Partida Rol por web

| COMEDOR - DESPENSA |

Habíamos empezado a desayunar cuando de repente la voz de la súper resonó de nuevo en toda la casa como lo había estado haciendo la noche anterior. De mala gana me levanté y seguí de cerca a Joaquin. Él llegó primero y no se dio cuenta de que yo iba detrás, así que abrí la puerta y entré. Allí estaba también Andrea. Cerré la puerta detrás de mí.
- ¿Qué sucede?- pregunté.

- En una de las estanterías tenéis un traje ignífugo- dijo la voz del súper. Había sido sustituida. Ya no era una mujer la que hablaba, sino un hombre bastante siniestro e imponente. No había saludado antes de hablar ni lo hacía de manera amable. No parecía preocuparle nada en absoluto, sólo ese traje-. Lo váis a necesitar, al menos uno de vosotros- añadió, antes de que la puerta de la despensa se atascase con un leve clic.
Estaban encerrados y apareció de repente un círculo de fuego rodeándoles. Tenían bloqueado el acceso a la puerta y no podían moverse hacia otro sitio que no fuera la estantería, donde estaba el traje. Sólo uno podría usarlo.

¿Pero qué cojones es ésta mierda? A mi no me vengais con polladas desde tan pronto que me apetece desayunar tranquilamente, ¿eh? Dijo Joaquin, nervioso porque el fuego no era uno de los ingredientes que tenia pensado para una dieta mediterranea saludable.

Miró al resto con cara entre extrañada y preocupada, como preguntándoles por qué motivo era todo ésto. Joaquin se  sorprendió al ver que las caras de las demás no estaban mejor que la suya.

- Bienvenidos a Bloody Big Brother...- dijo la voz siniestra de aquel nuevo súper, riéndose a carcajadas, sonando de lo más tétrico.
Los concursantes estaban acorralados, las llamas cada vez estaban más cerca. Entendieron que el lugar había sido rociado con gasolina y por eso se propagaba tan rápido. Empezaban a sentir el calor en su piel, empezaban a quemarse lentamente... Y por el nombre del concurso entendieron que aquella edición no era como la esperaban. Todo había cambiado.

Puto loco de los cojones... Ésto no tiene ni puta gracia, éso es fuego de verdad. Os juro que como salga quemado de ésta puta mierda de broma os vais a acordar de mi. Putos pirados... Se fué corriendo a por el traje ignífugo y se lo puso todo lo bien que pudo. Las llamas estaban ya casi llegando al traje y para ponérselo tuvo que retroceder con él en la mano hasta el centro de la habitación. Cuando terminó, se fué corriendo entre las llamas hacia la puerta para abrirla...

Lo váis a necesitar, al menos uno de vosotros- añadió, antes de que la puerta de la despensa se atascase con un leve clic.

Joaquin se percata que la puerta está cerrada. Sin pensarselo dos veces coge carrerilla y se tira con todas sus fuerzas hombro en ristre contra ella...

Me arrebujo en el suelo lo más alejada del fuego que puedo. Preparada para salir pitando en caso de que Joaquin derribe la puerta.

Vamos Joaquin. Sacanos de aquí ¡Por dios!

No digo más, el calor es axfisiante y el aire casi quema por dentro. Me falta el aire. Y el pelo comienza arizarse en las puntas a medida que el fuego se aproxima. El olor a pollo quemado inunda mis fosas nasales. Me pongo la capucha para que la humedad de mi cabello me proteja un poco.

Procuro no molestar y que la otra loca no lo haga tampoco. Si salíamos de allí sería gracias a la fuerza de Joaquin y a la suerte.

Me concentré en echar a correr en cuanto derribase la puerta.

Vamos Joaquín. Golpea con fuerzas.

Me muerdo el labio angustiada. Joder. Cómo saliese de está se iban a cagar los de la organización...

Joaquín intentó con todas sus fuerzas derribar la puerta y aunque al principio pareció que lo lograría, no fue así. La puerta había cedido un poco y daba la sensación de que en cualquier momento podría abrirse pero seguía estando bien cerrada. Las carcajadas del súper resonaron en la estancia. Se divertía con la escena que presenciaba, estaba muy claro.
El fallo de Joaquín provocó que una de las concursantes comenzara a sentir el fuego rodeando su cuerpo, quemándolo lentamente, provocándole un dolor intenso.

| DESPENSA |

Nos habían encerrado, habían provocado un incendio y sólo había un traje para salvarse de las llamas. Poco caballeroso por parte de Joaquin pero era el único que podía abrir la puerta. Sin embargo las llamas comenzaban a acercarse peligrosamente hasta Andrea y a mí. Podía sentir el miedo, las llamas acercándose cada vez más, e hice todo lo que pude por esquivarlas.

DESPENSA

Tantos años trabajando en una cocina y al final iba a morir asada como un cochinillo.

Intento esquivar las llamas como bien puedo. La ropa, aunque holgada comienza a quemar mi piel. Joder joder

Quiero gritar a Joaquin, darle animos, pero joder, me falta el aire. El calor es insoportable.

Si Joaquin no derriba la puerta pronto, joder, yo misma me lanzaré contra ella.

Hay que salir de aqui. Están tarados joder, tarados todos.El humo y el calor hacen que mis ojos se irriten. Las lagrimas caen por mi cara y se evaporan antes de llegar a la barbilla. Mis labios comienzan a agrietarse.

Joaquin... hazlo ya - grito con la voz mucho más grave de lo normal.

I  DESPENSA  I

El hombro le dolía horrores y con la máscara le faltaba el aliento. Miró hacia atrás y las vió a las dos tiradas en el suelo, tosiendo sin parar, acurrucadas y perdiendo la esperanza. Joaquin se alejó todo lo que pudo de la puerta, y con el peligro de romperse o dislocarse algo, se tiró con todas sus fuerzas una segunda vez para partir en dos la puerta si fuese necesario.

La despensa de la casa se había convertido en un infierno y aunque Joaquin había sido el primero en coger el traje ignífugo para intentar derribar la puerta, no lo conseguía. Estaba bien cerrada y probablemente la habrían reforzado mientras dormían, pues la puerta aparentemente era bastante simple la primera vez que entraron en la casa.
Andrea empezó a sentir que las llamas quemaban su piel pues no conseguía esquivarlas. El incendio era demasiado grande y estaba rodeando a ambas muchachas. Joaquin podría aguantar un poco más, pero hasta aquel traje tenía su límite. Andrea se iba quemando lentamente, sintiendo el intenso dolor en todo su cuerpo. Sentía que se estaba muriendo, que le faltaba el aire, que estaba en el mismísimo infierno. Le quedaban pocos minutos de vida...
Después del segundo intento de Joaquin por derribar la puerta y el tiempo que pasaba mientras lo hacía, Helena también empezó a sentir las llamas aferrándose a su piel y también empezó a chillar.
Andrea se quedó sin pelo y su imagen se convirtió en algo tétrico. Su piel al rojo vivo, su cuero cabelludo al descubierto, su ropa adherida a su piel... Y Helena iba camino de convertirse en algo parecido.

Puedes intentarlo... Como última opción en caso de que Joaquin fallase. Tira los dados y si Joaquin falla tendré en cuenta tu lanzamiento.