Partida Rol por web

-Te acompaño Jabien.

Dice el eorlinga. Se siente desnudo sin Argento e incómodo. Le falta una parte esencial de su ser.

Amarth habia estado silencioso la mayor parte del viaje, y ahora analizaba la escalada, el lugar mejor o al menos mas comodo era el camino, pero tambien el mas obvio para ser descubierto, parecia casi imposible el evitar la escalada, luego vio como Jabien y Albodir se movian para comenzar con la misma y este les siguió con precaucion y sigilo, mientras tdos cumplieran su cometido, todo iria bien, el plan era bueno....o al menos a priori. 

Glorfindel y sus seis elfos contemplaban satisfechos cómo el grupo tomaba sus posiciones y su estrategia de ataque. Los siete elfos se colocaron en la misma posición que Narmo, y todos apuntaban al enemigo junto a Adrahil, Narmo y Rotengon. Gregori dio un rodeo para posicionarse detrás de los orcos, y Giroth comienzó a descender oculto a los ojos de los enemigos.

A la señal convenida, nueve flechas y una piedra surcaron el cielo, una descarga mortal, que acabó con la pequeña guardia orca, y si alguno conservaba aliento, Giroth se encargó de cercenar la vida que en la criatura quedara, con un tajo certero de su espada corta.

Glorfindel sonreía, y el grupo avanzó trepando por la colina algunos, y por el camino principal otros como Tosur y los eorlingas. Todos ocultos con sus capas, en la medida de sus posiblidades. Al llegar a la entrada de la torre, Rotengon que saqueaba los cadáveres, sacó una llave grande y herrumbosa, sin duda la de la puerta principal, y cuando hacía alarde de su descubrimiento, una visión paralizó a nuestros héroes.

Desde la colina al noreste de la torre, entre la niebla se intuía un ruido poco tranquilizador, y a través de ella consiguieron ver una horda de orcos, que corrían hacia la torre con las armas en ristre. Hachas, lanzas y alabardas, toscas pero terribles, que apuntaban a su enemigo en claro reto.

Gregori que se encontraba bastante cerca, corrió hacia la torre donde estaban sus compañeros, no sin antes ver una torreta de vigilancia hecha de madera desvencijada, que se encontraba en lo alto del risco, y de donde surgían los enemigos. A bote pronto contó cuarenta, o cincuenta orcos, quizás más, y su furia estremecía a cualquiera.

Glorfindel conservó la calma y habló en términos claros:

-La hora ha llegado, de que nuestros caminos se separan. Nuestro destino está en vuestras manos, así que id, id dentro y cumplidlo, pues os prometo que de aquí no pasarán. Mis elfos y yo contendremos el ataque, aunque cueste nuestras vidas, y así podáis acabar la misión que se nos encomendó, cuya importancia está por encima de todo. ¡ID AMIGOS! Que iremos a vuestro encuentro, en cuanto terminemos con esto.

El noldo desprendía un aura tan magnífico y poderoso que no pudieron sino hacer caso a sus palabras, y con celeridad entraron en la torre, dejando fuera a Glorfindel con sus sus seis elfos, que tomaban posiciones y lanzaban una descarga cerrada de flechas a sus enemigos. El valor de los compañeros les infundió ánimos y una llama cálida y fulgurante ardía en su interior.

Y así fue como atravesaron el portón de entrada, y entraron en la extraña torre de granito negro, que se levantaba del suelo sólo unos metros. En el interior les esperaba una estancia diáfana, y con columnas del mismo granito que se extendían hasta el techo de vigas de madera y piedra. Ausencia total de muebles y ornamentos, y un hedor a viejo, a podredumbre y a humedad.

En el centro de la amplia estancia se encuentra una escalera de caracol que baja. No se escucha nada, salvo algunos sonidos que parecen lejanos, pero que sabéis que son la batalla que se desarrolla fuera de los muros de la torre, que amortiguan los ruidos exteriores de una forma asombrosa.

No sabéis el tiempo que aguantará Glorfindel, pero la prisa apremia.

Rotengon dejo atrás la cara de hobbit despreocupado , era el momento de actuar , de avanzar sin demora , había trabajo que hacer y todos esperaban que él avanzase despejando el camino .

Id unos pasos detrás mio y a la mínima señal que os haga os detenéis . Dijo el pequeño hobbit avanzando hasta la escalera presto a revisarla .

El busca trampas se habia puesto en acción y ya solo se centro en su trabajo , dejo las bromas y las ironias a un lado y confió en que sus compañeros le protegiesen el culo en caso de encontrar problemas .

Narmo se colocó inmedatamente detrás del hobbit con el arco preparado para disparar, su mejor visión en aquella semioscuridad y la más que probable estrechez de los pasillos harían de su arco un arma mortal a cierta distancia, si la lucha se volvía cuerpo a cuerpo dejaría pasar a los compañeros más duchos en este tipo de lucha -Yo iré detrás del mediano para cubrirlo a distancia, que la gente de choque este preparada para cargar en cuanto se disparen las flechas ...- Con una mirada de aprobación y admiración a Rotengon por haber tomado la decisión de encabezar la marcha y despejar el camino, el elfo dejo pasar al mediano en el comienzo de la escalera y se situó detrás de él.

Después de la entrada apresurada en la torre, Jabien se detiene un momento para echar un vistazo alrededor, a las imponentes columnas que les rodean, sin embargo el sordo ruido de la lucha le hace salir de su ensoñación y espera a que sus compañeros avancen por la escalera ...

Mientras tanto se acerca a las columnas y las observa con atención, como preguntándoles a estos centinelas de piedra que sorpresas le aguardan en el interior de la torre que custodian.

Rotengon se toma su tiempo en asegurar la escalera .

Gregori está asombrado de la locura de Glorfindel y sus secuaces elfos

-Miedda, miedda ¿Cómo nadicez puezen ziquiera cdeé que aguantadán a un ejéddito de odcoz elloz zolo? ¡No van a dudá ni un zudpido ahí fueda! ¡Y dezpué loz odcoz entadán en tomba en la todde y acabadán con nozotoz en menoz que canta un gallo! -susurra, para no espabilar a los guardias del interior de la torre-.

Mientras los demás esperan a que Rotengón Cebollón asegure el camino. Gregori trata de accionar las cerraduras de la puerta para trabarla e impedir que los orcos entren y el grupo sea masacrado cruelmente, excepto los hobbits, que serán convertidos en almohadas y cojines.

No debes preocuparte, daran buena cuenta de un buen numero de ellos antes de que puedan entrar aqui, y si lo hacen, nosotros tambien tendremos algo que decir...nadie vende su piel varata amigo, nadie, cuando uno lucha por su vida, se es mas diestro que cuando se hace por dinero... 

Amarth sacó su espada de su funda sin hacer demasiado ruido y asintió a las palabras del elfo, asiendo con fuerza y con determinacion la espada que sus compañeros elfos le habian proporcionado..... 

Gregori echa la llave por dentro, y asegura la entrada con un tablón travesero, mientras Rotengon asegura la escalera. El hobbit observa que el segundo escalón tiene algo extraño, si bien no logra descifrar si tiene algún mecanismo, pues teme accionarlo si realiza alguna prueba. Finalmente concluye que puede ser un escalón con trampa de impacto, o simplemente un escalón mal ensamblado. Es cuestión vuestra averiguarlo.

En el piso de abajo no se escucha absolutamente nada, y ya en la escalera se observa la oscuridad que sin duda reinará en el piso inferior.

Aboldir entra, desconfiado, justo detrás de sus compañeros y comprueba satisfecho como el pequeño hobbit Gregori cierra y atranca la puerta.

-Bien Hecho, maese hobbit. Aunque así les cerramos la huida a Glorfindel y sus valientes elfos.

A continuación mira la estancia en la que están, buscando alguna antorcha sujeta en algún soporte en las paredes que pueda usar para iluminarse en su descenso por la escalera.

-¿Alguien tiene antorchas?

Quietos , este escalon es muy sospechoso , lo mejor será evitarlo , no tenemos tiempo en ponernos a desactivarlo ... dice el hobbit olvidando que los elfos de fuera igual entran y no se ponen a mirar y caen en al trampa .

El hobbit sigue avanzando por la escalera sin olvidarse de evitar el escalon , su rostro huraño por lo normal ahora muestra una concentración en su desempeño que sorprende a sus compañeros .

¿Desactivar un escalón? que demonios podría pasar por pisar un escalón, ¿que estuviera roto y me hiciera daño en un pie? ... en fin, lo mejor será hacer caso al hobbit, el sabrá.

Detrás de Rotengon y Narmo, bajo las escaleras con cuidado de no pisar el escalón que menciona el hobbit.

El enano es practicamente el ultimo en entrar en la torre oscura, momentos antes de que el mediano de habla complicada cerrara a cal y canto el enorme portón de entrada...

- Grrr!!!! Porrr poco!!! Porrr poco me dejais fuerrra!!! Y me dejais sin parrrticiparrr en la fiesta!!!!! sonrie y se carcajea, mientras entra corriendo y a trompicones en la oscura estancia con su cortitas pero robustas piernas...

Pero al instante se calla para evitar hacer mas ruido... suficiente escandalo hace con tan solo respirar.... Y comienza a observar, que no admirar, la sala donde se encuentran, no demasiado alta pero si realiza con un exquisito material, granito negro, un curioso elemento...

Mientras avanza lentamente hacia donde se encuentran sus compañeros, el centro de la sala, donde se ubican las escaleras, Tosur sigue mirando hacia el techo, las paredes, el suelo... Cada detalle, por pequeño que sea, pasa por los ojillos redondos y profundos del enano.

Escucha las palabras del otro mediano, el de porte no tan distinguida, pero mas entendible, aunque por las pintas mas rufian que el otro...

Una trampa dice... este mediano no tienen idea lo que se puede hacer con la piedra.... piensa el enano que se abalanza sobre sus compañeros y se intenta alzar, dando saltitos para observar dicho escalon.... Lo observa y se queda pensativo....

Mmmmm..... extraño escalón.... cualquier cosa podria ser accionada.... mmmmm.....

Aunque algo mas importante le llama la atención... Tosur se asoma levemente por el agujero de las escaleras sin bajar aun, y sin cambiar su semblante pensativo y cejijunto se dice a si mismo....

Retruecanos!!! ¿Que profundidad tendrá este lugar?

Tósur se asoma por el hueco de la escalera, viendo que ésta se corta en el nivel inferior al que estáis. No es posible conocer la profundidad de la torre invertida, al menos no desde ahí. Aparte de eso ve poco más, y coincide con Rotengon en que ese escalón tiene algo extraño. Observa la construcción, y deja claro que no es de obra enana, pero que a pesar de ser hecha por humanos... no está mal.

Rotengon abre la marcha descendiendo las escaleras de caracol, y el grupo llega a otra estancia similar a la de arriba, muy amplia, redonda y de unos veinte metros de diámetro, ocupando el piso entero de la torre. No tiene ningún tipo de muebles, aunque los muros de roble están bellamente tallados y el embaldosado suelo está adornado con alfombras que en su día fueron bonitas, ahora ajadas por el tiempo.

La oscuridad es mucho mayor que en el piso superior pero, con ayuda de las luces, podéis ver que hay seis puertas con el mismo espacio entre sí. Cada puerta tiene una letra sobre ella con pintura dorada. Observáis bien la estancia y descubrís una inscripción en la pared, también con letras doradas aunque de menor tamaño que las de las puertas. Son seis versos que dicen así:

Bien sabes que puedes acabar encerrado,
cabizbajo en una oscura y sórdida prisión,
donde el dolor te dice muy claramente:
este camino, amigo, no tomes jamás,
fidelidad a tu corazón es la senda pues,
a la oscura celda seguro no quieres volver.

Tosur cierra la comitiva. Baja las escaleras, teniendo cuidado con ese escalón, y siempre observando derredor. Cuando llega a la nueva estancia y ve todas esas puerta y la inscripcion en lengua común exclama sobresaltado...

- Brurrrr!!!!!! Que tipo de verrrrsos son esos!!??? Y parrra que tantas puerrrtas!!!! Que clase de acerrrtijos nos deparra!!!??? Brrrrrr!!!!! Mas y mas palabrrrerrria!!! Brrrr!!!! Que hacerrr ahorrra amigos!??? Que hacerr ahorra???? Brrrrr!!!!!

... dice agobiado y algo estresado, no acostumbrado a este tipo de empresas... en las que se requiera un esfuerzo a mayores en lo que a pensar se refiere....