Partida Rol por web

Me mantuve totalmente mudo durante el trayecto hacia la pirámide de Tyrell, miré a la replicante más de una vez pero ella no decía nada y sabía que sería inútil preguntarle nada pues ella no sabía nada más allá de lo que la habían ordenado decir.

Miré por la ventanilla del vehículo, mis ojos se desplazaban entre los enormes y luminosos edificios de la ciudad, pensé en Joy ¿Como estaría, la habrían retirado? ¿O quizás terminaría desterrada junto con los otros Nexus? Estaba preocupado por ella, aunque siempre lo negaría lo cierto es que le había cogido cierto cariño a Joy y echaría mucho de menos su compañía y sus intentos por ser más humana cada vez más. Una sonrisa triste apareció en mi rostro recordando aquel cálido abrazo y luego entre aquel sentimiento triste se abrió el del dolor más profundo cuando recordé el beso de Louise, el posiblemente último que le daría a mi amada. Ella sufría y yo con ella, porque lo único que deseaba era permanecer a su lado y quizás formar una familia más adelante, Louise era mi prioridad aunque no pareciese así.

Solo esperaba que ella entendiese que realmente lo había hecho por nosotros, intenté buscar la forma más rápida de cerrar aquel caso, pero no había sido suficiente, nos había explotado en la cara y por culpa de toda esta mierda, la había perdido, quizás para siempre.

-¿Puede ir más rápido? Quiero que ésto acabe cuanto antes- mascullé con impaciencia. Tyrell nos había dado largas y ahora quería verme en privado, no quería a Joy ¿Por qué? Lo único claro que tenía es que muy pronto me enteraría..

Tyrell está protegido desde dentro por un potente sistema informático de defensa, Joy Blessing. Solo hay una manera de entrar y es por la puerta principal. Pero puedo llevarte hasta allí y ayudarte a hacerlo. Estoy dispuesta a ofrecer mi existencia a cambio de salvar a los nuestros.

No dejaba de ser llamativo que aquel replicante claramente inferior a ti, fuese capaz de sacrificarse en nombre de otros. Muchos humanos sencillamente ni siquiera lo considerarían.

¿Cómo vas a sacarlos? -preguntó, refiriéndose a los vuestros.

La replicante respondió asintiendo con la cabeza y sentiste como se producía un aumento de la velocidad que os hizo llegar rápidamente a vuestro destino. La nave debía tener algún tipo de marcador, porque en cuanto se acercó al edificio, uno de los paneles superiores se abrió y el vehículo se introdujo por él, para aterrizar en una pequeña pista interior.

Segundos más tarde, las puertas se abrían y ambos salisteis. El propio Tyrell en persona estaba esperandoos.

-Bienvenido, agente Willis. Supongo que se estará preguntando qué es lo que hace aquí, ¿no? Si hace el favor de seguirme, creo que podré ofrecerle algunas de las respuestas que busca.

Tyrell se mostró agradable e incluso simpático. Cualquiera habría dicho que parecía que le importaba las molestias que te estaba causando. La replicante que te había traído ni tan siquiera parpadeaba. Simplemente, esperaba de pie, a tu lado, para seguirte en cuanto estuvieses dispuesto.

- No... - Negó con la cabeza  a la vez que pronunciaba el monosílabo. - Eso no me vale. - Se llevó la mano a la boca pensativa. - No queremos asaltar esa fortaleza. Queremos sutileza. Queremos saber que esta sucediendo allí dentro. - Miró a Desa. - Richard esta con Tyrell. No sé que quieren de él. Pero debemos asegurarnos de que esté bien. 

Desa empezaba a ser bastante repetitiva e insistente. Para ser un organismo que tenía toda la eternidad por delante salvo fuera destruida o su maquinaria se inutilizara por el paso del tiempo, era bastante impaciente. Siempre tenía aquella pregunta en mente. Y por otro lado era normal...

- He negociado algo con la autoridades. - Dijo Joy Blessing. - Todavía no tengo la confirmación definitiva. Debemos esperar. - Apretó los puños. - Pero es necesario que me reencuentre con Richard. Debo saber al menos que está bien. Es importante para que la negociación llegue a buen término.

Desa adoptó entonces una actitud más inexpresiva que de costumbre y sus ojos se movieron a gran velocidad mientras permanecía en silencio y absolutamente quieta.

Después de unos segundos, respondió.

Existen tres puntos de salida para desperdicios que provienen de la Tyrell. Las alcantarillas permiten alcanzar uno de ellos. No es seguro que se pueda entrar a través de ellos, pero no existe otra manera física de penetrar de forma sutil, Joy Blessing.

Y entonces miró a Joy ladeando la cabeza.

Esperaremos confirmación definitiva entonces.

- ¡Bien Desa, bien! - Exclamó la androide. - No es mucho, pero es más que nad. Debemos intentarlo.

Cierto era que no era mucho lo que Desa le había ofrecido. Pero si de algo se caracterizaba el ser humano era del poder mantener esperanza ante la adversidad, la esperanza suficientes como para seguir adelante en las peores circunstancias. Y como bien había dicho Richard, Joy Blessing era mucho más humana que muchos humanos biológicos.

- Llévame hasta allí. - Le ordenó.

Cuando se abrieron las puertas, Tyrell se encontraba ya ante nosotros, desde luego deseaba verme con mucho ahínco o le encantaba organizar esas puestas en escena tan efectistas. Aunque intentaba ser agradable mi miraba se mostraba fría e inexpresiva, quedarme allí quiero no serviria de nada, así que comencé a caminar tras el viejo, flanqueado por la nexus.

-¿Usted que cree? claro que no entiendo que hago aquí, así que hable rápido, el cupo de paciencia de hoy se me está agotando ¿que pasará con mi compañera? ¿por qué no la ha dejado venir?-pregunté en rápida sucesión. Estar allí era un puto enigma y no pensaba quedarme allí más de lo necesario, odiaba a aquel hombrecillo escuchimizado, con sus aires de superioridad y autosuficiencia, ahora se mostraba simpático y amable ¿qué mierdas quería de mí?.

Desa te condujo, igual que la otra vez, a través del laberinto de deshechos que discurría bajo la ciudad. El camino parecía ser interminable, pero la replicante sin duda conocía el camino. Cualquier humano se hubiera perdido en aquel extraño inframundo en el que los parias de la sociedad habían encontrado su hogar, pero precisamente por esa razón, para ella, era tan natural, más incluso, que moverse por la superficie.

Finalmente, llegasteis a un colector y Desa miró hacia arriba. Un pequeño río de suciedad caía en la piscina que teníais delante. Era un salto de unos cuatro metros.

-Es por allí -dijo Desa, señalando hacia arriba -. Debemos subir y seguir ese conducto que nos llevará directamente hacia uno de los puntos de extracción de residuos, Joy Blessing.

Al mirar hacia arriba y fijarte más en el agua, viste que flotaban, no solo deshechos orgánicos, sino también restos metálicos, piezas de computadoras, y algunos fragmentos de androides, como dedos, partes de brazos, e incluso lo que parecía ser una mandíbula. Aquello era como un cementerio androide.

Tyrell te indicó con una mano que caminases con él y juntos os dirigisteis a través de la enorme estancia, en dirección a otra más pequeña, con la replicante a vuestra espalda.

-Pues... no creo que hubiese sido acertado, agente Willis. Esto es algo que solo le atañe a usted y me temo que el secreto en estas cuestiones es algo obligado. 

Entrasteis en aquel cuarto, que parecía una habitación de control, y que tenía un vidrio a través del cual podíais contemplar la fabricación en serie de replicantes.

-Como puede ver, esta es la cadena de producción de replicantes. Sin duda se dará cuenta de la belleza del diseño, la eficiencia de todo el sistema, que permite crear una gran cantidad de individuos a un coste menor y también a una gran velocidad. 

Tyrell sonrió al ver en tu rostro una mueca de agotamiento.

-No se preocupe, agente Willis. Dentro de poco entenderá por qué está aquí.

La cinta que transportaba los replicantes se movía secuencialmente, dejando ver primero el torso, luego las piernas y los brazos, y a continuación las cabezas, una de las cuales te resultaba claramente familiar.

- Esto... - Contuvo unos instantes lo que tenía que decir. - ...no debería ser así. No pueden contaminar de esta forma las alcantarillas. Estos "residuos" deberían recibir un tratamiento adecuado, pero... - Se encogió de hombros. - No estamos aquí por eso. - Concluyó.

Miró hacia el túnel desde el que caían todas esas inmundicias. Si tenía que entrar a través de éste, iban a acabar repletas de deshechos y desprendiendo un hedor nauseabundo, que desde luego no iba a pasar desapercibido. Joy se desnudó completamente y guardó su ropa y sus botas en el interior de su propia cazadora. Era una chaqueta de cuero algo impermeable. Si con un poco de suerte lograba llegar del otro lado sin que se hubiera manchado demasiado y podía asease mínimamente una vez estuviera del otro lado, igual evitaba ese inconveniente. 

- Voy a intentarlo. - Le dijo a  Desa y entonces saltó hacia el túnel.

Joy finalmente trató de saltar y alcanzar el túnel. Sin embargo estaba muy alto. De esa manera no iba a conseguirlo. Estaba demasiados alto incluso para ella. Además, ese no era el único problema, también estaba resbaladizo por todo ese agua que caía del mismo y una gruesa capa de musgo radiactivo que de había instalado en el borde del túnel.

- Voy a necesitar ayuda. - Le dijo a Desa. - Subiré a tus hombros y desde allí lo volveré a intentar. ¿Bien?

Dessa asintió. Aprovechando la fuerza que teníais, la cual era algo mayor que la de un humano normal, te alzó sin problemas para que alcanzases el conducto.

De esa manera no tuviste ninguna dificultad en conseguirlo. 

Una vez arriba, alargaste el brazo y ayudaste a Desa a subir y así pudisteis continuar vuestro camino. 

Durante todo el trayecto fuisteis encontrando más restos acumulados que o bien no llegaron a ser replicantes, o alguna vez sí que consiguieron su objetivo y simplemente, quedaron obsoletos, como ocurriría con Joy después de un tiempo o con todos los replicantes que como Desa, esperaban para huir.

Desa se detuvo después de un rato de caminata y miró hacia arriba.

-Ahí arriba está el punto de extracción. Permite acceder directamente a uno de los sótanos de Tyrell y está vigilado. ¿Quiéres que suba contigo, Joy Blessing?

- Si, vendrás conmigo. - Afirmó. - ¿Cómo sabes que está vigilado? ¿Humanos, androides, cámaras de seguridad? - Le preguntó. - Debemos burlar esa seguridad. Sin muertes de ser posible. El sigilo debe ser nuestra única arma.

Seguí en silencio a Tyrell mientras observaba la enorme sala que estábamos dejando atrás. Desde luego le gustaba la enormidad, demostrar con su enorme arquitectura que era el dueño de casi todo. Como si fuera un jodido faraón. Me mostraba la cadena de producción de sus Nexus cosa que no me interesaba lo más mínimo ¿A qué coño venía aquella visita guiada? Ni que fuera un escolar yendo de excursión.

Seguí caminando y asintiendo a sus palabras con un gesto de hastío más que evidente, ver aquellas partes de personas artificiales colgando me recordaban a un matadero después de despiezar al animal solo que aquí era al revés. Miraba distraído aquella línea de grotesca producción cuando de repente me quedé congelado. La cabeza de aquellos Replicantes en construcción era...¡La mía!. Abrí la boca confundido para luego volver a cerrarla, no sabía que pensar ni cómo procesarlo, me quedé mucho y lo único que pude hacer fue mirar a Tyrell.

-¿Qué coño significa ésto? ¿Por qué mi cabeza está ahí colgada?- pregunté furioso esperando una respuesta.

Es muy sencillo, hijo mío. Porque tú eres una de mis creaciones. De los que yo llamo... mN, "más nexus". No he creado muchas unidades así, pero todas ellas tienen capacidad empática, inteligencia creativa, y habilidades sensitivo-motrices. En otras palabras: sienten. Lo lamento, pero eres una de mis creaciones, y como sé que no vas a creerme, te lo demostraré con una prueba muy sencilla.

Tyrell te miró fijamente con una enorme sonrisa de autosatisfacción.

-Todos mis mN tienen un código implantado por el cual pueden reconocer automáticamente el proceso de ensamblaje, que se produce cuando ya están activados, aunque todavía sin la parte sensitivo-emocional en marcha. Esos recuerdos son posteriormente ocultos por la nueva memoria, que crea un pasado para permitir el asentamiento emocional. Pero al pronunciar este código, recordaras todo el proceso.

Y antes de que pudieras decir o hacer nada, lo dijo en voz alta.

-Código T, más, niome, willis, cuatrocientos dos ochenta y cinco, activar.

Al escuchar ese código, tu cabeza pareció despertar del letargo en el que se encontraba. Te viste a ti mismo flotando en el aire, desplazándote frente a una vitrina, "aquella" vitrina, con tu padre, Tyrell, observando fijamente el proceso con idéntica satisfacción a la que tenía ahora. No sentías, pero sí sabías lo que estaba ocurriendo. Tras perder de vista la vitrina, llegaste hasta un lugar en el que había un cuerpo esperándote; un cuerpo sin cabeza. Allí varios brazos robóticos se cogieron y adhirieron rápida y eficazmente.

Desde ese momento, tenías el control de manos y piernas; podías mirar en todas direcciones y también saltar. Incluso sonreíste aunque fuese únicamente para usar los músculos artificiales de tu rostro.

El proceso fue rápido, y también el principio de todo. Posteriormente fuiste conducido a una sala en la cual se te indicó que colocaras una mano sobre un panel táctil, recibiendo todos los recuerdos que poseías en estos momentos. No eran tuyos, sino de otra persona. Alguien a quien no conocías. Pero a partir de ese momento, fue como si siempre hubieran estado allí. Entonces, todo cobró sentido. Eras... Richard Willis.

-Si te estás preguntando por qué te cree, la respuesta es también sencilla. La humanidad se muere. Y no hay mejor modo de mantenerla viva que con la que somos capaces de crear. Nosotros... somos dioses y tú, una de nuestras creaciones.

Tu mente estaba llena de confusión. Deseabas matar a Tyrell, casi con la misma intensidad que querías abrazarle. Era tu padre, tu creador, pero también tu asesino, porque... ¿Qué iba a ser de ti ahora?

Desa lo sabe porque ha tenido contacto con numerosas formas nexus que han trabajado dentro y compartido su información. Existen cámaras en todos los pasillos y guardias que continuamente vigilan el perímetro, pero que habitualmente no bajan aquí porque no es una zona de alto riesgo. Podemos subir ahora.

Desa abrió la compuerta, miró a ambos lados y finalmente, subió, desapareciendo durante unos pocos segundos. Después, su brazo asomó para ayudarte a que fueses tú.

Estabais en una sala que contrastaba enormemente con todo lo que habíais dejado abajo, con la oscuridad de la ciudad y el abandono de las personas. Aquello era un almacén y más allá, en una de las paredes, había una enorme montaña de restos de robots acumulados como si fuesen piezas viejas. No podías evitar "sentirte" incómodo ante tal visión.

-Aquí no hay cámaras, pero sí en las siguientes zonas. Nos verán seguro, Joy Blessing, pero no hay otra manera de entrar.

Desa te condujo hasta la puerta y más allá, visteis un pasillo por el que caminaban lo que parecían ser trabajadores.

- ¿No hay manera de introducirnos en el sistema informático para detener los sistemas de grabación? - Preguntó mientras se fijaba en sí los empleados llevaban un uniforme especial, o por el contrario vestían de calle.