Partida Rol por web

Caballeros de la Antigua República - Vol. 1

Taris

Cargando editor
23/01/2010, 02:56
Aladiah

Desde que aquel rodiano abrió la boca junto a los dos "semejantes" a aquel tipo que inspiraba un aura que dice algo parecido como "conmigo no te metas", supe que aquello cabaría en pelea, o con el bajito pisoteado o con los tres matones muertos, en cualquier caso lo ultimo que nos hace falta es meternos en problemas,  en "mas" problemas.

Mis manos reposan bajo la capa cerca del sable de luz, una medida meramente de precaución, ya no solo por los recientes acontecimientos sino por el lugar en general. Entro en la taberna apartandome del camino del cazarecompensas que había demostrado una habilidad mas que suficiente para matar y sobrevivir en este tipo de entornos, habilidad que probablemente me hubiese superado en caso de estar en el lugar del rodiano y los dos twi´leks.

No podríamos pasear por la taberna diciendo "oye, has visto una mujer con pinta de jedi por ahí" habría que ser algo mas sutil, y desde luego para un buen observador, no pasaría desapercibida mi capa de la orden y eso puede traer problemas, o como minimo rechazo. En este entorno se mueven mejor mis "compañeros" que yo, de momento, observaría con paciencia con la esperanza de que Doe no la armara, o si la armaba, no verme involucrada en su fiesta particular.

Cargando editor
23/01/2010, 07:31
Director

  Aladiah tendría algo a su favor, había mucha gente encapuchada allí, gente cuyos ávidos ojos miraban el botín que representaban los moteros swoop muertos. Pero como todo animal de carroña era apropiado esperar a que el depredador de marchase, para evitar...enfrentamientos innecesarios. El hecho de que Aladiah se apartase permitió el suficiente espacio como para que el cazarrecompensas pasase junto a Doe con dirección a la salida. Ni se rozarían, y aquella mirada perdida bajo las gafas oscuras se quedaría en nada.

  Escrupuloso silencio y un caminar tranquilo...

 A medida que se alejaba todo volvió a su curso, incluso los gritos de la gente dentro de aquel tuburio galáctico.

 - ¡Holdan! ¡Maldita sea, invitate a otra copa!

 Se oyó en la sala donde tocaba la orquesta y bailaban las bailarinas twi'leks...

Cargando editor
23/01/2010, 15:02
Quell Breyard

Quell que había visto la escena, entre divertido y repugnado. Había visto pasar al tal Calo Nord y se preguntaba si se habría criado en el mismo lugar que Doe. De hecho estaba a punto de preguntarle sobre eso a Doe mientras se dirigía a la barra cuando una de las frases que eran gritadas en la cantina llego a sus oídos.

El joven era capaz de hacer el papel de cualquier cosa, con mayor o menor resultado, pero no podía reaccionar de otra manera al escuchar ciertas cosas.
Su cuerpo de paro en seco. Sus ojos se abrieron como platos. Si un observador lo hubiera seguido con la mirada, se habría percatado de que el joven estaba a punto de estallar.

Busco con la mirada el origen del sonido. Buscaba a una persona, a una única persona. Una que para él, se encontraba más allá de cualquier redención. Para él, perseguir a mujeres estaba en su lista de fechorías más abominables. Y Holdan, era el hombre que encabezaba esa lista ahora mismo.

Lo localizo, no muy lejos de donde se encontraban. Sintió el acero en su cadera. Intento visualizar como matarlo, como acabar con el de manera rápida, y sin embargo, fue esa misma idea la que hizo que su cuerpo se parara en seco, porque ya se estaba moviendo hacia su mesa.

Luego se volvió, se puso de espaldas al tipo y camino hacia la barra extrañamente callado.

No puedo matarlo sin más. Yo no sé hacer esas cosas. Y tampoco puedo provocarlo para que me dé la oportunidad de hacerlo en una pelea. Eso tampoco estaría bien.
Tengo que ser más listo, ser más superior. El es escoria, y yo, soy de la realeza. Y mucho más si me comparo con él.

Debe de haber alguna manera de usar a ese personaje, y hacer que el mismo se sentencie. Es caca de Bhanta maloliente, y yo soy mucho más listo que el.

Se sentó en la barra. Y se quedo pensativo. Por el momento no decía ni una sola palabra. Cosa extraña en el. Puesto que siempre tenía tiempo para hacer un comentario, gracioso o no, a cada paso que daban.

 

Cargando editor
24/01/2010, 20:52
Sólo para el director

Mawikku suspiró por lo bajo.
Bueno... a ver....

Echó un segundo vistazo y miró hacia la celda.
No iba a salir limpio de esta.... estaba claro. Maldita sea...

Volvió de vuelta a su celda sigilosamente, mirando el hueco por el que salia aquella agua de vez en cuando.
Me cago en la leche...

En ese lugar no fue sigiloso, es más, valía la pena que los gamorreanos oyeran que estaba allí, no fuera a ser que les diera por entrar. Se puso debajo del hueco y cogió aire

Todo sea por la supervivencia... y eso.

Cuando le cayó el chorreón, gruñó, se apartó, y se lo restregó por todo el cuerpo para eliminar su propio olor. Estaba mosqueado por tener que hacer tal cosa, aunque era necesario, y era un cazador y un superviviente. Cuando se tenia que hacer, se hacía.

Una vez listo, salió hacia afuera de nuevo. Olía mal, pero no lo suficiente como para marearse. Solo esperaba no coger ninguna guarrería con aquello.
Se dirigió hacia las cadenas y las cogiósilenciosamente. Una de ellas se la enrrolló del cuello, la otra la llevaba en las manos.

Cogió aire y trató de pisar donde no hiciera ruido, sigilosamente, como el cazador veterano que era.

Se acercó a una distancia prudencial, y cogió la cadena enrrollada, hecha prácticamente una bola, y la tiró contra la rejilla, antes del hueco por donde caía el agua, de modo que si se abalanzaban como locos se tirasen a por la cadena y con suerte cayeran. Si no... podría ayudarles él con una patada, ya se vería.

Cargando editor
24/01/2010, 23:41
Director
Sólo para el director

Notas de juego

tapado

Cargando editor
25/01/2010, 17:41
John Doe

Camino con tranquilidad hacia el interior de la taberna, sin más acompañante que el incesante tintineo de mis armas al caminar, tampoco nunca me hizo falta nada más que eso, un buen bláster a mano puede salvarte la vida, almenos en eso siempre podrás confiar, los amigos pueden traicionarte, las armas no.

No presto más atención a Calo Nord de la que merece otro gusano carroñero en este enorme vertedero espacial, cada cual a lo suyo, morir... matar... así es la vida que nos ha tocado vivir, ni siquiera esos capullos de la orden jedi aferrándose ciegamente a su estúpido código pueden saber a veces que está bien o que está mal... no... solo yo puedo juzgarme.

El nombre de ese Holdan nos recibe nada más entrar, como si el destino nos marcara el próximo paso a seguir, y Breyard ya parecía haberse dado cuenta, almenos eso dictaba su mirada. ¿De verdad te preocupas por alguien que ni siquiera conoces?. Puede que este mafiosillo de Holdan no fuera precisamente buena persona, ¿pero quien lo era?... aquella mujer, Dya... hay cientos como ellas, en cada tasca, en cada planeta... Eso no va a cambiar, y las Babosas Espaciales seguirán devorando Mynocks... ¿quienes somos nosotros para interferir en el orden que hay en el universo? Los fuertes predominan, los débiles mueren... y bastante tenemos con cuidar de nuestro propio culo.

En lo que a Holdan respecta, un capullo muerto es un capullo inútil, mientras esté vivo puede darnos buena información, por lo visto se cree importante, y eso juega a nuestro favor. Saco la tarjeta de créditos y jugueteo con ella entre los dedos, la necesitaré para pedirme un buen trago, aunque también servirá para indicarle a Holdan que estoy dispuesto a pagar por la información, seguro que debe gustarle mucho el dinero, espero que esa rata no se haga demasiado de rogar, no quisiera tener que pasar a emplear métodos menos ortodoxos, no por ahora almenos.

-Holdan, ¿no?-Le digo con decisión, manteniéndole la mirada y acercándome al pobre diablo hasta una distancia en la que podría partirle el cuello con apenas un par de movimientos.-Verás, estoy buscando a una persona, una mujer humana, con pinta de jedi... he pensado que quizá una persona con tantos contactos e influencias como tú podría saber algo.

Tuerzo la cabeza mirándole con curiosidad, lo menos que puedo esperar es alguna bravuconada, pero no puedo perder más tiempo con tonterias, quizá he sido demasiado directo, pero... que más da... si esto va a acabar a golpes mejor que sea pronto que tarde.

Cargando editor
15/06/2010, 21:39
Holdan

- ¿Tengo pinta de droide de protocolo? - Su rostro, en apariencia tranquilo, quizás más sereno de lo normal por lo que estaba bebiendo se frunció por completo repudiando el intento de acercarse de Doe.

 - No he visto nada. Si estás buscando a alguien para eliminarla y cobrar la recompensa...

 sujetaba la bebida con la siniestra, era zurdo, o se había cuidado bastante de tener el bláster a mano...

Puede que John fuese de su calaña y eso no es que inspirase confianza pero había cierto respeto entre la gente del oficio, por lo que...

 - deja que te aconseje que no vayas preguntando por ahí, nisiquiera a tipos como yo. Tienes suerte de que no esté interesado en ninguna recompensa más por el momento. Podrían robarte la caza. ¿entiendes?

 Si quieres información adicional ve a preguntarle a Zax...aunque visto lo visto, cada día son más las personas que creen tener madera para ser cazarrecompensas. Puede que tenga algo para ti, incluso algo sobre esa que estás buscando.

 No se podía decir que fuese un tipo especialmente educado, pero tenía mejores formas que muchos otros allí y en cualquier planeta del borde exterior de la galaxia. Luego se giró ignorandolo...y siguió bebiendo, dando por concluída la conversación.

  Estoy de los novatos hasta las células de energía.

 No habría pasado por alto como John jugueteaba con la tarjeta de créditos, aquello...contra todo pronóstico, no parecía interesarle.

Cargando editor
15/06/2010, 21:47
Director

 Un hombre, bastante borracho se acercó a Quell, a decir verdad, no le interesaba él, aunque le dedicó una mirada extraña. Era un humano de cabello revuelto y bastante sucio, por el aspecto no tendría ni un jodido crédito. Vigilaba de reojo a Doe, que se había adentrado mucho a la cantina, y a Asyr Weir, con asco...

  Al final terminó por caer al lado de uno de los cadaveres de los rodianos, sus manos palpaban sus bolsillos en busca de algo, miraba a los lados, como si esperase que aquellos oportunistas que acababan de llegar reclamasen el botín.

  Pronto recogería algún arma, y en su estado, podía ser peligroso.

Cargando editor
15/06/2010, 22:59
John Doe

Un droide de protocolo... Sonrío de medio lado, recordando al joven Breyard y su verborrea incesante. Muy bien Holdan... Sin duda se creía un tipo duro, demasiado para ser un perro del Intercambio, quizá para él tener madera de cazarrecompensas consistía en poner precio a la cabeza de una ramera sólo por que le rechazó delante de sus colegas, patético. En algo si se parecía a un droide de protocolo, en la ausencia de cojones.

-Si buscara una recompensa te habría traido la cabeza de esa... ¿como se llamaba?... Ah si... Dia. ¿Dicen que te cortó con un vibrocuchillo no? Visto lo visto, cada día son más las personas que creen tener madera para ser cazarrecompensas.

Me giro y comienzo a caminar lentamente, nadie va a robarme la caza, no son sólo unos créditos, sino que necesito a esa jedi para encontrar las respuestas que necesito,con la Espiral Endar destruida quizá sea la única que pueda arrojar algo de luz a mis pensamientos. ¿Por que tengo tantas lagunas?... Era como si me hubiera pegado la peor de las borracheras.

-Gracias por la información, Holdan.

La conversación había concluido, y probablemente había conseguido captar lo suficiente su interés, quizá me fuera útil más adelante. Antes de ir a hablar con ese Zax me acerco donde está Breyard y los demás, no hay motivo por el que no puedan venir conmigo a hablar con ese Hutt, si tienen alguna pregunta quizá puedan encontrar respuesta, esas babosas suelen estar sorprendentemente bien informadas, algo impresionante teniendo en cuenta lo poco que se mueven.

Observo al mendigo que se había acercado a Quell, y que ahora rebuscaba entre los cadáveres que había dejado atrás el Mandaloriano.Lo último que necesitabamos ahora eran más problemas, y un borracho organizando jaleo podría traernos más de un percance, sobre todo cuando en mi grupo hay más de un capullo dispuesto a hacerse el héroe.

-¡Aparta, carroñero!

Pateo al desgraciado para que se aleje de los cadáveres, quizá tengamos suerte y se quede tirado durmiendo la mona. No reclamaría el botín, no eran mis bláster las que habían hecho el trabajo,pero áquel hombre podría interpretarlo como tal, y quizá se marchara a molestar a otra parte.

Solo espero que a Breyard y a la monjita Twi'lek no les salga la vena protectora, tampoco lo he matado, solo le he dado una patada, en ocasiones una buena patada es más instructiva que una charla filosófica, probablemente a mi me habían echado a patadas de más de una tasca.

Cargando editor
16/06/2010, 11:59
Quell Breyard

Breyard estaba indeciso. Por un lado veía a un pobre y desvalido mendigo. Por otro, veía sombras donde quizás no debía. Le daba la impresión de que aquel tipo ocultaba algo.

Sabía que estaban en un lugar peligroso, y no se contaba con la cantina. Que ya era peligrosa de por sí. Sino en que los Sith estaban tras ellos, igual que tras la Jedi.
Aunque creía que había convencido a su amiga Evelyn, y estaba seguro de que ella era una buena persona atrapada en la espiral de caos que habían generado sus enemigos, no podía dejarse engañar.

Estaba a punto de quitar al vagabundo de encima de los cuerpos. Si, podía que solo buscara un puñado de créditos para la siguiente copa. Pero también era posible que buscara algo para hacerles daño. Quizás un arma escondida. No lo sabía. Sin embargo no llego a pronunciar las palabras que tenía en la mente. Dhoe le propino un puntapié y lo saco de encima del cuerpo.

¡Eh!

Iba a decirle a su alterado amigo que no golpeara a aquel hombre. Pero se callo. No tenía ningún argumento para mandarlo a callar.
En su lugar obro como considero.

Se agacho el mismo, y rebusco entre los cadáveres. No era una tarea agradable, pero era la mejor opción.
Con todos los créditos y armas a mano, así como las cosas interesantes podía obrar con sabiduría.

Cuando lo tuvo todo, tiro un puñado de créditos al vagabundo. Si de verdad solo buscaba la manera de beber una copa mas, hay la tenia. Ahora ya no podía hacer nada más contra ellos.

Notas de juego

Bueno, me he adelantado un poco, pensando que encontrare cosas. Pero solo lo digo para dejarle dinero al tipo y que nos deje en paz.

Cargando editor
16/06/2010, 20:03
Director

- ¡Gracias alteza! ¡Hic!

 Saludó militarmente desde el suelo habiendo perdido el equilibrio tras el golpe de Doe, allí todo era cambiante, por un lado podía parecer que el borracho no sería ningún problema, nada es lo que parece, podría ser un miembro de una de esas bandas de Swoop, uno de esos que no tiene nada que perder ...

  Holdan ahora hablaba con una bailarina Twi'lek, Quell podría ver desde lejos la cicatriz que tenía en un lateral de la cara, muy cerca de la oreja, sin duda una herida procurada por un vibrocuchillo que de haber sido más preciso podría haberlo matado...

  Con las armas en los brazos, los pocos créditos de los que disponían, una tarjeta de créditos con cinco créditos, y diez créditos de los que almenos cinco acabaron siendo para el borracho, hacian que su movilidad se redujese...con creces, sería contraproducente ir con eso por ahí.

 El borracho se arrastró cerca de la jedi, y se quejó..

 - ¿Qué? ¿qué demonios te crees que eres? ¿Un jedi? - Lo peor de todo quizás es que le había confundido con un varón...quitarse la capucha sólo haría que la confundiesen con una esclava, quizás sería hasta más oportuno, almenos pasaría desapercivida en un lugar tan lascivo y pobre como aquel. Pero aquel hombre no insistiría, no con Doe cerca.

 

Notas de juego

Para recordar (si no veis el mapa decidmelo en el off)

   1 - Entrada/Salida

   2 - Vendedor (Pazaak) Uriah

   3 - Gelrood, el Tiburón de la mesa de Pazaak

   4 Encuentro con Calo Nord

   5 - Hombre del intercambio, Holdan

   6 - Posición actual

   7 - Bailarinas twi'lek

   8 - Zax el Hutt

   9 - Por definir -

Cargando editor
16/06/2010, 21:52
Aladiah

La indiferencia sería la mejor aliada en una situación asi, y desde luego me preocupaban mas otras cosas que el echo de que Doe pateara a un borracho. El el mundo de los ciegos el tuerto es el rey... ¿no?.

Aquel no era un sitio en el que supiese o debiese moverme o mostrarme, ya de por si los que iban conmigo eran perseguidos por los sith, tendríamos mas problemas aun si se corre la voz de que van con una Yedi.

Di un paso atras para salir del alcance del borracho sin dedicarle palabra alguna ni gesto, para que nos ibamos a engañar, aquel lugar había dejado de gustarme incluso antes de entrar, quizá me sientiera mas comoda en mitad de un tiroteo, pero aguardaría paciente a la decisión del resto acerca de nuestro proximo destino, el lo que tiene ser extranjera en "todos" los sentidos.

Definitivamente es mas facil manejar el sable laser...

Cargando editor
19/06/2010, 21:14
Carth Onasi

Supongo que no puede estar sin llamar la atención.

 Carth se pidió una copa, no iban sobrados de créditos, pero sería bueno para pasar desapercividos. Se colocó al lado de Quell, podría parecer que el grupo había venido bien unido, eso les daría cierta protección en contra de hacer que llamasen un poco más la atención.

  El héroe de la república era un hombre callado, en verdad no solía decir nada sin que le preguntasen, y aunque estaba comprobado que podía protestar cuando algo no le parecía correcto, se había dejado llevar por el buen hacer de Breyard y Doe.

 Miró de soslayo a la padawan.

 - Creía que eran más selectos cuando elegían a las personas para entrar en ese "club" . - Espetó Onasi susurrando entre dientes, puede que no le gustase como actuaba Doe, pero parecería tener algo contra los jedi, no obstante, hablaba con un tono jocoso, cómico, como el que cuenta un chiste o se rie simplemente de lo injusta que es la vida.

 Era obvio que se había percatado de lo dificil que le estaba resultando a aladdiah pasar desapercivida. allí olían a extranjeros y a gente fácil para los negocios del vibrocuchillo...Esto va a ser terriblemente dificil...

Cargando editor
22/06/2010, 19:45
Director

 Había bastante movimiento, el aire era algo denso allí, y había tensión en el ambiente, quizás era fruto de la intervención de Calo Nord aunque en verdad no parecía que nadie recordase aquello, como si fuera algo que estuviese a la orden del día.

 Uno de los hombres que disfrutaba de la visión de las bailarinas twi'leks pero estaba atento a lo que sucedía en la sala central y más en las carreras de Swoop en las pantallas a su alrededor hablaba con un niktos motero con una sonrisa de medio lado.

 - ¿Entonces no te animas a bajar y ver si podemos recuperar algo de las cápsulas de emergencia que han caído en la ciudad subterranea?

 Dijo con naturalidad como si él estuviera involucrado en ello.

 - ¡Ni loco! ¡Yo no bajo ahí ni por todos los créditos de la República! Los Rakghoul no son precisamente pienso de Bantha.

 Discutían...El primero decía que aún quedaban cosas por saquear, y que los cadaveres...ya no serían un problema...

Cargando editor
10/07/2010, 21:03
Quell Breyard

Bien, ya había escuchado suficiente. Si tenían una oportunidad era aquella. Podían encontrar a Bastila, claro que para eso había que enfrentarse a cosas malas y peligrosas. No le convencía mucho, pero qué demonios. No tenían otras opciones.

Sabia por experiencia, o eso le gustaba pensar, que cuando no sabía qué hacer, algo aparecía delante para solucionarlo. Así había sido una vez más.

Se acerco a Doe y a Onasi, la joven Jedi estaba peligrando a cada minuto allí, y permanecía cerca de ellos intentando no llamar la atención.

Sabéis, estoy cansado de cantinas. Llevamos un día muy malo, y he oído que los negocios que necesitamos para salir a flote se encuentran un nivel por debajo. Que os parece sin os movemos. Aquí no hay más información útil. Si alguien supiera donde está el resto de la banda, seguramente ya lo sabría hasta la última rata espacial.

Debemos de marcharnos sobre la marcha, y yo no pienso esperar más.

Alzo los brazos en jarras y los miro a todos durante apenas dos segundos, luego empezó a caminar hacia la puerta de salida. Había visto demasiadas cosas en las últimas horas, y todo lo que hacían les ponía en peligro a cada paso. Así que era mejor no estar parados demasiado tiempo en un solo lugar.

No se molesto en mirar siquiera a los tipos con los que se cruzo de camino a la salida, solo podía pensar en que tenían que hacer algo, y tenían que hacerlo ya. O si no, jamás saldrían de Taris, y aunque fuera algo poético, no le gustaba la idea de morir encerrado en un planeta que era una copia mala de Coruscant.

Cargando editor
12/12/2010, 18:33
Director

  La cantina de la ciudad baja de Taris era el mejor sitio para encontrar algo que reparar, todo funcionaba mal, y el peor sitio para hacerlo. Una contradicción, si, posiblemente, pero los alienigenas estaban recluidos allí y era mejor que estar en la ciudad subterranea, el nivel de la superficie del planeta, un lugar donde la enfermedad y la pobreza se extienden por igual.

 Ruld estaba allí por un buen motivo. El artefacto que le procuraba visión en el ojo que había perdido estaba estropeado y conseguir las piezas no era nada sencillo, el droide que servía las bebidas se había estropeado, y era dinero fácil. el lider de los Bek ocultos, un humano de tez negra, calvo y además ciego, le había propuesto que si vigilaba y ayuda a un grupo como el que podía observar allí mismo, un joven poco avispado, un mercenario de aspecto peligroso, un humano que exudaba lealtad a la republica por cada poro de su piel y una twi'lek encapuchada. éstos le llevarían, sin saberlo, a una base, la de otra facción de moteros swoop, donde encontraría todas las piezas que necesitaba, piezas que, casualmente, habían sido robadas de sus almacenes.

 Seguramente ruld aún lo estuviese pensando, aquellos tipos iban armados y aunque no resultaban tan peligrosos como Calo Nord, un mercenario que se pasaba mucho por allí y acababa de tumbar a tres alienígenas por meterse en su camino saliendo ileso. Por suerte, acababa de salir.

Notas de juego

   1 - Entrada/Salida

   2 - Vendedor (Pazaak) Uriah

   3 - Gelrood, el Tiburón de la mesa de Pazaak

   4 Encuentro con Calo Nord

   5 - Hombre del intercambio, Holdan

   6 - Quell Breyard/Carth Onasi/John Doe

   7 - Bailarinas twi'lek

   8 - Zax el Hutt

   9  Ruld

Cargando editor
12/12/2010, 19:32
John Doe

Permanezco en silencio, con la mirada perdida en el fondo de mi vaso, a ojos de cualquiera no soy más que un mercenario borracho con malas pulgas, ¿pero soy eso realmente?... La gente suele usar el alcohol para nublar sus recuerdos, para escapar de sus remordimientos, de sus temores, pero en mi mente sólo hay un mar de dudas, y un nombre que se repite, como un eco rebotándo en el vacío... Bastila...

No se si fuí un hombre bueno o malo, si cometí algún pecado, estoy seguro que tendré que responder por ello, sólo se que mi vida empezó en la Espiral Endar, en medio de la muerte y la destrucción, junto a gente que se sacrificó por motivos que ni siquiera puedo llegar a comprender. Debo seguir adelante, sea cual sea el final de todo esto. Lo importante, es lo que haga a partir de ahora.

-Marcharnos sobre la marcha-Repito en tono irónico.-Tus planes siempre son los mejores, Breyard.

Sonrío de medio lado de forma hosca, y no me apresuro para terminar la copa, no se cuando podré volver a disfrutar de un momento como este, lo echaré de menos cuando sea el barro o la sangre el sabor que tenga en la boca, el chico había dicho que no pensaba esperar más, pero esperaría a que me terminara mi grog novaniano si sabe lo que le conviene.

-No perdamos más tiempo-Digo mientras me levanto echando un vistazo a mi alrededor, después compruebo que los blasters están bien ajustados a la funda, una vieja costumbre, supongo.

Camino hasta Carth Onasi, y coloco una mano sobre su hombro, instándole a caminar aparte conmigo.

-Espero que no os importe que me adelante con Carth, tenemos que hablar cosas de mayores.-Digo mirándo a Quell, y después a Aladiah, tratándo de tocar en ellos ese orgullo tan propio de los jovenes, como hacen los viejos soldados con los reclutas, sólo para motivarlos a querer ser mejores cada día.

No se que podemos encontrarnos en la ciudad subterránea, y menos ahora, con toda esa mierda de los rakghouls, sea lo que sea, lo superaremos juntos. Espero que todo esto valga la pena.

 

Cargando editor
12/12/2010, 20:29
Carth Onasi

 

 Carth Onasi asintió a Breyard, pero como siempre Jhon Doe tenía otra perspectiva más pasiva.

 ¿No te das cuenta de todo lo que hay en juego? No es momento para beber.

 el ceño fruncido de Carth se estaba convirtiendo en algo normal. Y no era para menos, su forma de actuar siempre había distando bastante de la de Doe, y si seguáin siendo un grupo, era, sin ninguna duda, gracias al apoyo incondicional de Quell que hacía las veces de eslavón.

 La jedi no parecía contribuir demasiado a las charlas, aunque su apoyo táctico y su presencia siempre eran reconfortantes. Carth pensaba que los jedi habían exigido muchas cosas, y no acababa de entender los porqué de muchas otras, asique aunque pudiese confiarle la vida a Aladdiah, cuidaría sus espaldas vigilandola cuando no fuera necesario llegar a tanto.

 - Bien, esto suena como un plan.

 Se resignó, no tenían remedio, pero los prefería caminando que sentados y quejandose.

 No podría negar que le había sorprendido aquel trato tan cercano, la mano en su hombro. Alzó las cejas todo cuando se lo permitieron y luego las frunció de súbito, mirando a Quell.

 Vigila mi espalda chaval.

 Empezaba a pegarse aquel vocabulario tan directo. Sacudió levemente la cabeza y accedió a avanzar delante, junto a John, acercandose a él. Carth no tenía por costumbre ser un maleducado, y trataba de estar ahí después de todo.

 Tenían el mismo sino, almenos durante su estancia en Taris.

Cargando editor
12/12/2010, 20:45
Ruld
Sólo para el director

-Bueno está bien, pero considero que irme con un grupo, a saber cuanto tiempo, a cambio de unas simples piezas es casi un insulto, incluso teniendo en cuenta en donde nos encontramos- digo en voz baja al ciego humano sin parar de reparar el droide, limpiando concienzudamente cada una de las piezas sucias y reparando las que están excesivamente gastadas -pero necesitaré algo más de información de ellos, como mínimo necesitaré saber si tienen un mecánico o algo similar y donde se encuentra su nave. No creo que dejen que un extraño los acompañe así como así. Quizás sepa como crear un encuentro amistoso... no se si me entiendes- susurro sonriente al pensar en un pequeño sabotaje,  que podría granjearme un puesto entre ellos. Se que el humano es incapaz de ver mi rostro, pero seguro que lo nota por mi tono de voz la ironía de mi idea. Reparar algo que yo mismo he roto.

Le doy los últimos retoques al metálico camarero, mientras espero la respuesta del lider de los Bek ocultos. "Reiniciando Sistema" dice una voz de mujer desde mi consola, mientras comienza el volcado del backup de la memoria del droide. "Sistema reiniciado con éxito" vuelve a decir tras unos segundos.

-EG-35, tócate el frontal de la carcasa superior con tu apéndice derecho- ordeno al droide, comenzando así con la revisión rutina de la operatividad del mismo.

Cargando editor
12/12/2010, 21:01
Aladiah

No lo dije, pero secundaba la opción de salir de allí, incluso cuando la idea era ir a un lugar que a todas luces podría ser bastante peor.

Los presentes podrían tomar mi silencio como un "de acuerdo", a este paso probablemente se hiciesen una idea de mi equivocada, pero despues de lo sucedido se me habían quitado en gran parte las ganas de decir nada, y mi temporal dependencia de individuos que me inspiraban la misma confianza que un ewok con un detonador termal me estaba exasperando, pero había que admitirlo, no podría salir de allí sola y mucho menos encontrar Bastila, dependía de ellos.

La actitud de Doe, hablando unicamente con Carth solo aumentaría la desconfianza, pero allá él, había cientos de motivos mas graves por los que recriminarle, y no lo había hecho, no iba a hacerlo ahora por algo asi. Mantuve la distancia y el silencio, mirando una y otra vez a mi alrededor bajo la protección de la capucha.