03/2018, 22:36
Dellanie Béringer

¡Ah, estuvimos fuera, sí! Pero tampoco fuimos tan lejos —contestó riendo un poco por lo bajo. En otras circunstancias tal vez se hubiera hecho la interesante con el viaje antes de explicar los hechos, pero en aquella ocasión se sentía particularmente orgullosa— Fue parte de mi instrucción, mi tutora es la dama Sayna —cabeceó discretamente hacia la elfa que se encontrara en las cercanías— Estuvimos en un claro bastante tranquilo. ¡Al final pude capturar un conejo sin que me viera venir! —tal y como anunciaba aquello estaba claro que le había costado MUCHO esfuerzo.

Oh, no conozco a la Dama Umbra... ¿Pero has dicho magia? ¡Vaya! Eso suena interesante... pero estoy segura de que no sería capaz de aprender ningún truco. Ya sólo pensar en la meditación que dices me hace estremecerme un poco —comentó bajando inconscientemente el tono de voz— ¡No es que tenga nada en contra de la gente capaz como tú! Pero yo no tendría tantísima paciencia... Así que una maga... seguro que en un tiempo tendrás muchas cosas por enseñarme —expresó aquello de manera ambigua: por una parte aclaraba que tenía plena confianza de su éxito, pero por otra casi parecía obligarla a que hiciera muestra de lo que fuera a aprender.

Negó con la cabeza restándole importancia de manera casi imperceptible cuando hizo el comentario de la bañera, quizás con intención de salvaguardar la intimidad de sus palabras al captar que lo había hecho de manera disimulada.

La verdad es que no tengo ninguna queja —ensanchó algo más aún la sonrisa— ¿Dónde sueles dejarte ver cuando no estás ocupada?

Cargando editor
14/03/2018, 23:08
Cassandra Alexkaninov

-Pues si te soy sincera, no he tenido tiempo libre desde el día que llegamos, he estado todo este tiempo encerrada en la biblioteca prácticamente, saliendo sólo para comprar algo de comer; y la verdad, que el cansancio no me ayudaba demasiado...

Parece que dudó un poco, intentando decidir si decía algo o no, pero al final se atrevió, aunque no supiese realmente las implicaciones que tenía lo que iba a decir.

-El mismo día, me presentaron a Umbra, y me hizo esto- En ese momento giró la cabeza y levantó el cuello, dejando a la vista el extraño y arcano símbolo que tenía grabado en la piel de la nuca:

Dolió bastante... Pero ahora no noto nada, tranquila- Esto lo acompañó con una sonrisa tranquilizadora. -En teoría mañana empezamos; y tenía pensado ir a la posada a comer. Y esto... ¿Que planes tienes ahora, volverás a irte?- Pareció decir esto con una mezcla de preocupación, pena y desilusión, aunque podría también ser timidez, no estaba muy claro- Podríamos comer juntas, si quieres claro...

Cargando editor
14/03/2018, 23:51
Dellanie Béringer

Al menos dormirías en una cama caliente —dijo soltando una risita por lo bajo. La verdad es que había echado de menos encontrarse bajo un techo a la hora de descansar, sin embargo no tenía tampoco demasiadas quejas en lo que había sido su día a día. Un poco de sacrificio ayudaba a valorar más lo que se tenía.

¡Hala, qué chulo! —exclamó cuando le mostró el tatuaje. Ladeó un tanto la cabeza de lado a lado mientras lo examinaba e incluso acercó el índice de la diestra, para tratar de tocarlo, si Cassandra no se lo impedía—¿Y para qué sirve? Seguro que no es sólo para marcarte como al ganado, ¿verdad? ¡Fijo que permite canalizar algún poder! Quizás puedes dominar el fuego ahora —lanzó varias hipótesis que no estaban sustentadas en demasiados argumentos más allá de su propia imaginación o las novelas fantasiosas que hubiera leído en el pasado.

Pues... —miró momentáneamente hacia su tutora, como pidiéndole permiso, para después volverse hacia Cassandra— Hasta mañana no reanudo las lecciones, así que creo que no hay ningún problema. Además... me muero de hambre —suspiró— Daría lo que fuera por un buen plato caliente, quizás unas patatas al horno con algo de carne y abundante salsa de tomate... —casi se le caía la baba de pensarlo. Comer frutas y bayas no estaba mal, pero quería darse un banquete.

Así que bueno, si me invitas no podré decir que no —le guiñó un ojo a la rusa con todo el descaro del mundo.

Cargando editor
15/03/2018, 00:10
Sayna

-Parece que tenéis muchas cosas que deciros, esta bien, te he tenido por muchos días y te voy a tener para mi esta noche así que no tengo inconveniente en que descanses un rato. -Comento la elfa mientras suspiraba pero no lo hacia de pena si no mas bien de alivio. -Creo que yo también voy a atender unos asuntos, tengo que comunicarme con los espíritus, los he dejado un poco abandonados estos dias, intenta volver antes de que anochezca a la habitación, dejare la puerta abierta. Pasadlo bien, chicas. -Se despidió Sayna mientras caminaba hacia el gremio con paso tranquilo.

Cargando editor
15/03/2018, 00:17
Cassandra Alexkaninov

Se despidió de la elfa con una inclinación de cabeza, aunque estaba pensando a que se refería con eso de por la noche. ¿Acaso...? Sacudió la cabeza y la dejó en blanco por unos segundos tal y como le había enseñado Umbra, aunque un tinte rojo siguió decorando sus mejillas.

-Bueno, si te parece, podemos ir yendo para la posada... Un momento, por favor.

Se giró hacía la gnoma y se despidió de ella debidamente, dándole de nuevo las gracias por lo que había hecho, y entonces se dirigió a la puerta. ¿Vamos?

Mientras caminaban por la calle, le explicó lo poco que sabía de su marca: Pues verás, según Umbra, mi mente es demasiado cerrada para hacer magia, y por lo visto este símbolo permite canalizar la energía del cuerpo, o algo así. La verdad es que sigo sin entenderlo, pero por lo poco que me ha enseñado, el esfuerzo parece merecer la pena; aunque mencionó algo de que muchos no despiertan, y la costurera tampoco me habló muy bien de ella...

¡En fin! ¿Y tú qué estuvisteis haciendo exactamente, qué tal es Sayna?- Su recién y leve adquirida paz mental le permitió decir esto sin sobresaltarse demasiado, aunque estaban claras las sospechas de Cassandra.

Cargando editor
15/03/2018, 00:35
Dellanie Béringer

¡Claro, ten un buen día Sayna! Ya me contarás —se despidió de manera alegre, quizás saboreando al fin la libertad que ansiaba. No es que la elfa fuera una mala compañía (todo lo contrario) pero el entrenamiento había sido muy prolongado y a aquellas alturas necesitaba respirar un poco.

Se unió a la despedida de Cassandra hacia la gnoma: aunque en un segundo plano y apenas dedicando un cabeceo. A fin de cuentas no la conocía.

Desde luego, ¡yo siempre estoy lista! —declaró aquello alzando el puño por un instante antes de seguirla y escuchar aquello que tenía que decir. La verdad es que se le hacía raro pensar en la idea de que una humana acabara estudiando magia, ¿pero qué no era raro en aquel lugar? No es que cazar conejos hubiera sido su mayor afición en la Tierra.

Ya veo... a mí Sayna me dijo que los humanos no tenemos don para la magia. Imagino que es a lo que se refería la Dama Umbra. Sobre lo de canalizar energías... eh, bueno. De eso ya no sé qué decirte —soltó una de sus características risitas de apuro al ser algo ignorante al respecto— En todo caso parece una mujer bastante lúgubre, pero si toma aprendices tan mala no puede ser, ¿no?

—¡Ah! Es una buena tutora, la verdad es que estos días apenas me he despegado de ella. ¡Me está enseñando a moverme silenciosamente, por el momento! Aunque también tiene intención de formarme como zapadora e incluso quiere que use algunas armas —comentó aquello felizmente. Realmente no se le pasó por la cabeza aquello que pudiera estar sospechando su compañera por lo que no hizo ninguna declaración al respecto— Es un poco dura, pero sabe suavizar sus lecciones por exigente que sea. 

Cargando editor
15/03/2018, 17:14
Cassandra Alexkaninov

-Supongo que en un bosque repleto de bestias de pesadilla, moverse silenciosamente debe ser algo bastante útil- Dijo riéndose, se sentía bien poder hablar de nuevo con alguien después de esos días de aislamiento.

-Si te soy sincera, la Dama sólo me acogió porque otra tutora, una tal Valeria, le dijo que debía hacerlo... No se sí ahora, viendo que he sobrevivido al proceso le parezco más interesante. Es una persona un tanto extraña, ni siquiera es humana, pero no me suena a nada como un elfo o un gnomo, espero averiguarlo algún día...

Siguieron caminando por el pueblo, mirando puestecillos y buscando la posada, y aunque de vez en cuando la cara de Cassandra adoptaba una expresión seria, rápidamente parecía tranquilizarse y seguir como siempre; como si estuviese pensando algo pero lo consiguiese controlar. Sin embargo, al pasar por una de las callejuelas más tranquilas de la ciudad, se decidió y le dijo.

-Dede, he estado pensando en un par de cosas, y creo que debería decirtelas, y mejor aquí que en una taberna abarrotada y ruidosa...- Miró que la pared no estuvise sucia para no manchar su recién adquirido atuendo, y se apoyó en ella, mirándola con una expresión sería, aunque en sus ojos seguían notándose cierta preocupación. -Mira, lo de la bañera no estuvo bien, te dejé colgada y no tengo excusa, pero quiero contártelo todo para que me entiendas.- Cogió aire y fuerzas, sintiendo como cuando estás al borde del trampolín por primera vez, y sabes que una vez que saltes no podrás echarte atrás. Su mente saltó: -Si, tenías razón, me gustan las chicas, y nunca se lo había dicho a nadie- Su voz estaba temblando un poco, pero no tenía nada que ver con el temor que sintió aquel día. -La gente en mi país es muy retrógrada, especialmente en un pueblo pequeño como del que yo vengo; jamás se lo he podido decir a nadie, pues me arriesgaba a lo peor... Incluso hay carteles del gobierno en contra...- Claramente era un tema terrible para ella, pues tenía lágrimas en el borde de sus ojos-  Y... Y... llegar a un mundo nuevo, y conocerte y que nos bañemos juntas... ¡Me sentía como si me estuviese aprovechando de tí!- Su voz se estaba entrecortando, claramente a punto de lanzarse a llorar, pero tomó aire y consiguió contenerse- Y cuando dijiste eso, todo se juntó, y no supe que hacer... Perdóname, por favor...

Parecía que quería decir aún más cosas, pero no quiso seguir sin saber que opinaba la chica, no quería soltarle un monólogo dramático, por muy mal que se sintiese.

Cargando editor
15/03/2018, 18:47
Dellanie Béringer

Sí, está claro que es mejor discernir su ubicación antes que ellos conozcan la tuya —dijo estremeciéndose un poco, tal vez rememorando su llegada a aquel mundo así como la huída en dirección a Elsmera. Por suerte todo se había tranquilizado desde entonces.

Oh, bueno... tal vez se intenta hacer la dura o no es demasiado social. No creo que si se opusiera totalmente te hubiera aceptado, por mucho que alguien intercediera por tí —comentó mientras se frotaba el cuello con la diestra— Imagino que la raza será una barrera importante, pero estoy segura de que superarás cualquier adversidad durante tu aprendizaje. Yo tampoco soy ni mucho menos tan grácil y hábil como Sayna —expuso por tal de hacer un paralelismo con su situación— Y fíjate, poco a poco avanzo.

Andaba tranquilamente, en cierta medida con cierta discreción: no es que estuviera buscando andar en silencio de manera activa, pero era cierto que había variado algo su postura, ahora solía apoyarse más en la punta de los dedos de los pies, si bien tampoco lo hacía completamente de puntillas.

Luego escuchó aquello que Dellanie tenía por decir. Lo cierto es que no le guardaba ningún rencor aunque quizás no había sabido leer qué había causado aquella reacción en la rusa. En todo caso, se detuvo frente ella y no la interrumpió en ningún momento para después contestar con tono calmo.

No pasa nada, entendí que necesitabas un poco de espacio personal: no habría dicho que era únicamente por ese motivo, lo achaqué al montón de cambios al que hemos estado sometidas. Quiero decir, estamos ante un mundo nuevo, ¿no? —a medida que hablaba tomó un pañuelo sencillo, sin ningún tipo de bordado pero que estaba bien limpio, tratando de limpiarle las cuasi lágrimas que escapaban de los ojos de Cassandra, o tendiéndole el susodicho si veía que aquello la molestaba— No te creas que todo el mundo es tolerante en Francia, entiendo lo que dices, obviamente no he sufrido nada parecido o por lo menos, no tan extremo —hizo una pequeña pausa, quizás reordenando su discurso— En todo caso no deberías sentirte mal, ¿vale? Yo no hice nada que no me haya gustado, así que no hubo ninguna clase de aprovechamiento bajo ningún concepto. Y deberías disfrutar: aquí no vamos a tener ningún problema respecto eso, hasta donde escuché aquí el libre albedrío es bastante natural en ese aspecto.

Trataría entonces de darle un toque en la nariz con el índice.

—Así que no te preocupes tanto por todo, ¿eh, Cassie? —acompañó la pregunta en busca de confirmación ladeando un tanto la cabeza.