Partida Rol por web

 Así pues, la sala va llenandose por momentos.

 En un circulo de conversacion ya están.

 Es junto a la rubia donde acude

 Y sentado en una silla con pinta de abatido esta.

Observo a la peña reunida, sentada en los poltrones esos, mientras me pregunto a juzgar por el sitio, si los detalles nos van a llevar varias noches. Pero eh, lo primero es lo primero, a presentarse.

-¿Que pasa tios? Si, soy Randy, de los Gangrel, vine a tomarme carajillos de Sabbath y a matarme a pajas en sus tumbas.

Hago crujir mi cuello, mientras estiro mis manos entrelazadas, cómo si quisiera indicar que necesito un poco de adrenalina en mi no-vida.

-Por cierto menudos pibonazos.

Levantó la cabeza por unos momentos de la conversación donde estaba.

"Menuda pinta de colgado"

-Pues muy bien.

Y volvió a la conversación a la que le habían lanzado más que otra cosa pero que ahora mismo no tenía muchas razones para salir, hasta que la disolviera quien la había iniciado o alguien más importante.

-¿La mara trabaja en los Estados...? -preguntó el europeo. Se encogió de hombros- Tanto da, son muy poderosos y muy organizados, me parece que ese aplicaría el mismo principio que hemos dicho con la policía, incluso más todavía si los jefes tienen fama de ser brutales e inmisericordes: para cuando la mara tuviese que molestarse en movilizarse en activo estaríamos en lo mismo. Aun así, sí que no estaría mal tener chivatos en las bandas.

Si la autoridad te es un problema vas a tratar de lavar la ropa en casa: la policía te puede detener y el "protector" local te puede reventar todos los huesos y dejarte tirado en la cuneta por hacer que se tuviese que molestar. No, si la gente podía trataría de mantenerlo por su lado, y los vampiros tratarían de hacer otro tanto, si tenían algo de cerebro al menos... o si estuvieran muy asustados, y quién no lo estaría.

-¿Hay alguien que tenga chivatos en los barrios no-favorecidos que no sean bandas, policía o mafias?

"Buenas noches señores y dama. ¿Están avanzando en los temas a tratar? Que afanosos"

...¿Primogénita?

-Buenas noches, Primogénita. Antuán, recién llegado de la Rosa, un placer... y sí, podría decirlo así. Es nuestra responsabilidad.

En general tratar a los Primogénitos menos como personas y más como objetos distantes de autoridad con los que ser neutral pero respetuoso avanzaba un buen nivel el pellejo de uno en la escala de supervivencia, cuando no tenía ni patrones ni amigos ni red de seguridad ni sangre prestigiosa.

Levanto la mirada tras la presentación del nuevo. Más que “un extranjero” parece un fiel seguidor de la doctrina de Onan. A mi me parece bien, cada uno se alivia de la forma que puede y quiere, y las filias están muy de moda últimamente, me gusta ese grado de inmersión dentro de la actualidad. ¡La era contemporánea ha muerto! ¡Bienvenidos a la era digital, hijos de Onan! Me levanto de un saltito y me vuelvo a juntar al grupo, que prácticamente con el saltito ya estaba al lado. Lo mejor de todo es que la primogénita Ventrue es una mujer que derrocha inteligencia y gusto, estoy seguro que la influencia de Jaimie le ha llevado a vestir de gala esta noche. Bueno, no de gala, me refiero a ir bien guapetona.

-Muy buenas, primogénita. Un gusto. -Luego vuelvo a mirar al nuevo. Randy. ¡Un nuevo amigo! -¿No es muy peligroso, para un Gangrel, ir dejando “el rastro”, gratuitamente por ahí? -Me quedo pensativo mirando hacia el infinito. -Aunque claro... dejarlo encima de las cenizas de tus enemigos... creo que es comparable a clavar las cabezas de ellos en picas, alrededor de tu casa a modo de advertencia... -Me encojo de hombros y tiemblo como si me hubiera dado repelús. -De una forma más perturbadora, claro... -Le tiendo la mano. -Me llamó Ford, Archibald Ford. ¿A que no sabes qué coche tengo?

Espero a que me la estreche y la sacudo con vehemencia, la mano. Un buen apretón de manos, como los de antes.

-Veo que este movimiento lo tienes ensayado. -Señalo de forma inocente.

Luego miro a Antuán, es un poco seco, pero se irá abriendo, y nos enseñará esa persona cercana y amable que todo cainita tiene dentro. Bueno, quizá he sido un poco generoso a decir todos... ovejas negras hay en todas las familias. Es inevitable. Me sorprende lo que dice acerca de lo que buscaría, a modo de consejo, sobre la sotuación que tenemos entre manos. ¡Hombre! Si no sabes, no hables! Que se te ven las carencias. Yo no hablo de lo que no sé, sólo a veces. Pero sólo lo hago para tirar de la lengua y aprender. Miro a Jaimie.

-Me encantará acompañarte y encontrar un sastre de Valentino para confeccionar el vestido, traje, o lo que desees que te regale. Nada me gustaría más que aceptases. -Y tras su respuesta, me quedaré pensativo. Recordando otros ataques del Sabbat. Cada uno es diferente, pero se pueden desengranar pautas.

-Quedarnos a la defensiva es un movimiento necesario. No conocemos al enemigo ni los puntos de ataque. Sólo sabemos que nosotros somos el objetivo final. Tienen que acabar con nosotros para tomar la cuidad. -Me gustaría ganarme la atención de los presentes, así que hablo un poco alto, sin necesidad de llamar demasiado la atención, sólo ser audible para todos. -Ellos no nos pueden atacar de frente, nosotros no podemos enfrentarnos a quien no conocemos. Por ello, nos tienen que separar, buscarán crear más cabezapalas y un buen caos de los de aúpa. Para mantener a los Ventrue ocupados apagando fuegos mientras las tropas de choque, como los Brujah van a acabar con el enemigo. Quizá ataquen varios puntos a la vez, dejando en un lugar la mortal la recién creada y montando una buena emboscada en otro lado... no lo sé con certeza. Quizá las centrales eléctricas que abastezcan la ciudad Sean un punto interesante de ataque. Podríamos comprobar si han faltado guardias federales en alguna de ellas, eso podría indicar un ataque... de todas formas, tenemos que desengranar lo que sabemos que ha pasado y así analizar los ataques futuros. Necesitan ayuda, si descubrimos a quién les ayuda, sabremos quién es el enemigo. Si tenemos un tipo también sabrá de está localización, esté todos juntos es un peligro adicional que no nos interesa, pero también nos tenemos que reunir... creo que sería imperativo descubrir al tipo y ver si los Tremere han descubierto algo del ritual. A parte de analizar los vídeos del ayuntamiento. 

Carraspeo. A veces me sorprendo a mi mismo.

En aquel momento empiezan a entrar varias personalidades, a las cuales me limito a saludar con un gesto de cabeza.

"Otro desquiciado", pienso mirando a ese tal Randy. "Dios mío, es peor que Ford. Él al menos es un Malkavian, tiene una explicación. ¿Pero este? Es locura gratuita".

Paso directamente de él, al igual que paso de Ford. Sus intentos me están empezando a agotar.

Mientras hablan, empiezo a darle vueltas a la cabeza.

Por lo que ha dicho Antuán, parecían bastante coordinados para tratarse del Sabbat... Muy preparados... Quieren mostrarse ante el mundo y no lo han hecho, no al menos no sacándo todo el partido que ofrecía la situación.Y si a esto le añadimos el topo...

"¿Y si no ha sido un ataque del Sabbat? ¿Y si ha sido alguien de la camarilla? Han matado al Príncipe, de manera que, si esto ha estado orquestado por uno de los nuestros, su sucesor será el más indicado para ser el causante".

-Disculpenme -digo alzando la voz-. No pretendo obviar todo lo que han dicho, pero ¿quién será el nuevo Príncipe? -pregunto mirando a todos-. Él, más que cualquier otro, debería formar parte de la toma de decisiones.

Miro a Jaimie sin entender por qué no me contesta. Imagino que no entrará en sí de gozo y tiene que administrar sus emociones al ofrecerle un traje a medida de una de las marcas que le vuelven loca. Dejaré que lo asimile y sea capaz de aceptarlo, pero me llama poderosamente la atención que no sepa quién es el actual príncipe. Bueno, actual... actual... va a ser que todavía no lo es, pero le falta nada y menos para serlo. Imagino que esta reunión servirá para tratar este tema.

-Smittie, Smittie va a ser el nuevo príncipe, por lo que parece. Es más probable, él era su chiquillo. -Me encojo de hombros. A mi la verdad que si no fuera por esas cosas que tienen que pasar, me daría igual un príncipe que otro. Pero claro, si quiero que pasen ha de ser Smittie. -¿Alguien sabe cómo y dónde murió el antiguo príncipe? Es un poco loco, ¡pero yo aún no tengo idea de ese detalle!

Sonrío ante la información que acabo de soltar. Qué le voy a hacer si es verdad, cuando miento se me nota en la cara. Y si no me lo pillan suelo decir en alto y al oido: "¡MENTIRA!" Me pone muy nervioso mentir, por eso es mejor no hacerlo. Aunque la mentira es subjetiva, si te crees muy mucho la mentira de repente es verdad y ya está. Yo soy muy crédulo.

-Me sorprende que no se postulen más cainitas para el puesto de príncipe... -No me da buena espina que haya un bocadito apetecible encima de la mesa y no esté corriendo la sangre para comérselo alguno. El que sea... -Supongo que el puesto, en mitad de la guerra, no es un bocado apetecible. -Y con un topo suelto por ahí ¡ya me contarás! Toma diana en la cabeza. 

- Haya calma por un momento. - Dijo el Ventrue interviniendo tras un rato de silencio por su parte. Sus manos se movieron lentamente arriba y abajo pidiendo a todo el mundo que se sosegara un poco.

- Lo primero, bienvenido. - Dijo saludando al nuevo. - Randy. Es un placer contar con más ayuda. - Añadió un leve cabeceo de gratitud, antes de mirar a todos los presentes.

- Una aclaración, porque creo que ha habido un malentendido. Pese a que Sarah aquí presente, - dijo aludiendo a su compañera de clan, - es una mujer perfectamente capaz, hábil, influyente y con contactos... - no fue cauto con los halagos, - ella no es la primogénita de nuestro clan. Por el momento Smith sigue siendo el primogénito. - Aclaró... porque quizá alguno había malinterpretado las palabras de McAllister.

Luego se centró en Ford. - Y pese a que Smith sea el chiquillo del antiguo Príncipe... y su mano derecha... y probablemente el candidato más idóneo para suceder a su Sire... dudo que lo más sensato sea nombrar un sucesor mientras estamos en guerra. Smith puede actuar en calidad de Regente hasta que solucionemos todo esto... y luego la Primogenitura superviviente debería dialogar y escoger un nuevo Príncipe. No creo que utilizar el método de "a rey muerto, rey puesto" vaya a ayudarnos aquí. - Pese a que él apoyaría a Smith, ésa no era la manera en la que un Príncipe se mantendría de forma duradera en el puesto. Clayton lo sabía, y procuraba abogar por una candidatura más duradera para Boston.

- Deberíamos esperar a estar todos, y a que los primogénitos informen... antes de opinar y escoger cuál será nuestro siguiente paso. - Añadió. - Aún faltan bastantes de los nuestros por llegar. -

Randy. Es un placer contar con más ayuda.

 -Ya tío, aunque más que placer es un alivio, ¿nop? Un placer sería cagar tras aguantar en carretera 2 horas.

Bueno, está claro que aquí no les han explicado exactamente mi condición de recién llegado que necesita ser informado de todo. Siguen hablando esperando que no me entere de nada o pille las cosas al vuelo mediante magia. Por no mencionar que probablemente el nombre de mi Sire no les llegó al oido, dada la indiferencia general a las buenas costumbres, de las que en teoria hace gala la Camarilla. En teoria.

Me pregunto si a la buenorra morena le gustaría verse arruinada mañana al empezar la noche cuando sus ingresos se vieran bloqueados. Ay joder, me sale la vena depredadora de un gangrel mezclada con la burocracia, la selvática y peligrosa burocracia financiera que decide quien vive y quién malvive. También se la dejaría a Caricias, un buen manjar para el colega.

En fin, ejem, mejor pongo un poco de orden, me dirijo a ellos, mientras abro la mochila y saco un netbook.

-Eh estulticieros de la justicia, escuchadme un momento. -pongo la contraseña, mientras abro un editor de texto- Creo que ha habido una pequeña confusión, me envía el arconte D'Tourgh, un negrata, dos metros, humor de ladrillo, seguro que le reconoceréis, o algún conocido vuestro le conoce. El arconte me ha pedido que por favor, verdad de la buena, venga a pegar de ostias a los mierdecillas que os han atacado. Podría negarme, pero eh... seamos francos, me gusta la sangre, el sexo, la pasta y.. ah sí, pegar ostias. LAS OSTIAS ME ENCANTAN.

Toso un momento, mientras pongo a escribir en el netbook:

-El arconte, Caricias y yo mismo, deseamos que Randy, osea yo, sea informado de todo lo que ha pasado, desde cero hasta el momento y luego, me digais la situación actual. Así como los nombres de los antiguos y príncipe de la ciudad, incluidos difuntos y aspirantes. Por lo que habéis mencionado, el Príncipe ha muerto. Pues fale, a mi me la pela, ya vendrá otro gilipollas a aspirante de diana a tomar el puesto; os lo regalo. Pero tengo que conocer la situación, y me cago en la puta que como la morenaza o cualquier otro me ignore y finja no escucharme o tan siquiera retome la conversación sin antes ponerme al día... os petaré el cacas.

Me coloco las Rayban, durante unos instantes:

-Soy un Gangrel, y os aseguro que aunque sepa teclear, ganar dinero, y mi ropa no la podáis pagar ni en cuatro vidas, la Bestia que hay en mi interior requiere grandes cantidades de homoglobina, así que dejad de tocarme los cojones y empezad a contarme las cosas de cero. Ah sí, espero que seamos amigos, que no se diga que voy de malas.

Pulso un botón, y les añado:

-Grabando audio. Más vale no contrariar al arconte. ¿Porqué no empezais presentandoos y diciendome vuestra posición dentro de la ciudad?

Miro fíjamente a Randy cuando empieza a parlotear. Está claro que el muchacho no tiene educación alguna, pero eso está muy bien, no necesitamos más modales, como bien ha dicho... lo que necesitamos son hostias. Hostias como panes de hogaza, si el nos las puede proporcionar... ¡Qué buen amigo hemos hecho! Entre el pistolón de Jaimie y las hostias de Randy... ¡que tiemble el Sabbat! Aún así... hay algo que no me puedo quitar de la cabeza... y tengo que preguntar sobre ello.

-¿Homoglobina es algún tipo de neologismo para referirse a la sangre de los homosexuales o algo así? Intento estar al día de las filias de hoy en día, pero esa no la conocía.

Me encojo de hombros, ya lo explicará más tarde, supongo.

-Te cuento lo que se. El Sabbat ha atacado, su foco fue el ayuntamiento donde hicieron algún tipo de ritual con un tipo en pelotas en mitad de una habitación. En su ataque mataron al príncipe, por lo que se supone que hay algún tipo de topo en la Camarilla. Antes del final de la noche se escaparon, usaron cabezapalas para el ataque, como hacen siempre. Capturaron a unos cuantos, pero no se mucho más, fuimos a por Antuán, ese guapetón de ahí con cara de pocos amigos y un corazón que no le entra en el pecho. Yo sospecho que tienen a un Assamitah con ellos. Pero no lo sé con certeza. Imagino que cuando empiece el show te informarán de más. Ah, y yo soy Ford. Archibald Ford. Me gustaría conocer a Caricias. -Sonrío. -¿A que no sabes qué coche tengo?

Cierto. Las presentaciones, o al menos en parte. A Clayton Randy le estaba recordando, en cierto sentido, a Ford... Aunque muy distintos también. Ambos tenían ese aire de creerse invulnerables y poder hacer y decir lo que les viniera en gana. Cada uno a su manera. 

Miró la ropa de Randy, recordó sus palabras y luego miró su propio traje preguntándose si en algún momento de las últimas veinticuatro horas la moda habría cambiado tanto como para que su traje valiera menos que la ropa del Gangrel... por muy rico que éste fuera. Sonrió amigablemente antes de responder.

- Señor Randy... de los Gangrel. - Dijo llamando levemente su atención. - Disculpe nuestros modales debidos a la tensión de estos últimos días. Mi nombre es Michael Clayton, del Clan Ventrue. Enviado de la arconte Verrati y, como usted, recién llegado a la ciudad. Llevo aquí una noche. - Explicó. 

- Me parece que las amenazas de voy a llamar a papá o te voy a petar el cacas - dijo ambas expresiones como si claramente le disgustara emplear ese tipo de lenguaje - si no haces lo que te pido, están de más. Y se lo digo de buenas. - añadió en un tono más serio, pero sin mostrar ningún tipo de enfado. - Más que nada porque estoy seguro de que el señor D'Tourgh y la señora Verrati querrán que colaboremos, y no que nos lancemos con los colmillos a la yugular... - Suficiente tenían con el Sabbat como para tener que preocuparse de disputas internas.

- El resumen, a grandes rasgos, es como le ha contado Ford, y como he dicho antes, cuando lleguen los Primogénitos nos pondrán al día a todos y ellos mismos harán las presentaciones oportunas. - Ladeó levemente la cabeza para mirar su reloj, le extrañaba que aún no hubiera llegado más gente. 

No dijo más. Sus ojos pasaron momentáneamente por McAllister, ya que por lo que Clayton sabía, era el más indicado para tomar la palabra y dirigir a los presentes. Después de todo, el Ventrue era un recién llegado y ni pinchaba ni cortaba nada allí.

Allí todos eran nuevos. Y para Antuán en aquel momento lo que le era nuevo (que no desconocido) era el picor en los nudillos que le estaba produciendo el nuevo "alma de la fiesta" que acababa de llegar y ya estaba empezando a gritar como si aquel fuera el ranchito del que lo habían sacado: si le quitabas el chandal y le ponías un sombrerito podía verlo como el señorito que sin duda era en el fondo, vestimenta o no. Y el último brote de amenazar de hacer de chivato tocó una fibra en el almacén de desprecio en su corazón que hizo que la bestia se agitase, entusiasta, ante la posibilidad de poder liarse con algo.

-"MENUDO PEDAZO DE MIERDA. ¡AAYYY LA NIÑITA CHIVATA!"

Agradeció que un vampiro con más experiencia, percha y en general vampirismo por delante de él se encargara de abordar la situación o habrían acabado a hostias allí: no sería el primer Gangrel con el que lo hacía, ni con el clima dudaba que fuera el último. Ahora bien, darse de hostias en el eliseo era lo más seguro una mala idea, a menos que tuvieses suerte y los habituales lo considerasen más una Refriega Encantadora que algo que violase la Pax Vampirica, y dejar el destino de tu pellejo al capricho de un montón de encantadoras personas, un planazo no era.

-Soy Antuán, del clan Toreador -dijo, después de que Ford se refiriera a él- recién llegado como tú, enviado como tú, pero que ha decidido que hablar como personas civilizadas en lugar de decidir "me voy a chivaaar" como si fuera la maricona más grande del mundo era un plan mejor. Descabellado, lo sé.

Fue acercándose hasta él. Randy podía resultar ser todo lo zumbado e inmune a amedrentamiento del mundo, pero eso no quitaba conque Antuán, con su envergadura y su actitud y su rabia pulsando lenta pero constantemente, no transmitiese una imagen intimidatoria; no sólo "intimidante para un toreador", sino intimidante en general. Incluso aunque fuese la clase de persona inmune a la persuasión mejorado, uno tenía que respetar aquella clase de capacidad. O eso o mantenerle un ojo encima y ponerte a susurrar con tus compañeros justo cuando pasase por ahí.

-¿Quieres que seamos amigos? Apaga tu ordenador, Randy, apechuga con cómo entras como un hombre demostrando que tengas al menos la mitad de las pelotas que Dios le dio a un hamster y ven a hablar con nosotros mientras cambiamos impresiones sobre todo lo que ha pasado y cómo podemos conseguir acabar con todo esto cuanto antes.

Podría no haber sido la mejor forma de presentarme, pensó el toreador, pero lo NECESITABA. Y no se mentía en su propia cabeza: de no haber cedido un poco y haberse tomado aquel pequeño respiro hubiera podido acabar por reventar. Y nadie quiere eso delante de todas las autoridades.
 

-¿Homoglobina es algún tipo de neologismo para referirse a la sangre de los homosexuales o algo así? Intento estar al día de las filias de hoy en día, pero esa no la conocía.

-¿Uh? *, na tio sólo son globos identicos, ya sabes de los rojitos.

Al parecer el tipo este por fin se dispone a narrar, mientras voy mirando el ordenador y jugando al Candy Crush, dividiendo mi atención en ambas partes.

-Te cuento lo que se. El Sabbat ha atacado, su foco fue el ayuntamiento donde hicieron algún tipo de ritual con un tipo en pelotas en mitad de una habitación. En su ataque mataron al príncipe, por lo que se supone que hay algún tipo de topo en la Camarilla. Antes del final de la noche se escaparon, usaron cabezapalas para el ataque, como hacen siempre. Capturaron a unos cuantos, pero no se mucho más, fuimos a por Antuán, ese guapetón de ahí con cara de pocos amigos y un corazón que no le entra en el pecho. Yo sospecho que tienen a un Assamitah con ellos. Pero no lo sé con certeza. Imagino que cuando empiece el show te informarán de más. Ah, y yo soy Ford. Archibald Ford. Me gustaría conocer a Caricias. -Sonrío. -¿A que no sabes qué coche tengo?

-Pues supongo que tienes tu coche. Probablemente le conocerás. Sí, probablemente.

Ahora se dirige a mi el tipo trajeado, por lo menos tocar los cojones al personal hace su efecto, han dejado de ignorarme, aunque sólo sea para mostrar remilgos y amaneramiento.

Señor Randy... de los Gangrel. - Dijo llamando levemente su atención. - Disculpe nuestros modales debidos a la tensión de estos últimos días. Mi nombre es Michael Clayton, del Clan Ventrue. Enviado de la arconte Verrati y, como usted, recién llegado a la ciudad. Llevo aquí una noche.

-Guay.

El tio prosigue.

- Me parece que las amenazas de voy a llamar a papá o te voy a petar el cacas - dijo ambas expresiones como si claramente le disgustara emplear ese tipo de lenguaje - si no haces lo que te pido, están de más. Y se lo digo de buenas. - añadió en un tono más serio, pero sin mostrar ningún tipo de enfado. - Más que nada porque estoy seguro de que el señor D'Tourgh y la señora Verrati querrán que colaboremos, y no que nos lancemos con los colmillos a la yugular... - Suficiente tenían con el Sabbat como para tener que preocuparse de disputas internas.

-Eh tio, en honor a la verdad solo os he dicho que os petaría el cacas, nada de avisar a papá. Joder, si hasta es probable que os gustara... Además, no hay disputa si dos no quieren, y no queréis, ¿verdad?

- El resumen, a grandes rasgos, es como le ha contado Ford, y como he dicho antes, cuando lleguen los Primogénitos nos pondrán al día a todos y ellos mismos harán las presentaciones oportunas.

-Vale, entonces por lo visto todos tenemos la condición de extraños en la ciudad, ¿no es así? Muy mal les tiene que haber ido durante el ataque para que no haya un "nativo local" por aqui. Bueno, seguro que el Príncipe opinaría lo mismo, perdonad el chiste.

Veo que se acerca un tio raro, que quiere decirme algo, joder, creo que le voy a dar por detrás con el puño, me pone.

-Soy Antuán, del clan Toreador -dijo, después de que Ford se refiriera a él- recién llegado como tú, enviado como tú, pero que ha decidido que hablar como personas civilizadas en lugar de decidir "me voy a chivaaar" como si fuera la maricona más grande del mundo era un plan mejor. Descabellado, lo sé.

-Perdona Antonito, pero... creo que eres mas tonto que mear contra el viento. ¿Dices lo de chivarse por el netbook que graba audio? -inclino la cabeza para mirarle a los ojos sin que el cristal de las Rayban interfieran- primera regla del vampirismo, no des una puta mierda por sentada. Si grabo audio, es porque luego repasaré en casa todo lo que se diga. Si sois tan niñatos y tan precoces como un preadolescent al que le salen los primeros granos en la cara... joder, alguién deberia revisar el perfil de tu Sire por haberte dado el Abrazo, no te me ofendas.

Si, me pone cantidad. No sé si quiero ostiarlo, comermelo o follarmelo. Quizás combinarmelo. Hasta he interrumpido la partida de Candy Crush por él. Debe ser el efecto ese de glamour muerdealmohadas de los Toreador tan legendario. Pero bueno, dónde esté una buena morenaza frígida...

-¿Quieres que seamos amigos? Apaga tu ordenador, Randy, apechuga con cómo entras como un hombre demostrando que tengas al menos la mitad de las pelotas que Dios le dio a un hamster y ven a hablar con nosotros mientras cambiamos impresiones sobre todo lo que ha pasado y cómo podemos conseguir acabar con todo esto cuanto antes.

-Na colega, mi netbook se queda dónde está. No necesito chivarme de nada, a ver si os entra en la cabeza. Habéis dado cosas por sentadas, por un ordenador que graba audio, y una frase de que el arconte desea blablabla. Mira que nuestra especie es algo paranoica, pero lo vuestro es digno de una telenovela mexicana.

Hago otra pausa y añado:

-Quizás mañana, o la siguiente monte una fiesta de las mías, estás invitado Antonito.

Me ha caido en gracia, quizás le parta los dientes con algo de musica y luego seamos amigos.

-Pero lo importante ahora, si, es entender un poco más la situaciónn que nos ocupa, por ejemplo... Archibald habló de que probablemente tenían un Assamita tocando las pelotillas del hamster de antonito, y me pregunto, que le hace pensar eso. ¿El sabbat atacó con un grupo heterogenéo en cuanto a clanes o era algo más reducido? Saber a que nos enfrentamos puede ayudarnos a prepararnos. ¿Empezó el ataque pronto?

Hago otra pausa, y miro a la morenaza**

-Eh bombón, ¿tu no hablas? ¿O eres sólo físico?

Escucho con atención lo que dice aquel cretino y arqueo una ceja.

-El bombón... -empieza a decir-, o el pibonazo, como antes me has llamado, tiene un nombre.

Le miro de arriba a abajo.

-Y, usando tus palabras, me la pela que tu sire sea un arconte. El señor Antuán está en la misma situación que tú y ha demostrado tener el triple de educación y respeto. De manera que cuando me trates con respeto y como merezco, yo haré lo propio. 

Espero unos segundos.

-Hasta entonces, le seguiré ignorando. 

-Milady- digo con cierto sarcasmo- creo que su problema es la falta de atención. Se habrá dado cuenta, que, uno nunca llegó a decirme su nombre, y dos, que nunca dije que mi Sire fuera el arconte. Na, mi Sire probablemente rechazaría algo así, ya sabe como somos los Gangrels, ¿verdad?... Na, en serio, que coño va a saber. Ahora, que ya le he mostrado respeto madame, milady, señorita, majestad, ¿tendriais la gracia por ventura de poner nombre a tan hermoso rostro para que la inccertidumbre no asole mi solitaría alma?

Lo que había visto no le impresionaba.

Todo lo que había exigido en un momento así había sido una cosa: que achacase. Con más o menos gracia, la soltura y el arte a la hora de disimular la quemadura siempre era un plus, pero a la hora de la verdad lo único que le pedía a un hombre, como había dicho (¡vampiros que creen en lo que dicen!) es que le echase pelotas y admitiese sus errores. ¿Y el tal Randy? Había reído, había desfachateado, había sobre todo lloriqueado con todos y con ninguno amparándose en ridículos detalles como si aquello fuera un juicio legal con tecnicismos y no un jurado de sus pares. Pares que no se encontraban muy contentos con cómo se había comportado el hombre.

-...maricón

Era un epíteto terrible para lanzárselo a un Gangrel. Pero, por mucho que la mayoría hubiera conocido hubieran sido gente muy legal, tenía que haber manzanas podridas. Por estadística. Le mantuvo la mirada por unos momentos mientras trataba de mantener al margen las ganas de reventarle la cara, que se estaba buscando como loco.

"..."

¿A qué clase de persona se le ocurrió que SUBNORMALES NARCISISTAS CICLOTÍMICOS serían activos geniales para una guerra? ¿Era alguna clase de maniobra para deshacerse de la gente más inconveniente de la forma más cara posible? ¿Qué clase de persona había visto semejante entrada de semejante subnormal puro material youtubero y había dicho "sí, esto es lo que busco"?

-...

-Cinco, cuatro, tres, dos, uno. Respira. Concéntrate.

-...

-Venga. Tú puedes

-Sí. Sé como son los gangrel: lo contrario que tú ahora. Cierra la boca y ven a planificar. Randy -dijo, dándole la espalda y volviendo hacia donde había estado antes, desentendiéndose del gangrel millonario- Para que podamos empezar la reunión con todos los componentes. Cierra lo demás y muévete, por favor, te estamos esperando.

Para poder decir aquello había apretado tanto los dientes que seguro que se había hecho agravadas: ser el "chico grande" en aquella situación le estaba costando muchísimo. Nadie le dijo que la población sería tan descaradamente escoria sobre la tierra por aquellos lares... de donde venía al menos se molestaban en esconderlo. Sentían VERGÜENZA de ser así.
 

Sonrío de forma educada, como siempre hacía cuando alguien me ponía un café o me abría la puerta. Ese tipo de sonrisa discreta y, hasta cierto punto, artificial que dejaba siempre la duda de si sería sincera o no.

"Desde luego prefiero a Ford. Su humor es mucho más tolerable".

-Jaime -me limito a comentar con mi dulce voz.

"No has empezado bien conmigo capullo."

Clayton tuvo que controlarse para no poner los ojos en blanco ante semejante comportamiento. Una falta absoluta de educación y etiqueta por parte del novato, desde luego... Pero quizá era simple bravuconería... o palabrería... o a lo mejor estaba intentando sencilla y llanamente... provocar.

¿Con qué absurdo motivo dado que estaban en medio de una guerra? No alcanzaba a comprenderlo pero los vástagos se movían por oscuros designios y en algunas ocasiones incluso simplemente eran los peones de otros. Quizá Sarah deseara poner en su sitio al gangrel... o si no ya lo haría Smith en cuanto hiciera acto de presencia. Por el momento, Clayton no iba a obligar a Randy a comportarse como era debido. El tiempo, y los demás vampiros, se encargarían de ello.

Aunque no pudo evitar dejar una advertencia más al advenedizo.

- Con ese comportamiento no va a hacer muchos amigos por aquí... señor Randy. - Comentó con bastante indiferencia.

No participo de la conversación, pero hago un apunte a mi compañera en voz baja aunque audible.

-¿Porque nos mandan a los tronados de otros sitios a "ayudar"?

Sulto una risita ante el comentario de Françoise.