Partida Rol por web

Por un momento, Cassandra hizo un gesto un poco extraño, cerró los ojos y toda su inquietud desapareció, y le dijo con una voz tremendamente relajada: Aún así... Me gustaría buscar lo que te dije, un botiquín, alguna tela que pueda servirnos aunque sea para cubrirnos su hiciera frío, raciones, y por supuesto una mochila para portarlo todo. Pero no te preocupes, si no quieres lo costearé yo.

—Eestá bien. Aunque tampoco nos vamos a escalar el Everest, ¿eh? Deberíamos volver antes de que se hiciera de noche, pero entiendo que las cosas pueden... alargarse —dijo lo último a modo de eufemismo. Estaba claro que muchas cosas podían salir mal. Sobretodo si el botiquín se hacía necesario— Iremos a por eso, no te preocupes que pondré mi parte, ¡no tenía intención de zafarme del pago ni nada así! A fin de cuentas se paga un buen dinero por esto.

Trataria de, entonces, desviar sus pasos hacia el negocio más cercano donde pudieran encontrar lo mencionado por Cassandra. Lo cierto es que tenía bastante fe en sus propias capacidades curativas, si bien más valía prevenir y llevar más de lo que fuera realmente necesario. Era mucho mejor cargar con algunas vendas de más que echarlas en falta si la situación las requería.

-¿No has oído a la gnoma? Ha dicho que probablemente tengamos que vigilar por la noche, así que hasta mañana mínimo no estaremos de vuelta por aquí...-Se encogió entonces de hombros- Es lo que tiene el trabajo, digo yo.

Estaba claro que Dellanie se había movido muchos más por la ciudad, así que la siguió hasta donde ella creía que pudieran encontrar las cosas

—Cieerto, aunque me refería a lo que es la propia ida y vuelta. Cuento que se ocupen de nuestra manutención ahí —explicó ladeando un tanto la cabeza. A fin de cuentas estarían vigilando aquel lugar para aquel tal Elric, seguro que por lo menos algún trozo de pan les daría.

Más que conocer la ciudad en exceso, trataba de orientarse intuitivamente. De algún modo ya había echado un vistazo a los negocios locales por la cuenta que le traía.

De tanto en tanto, durante el camino, miró de soslayo a Cassandra. Estaba claro que no era la misma, no sabía si achacárselo a la misión, a su entrenamiento o ambas cosas. No podía culparla por mostrarse algo seca.

Después del paseo realizando las compras, por fin pudieron alejarse del bullicio del mercado, alejándose a las zonas más alejadas de la ciudad donde se podía estar mucho más tranquila, y aprovechó el momento para hablar un poco con su amiga.

¿Qué se siente al saber que pronto harás tu primera misión?- Se apoyó entonces contra una pared, intentando quedarse en la sombra, claramente la luz le molestaba los claros ojos- ¿Emocionada, asustada? Yo tengo ganas de poder probar lo que he aprendido. Ah, respecto a eso- Levantó la mirada para verla directamente a sus ojos, y con una expresión un tanto sería le dijo-Cuando veas lo que hago... Mejor dicho cuando la veas, no te asustes ¿Vale? Puede parecer terrible, y aunque lo sea, está todo bajo control. Ya lo verás.- Abandonó entonces esa expresión para señalar su zurrón y preguntar: ¿Puede saberse que llevas ahí? Espero que algo útil!

Terminó de enrollar la manta que le pertocaba para fijarla bien a su espalda, improvisando un par de asas con varios cordeles lo suficiente gruesos como para retenerla bien doblada.

—Nunca he estado en peligro real, no sé muy bien cómo reaccionaré cuando llegue el momento —admitió, agachando la cabeza. Sin embargo rápidamente volvió a mirar a Cassandra con una sonrisa— En cualquier caso estoy orgullosa de que mi maestra me considere válida para tomar la primera misión, y estoy segura que de alguna manera conseguiremos tener éxito.

Ladeó ligeramente la cabeza ante la mención de sus habilidades. Supongo que al fin y al cabo era cierto que podía hacer magia, y sus palabras fueron suficientemente inquietantes para que no la interrogara al respecto.

—¡Ya te lo dije! Algunas hierbas y extractos curativos, sobretodo. Un tomo con algunas notas sobre como tratarlas y emplearlas. También tengo algunos venenos —gesticuló con la zurda restándole importancia— Suficientemente buenos como para dormir a esos seres, espero.

Aunque lo había intentado, era incapaz de dejarlo estar, por lo que terminó por salir aquella pregunta...

—¿Y qué es lo que sabes hacer, exactamente? —ladeó la cabeza con cierto interés.

Se tomó unos momentos para pensar qué decirle y como decirle lo que hacía; no quería contarle demasiado para que no se asustase o se compadeciera de ella, porque conociéndola se podía poner de los nervios 

-Pues, soy capaz de invocar una criatura que, bueno- sonrió de forma un poco perversa-  hace lo que yo le ordene. Es bastante poderosa, y es más efectiva por la noche, así que tenemos ventajas. -Puso entonces de nuevo una mueca seria y le dijo- En todo estos meses nunca la ha visto nadie que no sea yo o mi maestra, no se como reaccionarà,- de nuevo aquella sonrisa- Pero no te preocupes, si hace algo que no debe me aseguraré que no se repita.

Se tomó unos segundos para dejar aue la información calase y le preguntó - Por cierto ¿Te enseñó la elfa a rastrear? Porque vamos a tener que seguir huellas, y no tengo ni idea de eso.

—¿Más como Pokémon o como en Final Fantasy? —preguntó aquello con cierta curiosidad, ladeando la cabeza de manera algo exagerada como era habitual el ella cuando se alimentaban sus ganas de indagar— Aunque tal y como lo pintas parece un poco más lúgubre... seguro que no has dado tu alma ni nada así a cambio de su servicio, ¿verdad? —se estremeció un poco cuando sus pensamientos pasaron de aquellas referencias agradables a otras historias más temibles del que aquellas alturas consideraba ya el Viejo Mundo.

—No diría tanto como rastrear... es decir, he perseguido conejos hasta alcanzarlos y a veces los perdía de vista y tenía que esforzarme en ése ámbito... pero no es como si conociera todos los tipos de huellas. Sobretodo si no tenemos muy claro qué buscamos —hizo una pequeña pausa— Si presenciamos un ataque al ganado y vemos por dónde se han movido, imagino que seremos capaces de seguir sus huellas.