Partida Rol por web

ó como Adam Chancellor descubre otra cara del exterminio.

El sonido del reloj siempre presente. Tic, tac, tic, tac... toda la noche. Hasta dormido a veces sientes que está ahí. Eres perfeccionista, te gustan las cosas bien hechas y claras. Toda tu vida ha sido así, el lugar preciso, el momento exacto, el control ante todo. Tu vida es como un juego de ajedrez, no haces nada sin pensar en el siguiente movimiento. Te gusta pensar que hacer antes, durante y después de un asesinato... en alguna oportunidad te quedaste oculto, disfrazado dentro del publico que veía como recogían el cuerpo. No crees que la policía llegue a capturarte, eres rápido y usualmente tus crímenes no son en la misma ciudad... en la mayoría.

Houston tiene tan alto nivel de homicidios que uno más... uno menos no importa.

Estás en tu casa, es una casa pequeña solo para ti. Tiene un cuarto secreto donde guardas tus armas y adicionalmente una biblioteca donde tienes libros y películas de tu gusto.

No tienes amigos y pocos te conocen, lo cual es ideal. Nunca te ha gustado  mucho la gente, las amantes que has tenido han sido mujeres ocasionales o prostitutas, ninguna muy inteligente...

Abres los ojos y ves el reloj. Son las 8 a.m, que harás hoy?.... todos los días son distintos, y a la vez tan iguales.

Otra vez me encuentro mirando el techo. Mi vida es monótona, como la de todos. Incluso las estrellas tienen un vacío en sus rutinas, algo que les hace desear desaparecer aunque sea por unos minutos. Morir, tal vez. Otra vez me despierto y miro el techo de mi apartamento por un rato largo, esperando que pase algo maravilloso y que mi vida cambie, y sino, que termine. Pero esos momentos en los que leer Lovecraft, ver una película de Kubrick, o matar a un detective de policía en California que se acerca mucho a la verdad me dan placer, relajación, adrenalina, y todas esas sencaciones cuya persecusión se convierte en el objeto de nuestras vidas... pues, simplemente evitan que me pegue un tiro.

A decir verdad, no es que lo pase mal. Hago lo que quiero, cuando quiero, como quiero. ¡Joder, puedo andar desnudo por mi casa! No muchos pueden decir lo mismo. Es solo que, hay un vacío allí en algún lado, cuando me adentro en el mundo y salgo a la calle, hago las compras, pago mis impuestos, alguien me dirige la palabra. Son momentos que pagaría por evitar. Moriría por evitarlos.

La mañana es buena. He dormido bien y el café está delicioso. Pude terminar "La naranja mecánica". Una lástima que haya visto el film antes, pero, ¿qué más da? Es tiempo de una ducha y ver si hay trabajo para mí hoy. Si tengo suerte, podré acuchillar a alguien en los próximos días.

Miras de reojo a una esquina de tu cuarto y puedes ver un reflejo circular de algo que se mueve. Inmediatamente recuerdas  que habías dejado prendida la pc y que el protector de pantalla seguía moviéndose de manera continua. Por un juego de luces dado un espejo que tienes ubicado  se ve como algo moviéndose.

Recuerdas que anoche antes de caer dormido escribías una de tus obras, que hablaba de un hombre desquiciado serial que mataba a sus víctimas con un filo de lata oxidada hecha por su propias manos al fundir latas de reservas para alimentos.  Reconoces que es más fácil comprar un puñal pero la idea de un asesino que construye sus propias armas se te hizo atractiva.

 Tienes que mandar el avance de la historia para finales de esta semana, y bueno aunque no tienes un horario de trabajo podrías dedicarte a eso, aunque podrías hacer algo antes... aún lo estas pensando.

Salgo del baño después de cuarenta minutos. El agua tibia y el vapor me embelesaron, y los minutos pasaron volando. Me siento en la cama listo para vestirme y alcanzo a ver el espejo. Hora de trabajar. Me pongo algo cómodo, el traje es para lucrar. Me siento frente al monitor, que olvidé apagar como siempre. Hay un cuento por terminar y la gente de la revista me espera. Por eso, me dispongo a explayar la idea que venía desarrollando hace poco.

Howard sale a la calle y comienza su rutina. Sigue a su futura víctima, una morocha de unos 30 años, durante todo el día. Ella ni lo nota. Se mete a su casa. Él entra detrás, dispuesto a cercenarle el cogote. Pero estuvo despistado esta vez. Se encuentra con su novio en la cocina, un detalle que pasó de alto. Por suerte está de espaldas, así que no le cuesta mucho abrirle un buen tajo y dejarlo ahí. El resto es más de lo mismo. Tal vez lo mate al final.

Pasan unas dos horas de inspiración literaria cuando escuchas el sonido “tienes un correo” el mensaje parece que es para tu “otro trabajo”.

7000 dolares . Mas detalles en el Belen´s Café 6. p.m. Vicky.

El mail es desconocido.

La voz autómata interrumpió el desarrollo del relato, aunque sabía que valdría la pena.

Bueno, el detective tendrá que esperar

Leí el correo con expectativa, y todas fueron cumplidas. Nada más y nada menos que un trabajo, aunque no era el monto más grande que había visto. Seguramente no me tomaría demasiado. Sin embargo, aún faltaba rato para el encuentro, así que opté por descansar la vista y salir a almorzar. Estaba por abrir la puerta pero me detuve en seco, con una sola palabra en la cabeza: pizza. Descolgué el teléfono y en treinta segundos había hecho el pedido.

 Si, en realidad era poca plata para un trabajo así... pero bueno, uno nunca sabe que se va a encontrar. La pizza llega a los 20 minutos de pedirla y la disfrutas en tu apartamento. Parece que afuera hace sol y escuchas niños jugar,  pero en realidad para ti la vida muchas veces esta en tus espacios cerrados. Te excita pensar en que te puedes encontrar en esa cita.

Almorzé junto a una ventana, mirando a los niños jugar bajo el sol abrasante. Negando con la cabeza, cerré las cortinas y observé el interior del apartamento. Vaya que estaba a gusto.

Cuando terminé la comida el reloj daba cerca de las 14, y tenía que matar tiempo hasta la hora señalada. Me dirigí a mi armario y me tomé un tiempo en decidir cual de los trajes vestiría. Simplemente no podía ir de shorts y anteojos de sol. Elegí uno negro de tela delgada, para no desmayarme en el medio de la calle antes de llegar a mi cita. La camisa blanca combinaba a la perfección, y decidí pasar de la corbata.

Una vez hube decidido la indumentaria, pensé en preparar mi equipo, pero lo dejé para después de conocer los detalles del encargo. De esa manera sabría que desenpolvar exactamente. Sin mucho que hacer y con varias horas entre el presente y la reunión, me serví un vaso de leche y puse "Stalag 17" en la TV. ¿Qué mejor manera de matar el eterno tiempo?

 Sales de tu apartamento perfectamente vestido, y  decides tomar un taxi hasta el lugar del encuentro. Al llegar notas el estilo del lugar. Es un restaurante íntimo  mediano, oscuro y perfecto para este tipo de negocios. El lugar es rectangular. Tiene mesas en las esquinas, y en el centro... el lugar está casi vació salvo unos pocos que ahí se encuentran.

Entré al lugar discretamente, y mi estilo entonaba perfecto con lo oscuro y privado del ambiente. Obviamente, la muchacha sabía lo que hacía, y era lo que me gustaba de trabajar con gente tan profesional como yo. A paso lento, tomé asiento en una mesa alejada de las que ya estaban ocupadas y pedí un vaso de leche, listo para esperar a mi cita.

De mi bolsillo, saqué una pequeña libreta y anoté el nombre del lugar junto a su dirección. Parecía un lugar agradable, además de que me gustaba estar pendiente de todos los detalles de mis reuniones.

Entra una mujer Rubia, con lentes oscuros, vestida con un abrigo negro, primero que todo mira alrededor y te  ubica en la mesa. Lentamente con paso seguro se acerca hacia ti y se sienta. El señor A?. En este mundo de seudónimos tu tienes varios, y en algunos negocios te haces pasar como A, otros tienes otros nombres. La mujer acerca un cenicero y prende un cigarrillo.

Mientras le daba un trago al vaso de leche, una bonita muchacha rubia interrumpió, llamándome por uno de mis seudónimos. Asentí con la cabeza, confirmando mi identidad, pero ya se había sentado y acomodado.

-Vos debes ser Vicky. ¿Que tenés para mí?- le pregunté, yendo al grano inmediatamente.

La mujer te da una foto y habla bajo pero con seguridad. Una fría seguridad.

Este es mi ex esposo,

Me tiene jodida con la mensualidad dado que el muy tacaño piensa que con la miseria que me da, mis hijos y yo vamos a sobrevivir... Te mira de frente.. Me hablaron de usted, me dijeron que era un hombre que hace buenos trabajos... lo necesito muerto, le puedo entregar hoy 7000 dólares si acepta el trabajo y podre darle unos 15 mil si lo finaliza. Lo necesito muerto lo más pronto posible, pero con la mayor de la discreción no quiero después que ninguno de los dos tengamos problemas.

¿Qué me dice? Le interesa?

Matrimonios por dinero. Nunca terminan bien pensó Adam a la vez que tomaba la foto y luego observaba a la muchacha. ¿Pudiendo tener a cualquiera? Por favor...

-Antes que nada, espero que la fuente del dinero sea legítima. Es decir, que no tenga que ver con ninguna actividad ilegal o complicada para que luego pueda ser rastreado. De otra manera tendré que ajustar cuentas- dijo, mirando a los ojos de Vicky con seriedad.

-Ahora, necesitaré algunos datos del objetivo- Dejó la foto en el bolsillo frontal de su camisa y volvió a sacar la libreta. -Necesitaré el nombre; ocupación; cualquier dato bancario, de seguro social, etc.; familiares; vivienda, todas si tiene más de una; y... nada más por ahora. Si se me ocurre algo me contactaré con usted vía e-mail-

Estaba a punto de levantarse de su asiento, cuando se detuvo y volteó. -Ah, una cosa más. Imagino que usted no está involucrada en ninguna investigación policial, así como su marido-

No se preocupe, nadie sospechara y menos de mi

Su nombre es Simón Mcgregor, es el pastor de la iglesia Bautista Cuadrangular. Te da un folleto sobre la misma. Ahí están las horas de los oficios religiosos, y esta es la dirección de su casa.

Vive con una zorra que creo se llama Caroline Towers, pero es una cualquiera ... como todas las que ha tenido. dice demanera narcisa.

Te da el resto de datos que pediste. El dinero es legal, no se preocupe, me ha costado conseguirlo, pero no me duele pagarlo por esto.

Entiendes que al ser ella la ex esposa del pastor, esto tiene una connotación social importante... nadie dudaría de una cristiana devota.

Adam apuntó todo lo que la mujer le dijo, mientras en su mente iban surgiendo las opciones, que más tarde se transformarían en un elaborado plan, cuyo resultado sería un hombre muerto y su nombre ni siquiera aparecería en la investigación. Cuando la chica terminó de hablar, le dio el último trago s su largo vaso de leche.

-Muy bien. Si eso es todo, me retiro. Una vez el trabajo esté terminado depositará el dinero faltante en esta cuenta- dijo extendiéndole un retazo de papel. -Cuando todo terminé, queme el papel- ordenó. Luego, aguardó a que Vicky no tuviera más que decirle, para luego acercarse a la barra, pagar, y regresar a su apartamento.

Cuando vas caminando por tu casa notas que ya esta anocheciendo. A veces los días se pasan volando, la oscuridad comienza a vislumbrarse. Una ligera lluvia comienza a caer, las personas cerca sacan sus paraguas, algunas corren sin tenerlo... Pasas por las típicas aceras de Houston, hay uno que otro local comercial y gente que hace compras.

Adam salió del bar, a las calles céntricas de la ciudad, donde ya estaba anocheciendo. Sobre su persona caía una agradable llovizna, y vio que la gente, como aterrada del agua, se refugiaba bajo los toldos y sus paragüas.

Tan refinados. No soportan que el agua los roce siquiera pensó, mientras disfrutaba el clima lluvioso del lugar. Se paró en la vereda y miró hacia el cielo, dejando que su cara se moje, sonriente. Continuó la marcha hacia su hogar, al mismo tiempo que, por instinto, escrutaba los alrededores, como un paranoico.

Por alguna razón tienes la sensación de que alguien te observa por una ventana de un edificio en ruinas.