Partida Rol por web

El ambiente en la Biblioteca reinaba tenso, el aire se sentía cargado, pesado, como si se pudiera cortar con un cuchillo. Todos los neonatos percibían la incertidumbre y la angustia de quienes los rodeaban, sin saber qué había sido del paradero de la Príncipe, el Senescal, Lola o Maeve... Rafa y Patrick tampoco habían aparecido por ningún lado en toda la noche. 

Isaac, John, Jack, Verónica y Víctor habían sido elegidos para ayudar al Primogénito Tremere y a Linda a reordenar la Biblioteca. Era un trabajo complejo; había estanterías volcadas, mesas y sillas rotas y una ingente cantidad de volúmenes esparcidos por doquier cual si de meros legajos se tratara... Libros de consulta mezclados con crónicas y con novelas, pergaminos incunables distribuidos por la sala, debajo o encima de ejemplares modernos que se podrían encontrar en cualquier tienda... Y todo, todo, aparecía manchado o cubierto de la sangre que se esparcía por el suelo y en algunas partes del mobiliario, filtrándose por las grietas de aquél y resonando, gota a gota, al caer hacia el vacío que hubiese debajo, provocando tenues ecos que llegaban hasta sus ahora finos oídos. 

Y, sin embargo, no era ni de lejos una tarea tan dura como la que tenían los Malkavian y los Assamitas, que se dedicaban a limpiar la sala exterior y a quemar los cuerpos de todos sus enemigos, para que no volvieran a despertar. O la que tenían Azara, Zoe y los Nosferatu, que se estaban dedicando a seguir a contrarreloj el rastro de los que habían escapado y la pista de Helena y Álex, de los que nadie sabía absolutamente nada. 

Allí, en la Biblioteca, el lúgubre silencio pesaba sobre los presentes, roto sólo de vez en cuando por alguna duda preguntada en voz alta, o algún susurro de Rodrigo o Linda indicando cómo limpiar o dónde colocar alguna cosa. Poco a poco, la gran sala de lectura volvía a parecerse cada vez un poco más a lo que era. Los libros que lograban salvar volvían a sus lugares en las estanterías. Los murmullos de todos resonaban como gritos en la inmensidad de la incertidumbre. Los ecos de las gotas carmesí filtradas entre las rendijas del suelo, resonaban en sus oídos como estruendosos truenos en el ojo de una tormenta... 

Aunque el ambiente de la biblioteca en circunstancias normales le hubiera oprimido, Isaac se encontraba relativamente bien. De alguna manera era como si lo que hubiera pasado no fuera con él. Quizás llevaba demasiado poco tiempo en su nueva realidad como para comprender realmente lo que pasaba o es que la sensación de que sólo veía una parte de la historia le hacía sentir incómodo.

Isaac ahora mismo actuaba a las órdenes de Rodrigo, el primogénito de su clan y además estaba su Sire, Linda, supervisando las cosas. No quería que percibieran sus dudas así que se dedicó al trabajo encomendado con particular celo e intensidad. Su capacidad memoristica le permitía recordar la posición de muchos de los libros que rápidamente colocaba en los lugares adecuados según los iba encontrando. Separaba otros libros y pergaminos que le eran desconocidos a la espera que alguien le indicara dónde situarlos.

En su interior agradecía haber dejado a Lucy en su casa antes de que todo esto hubiera empezado. No le ayudaría en nada ver la matanza que se había ejecutado en la sede.

John no podía dejar de culparse a si mismo, si se hubiera apurado un poco más Lola no estaría pasando por esta situación tan desagradable, un sentimiento de culpabilidad invadía al punto que su misma sombra se sentía intranquila y le costaba más concentración de la usual el mantenerse tenue, tanto que esta había confiado en él, y sin más le hice a un lado, por ayudar a todos, sí, era el pensamiento al que me aferraba para no perder el control pues el equipo debe prevalecer por encima del individuo.

Demonios ojala regrese pronto con bien, fue lo que se escapo de mi boca de una manera inconsciente mientras me dedicaba a colocar los libros en sus estantes eventualmente pidiendo asistencia por dudas posibles.

Verónica observó la gran sala y se quedó pensativa, hacía poco que pertenecía a ese mundo y empezaba a darse cuenta de que no era tan facil como ella se imaginaba llegar a vivir muchos años. Otra cosa que le rondaba la cabeza era que el resto del mundo era ajeno a la matanza que habian sufrido. El ruido de John al pasar por el lado le hizo volver a la realidad y se acercó a unos libros que habia apilotonados para empezar con la tarea que le habian encomendado. Ella no era como Isaac, tenía que ir preguntando cada vez que quería colocar un libro.

Victor trabajaba en silencio agrupando todo el material según su temática, fecha, daño, etc. esparcido por la zona de la biblioteca en la que se encontraba. Siempre se le dio bien este tipo de tareas y además el silencio que reinaba (excepto por algún pensamiento en voz alta que se oía en la sala), no iba a ser el el que cambiara eso, el silencio le ayudaba a digerir todo lo que le había pasado en las últimas 24 horas (tenía mucho en lo que pensar y cuanto mas tiempo tuviera mejor).

El suelo estaba lleno de sangre. Una alfombra roja carmesí separaba los pies de las no personas que se encontraban en la estancia del frío suelo.

Entonces alguien se percató de que había una zona despejada... Parecía que por una rendija, seguramente creada a raíz de la pelea, se filtraba la sangre. De repente escucharon un golpe seco y el suelo tembló, otro y una grieta comenzó a crearse mientras el suelo se abombaba, por último, un tercer estruendo. Una nube de polvo y astillas de madera salió despedida del suelo roto. A medida que la nube se disipaba, una silueta aparecía debajo de ellos. Entonces un grito resonó en la sala...

-AAAH! -la silueta saltó hacia el techo, volvió a caer al suelo, se fue hacia una pared-... ¡Puente! ¿Y el puente? -rebotó contra ella y corrió hacia la otra pared- Alcohol... Seca... Beneficios... -la silueta chocó contra la otra pared, saliendo despedida de ella una nube de polvo- ¡Uyuyuy! ¡Aaaargh! -rodó por el suelo hasta volver al centro de la estancia- ¡¡¡¡¡Yyyyha!!!!! Piero, ¿eres tu? Actores de segunda... 

Entonces se paró en seco, pareció percatarse de que había más gente observándolo. Su mano fue hacia el cuello de la chaqueta que llevaba y tiró para arriba, quedándose con un trozo del cuello de su chaqueta en la mano. Su otra mano fue hacia su cabeza, como buscando un sombrero que ya no existía. Ahora podían observarlo bien, su aspecto era deprimente. Tenia la ropa hecha jirones, parecía que tuviera muchos años. Lo poco que identificaban parecía una ropa de otra época. Su pelo y barba eran bastante prominentes, parecía casi un vagabundo.

Los observó a todos con los ojos muy abiertos, casi de loco.

-Bien....mmm...hola -tosió un par de veces, de su boca salía mucho polvo cada vez que tosía-. A ver... ¿quiénes sois vosotros? No os conozco, ¿sois nuevos en la ciudad? -hablaba en inglés con acento*-. Bueno, da igual... Mirad hemos de reunir a la banda, no sé qué ha pasado... Pero creo que alguien me encerró, no consigo recordar...

Se quedó un rato en silencio, como intentando agarrar con la mente algo que se le escapaba, su mano fue al bolsillo y la saco con un montón de polvo que se quedó observando.

-Vale... -dejó caer el polvo- ¿alguien tiene un cigarro? Bien, necesitamos a Piero... Sí... y a Kristoff, aunque era raro... A la negra da igual... Y al actor ese... No, ese daba más problemas que otra cosa y, además, era todo un portento de la oratoria si...jajajajaja -el extraño personaje se puso a reír solo, mirando hacia el cielo, como si su chiste fuera muy bueno. Luego dejó de reír en seco y miró a los presentes.

-¿Y mis chicos? ¿Y la destilería? ¿Donde están? -les preguntó, como si ellos tuvieran que saberlo- ¡Ralf, Vince! -de repente chilló, como si algo de lo que se había olvidado le volviera a la memoria.

Empezó a hurgar el agujero del que había salido, sacando trozos de madera. Por lo que parecía, los neonatos habrían dicho que debajo del suelo había un ataúd. Al cabo de unos segundos chilló.

-¡Ralf! -y sacó del destrozado ataúd un esqueleto con gabardina. Lo mantuvo en el aire unos segundos, observándolo con asombro, luego los miró a ellos, volvió a mirar al esqueleto, de nombre Ralf, y lo dejó en el suelo.

-Amigo...qué mal te veo. Tu estado me hace pensar que llevamos más tiempo enterrados de lo que pensaba... ¡Maldito! ¡Yo te pagaba para que estuvieras conmigo! ¡No para que me abandonases a la primera dificultad! -el sin par personaje pateó a los huesos. Luego volvió a mirar a los demás presentes.

-¿Vince? Él no estaba con nosotros... ¿Estará aun con vida? ¿Habéis visto a Vince?

Quien demonios será este? penso John al ver al sujeto salir desde el fondo del suelo...

Se acerco hasta Isaac y le pregunto, y este quien es???

Por lo menos no había salido atacando lo cual quizás podía ser señal de que no era enemigo...

Isaac alzó sus hombros en un gesto que denotaba su ignorancia total acerca del sujeto que había aparecido y de cualquier pista acerca del mismo. Aunque su memoria funcionaba fotográficamente, no recordaba absolutamente nada acerca del nuevo personaje.

Al menos no parecía, en principio, peligroso o que les fuera a atacar. Aún así Isaac se preparó a la defensiva mientras esperaba la reacción de los mayores que estaban al mando.

Cuando Verónica oyó el estruendo y luego a ese personaje salir con esas pintas, se tiró atrás inconscientemente y acto seguido se puso en pose atacante pero se dio cuenta enseguida que parecia, de momento, que no era peligroso. Escuchó con atención lo que decía, le costaba porque el idioma era algo diferente. Al ver la sangre que acababa justo donde salió él dedujo que había estado lapidado bastantes años. Entonces Verónica ve a Isaac y a John hablando y se les acerca. Habéis visto que personaje? está nombrando a gente que no conozco ni creo haber oído hablar de ellos. Debe de haber estado muchos años encerrado, quién lo habrá hecho y por qué? Al igual que Isaac buscó con la mirada a los mayores a ver cómo reaccionaban ellos.

Efectivamente, ninguno de los tres fue capaz de reconocer al curioso personaje. Ni siquiera Isaac recordaba haber escuchado antes ninguno de esos nombres. El cainita (porque no podía ser otra cosa) parecía haberse despertado, como algunos dedujeron, gracias a la sangre que se filtró entre las junturas de las losas del suelo. 

Dadas sus palabras y su ropa (y el cadáver que lo acompañara que lo más seguro es que se tratara de un ghoul que no pudo continuar alimentándose de su señor), estaba claro que aquel sujeto llevaba varios años enterrado allí, en letargo. Por la gabardina que llevaba y el curioso sombrero sobre su cabeza, lleno de polvo, muy posiblemente aquel hombre venía de los años veinte, como mínimo. 

Isaac se volvió hacia el lugar donde estaban los mayores, sólo para descubrir que en algún momento habían desaparecido. Se habían quedado solos los cinco neonatos. Decidir qué hacer en aquel momento era cosa suya... Por el momento. 

El hombre los miraba, pasando su vista por cada uno de ellos, esperando respuestas. 

Isaac no había entendido ni una sola palabra de lo que aquel ser había dicho y mirando a su alrededor comprobó que los mayores ya no estaban presentes en la habitación. Si hubiera sido una amenaza seguramente no se habrían ido tan tranquilamente.

Levantó la mano y se acercó muy despacio al extraño. En el bolsillo sentía el peso de su pistola pero aquello no le daba seguridad ninguna.

Habló muy lentamente esperando que el extraño fuera capaz de entenderle.

- Soy Isaac, ¿quién eres tú? ¿qué hacías aquí?

El extraño ser medio loco observaba con ansiedad a los cinco individuos delante de él, esperando respuestas. Entonces su reacción fue de lo más rara. Uno de ellos se acerco a otro y le dijo algo en un idioma que no entendía. Este segundo hombre, con perilla, miro hacia atrás como buscando a alguien, mientras que la única mujer del grupo se acerco a los dos anteriores, formando un corrillo y hablando entre ellos en ese idioma que cada vez le sonaba más. Los otros dos individuos le seguían mirando con asombro.

Su mirada pasó del ansia a la curiosidad por ese elenco de lo más extraño que tenia delante de él. Desde luego que esperaba respuestas, no que se pusieran a hablar entre ellos... estos no saben quién es To... Entonces, el hombre de la perilla se acercó a él. Este debe ser el líder... pero el hombre se puso a hablar como un retrasado… pues no, me han enviado al más tonto de todos.

Intentaba hacer un esfuerzo por recordar qué idioma era ese, pero le costaba, aún estaba demasiado atontado. Así que le habló al retrasado que le habían puesto delante, primero en inglés y luego en italiano, a ver si había más suerte.

-A ver, tontito. Mi nombre es Tony y quiero saber dónde está mi gente, qué coño hago aquí y cuánto tiempo llevo encerrado. Soy una persona muy paciente pero digamos... que me he levantado con mal pie hoy, sobre todo después de ver a uno de mis ghouls hecho polvo... literalmente -dijo plantándose delante del barbudo con cara de pocos amigos.

Isaac intentó comprender lo que el extraño le decía. En inglés se enteró un poco y el resto gracias a la similitud entre el italiano y el castellano. Aún así no sabía qué responderle. Recordó que tenía un teléfono, por lo que buscó en el un calendario y le mostró la pantalla al extraño. Seguramente no sabía lo que era un teléfono móvil pero si miraba la pantalla al menos podría ver el año en el que se encontraba.

A Victor nunca se le dieron muy bien los idiomas, pero prestando atención pudo captar mas o menos que el hombre se había presentado sin saber ni donde estaba ni cuando era. 

Mirando alrededor encontró un bolígrafo y una hoja suelta (posiblemente perdida de alguno de los libros, sin mucho uso ahora), en la hoja escribió una lista de 15 números desde el año actual hasta los 15 anteriores y redondeo el actual.

Espero que con esto valga para al menos que comprenda el que año estamos.

Estaba claro que la presencia de ese personaje nos habia dejado a todos muy intrigados y despues de la primera impresion como parecia que no era peligroso algunos de los suyos se acercaron a él para tratar de comunicarse. No le daba la impresion de que estuvieran teniendo mucho exito así que se acercó tambien junto a Isaac y a Victor. No conocemos a tus amigos, ha pasado mucho tiempo y nosotros llevamos pocas semanas en este mundo. ​Verónica lo dijo sin saber si le entendería utilizando alguna que otra palabra en italiano.

Tanto Verónica como Isaac entendieron algo de lo que el hombre recién salido del suelo preguntaba, sin embargo, fue Víctor quien mejor lo descifró. Mientras Verónica trataba de hablar con él intentando pronunciar el castellano despacio a ver si la entendía, él se acercó con un papel y un lápiz y le apuntó el año en el que estaban: 2015, confiando en que el recién llegado, el tal Tony, supiera, al menos, leerlo. 

El tontito finalmente saco un artilugio de lo más extraño de su bolsillo, pequeño con luces, letras y números, pero no escritas a mano. Se lo señalo para que se fijase bien en unos números. 2016, los habitantes de esa ciudad?

Al momento otro de los presentes se acercó dibujando unos números también en el papel y enseñándoselo luego a Tony. Redondea un numero, volvía a ser el 2016.

Pero que les pasa a estos? No han aprendido a hablar? Estoy en una casa de mudos?

Finalmente la señorita del grupo se acerco y habló. Chapurreo una mezcla de italiano, Ingles y la otra lengua. El recién despertado parecía que empezaba a entender algo de lo que aquel grupo de cómicos decía.

-Vale a ver señorita. Llevan poco en este mundo...se refiere a que son recién creados?- Tony hacia esfuerzos para entender a esa gente. En cualquier otro momento no le costaría nada entender lo que le contaban, pero después de años en letargo, todo eso le estaba costando.

-Sabes? Soy un experto en ayudar a los recién creados...-Una sonrisa aflora al rostro de Tony, aunque no parece de alegría...recuerdo a cierto actor...

-No conocéis a mis amigos, vale. Entiendo por el idioma que no estamos en nueva york no? O es un gueto en los suburbios...- entonces, unas palabras resuenan en el interior de Tony, juntandose con el numero que los otros dos querían hacerle ver...

-Que quieres decir con que a pasado mucho tiempo?

Isaac se mantenía mirando al nuevo personaje. Quizás será mejor dejarle que echase un vistazo al exterior, los vehículos, las calles... todo ello le daría una idea de que se encontraba en otra época.

No sabía que se hubiera enterrado a alguien en el refugio. Una vez más uso su memoria para intentar encontrar alguna información al respecto.