Partida Rol por web

Cadaño nuestras espadas a Castilla ensanchan más

Llegada al Pirú

Cargando editor
16/12/2011, 21:02
Director

Tras la tempestad llega la calma ha sido siempre y así seguirá siendo. Tras la tormenta, las siguientes semanas se emplearon en serrar el mástil, reparar velas y jarcias, achicar aguja y taponar fugas, curar heridos y tirar por la borda a los muertos: doce en total y más de veinte heridos, casi la mitad de los expedicionarios había caído muerto o herido, estos últimos de diversa consideración. Poco a poco el barco fue volviendo a la normalidad, y más mal que bien fue navegando siguiendo el rumbo que en todo momento marcaban Pizarro y Almagro, entre la tropa corría el rumor de que ambos conocían el punto de destino pues varios años antes se lo habían sonsacado a un grupo de indios a base de torturas... aunque en realidad ni los mismos que lo contaban le daban mucha credibilidad dado el carácter afable y tolerante de ambos con sus subordinados.

Con las reparaciones hechas el barco fue tirando, pero no cabía duda de que en el momento que se echase el ancla en tierra había que trabajar a fondo en el barco y talar unos cuantos árboles. Es cierto que el futuro os era desconocido, pero no es menos cierto que Pizarro y Almagro inspiraban una confianza poco usual, ambos eran líderes natos, también el piloto había demostrado unas grandes dotes al impedir que el barco se hundiese en aquella infernal tormenta, incluso Pere era bueno en lo suyo: negrero de blancos, como se bromeaba entre la tropa, y daba ese punto de rigidez y disciplina propio de cualquier barco.

Al bueno de Claudio le hicieron una pequeña pata de palo que sustituía el pie perdido, era de madera barnizada del mástil de un color claro aunque más oscuro que el de la madera en su estado natural. Al principio costále al soldado caminar , pero tras muchos días yendo y viniendo de proa a popa finalmente se medio acostumbró al apaño y fue capaz de andar rápido con el artilugio y de ser uno más.

Heriberto pasó los primeros días serrando el mástil para después pasar a estar ocioso con esporádicos trabajos de limpieza, no lo había hecho tan mal en el mástil cuando Pere le liberó de los trabajos tan pesados y asqueroso de antaño. Destacó Heriberto por su habilidad con los dados, lo que le hico obtener algunas ganancias y fama entre los hombres, que al cabo de una semana ya no querían jugar con él.

El escriba estuvo más de una semana entre dos mundos, pero gracias a los buenos cuidados del cirujano volvió al mundo de los vivos, aunque de cuando en cuando murmuraba cosas inteligibles sobre ángeles y el fin del mundo. Pero volvió a su trabajo como escriba que se resumía en largas charlas con Almagro y paseos por cubierta, además de recuentos de hombres y víveres.

Hablando de víveres, éstos llevan escaseando la última semana, pues si bien es cierto que doce bocas menos que alimentar no es baladí, también es cierto que muchos víveres se echaron a perder durante la tormenta, los últimos dos días apenas habéis probado bocado.

Los hombres débiles y hartos aunque parezca mentira, apenas culpan a la oficialidad y sí a la mala suerte y a un cómplot maléfico.

En el momento en que parece estar todo perdido, el tercer día de la quinta semana ,al poco de amanecer y cuando casi todos duermen escucháis desde vuestras hamacas el grito de rabia contenida, alegría desbordada y esperanzas renovadas del vigía:

¡ TIERRA A LA VISTA !

Cargando editor
16/12/2011, 22:43
Heriberto Fondón

No me sobresaltó el grito esperanzador, sino más bien que me despertaron los marinos allí presentes (bueno, los demás soldados) que compartíamos camarote de forma comunal. No se si eran esas largas jornadas serrando y serrando o el aburrimiento acaecido por que ya no tenía rivales con los dados (me gustaba jugar contra los más fuertes de lanzada y más cortos de entendimiento...), pero el caso es que esas noches dormía y dormía como hibernando durante inviernos enteros, sin apenas despertarme durante la noche.

Lo que me traía algo pensativo eran dos cosas: mi posible recomendación del capitán "fustigador" hacia el propio Pizarro (cosa que veía con menos esperanzas minuto a minuto) y el hambre que desde hacía dos días era lacerante y a la vez litigante con mi paciencia para con la propia expedición.

Qué hambre, ¡por Panamá! -pensaba yo muchas veces.

En estas que, tras oir ruidos y murmullos desperté. Pronto pregunté qué pasaba, y algunos compañeros me decía que gritaban "¡tierra!". En esos momentos me levanté y subí a cubierta. Quería ver con mis propios ojos si era verdad que tras más de un mes casi zozobrantes en la mar podría pisar algo más allá de las maltrechas maderas del navío.

¡Tierra! -exclamé esperanzado.

Cargando editor
16/12/2011, 23:14
Queitano do Riveiro

Después de pasar tediosos días en la enfermería, por fin la mente se despejo, y por momentos sólo tengo vagos ya, recuerdos de aquel nunca mejor dicho, mal trago que pasase. Día tras día, se hace recuento de alimentos y enseres, mi ración diaria, ya de por si pequeña, la he reducido a la mitad, pues si bien es cierto mi trabajo requiere de menos fuerza, que la de aquello que se desviven por hacer que este barco llegue de algún modo a buen puerto. Ya han pasados varia semanas 3 y pico creo recordar, en mi camarote, por llamarlo así estoy con mis notas , que doy gracias al esfuerzo y valentía sin igual de Claudio, que perdió un pie, que no la vida y doy gracias, por protegerlos de esta temible tempestad que nos acaeció aquel día, le estaré eternamente agradecido y he de hacer mención de él, a Almagro, pues sin duda aun a falta de un pie su valentía no habrá medrado en modo alguno, y le pediré, que si el acepta sea mi guarda espaldas, bien no sólo por mi vida, sino por que lo importante aquí es el documentar esta, la primera de muchas expediciones. Por otro lado tengo que continuar con mi diario de viaje, así pues retomo la escritura, cuando un grito me helo el alma, pero a la vez me lleno de un fervor casi desconocido, de un movimiento rápido, me dirijo a cubierta, y oteo el horizonte en busca de lo que el marinero del carajo atisbo a ver y gritar TIERRA…

Cargando editor
19/12/2011, 21:49
Claudio Domínguez

El sonido de ¡Tierra!, resuena en mis oidos, nunca me había dado tanta alegría esa palabra. Por suerte llevo un tiempo andando con mi nueva pata de palo. Ahora mismo lo llevo mejor, pero hasta que me he acostumbrado a mi nueva situación ha sido duro para mi, pero tengo que adaptarme para sobrevivir en este mundo nuevo, hostil y desagradecido. Al menos pronto pisaré tierra, espero que sea más facil andar por tierra firme que por la borda de madera y este movimiento bamboleante.- Tengo que ir a ver a Queitano, para presentarle mis respetos e interesarme por su salud.- Pienso ya que el pobre casi pierde la vida y la cordura y he tenido poco tiempo para hablar con él, solamente he podido entregarle los papeles que Heriberto y yo conseguimos poner a salvo. Asi que voy a buscar a Queitano.

Cargando editor
20/12/2011, 11:18
Director

La cubierta se convierte en una algarabía, los hombres dan vítores a Pizarro y salves a su Majestad. Unos se abrazan a otros, los hay que también lloran e incluso los pocos heridos que quedan suben a duras penas a cubierta a observar el espectáculo, ante vosotros a no mucha distancia se alza una playa de arena blanca, fina como jamás vísteis en Castilla o Aragón, a pocos metros de la costa se hallan unos extraños árboles de tronco alargado, altísimo con unas bolas verdes de grandes dimensiones, si una de ellas se cayera sobre la cabeza de un hombre podría incluso matarle. En aquella costa no se ve a nadie, no hay una comitiva de bienvenida.

Cargando editor
20/12/2011, 11:22
Francisco Pizarro

Desde el castillo de popa junto a Almagro

- ¡ OS PROMETÍA UNA TIERRA VIRGEN, DONDE EL HOMBRE BLANCO NO HABÍA LLEGADO Y A LA QUE LOS INDIOS LLAMAN PIRÚ DONDE EL ORO MANA DE LA TIERRA COMO SI DE AGUA SE TRATARE  Y AQUÍ ESTAMOS ! ¡ LA HEMOS ENCONTRADO ! ¡ AHORA SÓLO FALTA QUE VAYAMOS A POR LO QUE DIOS NUESTRO SEÑOR NOS TIENE PREPARADO ! ¡ LAS RIQUEZAS QUE POR DERECHO NOS PERTENECEN! - más vítores y salves - ¡ Diego! ¡ que unos hombres tomen un bote y vayan a inspeccionar el terreno , no quiero sorpresas desagradables !

Cargando editor
Cargando editor
20/12/2011, 11:26
Diego de Almagro

- Don Francisco, os olvidáis de la toma de posesión. En nombre de Castilla y del vuestro.- mira a Queitano de soslayo.

Cargando editor
20/12/2011, 11:27
Francisco Pizarro

Contrariado , aunque aparentemente agradece la sugerencia de su subalterno

- Cierto, cierto. Tendremos que correr el riesgo. La tradición. ¡ BIEN , QUIERO CUATRO VOLUNTARIOS QUE VENGAN CONMIGO Y CON EL ESCRIBA ! -refiriéndose a Queitano - A TOMAR POSESIÓN DE ESTAS TIERRAS Y A RECONOCER EL TERRENO.  DIEGO QUEDARÁ AL MANDO, OBEDECEDLE COMO SI DE MÍ SE TRATARE. ¡ PREPAREN UN BOTE !

Cargando editor
20/12/2011, 13:28
Heriberto Fondón

Ciertamente aún habrían de pasar horas, o quizá al día siguiente, para que toda la tripulación pisara tierra firme. A veces hacíase tal cosa en las expediciones, previo envio de un "botecito" explorador para "tantear" el terreno. Esto no lo había vivido yo, sino que lo había leído en algunas crónicas que don Pedrarías me dejó leer alguna vez y otras historias que los siervos del mismo contaban a la luz de las noches panameñas.

Miré a izquierdas. Luego a derechas. Vi a una tripulación algo tocada por la tormenta y un triunfante Pizarro, loco por la fama más incluso que por las posesiones que en aquel paraíso virgen podría haber... Volví a mirar. Luego hablé.

Mi señor Pizarro -dije adelantándome-, que en nefasta hora, el señor no lo quiera así, necesitará un soldado para protegerle o luchar junto a la expedición. Don Pedrarías, a quien sirvo, gustoso y presto me mandaría con vos en ésta, su demanda actual.

Di un paso adelante.

Si lo cree oportuno, me ofrezco.

Al fin. No quería ni un día más tener que aguantar los reproches de cubierta, las banalidades de algunos de los marinos y las pocas raciones de comida que nos repartían.

Cargando editor
20/12/2011, 16:53
Claudio Domínguez

Con un poco de verguenza debido a mi nueva condición de cojo con pata de palo, me adelanto para pedir acompañar a Pizarro en la expedición. Si me quedo aquí viendolas venir, seguramente que me quede sin dinero pues acabaré apostandolo por no poder soportar tanto tiempo ocioso.- Mi señor, si mi ayuda le sirve de algo préstome a realizar cualquier cosa que me mande.- Le digo a Pizarro inclinando ligeramente la cabeza.

Cargando editor
20/12/2011, 17:29
Queitano do Riveiro

Por mi parte, y aunque algo sorprendido por la deferencia hacia mi persona, me excuso un momento ponerme mi mejor gala, y con daga en l cinto, tomo libro y pluma donde se han de escribir el poder notarial que a efectos será para plasmar la toma de posesión se estas inmensas tierras, para Dios, el Rey y Castilla, también tomo un pellejo de agua y acto seguido retomo mi posición esta vez junto a Pizarro, y yo  a su lado con la mirada alta y llena de orgullo y satisfacción por este momento tan glorioso para mi y para mi España

Cargando editor
20/12/2011, 17:38
Pere Atienza

Dando también un paso al frente y con el rostro henchido de orgullo - Mi señor, permitidme que me ofrezca voluntario para esta gloriosa tarea. Soy uno de los mejores con la espada.- Otros dos hombres más se ofrecen voluntarios, Imanol un vizcaíno alto y peludo y Manuel un sevillano muy parlanchín.

Cargando editor
20/12/2011, 17:40
Francisco Pizarro

- No, mi buen Pere. Tú has de quedarte a bordo. Si algo me pasare, necesitará Don Diego de buenos soldados. Nos esperarás aquí, pero no temas pues habrá gloria para todos y tendrás ocasión de demostrar tu habilidad en el futuro.- dice esto último como un amigo más que como un superior.

Cargando editor
20/12/2011, 17:41
Director

Pere pasa por un momento de decepción pero al final no le queda más que estar de acuerdo con lo decidido por Pizarro, éste da órdenes aquí y allá y pocos minutos después os encontráis a bordo del pequeño bote, Pizarro, vosotros tres y los otros dos voluntarios.

Remáis con brío hasta la costa, vuestro jefe os anima a remar más rápido y a buen ritmo alcanzáis la costa. Pizarro da un salto y es el primero - como no podía ser de otra manera en pisar tierra - luego lo hacéis los demás, Pizarro hinca la rodilla derecha en la arena y hace un gesto a Queitano para que empiece a anotar.

Cargando editor
20/12/2011, 17:58
Claudio Domínguez

-Esta puta pata de palo se me hunde hasta el tobillo.- Pienso mientras voy andando detrás de esta nueva comitiva, costándome mucho trabajo sacar la pata de palo de la arena, pero voy apañandomelas y cada vez ando mejor, aunque lejos de tener un pie como Dios manda.  El lugar es maravilloso, nunca mis ojos castellanos, acostumbrados al terrizo, al barro y al agua verdosa de nuestro mar, habían visto cosa igual. Hasta el aire se respira mejor, es todo tan diferente que se renuevan mis ganas de aventura.-Quizás mi vida cambie para bien.- Pienso con esperanza, en encontrar tesoros y porque no, criaturas extraordinarias.

Cargando editor
20/12/2011, 18:05
Queitano do Riveiro

Digo… Heriberto, por favor , digo sólo a modo de leve deferencia, venga acá y de se la vuelta, una vez me da la espalda, tomo el libro donde he de escribir y lo apoyo en su espalda, y tomando con la mano diestra y el pulso lo más firme que este momento me permita, mojo la pluma en el pequeño tintero que tengo en mi cinto y me dispongo a transcribir lo que a1qui acaece en el día de hoy, y en humilde ceremonia de toma de posesión y plante de bandera y pendón.

Cargando editor
20/12/2011, 21:33
Heriberto Fondón

Al pisar la fina arena rápidamente cogi un puñado con ambas manos, dejando mi lanza clavada en la orilla, y levanté la arena tomada y dejé caerla. Este gesto de alegría evidenciaba mi felicidad. Acto seguido, cogí otros dos puñados y me los metí en el bolsillo. Luego fue a por mi lanza y notaba como la arena se escapaba con sutileza por los descosidos y roturas de mi pantalón y notaba sus pizcas en mis pies. Aquello era increíble.

Con sutileza estúveme quito cuando Queitano me lo dijo ¡Oh si! Parecía tener mucho que contar, como si le fuera la vida en ello (cosa que era realmente así, que era escriba). Aquellos dos tipos que nos acompañaban parecían ser de menor importancia a los ojos de Pizarro, que según mi percepción, nos tenía en estima más alta a nosotros. Sea como fuere hablé a Queitano:

Arena blanca, ¡Blanca y pura! No se olvide, ¿entonces somos los primeros en deleitarnos con estas árboles*? -susurré al escriba.

Notas de juego

*.: ¿nuestros personajes conocen las palmeras (si es que son palmeras, supongo que si) que ven al llegar?

Cargando editor
21/12/2011, 00:32
Queitano do Riveiro

Notas de juego

imagino que las palmeras si las conocemos, pero los cocoteros no se..... pues las palmeras dan datiles, platanos, piñas, cocos.....

Cargando editor
21/12/2011, 11:30
Francisco Pizarro

Con gesto adusto y altanero , rodilla en tierra habla solemne, todos calláis

- Quinto día del mes de Septiembre del año de nuestro señor de mil quinientos veinti cuatro,:YO, Francisco Pizarro, trujillano de nacimiento, Extremeño, Castellano y Español. Tomo solemne posesión de aquesta tierra en nombre de Castilla y de  su Católica e Imperial Majestad por la gracia de Dios, Carlos el primero de España y el quinto de Alemania.  Pirú pertenece ahora a Castilla y desde ahora el pendón castellano que con nosotros traemos ondeará en todas estas tierras, tomo posesión de la tierra hasta donde llega la vista y más allá aún, hasta el mar.

Notas de juego

Palmeras sí (Canarias) , aunque los cocoteros no. Como dice Queitano.