Partida Rol por web

El joven balbuceó un momento, sin estar muy claro de qué se trataba tu petición. Dubitativo, dijo - Claro, Tempus-san. Si eso te hace sentir mejor, por supuesto. No dudes en buscarme si necesitas algo - dijo con un tono conciliador.

- Creo que debo seguir trabajando pero te agradezco la llamada. Adiós, Tempus-san -.

Sujeto a Katherine con fuerza... -Esas personas hablaban sobre Guerreras y magias... y cosas que sucedieron en otro tiempo o en otro planeta... Kathy-Chan, me cuesta trabajo creerlo, yo tengo una mente que cree en la ciencia, y no soy una guerrera... me asusta pelear... y sin embargo el recuerdo de esa tarde ya no me deja estar en paz...- Y entonces la abrazo... -Me siento perdida... no sé que hacer... siento que se desploma el paradigma de mi vida en el que tanto he creido...-

Katherine asintió tanto como para indicarle a Aimi que la había escuchado y para la sugerencia de Kasumi de ir a la cafetería.

-Vamos, entonces.

Salió con ellas del salón, esperando a que la joven de abundante cabellera castaño les indicase a dónde ir, pues aunque ya llevaba viviendo en esa ciudad un par de años no lo conocía por completo y a veces se le dificultaba ubicarse debido a su aprendizaje continuo del idioma.

-Kasumi, te debo una actividad de Tiro con Arco. ¿Recuerdas cuando nos vimos en el gimnasio? Fallé y creo que falta entrenamiento.

La voz de la pelinegra era tranquila y sin destello de recelo. Lo decía con sinceridad sin buscar algún enfado.

-¿Cómo les ha ido en estos días?

-Thank you so much, Reimu.

La voz de Katherine sonaba aliviada, como si  un peso de encima se hubiese quitado cuando escuchó esas palabras. Soltó una leve risa cuando pensó en tener nervios de acero y suspiró.

-Me alegra escucharte, pero creo que podríamos dejarlo por ahorita y hablar luego, al cabo que nos veríamos en la escuela. Cuídate mucho.

Esperó a que la chica se despidiese antes de seguir con sus cosas, no quería interrumpirle mucho y además se debía descansar.

Cuando escuchó lo que realmente quería decirle Jaycee, la joven se empezó a reír bastante apenada y ahora ella evitaba la mirada de él.

-Perdona, es que aún me cuesta el idioma a pesar de que ya llevo viviendo aquí.

Katherine sonrió con la idea del helado y abrió un poco los ojos, recordando algo.

-Cierto, yo iba a comprarme un helado y se me olvidó al verte... ¿De qué sabor te gustaría?

Le indicó con su cabeza que irían a buscar algún dispensador o local que vendiese ese producto para disfrutarlo juntos.

-¿Sabes? Es agradable poder distraerse con todo lo que está pasando... es como si fuese un sueño nada más.

Katherine escuchó en silencio lo que sus compañeros expresaban y prefirió quedarse así antes de querer retomar esa plática. Por una parte le alegraba tener que hablarlo debido a cuestiones personales, pero por el otro sabía que no era sano estar pensando constantemente en ello si en vez de solucionarlo se torturaría, así que mejor ni dijo nada. Sin embargo, cuando vio a Mamoru forcejear la puerta se sorprendió un poco, pero asintió ante la explicación. Nadie tenía derecho de juzgar.

-Comamos juntos, entonces.

La pelinegra buscó un lugar donde sentarse y optó por uno donde pudiese ver la escuela y el paisaje alrededor. Sacó sus alimentos y se dispuso a partir las manzanas en gajos para ofrecércelos a cada uno. Cuando ya cada quien hubiese tomado su parte, la joven sacó su ensalada para tomar un bocado. Obviamente se esperó a que Mamoru e Irisu ya tuvieran sus cosas afuera.

-Perdona mi petición, Koichi... es solo que... bueno... en fin... thank you for listening.

Cuando el joven se despedía, Katherine asintió y reafirmó tal gesto con un gemido indicando que lo había escuchado.

-No quise interrumpirte, cuídate y gracias por responder. Hasta luego.

Colgó y se quedó mirando el teléfono para marcarle a Yuuko o dejarlo para otro día. Estaba llena de dudas, pero desconocía si sería contraproducente inquietarla con preguntas cuando ella ya sufría por el bienestar de Kenta. Miró a la ventana de la habitación y decidió no hacerlo. Esperaría lo suficiente para que su compañera estuviese bien.

Por ahora, bajó a cenar con su mamá y al terminar se regresó a su cuarto para marcarle a Reimu.

Katherine correspondió al gesto de Naoko y la sujetó con fuerza para ayudarle a tranquilizarla. Suspiró y trataba de mantener su sonrisa afable para no inquietarla más.

-Si te digo que mantengas tu mente abierta, ¿podrías hacerlo? Y te recuerdo, si te vuelves a asustar ten fe en ti misma. Cuando aquellos zorros aparecieron por primera vez estaba aterrada, pero en mis manos estaba ayudar y lo hice, con ayuda de la señorita Irisu, Mamoru y Reimu logramos salvarnos y a dos miembros de la banda. Esta vez en el museo....

La pelinegra se quedó callada y dejó pasar unos segundos antes de proseguir.

-Guerreras.. magia... todo eso puede ser real o no, lo que importa es como estés tu. Los paradigmas están hechos para sostener y romperse. Se creía que la Tierra era plana y el Sol giraba alrededor de ella y creyeron en eso por mucho tiempo. Se debe aprender y como te dije, estar abierta a las posibilidades.

A lo lejos divisó a alguien vendiendo helados y le indicó a la chica que ahí estaba.

-Dejemos de lado todo eso y mejor distráete. ¿Cuál es tu favor favorito de helado?

Me quedé contemplando admirada a Katherine, ella era tan madura... -Kathy-Chan... tienes razón, te creo... yo, me esforzaré y tendré Fe...- sus palabras me daban confianza y sosiego... -Kathy-Chan... "Te Quiero Mucho"...- Me ruboricé levemente y la volví a abrazar ocultando mi cara entre su cabello y su cuello...

Y después sonreí... -"Si Quiero un Helado de Vainilla con Chocolate, Kathy-Chan, ja ja"...- 

Sonreí con la actitud de la chica, la verdad era que tenía la virtud de ser excepcionalmente mona, en gran parte por eso me costaba tanto sostener la mirada de aquellos ojos azules.

-Me gusta la vainilla.- Le dije algo más relajado acompañandola a un puesto donde comprarlo.

Que se hubiera olvidado de su helado por mi hizo que mis mejillas se sonrojaran levemente, pero no dije nada, me limité a rascarme la nuca.

-Sin duda, últimamente el mundo se ha vuelto loco...- Bromeé.- ¿Has visto a Kitsune-san?

No sabía como se encontraba el presidente después del ataque sufrido en el museo, y no me cabía duda de que ella ya se habría preocupado por él.

Sonrió a ambas chicas y asintió con la cabeza - me parece una idea estupenda, además... ¡me muero de hambre! - "y de cansancio, no me vendrá mal sentarme un rato"- dijo para si misma la muchacha mientras emprendía el camino con sus dos compañeras.

Escuchó un poco la conversación de sus dos compañeras, sin intervenir en ella. Entonces frunció los labios ante la última pregunta de Katherine - bueno... bien, no ha sido normal, pero tampoco me quejo...je,je - sonrió un poco con cara de circunstancias. 

La sonrisa de Katherine se ensanchó y sus mejillas se colorearon ante la reacción de Naoko y le tomó por sorpresa escuchar "te quiero". Abrió su boca sin saber qué decir.

-Me... me... me ... too..

Respiró varias veces intentando disimular el nervio, pues sólo estaba acostumbrada a abrirse así con su familia y no con amistades. Sin embargo, le agradó este momento hasta disfrutarlo con gratitud. Sujetó a  Naoko de su mano con delicadeza y ambas fueron hacia el vendedor de helados. Pidió uno de vainilla con chocolate para Naoko y otro de vainilla para ella. Pagó, agradeció al heladero y esperó a que la chica diese el primero bocado.

-Yo invito, ¿sí? Y... ¿podrías decirme cuál es tu animal favorito?

La sonrisa de Katherine se hizo un poco grande al escuchar el sabor que le agradaba a Jaycee, pero éste se esfumó cuando preguntó de Kenta. Era normal que se preocuparan por él.

-Koichi me dijo hace unos días que Yuuko ha ido a verlo al hospital, pero tienen restringido el acceso y no quiero molestarla preguntando por la salud del presidente. Viste cómo reaccionó al verlo en el Museo...

Cuando arribaron al puesto, la joven pidió dos helados de vainilla y antes de que el chico quisiera pagar, ella se adelantó mientras su sonrisa afable regresaba a su rostro. Esperó a que Jaycee tomara el suyo para salir de ahí a seguir recorriendo la plaza.

-¿Crees... que si aquella joven de cabello blanco como la nieve hubiese visto al presidente lo hubiese ayudado? -negó con la cabeza para sí misma y soltó una risa forzada-. Como dices, el mundo está loco...

Irisu se acomoda en el suelo en posición de flor de loto en vez de la clásica sentadilla. Con los ojos cerrados dice.

Tsukaima-Kun, debo recordar que está prohibido a los alumnos entrar a lugares cerrado… y además puedo llevarte al comité disciplinario.

Abre un ojo y revela una sonrisa traviesa. Tomo con ese gesto alegre lo que le ofrecía Katherine.

Pero no estoy en servicio, así que no vi nada… Mmm… ¿Thank you? ¿Lo dije bien Tempus-chan?

Les tendió un emparedado a cada uno, era sencillo pero despedía un aroma fresco.

Olvidemos las penas un momento y comamos. 

Dirigí mis pasos hacía una bonita cafetería cercana a la escuela a la que había ido alguna vez con mi madre y estaba segura que estaríamos tranquilas y cómodas. Tenía una amplia terraza con sillas acolchadas y una carta de helados y aperitivos de todos los gustos.

Me reí divertida ante el comentario de ambas chicas - la próxima vez lo harás mejor, si nos apuntamos a más actividades de arco de la que me debes, seguro mejorarás enseguida - le dije a Katherine, guiñándole el ojo. Luego miré a Aimi y le guiñé el ojo también - tu también podrías apuntarte, aunque seguramente ahora prefieras apuntarte a la carta de aperitivos de la cafetería.

Mi gesto se tornó serio con la última pregunta de nuestra compañera - mis días tranquilos, demasiado tranquilos para mi gusto. Si hubiera habido algo al menos hubiéramos sabido algo de lo que pasó el otro día en el gimnasio. Y lo de hoy, no sé bien qué pensar, sería genial poder averiguar algo más.

En cuanto escucho que la presidenta podia detenerlo por forzar cerraduras Mamoru trago saliva angustiado. Hasta ahora siempre habia usado las mañas que habia aprendido en esa horrible secundaria solo, siempre se encontraba solo y por lo tanto no veia nada de malo que las usara. Con las palabras de Irisu Mamoru sintió algo calido en su corazón, ella habia sido indurgente con el, solo podia significar que ella le importaba ¡¡Alguien se preocupaba por el!!, esto hizó que le brotaran un par de lagrimitas en la cara del chico, que, por primera vez, sentia lo que era recibir la simpatia de alguien mas.

Cayendo rapido en que su rostro tenia unas pequeñas lagrimas Mamoru se limpio los ojos con rapidez, se sentó junto a sus compañeras y le dijo a Irisu luego de asentir dando por entendida la indirecta:

-Roger, Presidenta. No volvera a suceder.

Mamoru esperaba poder cumplir esta promesa, en parte por que el poder ir de un lado a otro con solo forzar una puerta le daba cierto aire de libertar. El no era de los que robaba cosas, o le gustara espiar a la gente, Mamoru se sentia como un espiritu libre que le encantaba ir a donde quisiera, era su sentido de aventura que lo llevaba a explorar zonas escondidas, no por hacer el mal sino por el placer de poder ir a cualquier lado. Aún así, esperaba no tener que forzar cerraduras, al menos no en la escuela y menos en frente de la Presidenta.

Rapidamente rompió el pack de pudines y les repartió uno a a cada una, abrio su bento con arroz frito(la unica comida que sabia hacerse), tomo un pedazo de manzana de Katherine y finalmente junto las manos para decir el clasico:

-Buen provecho.

Me sonrojo y me emociono cuando me dice Kathy "Me Too"... -Me gusta mucho cuando me hablas en Ingles Kathy-Chan, ja ja (n//u//n)- Y siento bonito cuando me dice que ella me invitaba.. -Oki, oki... (n//v//n)- pruebo el helado y agrego... -"Mmmh que rico" está delicioso, prueba un poco del mio Kathy-Chan... ¿Que animal me gusta?... pues no lo sé, el animal que a ti te guste a mi me gusta...- 

Cuando colgaste con Koichi, su tono triste te dejó intranquila, pero sabías bien que tenías algo más que hacer, así que continuaste.

Al terminar tu comida y partir hacia el hogar de Kuroryuu por el lugar que ya habías transitado, notaste la facilidad con la que llegaste esta vez. Allí, te abrió una vez más el mayordomo y luego, la misma Shiro.

Con una reverencia, te dijo - Hola, Tempus-san. Adelante - te dio espacio para entrar.

- Me honra tu visita. ¿Deseas algo de comer o beber? - a pesar de su normal seriedad, su tono de voz era cálido.

Katherine esperó a que las demás escogieran un lugar para sentarse y que se decidiera por algún aperitivo. Rió un poco ante los comentarios amenos y después mantuvo una pequeña sonrisa en el resto de la conversación.

-Concuerdo... no es que se puedan ser normales...

Revisó un poco la carta y la pelinegra de nuevo suspiró, pero manteniendo esa curva de sus labios en su rostro.

-Veré a Naoko el fin de semana... y espero saber qué es lo que tiene. Creo que lo importante es que nos mantengamos serenas y recuperarnos. Todos en general debemos hacerlo.

La pelinegra miró por la terraza y recordó que no sabía nada de Kenta, así que parpadeó un par de veces y regresó su atención a las chicas.

-Creo que yo pediré un emparedado con una malteada de chocolate. ¿Ustedes?

Katherine soltó una pequeña risita ante lo ocurrido con Mamoru e Irisu y cuando ellos comenzaron a comer ella los secundó. Disfrutaba el almuerzo con dos personas agradables y que podía contar en caso necesario. Deseó en silencio que no les ocurriera nada y que se mantuvieran así a pesar de todo.

-¿Generalmente cuánto dura esta hora libre? ¿Una hora? ¿Menos o más? No he medido el tiempo porque prefiero comer y después escribir en mi libreta o leer, así el día transcurre más rápido.

Por supuesto que intentaba cambiar de tema y no recaer en la comidilla de la escuela. Dejó que el viento la despeinara un poco para después acomodársela y dar un sorbo a su botella con agua.

-Señorita Irisu, ¿te interesa aprender inglés? Por lo que veo, tienes sangre extranjera, igual tu Mamoru... Espero no haber sido inoportuna con ese comentario. Y aprovecho para decirles que ambos están invitados al Tiro con Arco cuando gusten practicar, y a ti, Señorita, te debo una práctica.