Partida Rol por web

-Ya bueno, no es que tuviese mucha elección, no sirvo para la actividad física.... Y tampoco me explicó lo que me iba a hacer ¿sabes?

Le puso una mano en el hombro a Delanie y le somrio, para tranquilizarla, a fin de cuentas ya había pasado,aquello, no tenía sentido darle más vueltas. Sin embargo, ver como reaccionó por ella le hizo sentir bien, querida.

-¿El campo prácticas? Si te apetece podriamos ir Dede- por su tono de voz se notaba que no le hacía especial ilusión, pero no parecía que quisiese hacer caviar de idea a su amiga- Habíamos pensado en ir al río,  quizás bañarnos, por hacer algo. Es verdad que no hay mucho más que hacer... Por curiosidad, ¿que vas a hacer tu?

Realmente su instinto le había jugado una mala pasada, pues lo que en el fondo quería era que esa mujer las acompañase, su belleza me hacía pensar cosas que sabía que no debía ni siquiera considerar, pero el aburrimiento y las ganas de hacer algo excitante estaba empezando a controlarla

-Voy a arriesgarme, una tiene algo de ganas, la otra no le hace mucha ilusión, siento no ser divertida pero soy guerrera, una luchadora, no conozco otra forma de pasar el tiempo. -Fue comentando Valeria pero no parecía que lo hiciera de forma despectiva ni mucho menos. -Ibais a ir al rio...no veo porque no podéis hacerlo pero no lo hagáis desnudas, estáis a salvo dentro de la ciudad pero no quiero que las refugiadas hagan escándalo publico, ahí normas de vestimenta. Por lo normal nadie suele bañarse en el rio, pero si lo hacéis debéis ir a la parte de abajo del afluente, usamos la parte de arriba para baños y incluso para beber.

Se quedo unos segundos pensativa, llevándose dos dedos a la barbilla antes de responder a Cassandra. -Iba a ir al gremio a buscar un nuevo trabajo, pero creo que puedo estar un poco mas de ocio. Os acompañare y os diré donde podéis estar, si no es un inconveniente claro.

Una mezcla de decepción y satisfacción sintió al oír las palabras de Valeria; decepción por lo evidente, pero la satisfaccón de poder decirle a Dellanie "Te lo dije"

-Sobre ese tema habíamos hablado, verás. En nuestro mundo, había ropa especial para bañarse en lugares públicos, ropa que no se desgastaba con el agua y se secaba rápidamente, ¿tenéis algo así por aquí? Y para no tener más fallos, ¿dónde podemos ver las normas de la ciudad? No hemos tenido demasiado tiempo para ver como funcionan las cosas por aquí, y no queremos dar problemas, ya sabes,

Asintió y le agradeció su ofrecimiento

Dellanie se había despistado mirando hacia la herrería, si bien mantuvo una oreja en la conversación, interviniendo cuando salió de su breve estupor.

—Para hacerte buena en algo, primero has de creértelo. No es tan complicado, sólo es cuestión de práctica —dijo mostrándole luego la lengua a Cassandra ante su primera mención— Pero es verdad que es mejor especializarse en aquello que de manera natural se nos da mejor, y parece que has acertado de lleno —se estiró un tanto de brazos para desperezarse.

—Nunca me entusiasmó combatir, pero al final he aceptado que sería adecuado que tuviera unas nociones básicas —comentó cuando Valeria se dió cuenta de que el plan de entrenar no la llenaba de entusiasmo. Si bien se había planteado en serio aquello de ponerse a prueba en algún momento. No quería pecar de demasiado torpe, por comprensiva que fuera Sayna con sus habilidades iniciales.

Se le escapó un pequeño "oooh" cuando escuchó que hacía falta llevar traje de baño. Miró de soslayo a Cassandra con cierta resignación, como quien buscaba exteriorizar un "vale, tú ganas".

—Salvo que vayamos por ropa de baño... bueno, deberé usar la interior —coincidió con la pregunta de su compañera por lo que decidió aguardar la respuesta de Valeria.

-Ropa de baño...que graciosas.- Se tapo un poco los labios con la mano para reír antes de girarse y indicar que la acompañarais si queríais, si no la acompañabais de todas maneras iba a ir, no había sido mala idea el ir a relajarse escuchando el sonido del agua. -No se que tipo de ropa había en vuestro mundo, pero nosotras nos bañamos en publico con agua o si estáis fuera de la ciudad y encontráis un manantial, creo que bañarse desnudas seria lo mas adecuado, pero tened cuidado con las criaturas del agua, nunca se sabe. -Fue explicando Valeria mientras caminaba a modo de clase teórica mientras ibais pasando por el mercado alejándoos, incluso alejándoos del gremio, por un camino que bajaba hacia otra de las salidas menos frecuentadas de la ciudad.

-Las normas no están apuntadas, son de conocimiento común, puedes suponer cuales son. No robar, no hacer trabajos pervertidos en la calle, tampoco pelearse dentro de las murallas, en todo momento llevar ropa, no mendigar a no ser que por causas de la vida debas hacerlo, en cuyo caso se puede mendigar cerca del gremio, no se debe molestar a los comercios. No traer ninguna bestia a la ciudad, quitando el hecho de que la barrera no deja pasar a las bestias es aconsejable no incitar a que quieran entrar, la barrera es fuerte pero siempre acaban por lograrlo si se lo proponen.- Fue diciendo antes de llegar, tal como prometió, a una zona del rio que ya salia de la ciudad por un desagüe, por fortuna se podía ver que el agua era limpia y el desagüe estaba puesto para que no dificultara su salida natural por la muralla.

-Este seria el mejor lugar, si queréis bañaros adelante, yo vigilare vuestras ropas. -Aprovecho para sentarse a la sombra de los arboles soltando un suspiro, dejando su espada justo a su derecha.

—¡Ah! Entonces era sólo cosa de evitar la zona más concurrida. ¡Creo que te entendimos mal! —rió un poco para luego mirar hacia Cassandra, ahora elevando un poco el mentón. ¡Eso contaba como que había ganado! O eso creía Dellanie— Tal vez podamos añadirlo a la lista de cosas que reinventar —comentó hacia su amiga mientras seguía los pasos de Valeria. Lo cierto es que aquella armadura casi parecía ligera tal y como se movía, pero estaba segura de que si ella se pusiera algo así acabaría tirada en el suelo sin poder levantarse.

Fue asintiendo varias veces ante la exposición de normas, sin embargo arqueó una ceja ante las últimas menciones, frotándose el brazo como si le hubieran entrado picores.

—¿Cómo dices...? ¿Pueden entrar las bestias si se lo proponen? —hizo una pequeña mueca, algo preocupada por la posibilidad de encontrarse alguno de esos seres en los límites de Elsmera. Sin embargo aquella situación duró hasta que pudo ver el agua cristalina del lugar, asintiendo rápidamente aceptando la oferta, si bien miró a Cassandra buscando confirmación en primer lugar, tratando de evaluar si se avergonzaba o todo iba bien.

Hizo un leve gesto asintiendo, dándole la razón a Dellanie, Bueno, esta vez no debe de haber problema, supongo.

Mientras iban andado, se acercó a su oido, y le susurró para que Valeria no lo escuchase, -Pues no son tan liberales como decías. ¿No? Y por cierto, ahora que lo pienso...-se puso un poco roja al hablar- con todo esto, no había caído que... Bueno, ya sabes... No he escuchado hablar sobre cera ni cuchillas para depilarse... ¿Crees que deberíamos preguntar? Ya le ha parecido una tontería el bikini... Podríamos intentarlo con una daga, pero puede ser peligroso- Acabo riéndose de lo bruta que había sido su idea, pero era, a fin de cuentas, otra diferencia cultural que tendrían que salvaguardar.

Se asustó un poco al escuchar eso sobre las bestias, ¿es que no estaban seguras allí dentro o qué? Para despejar sus dudas, decidió preguntar: ¿Es qué ha pasado antes? De corazón esperaba que dijese que no, pero de todos modos tarde o temprano tendría que enfrentarse a alguna de esas bestias, así que realmente era una tontería.

El río estaba igual de precioso aquí abajo que en la parte alta donde estaba la bañera, lo precioso que puede estar un mundo no industrializado, quizá eso era una bendición y su mundo estaba maldito... Se acabó perdiendo en sus pensamientos, pero cuando vio que Dellanie le miraba, le lanzó una mirada tranquilizadora indicándole que no pasaba nada, y empezó a quitarse las botas

-Ha pasado.- Respondió Valeria secamente, como si fuera lo mas normal, ella ya estaba descansando en el árbol y en ese momento parecía relajada, quizás hacia mucho que no descansaba de aquella manera. -Las bestias pueden parecer que no tienen inteligencia, pero son mas listas de lo que parece. Ninguna muralla o magia es infranqueable, aun recuerdo como entraron, abrieron brecha, no sabemos aun como, mataron a muchos de los ciudadanos y miembros del gremio. Recuerdo pelear contra ellas pero claro, eran otros tiempos hace ya mucho de eso, aun asi nada es eterno.

—Parece eso de "hay un lugar para cada cosa" más que "me horroriza la desnudez", que por otro lado se la toman como algo muy natural —respondió al comentario de Cassandra en voz baja, divertida— Te parece atractiva, ¿no? —le mostró la lengua con intención de provocarla. No había mucha malicia en su comentario, a ella también le parecía bonita aunque no sabía muy bien qué edad podía tener, sobretodo después de alguno de los comentarios.

—Mmhm... ¡seguro que ha mejorado mucho la seguridad de este lugar desde entonces! De todas maneras es... ¿bueno? saber que hay que estar algo alerta incluso aquí. De otra manera nos podríamos mal acostumbrar, ¿no? —como de costumbre encontraba algo positivo en cualquier situación, suscitándole poco más que un encogimiento de hombros aquel posible peligro— Aún así lamento que ocurriera eso. Debió ser terrible —añadió después, arrepentida por su efusividad. No debió ser fácil para Valeria y había sido poco considerada.

En todo caso aprovechó para descalzarse como primer paso pasa desnudarse, acercánodse a la orilla a la pata coja.

—¿Cómo ha cambiado Elsmera en los últimos años? ¿Tiene intención de expandirse algo más? —preguntó alzando un poco la voz ahora que se había alejado para mantenerse en las cercanías del agua— Tal y como hablas pareces haber vivido mucho, pero no me pareces una anciana, Valeria —se inclinó para sumergir una mano antes de retirarse el resto de prendas— Está fresca, Cassandra. ¡Pero tampoco congelada!

-¡Pues claro que me parece atractiva! ¿Pero tú la has visto?- Dijo indignada y susurrando, por miedo a que la escuchase, De todos modos parece mayor que yo, no tengo ninguna oportunidad- terminó riéndose, definitivamente era algo imposible.

Bueno...- contestó a Valeria- espero que no pase hasta dentro de mucho. Haremos lo posible que así sea- en su mirada había un leve brillo de determinación, el espíritu del Gremio había empezado a cambiarla. Al ver cómo contó aquello la guerrera, entendió que no sólo un oficio, no es sólo una forma de ganar riqueza, es la responsabilidad de defender Elsmera, y las almas que allí habitan. Ahora tenía ganas de seguir el entrenamiento, pero la voz de Dellanie la sacó de sus pensamientos, y se giró para verla entrando en el agua. -¡Ya voy!

Se retiró detrás del árbol para desnudarse, dejó tímidamente la ropa doblada al lado de Valeria, sin mirarla a los ojos, y tapándose inconscientemente el pecho, y entró de golpe en el agua, y al sacar la cabeza, miró a Dellanie y le dijo -Que fresca ni fresca, si no tiene hielo está perfecta!

Dellanie rió entre dientes, tratando de cubrirse con la zurda para no armar demasiado escándalo. Sin embargo era inevitable que una risita fuera audible en las inmediaciones.

—Oh, venga, no seas tan envidiosa. Tú también eres guapa, ¡tal vez si aceptaras entrenar de tanto en tanto te pondrías tan en forma como ella! Ni siquiera le cuesta moverse con tanto metal —expuso aquello en un tono de voz bastante bajo, lleno de admiración y cierta envidia desenfadada— ¿Tú crees que debe guardar a buen recaudo su espada cuando duerme? Sería un buen reto robársela. Luego se la devolvería, claro. Pero me refiero, parece una mujer muy atenta y vigilante, ¿no? —habló en un tono aún más bajo pero con una naturalidad que abrumaba. No parecía ningún tipo de broma y de hecho terminó por sumergirse en el agua, aseándose un poco en el proceso antes de sentarse allá donde el agua la cubriera lo suficiente sin ahogarla.

—¿Tú no vendrás, Valeria? ¡Por mucho porte que tengas no puede ser bueno ir todo el día dentro de esa lata! —alzó la voz dirigiéndose a la mujer que estaba sentada, para luego lanzar una mirada cómplice a Cassandra— Seguro que no hay tantos ladrones de ropa por aquí —añadió después, riendo un poco.

Lo cierto es que no estaba tan acostumbrada al frío como la rusa, por lo que termiinó abrazándose y frotándose los brazos en un vago intento por mantener el calor.

—Suéltate un poco, que antes te ví con la mirada gacha, Cassie —murmuró a su compañera con aquella cuasipermanente expresión divertida.

-No soy tan vieja, tendré ya alrededor...el tiempo es difícil de contar pero creo que llevare alrededor de treinta inviernos así que esos serian mis años. -Comento Valeria como respondiendo a los años que tenia, cerca de unos treinta quizás unos pocos menos o quizás unos pocos mas, no estaba segura ni ella. -Nunca me he parado a contarlos así que espero que eso te ayude un poco a saber si soy joven o no, con lo relacionado a Elsmera, no a crecido mucho.

-Elsmera siempre a sido una ciudad neutral, no han querido expandirla demasiado, cuanto mas territorio mas difícil de controlar y mas difícil de defender. Se tiene que tener en cuenta muchas cosas, lo primero es que no empezó siendo tan pacifica y aunque ahora las razas viven en armonía puede haber algunos momentos en los que la paz se vea truncada por la sangre. -Fue explicando con toda calma, ahora tomando su espada y girándola como si quisiera hacer un pequeña agujero en la tierras, distraída y pensativa. -Siempre he estado al lado de las armas, luchar por defender Elsmera fue todo un honor y si hubiera caído junto con mis compañeros hubiera muerto feliz. Pero no hablemos de cosas oscuras en un día con tanta luz.

-Creo que voy a tener que abstenerme.- De forma distraída se llevo una mano a su vientre de metal mientras cerraba los ojos disfrutando de la brisa, sus cabellos dorados bailaban al son de la música del viento. -Es cierto que no es bueno estar todo el día con la armadura puesta, pero prefiero no asustaros, esta bien así. Yo guardare la ropa, mientras lo paséis bien yo ya estoy contenta.

-Si te soy sincera, en mi mundo existían incontables historias y novelas sobre gente así, todas de ficción, claro. Se me hace muy extraño ver que de verdad existen guerreros como tú, Valeria- En su mirada podía verse algo de respeto y admiración, esa mujer no era una cualquiera, y se notaba cuando hablaba.

Se giró hacia Dellanie y le dijo: -No es envidia, es algo evidente. Y sí, posiblemente intente entrenar cuando tenga tiempo libre, pero hasta que no avance con la magia de poco me va a servir entrenar- Caminó hacía la orilla contraria de donde venían, y apoyando la espalda con el nivel del agua justo por debajo de los pechos, dejó flotando las piernas, dejando que la corriente las mecieran. -No se te vaya a ocurrir hacer ninguna tontería, se por donde vas y no me importa, pero es demasiado arriesgado; mírala, tu crees que tienes oportunidad? Además, seguro que no se lo toma a bien- Cayó un poco, y viendo que quizás se había pasado de borde, le dijo guiñándole un ojo -Tu céntrate en mi habitación.

Cerró un poco los ojos, y le contestó sobre que ase animase: -Tranquila, estoy bien... Sólo estaba pensando en mis cosas, ya sabes... Me pasa a menudo, ya te acostumbrarás- Acabó sonriéndole.

Cuando Valeria dijo que se abstenía, no quiso confrontarla, pero pensó que se estaba conteniendo por algo, probablemente alguna terrible cicatriz, y eso hizo que quisiera verla aún más; pues se juntó la curiosidad, la atracción por ella y que quisiese que se encontrase bien, cómo agradecimiento por su ayuda.

-No digas tonterías, Valeria, llevo varias semanas con Umbra y no me he asustado, no me vas a enseñar nada que me asuste! ¿Por qué conformarse con vernos pudiendo venir?

—Sí, y si se tratara de cicatrices o algo así... ¡tampoco deberían preocuparte, deberían ser motivo de orgullo! Una prueba de tu sacrificio por Elsmera —dijo aquello de manera bastante enérgica, quizás demasiado entusiasta, si bien no lo dijo a malas bajo ningún concepto.

Terminaría por acomodarse quedando boca arriba, flotando si la corriente no era demasiado fuerte y el caudal, suficiente para no estar incómoda.

—Bueeeeno —fue su breve respuesta al murmuro de Cassandra acerca de la posibilidad de robar a Valeria. Había perdido parte del ánimo en ese asunto, si bien su tono daba a entender que tarde o temprano lo probaría. A fin de cuentas era un reto, una prueba a superar. Y nadie tenía por qué salir escaldada de esa situación— Tomaré tu consejo, primero tu habitación —dijo poniendo cierto énfasis en su destino, alzando las cejas.

—¡Yo no te voy a obligar! Pero estoy con Cassie, no vas a asustarnos —comentó medio encogiéndose de hombros y casi hundiéndose por el gesto antes de recobrar el 'equilibrio' y volver a estar a flote— Pero si crees que te van a incomodar nuestras miradas, puedes mantener tu privacidad —expuso con una sonrisa desenfadada si bien buscaba tentarla con un posible cambio de idea.

-No te a asustado, porque no se a propuesto asustarte, Umbra puede ser muy mala cuando quiere, o muy buena, depende de los ojos con los que mire. En mi caso...mala...pero eso es algo que me voy a reservar. -Continuo pasando la mano por su vientre antes de llevarlo a su cabello, recogiéndolo, quizás el orden natural hubiera dictado que ahora ella se quitara la armadura y se uniera a vosotras, pero no hizo ningún gesto parecido, no se la quito, solo se quedo sentada mirándoos con aquella expresión de calma y serenidad.

-Tanto interés tenéis en ver lo que tengo bajo mi armadura?- Quiso saber Valeria.- Tengo piel, podríais verme desnuda, pero soy algo mas mayor que vosotras, creo que sois vosotras mas hermosas que yo. Si tanto interés tenéis hagamos una cosa, un trato si lo preferís, cuando completéis una misión del gremio considerare que sois suficientemente maduras como para entender, entonces y solo entonces me quitare la armadura para vosotras, pero no antes. -Bostezo de forma educada llevándose una mano a los labios.- Primero debéis sobrevivir al entrenamiento, seguro que lo conseguís, ya habéis pasado lo mas difícil que es empezar.

Quiso seguir preguntando por su maestra, saber a que se refería con eso, pero vio que no era un tema que ella quise se ahondar.

-No es que queramos verte desnuda- Mintió- Es simplemente que se está bien aquí, para que disfrutes del río., pero como tú prefieras, trato hecho.

La tranquilidad, el soído del agua y del viento moviendo las ojas, eran realmente relajantes, y Cassandra acabo cerrando los ojos, pero no para dormir como podría parecer, sino para meditar. Podría ser la costumbre o porque estaba empezando a apreciar la paz mental, pero estuvo un rato allí, simplemente flotsndo con la mente en blanco.

—¿Y cuando nos mandarán esa primera misión? Imagino que debemos pasar el adiestramiento primero... ¿o hay alguna tarea que podamos desempeñar mientras tanto? —preguntó aquello con verdadero interés, y es que siempre había preferido el aprendizaje práctico al teórico, sobretodo si ello involucraba obtener algunas monedas. Lo cierto es que desde que había llegado sentía que se lo habían dado todo y aún no se había hecho un lugar...

Dejó de chapotear para terminar sentada en la orilla del riachuelo, aún con medio cuerpo sumergido y dedicándose ahora más seriamente a asearse, frotándose con cierta vehemencia el cuello y los brazos en primer lugar.

—¡Así te demostraremos que somos dignas de tí! —expresó con tono burlón, divertida por la situación— Aunque sea haciendo algún recado.

-Sois unos potros que queréis galopar muy rápido, aun no habéis pasado el adiestramiento y ya queréis ir a misiones. -Dijo divertida Valeria aunque no lo expresaba en su rostro. -No corráis mas de lo que podéis, cuando llegue el momento y os unáis formalmente al gremio las misiones estarán disponibles para vosotras. No hay ayuda, no hay guiá, siempre deberéis tener en cuenta de que lo que escojáis lo hacéis libremente. Yo aun recuerdo mi primera misión fuera de la ciudad...como era…

Se encogió un poco mas en el césped, apoyando ahora su claymore en su pecho como si estuviera rememorando. -Era invierno, un pueblo a las afueras, cerca de las montañas tenia unos problemas con los lobos, al parecer unos lobos devoraban a las ovejas por la noche y no podían comprar tantas, prefirieron contratar al gremio. Un trabajo sencillo, no creéis? Pagaban bien, no creí que tardaría mas de unos días en hacerlo...pero no, tarde alrededor de dos semanas.

Miro ahora hacia el cielo con una muy ligera sonrisa. -Un licantropo, un hombre lobo, era quien se comía las ovejas, tuve que darle caza de forma astuta para poder dar con el, tarde mucho en hacerme con sus movimientos pero al final cayo por el filo de mi espada. Claro que no me pagaron de mas por ser una bestia, pero la satisfacción de haberlo matado...cumplir el primer trabajo, es muy grande. Aun conservo sus colmillos en mi habitación.

Ambas os separasteis de Valeria despues de unas buenas horas de entretenimiento y de secaros como era debido, si preguntabais a la guerrera sin compromiso os fue explicando su batalla contra el licantropo o como lo atrapo, comentándoos las estrategias que utilizo, aunque la mayor estrategia de todas fue la paciencia ya que estuvo durante muchas noches a la intemperie soportando el frio invernal. En todo caso cuando todo acabo, Valeria os guio de nuevo al gremio y cada una fue hacia una de sus respectivas habitaciones, Dellanie fue hacia abajo, hacia las habitaciones privadas mientras que Cassandra se fue hacia la biblioteca.

Como podías imaginar, Dama Umbra no te dijo nada sobre tu nuevo traje ni nada por el estilo, se quedo en silencio observando su libro, inmersa en lo que fuera que hubiera allí escrito. No te quedo mucho mas remedio que ir a dormir, cómoda como estabas, ya con el estomago mas lleno y con la conciencia tranquila de haber encontrado a Dellanie y haber dicho lo que sentías.

A la mañana siguiente, como cada mañana desde que habías empezado tu adiestramiento, te dirigiste hacia la Dama la cual ya había preparado todo para tu siguiente entrenamiento. Por el suelo habían muchos baldes vacíos de madera y unas cinco jarras de agua, lo suficiente como para llenar dos baldes mas o menos, aunque habían de mas. -Espero que te hayas...liberado de lo que apresaba tu mente...ahora necesitaras concentrarte…-Advirtió Umbra mientras te miraba sentada como estaba en su mesa. -Me viste...conjurar mi mana...no pareció que te impresionara...pero no lo voy a repetir dos veces…toma una de las jarras...descalzate…metete en el balde y empezaremos...el entrenamiento…- Fue explicando mientras señalaba las jarras y la madera.

-Todo mana tiene color...todo color...identifica...que orientación tiene la magia...la magia roja...fuego...verde...naturaleza…azul….agua...vas entendiendo? Primero deberemos saber de que...color es tu magia...luego...que utilidad podría llegar a tener...Concentrate...siente el agua caer...deja que fluya...deja que saque de ti...lo que quiera...poco a poco llegaras a concentrar mana...

Ambas os separasteis de Valeria después de unas buenas horas de entretenimiento y de secaros como era debido, si preguntabais a la guerrera sin compromiso os fue explicando su batalla contra el licantropo o como lo atrapo, comentándoos las estrategias que utilizo, aunque la mayor estrategia de todas fue la paciencia ya que estuvo durante muchas noches a la intemperie soportando el frio invernal. En todo caso cuando todo acabo, Valeria os guio de nuevo al gremio y cada una fue hacia una de sus respectivas habitaciones, Dellanie fue hacia abajo, hacia las habitaciones privadas mientras que Cassandra se fue hacia la biblioteca.

Al llegar a la habitación, Sayna estaba agotada, como tu, no sabias lo que había estado haciendo pero se la veía visiblemente agitada y con la respiración irregular, con un largo sonrojo en las mejillas. Dormisteis abrazadas como habíais estado durmiendo durante todas aquellas semanas, casi parecía que os habíais acostumbrado pero no era malo a decir verdad se estaba cómodo en el pecho de Sayna y ella apenas se sobrepasaba.

Al día siguiente, despertaste cómodamente y mas descansada en la habitación de la elfa, ella ya se había despertado, no sabias como se había deslizado por la cama y vestido sin que lo escucharas, pero lo había hecho. -Buenos días dormilona. -Dijo con una sonrisa, vestía el pijama suave de la noche anterior, el vestido verde de una sola pieza.- Mucho tiempo hemos estado en el exterior, ahora toca entrenar en el interior, hoy voy a enseñarte venenos y hierbas, como se preparan ademas de como identificar las buenas y las malas, también te enseñare a buscarlas en el bosque cuando las tengas mas por la mano y a recolectarlas. Ayer llegaste tarde, creo que te lo pasaste bastante bien.