Partida Rol por web

Entrais en una amplia estancia, sumida en las sombras, la temperatura es bastante más elevada aquí que en el exterior y el aire es pesado debido a unos braseros repartidos por el lugar. Podeis ver amontonado gran cantidad de material de intendencia y armas de todo tipo. Osric se sienta grave en un sitial que casi pareceria un trono, en la cabecera de una larga mesa.

Me siento en mi lugar a la cabeza de la mesa y hago señas a los mercenarios.

Muy bien, uno por uno quiero me digas quienes sois, de donde venís y porqué narices os habeis ofrecido a realizar misión tan peligrosa ¿es que no os informaron de las dificultades del camino? ¡Apenas si llevais equipo!

Exclamo con una mirada de incredulidad en los ojos.

Enano, empieza tu, no te alargues pero no te olvides ningún detalle, y si no me gusta lo que oiga...

Hago el gesto de deguello pasando el dedo por mi garganta.

Con gesto serio miro al hombre que pide explicaciones.

- De donde vengo crreo que está clarro, del rreino bajo la montaña. Los motivos porr los que salí de mi hogarr son parra mí, perro prrecisamente porr la peligrrosidad de la misión es porr lo que me ofrrecí. Está clarro que necesitáis buenos guerrerros porr esta tierra y es lo que soy. Querrían alguien capaz de completarr la tarrea y porr ahorra aquí estoy. - Hago una leve pausa. - Si quierres pasarrme a cuchillo al menos hazlo honorrablemente y dame muerrte en lucha.

Me cruzo de brazos y lo miro serio.

Ya, eso es precisamente lo que me preocupa... mucho amor por la batalla te lleva a hacer cosas sin pensarlo demasiado. Y no es que no crea que el no muerto lo mereciera, pero hay maneras más discretas. No quiero alguien que cuando se cruce con un compañero de misión le de por emprendarla a hachazos con el.

Miro hacia la mesa como ponderando algo para mis adentros.

Aun así, tendrás tu oportunidad de demostrar lo que vales.

Termino seco, sin esperar una respuesta.

Ahora, mirando fijamente al mercenario de las dos espadas le digo.

Tu turno, explicate, y procura ser tan claro como tu compañero, sino más. Tu actitud de no intervenir me resulta turbadora, en un equipo hay que tomar partido, y tu no lo has hecho.

Slair desvió la mirada al enano, escuchando su explicación "directo y al grano" como esperaba, como le gustaba a él de hecho. Slair volvió a apoyarse en la hebilla de su cinturón, este tenía los tahalí algo caidos por el peso aunque estaban vacíos.

-Vengo de Aior, me parece, me parece porque hace años que no me establezco en ningún sitio. La única razón por la que acepté la misión fue para que mi bolsa sonara y para llenar el estomago con comida caliente. En el pasado, fui el único aprendiz de Bolk, un famoso guerrero. En cuanto al futuro pues...preferiría que nadie me pasara a cuchillo, pero puestos a elegir, me gustaría llevarme a unos cuantos conmigo, ya me entendéis.

Slair dobló los labios en una sonrisa afilada.

Así que eres un mercenario puro y duro... estaría bien sino fuera porque me preocupa que otro ofrezca más dinero que yo.

Pongo mi mejor cara filosófica y muevo los dedos en el aire, como pensando en algo que decir.

Mira, la bravuconada de "llevarte algunos por delante" está muy bien, pero un consejo, no la vuelvas a hacer delante de una guarnición armada.

Y cambiando bruscamente de tema.

Y tu, el bajito, tu no tienes pinta de mercenario. No se si te ha traido aquí algún marido cornudo del que escapar o alguna deuda de juego que no has podido pagar... Asi que, a ver que nos cuentas.

Estooooo..... Yo provengo de una aldea tan pequeña, que ni existe en los mapas..... Por motivos que no te incumben a ti ni a nadie, vago por el mundo.... Intentando aliviar el dolor ajeno.....

¿Que cojones le importa a este quien soy yo? Estos militares son siempre arrogantes y egocentristas.....

AHhhhhh.... Perdón mis modales..... Me llamo Jonas y si hay algun marido cornudo detrás de mí lo desconozco....... Pero me juego la paga a doble o nada a que tarde o temprano aquí estaré cobrando el dinero por un trabajo bien hecho. (Inocente... algún marido o alguna esposa).

En cuanto a el asunto del no muerto, es algo antinatural e igual que nuestros antepasados, deberiamos clavarles una estaca decapitarlos y prenderles fuego a ellos y sus familiares por si acaso, no sea contagioso..... Yo nunca me sentí cómodo en presencia de los pútridos.

pfffffJAJAJAJAAAAAAAAAAAAJAJAJA

estallo en carcajadas, y aun llorando un poco de risa acierto a decir:

¡El pequeño tiene agallas!.

Hago esfuerzos por componerme un poco y de pronto me pongo serio, y les miro fijamente.

Bien, vuestro trabajo era avisar a la guarnición de Alaric que los orcos estaban preparando un ataque masivo. Cosa que ahora no parece tener mucho sentido ¿verdad? Bueno, a menos que querais atravesar un mar de orcos para contarselo al bueno del capitán.

Sonrio maliciosamente.

No os preocupeis por vuestro pago, respondo de el. Pero aquí y ahora quiero que me digais si harias otro trabajo para mi. Si no quereis... cogeis cada uno vuestras dos monedas de oro...

saco una moneda de mi bolsa y la hago bailar en mis dedos.

...y os largais de aqui.

Palmeo la moneda sobre la mesa con fuerza.

O bien me decis que si, y os dare una bolsa con 100 de estas.

Sonrio mostrando toda mi dentadura, observando el efecto que causo en la audiencia.

- No puedo decirr que sea una oferrta como parra rrechazarrla. Si me prroporrcionáis materriales, una arrmadurra digna y ... - muevo la mano dando a entender que lo que necesite y considere oportuno para realizar la misión - Media paga ahorra y otrra media al cumplirrla.

No dejo de mirarle y en mis ojos muestro la seriedad con la que hablo.

El mercenario hizo un movimiento con la cabeza, señalando al enano.

-Voto por eso.

Sonrió más, una sonrisa que para nada era sincera, sino como la de una serpiente.

¿Este borracho ofrece 100 monedas de oro? ¿querrá que exterminemos una ciudad?..... Cambiando de tercio 200 monedas.... Con eso pago mi deuda y no me voy al burdel.... ¡Compro el burdel!

Esto..... Si usted acepta... Entiendo que ¿son 200 monedas de oro? ¿Acepta pues la apuesta?

Iré donde haga falta aunque sea para ayudar a mis compañeros, aunque habría que intentar avisar a la gente de la ola orca para que almenos, evacuen a los civiles o los imposibilitados para el combate.........

Mi sonrisa desaparece tan rápidamente como un parpadeo.

Voy a dejar las cosas bien claras, para que luego no haya equivocos.

Hago una pausa dramatica para asegurarme que me estan escuchando.

Primero, no he llegado a capitán jugandome el dinero de la guarnición. Segundo, precio incial y precio final: 100 monedas de oro, esta bolsa.

Y dejo caer una bolsa de monedas sobre la mesa, de modo que las hago tintinear entre ellas.

No habra anticipo, porque, para empezar no tendreis donde gastarlas. No habrá aviso, pues a estas alturas creo que una legión de orcos atacando la frontera es algo suficientemente notorio.

Digo mientras me levanto y golpe la mesa energicamente con el dedo indice, cosa que hace tintinear de nuevo las monedas.

Pero equipo, eso si podemos daroslo, me parece una petición sensata.

Me vuelvo a sentar ya más relajado.

Así pues, lo tomais o lo dejais, esta es mi única y última oferta.

¡Acepto! Aunque una cosa es cierta, solo se llega lejos en el ejercito cuando no se tienen agallas.... Eso o estas totalmente seguro que perderias la apuesta.... Me recosto sobre una pierna y muestro una sonrisa.

Encuanto al equipo estaré dispuesto a cojer lo necesario cuando sepa que es lo que me propones.....

Estoy un poco enfadado este tipo no se atreve a jugarse los cuartos conmigo y en lugar de decirnos para que nos necesita marea la perdiz jugando con las monedas... ¿Que más puede hacer para que pierda los estribos?

Cruzando los brazos y mesandome la barba con la mano derecha escucho tranquilo las palabras de los que hablan. Llegado el momento vuelvo a pronunciarme.

- Coincido con él. No todos los peligrros valen 100 monedas y menos si no se dispone de lo deseado y necesarrio. ¿Que podéis ofrrerr? ¿De qué trrata esa.... nueva misión?

Slair no dijo nada, dejó que sus compañeros negociaran algo, él metería la pata si abría la boca, ya que era hombre de acción y no de palabras, además, de todos ellos, del que menos se fiaba era de él, y hacía bien.

Bueno, pues ya que tenemos un trato... hablemos en privado.

Y a una señal mia mis hombres abandonan el interior de la torre, dejandome a solas con los mercenarios y dos hombres de mi confianza.

Cuando la puerta se cierra, me apoyo sobre la mesa y hablo:

Vuestra nueva misión, es un asesinato. Debeis matar a un hombre. Pero no solo eso, lo que os acabo de decir y lo que os diré, no debe salir nunca de aquí. Por eso tanto dinero. No estoy comprando vuestros habilidades, estoy comprando vuestro silencio.

Chasqueo la lengua y hecho mano de un vaso que hay la mesa, trago su contenido y prosigo.

Mañana antes del amanecer partireis hacia donde está vuestro objetivo, uno de mis hombres os acompañará, ons indicará de quien se trata, y luego, estareis solos. La ventaja es que ellos no tienen a nadie capaz de usar magia, y por lo que se, vosotros si teneis esa posibilidad.

Miro al hombre que se ha presentado como Jonas.

Cuando hayais acabado el trabajo, volved aquí. Yo sabré si habeis cumplido, y si es así, esta bolsa será vuestra.

En fin, y ya que lo hemos dejado claro, decidme ¿que necesitais?

Sin practicamente dejar tiempo a las ultimas palabras del hombre, informo de mis peticiones.

- Una arrmadurra en conciciones, a serr posible completa. Un escudo, una marrtillo a una mano y hachas lanzables.

El mercenario alzó el dedo índice para hacerse notar.

-Si no es molestia, si me dieran una cota de mallas, un arco largo o ballesta, municion y mis espadas, sería el hombre más feliz del mundo.

Slair sonrió de nuevo.

Hombre, yo alguna protección y que me devuelvan mi "gran armamento"..... Ademas de un arco y munición....

¿El objetivo está muy lejos? lo digo por si necesito más provisiones o con las que llevo basta...

Realmente no necesito gran cosa pues ya tengo lo que necesito y no voy a estar en primera linea cuando haya que luchar para eso estan el enano y el merc yo como mucho asistiré como hasta ahora......

No se que sucederá cuando nos encontremos con el objetivo.... "Friamente sin motivos personales", ¿podré hacerlo? ¿realmente se merecerá esa muerte?..... El aproximarse a la hora señalada desvelará la verdad.

Me pongo un poco pensativo y digo:

Maestro enano, armaduras completas es algo que no se estila en estos lares. Pero tenemos cotas de malla si os place, la podemos acortar para adaptarla a vuestra medida. No os podemos dar hachas, ni martillos, todo lo más, una maza de mano.

Lo mismo vale para ti mercenario, cota de malla si disponemos de ella, y en cuanto a ballestas, habras visto que no andamos escasos. Sea.

En cuanto a ti, Jonas, por alguna proteccion supongo que te refieres a algo ligero que no te resulte molesto... Tenemos petos de cuero, y tambien podemos proporcionarte un casco adecuado. En cuanto a arco, no tenemos ni uno, pero si te place una ballesta...

Bien, salid fuera, mis hombres lo prepararán todo aqui. Luego por la mañana os lo entregaremos. De momento, podeis dormir en la vieja sala, no hay goteras y podeis encender fuego.

Y me vuelvo a afirmar con la cabeza hacia los dos hombres que me acompañan, que se ponen manos a la obra.