Partida Rol por web

Salisteis de la casa de Shimi por la ventana de la cocina, ya cada una vestida de manera provocativa como considerara oportuno. Tal como había dicho la pequeña zorrita, no había apenas nadie en los puentes del poblado, como mucho se veía alguna chica pasando de tanto en tanto a lo medio lejos o incluso alguna especie de hombre árbol quedándose mirando el cielo estrellado antes de ir a alguna de las casas de su alrededor. El poblado estaba conectado por plataformas de madera y puentes colgantes, era difícil ocultarse pero no imposible ya que había una gran cantidad de casas, probablemente una treintena mas o menos y a diferente nivel.

El lugar estaba iluminado por unas antorchas que mas que fuego parecían solo despedir la luz anaranjada típica de las antorchas pero cuando pasasteis no hacían calor ninguno ni siquiera parecía que estuviera quemando la madera en la cual reposaban. Ademas de las antorchas un sinfín de luciérnagas se movían gracilmente por el lugar dando un toque de lo mas hermoso. No teníais frio ninguno y por el lugar y por la ropa os extraño bastante. Ahora solo quedaba el saber a donde deberíais ir o mas bien por donde empezar.

Arianne caminaba con problemas por los tacones. Estaba acostumbrada a llevarlos desde los 13 pero no en pasarelas de madera. Eran traicioneras como el hielo, además su pobre chichi aún estaba hinchado y sus piernas no le respondían tan bien como le hubiera gustado. Durante un momento pensó en volver son Shimi para que la calmara de su ansiedad. 

Después miró alrededor y deshechó la idea. Aquel lugar era hermoso pero muy peligroso. tenía que darse prisa en salir de allí.

-Tenemos que buscar una casa con una pipa dibujada o esculpida. Abrid los ojos, chicas.

Salir por la ventana no fue gran problema gracias al tamaño de esta, permitiéndome no tener que sujetar la falda para taparme la ropa interior como podría haber pasado en caso de salir por una más pequeña y que necesitase más maniobras. La aldea, pese a ser bastante extensa debido a la forma que había sido construida con aquellas plataformas y puentes, estaba bastante vacía y apenas se veía algún que otro habitante a una distancia prudencial así que por el momento parecía que no debíamos preocuparnos mucho, siempre y cuando no nos atrapase Riz.

-Debemos tener cuidado con las distintas elevaciones de las plataformas, podríamos encontrar un habitante si no lo vemos debido a la perspectiva. -Si conseguíamos llegar a una plataforma de las más elevadas tendríamos un mejor rango de visión para poder buscar el camino más seguro así como tratar de buscar el dibujo de la pipa que indicaba el lugar donde teníamos que llegar. Por otro lado si permanecíamos en las plataformas más bajas sería mucho más fácil que nos descubriesen si no estábamos bien ocultas.

Karin no era una chica muy ágil, por lo que salir por la ventana le costó más que a las demás. Aún así no tardó mucho, y pudieron empezar su búsqueda. El lugar era realmente hermoso, pero sabía que no se podía juzgar un libro por su portada.

De acuerdo...entonces solo tenemos que ir buscando ese signo verdad? Mientras vayamos con cuidado todo irá bien iba mirando su alrededor para no perderse ninguna pista, no quería tener que buscar el doble por un despiste. También tenemos que encontrar la manera de engañar a la guardiana para que se beba la droga, si no esto no servirá para nada.

Después de mas o menos una hora cambiando de plataforma, teniendo mucho cuidado de que nadie os viera, encontráis la casa que os habían descrito. Tal como os había dicho Shimi, la casa de la boticaria tenia grabada una pipa con un grabado de humo, pero estáis seguras de que la habríais identificado rápidamente. Había una chimenea que expulsaba un humo que parecía que flotara de una manera extraña, no era humo de solo madera de eso estabais seguras, ademas de que en su puerta había una gran variedad de plantas puestas en tiestos. Teníais varias opciones: No había mucha luz en las ventanas pero el humo continuaba subiendo por la chimenea, podía significar varias cosas en las cuales estaba el simple hecho de que hubiera una lampara como la de Shimi, ademas la ventana estaba entreabierta. La puerta tampoco parecía cerrada del todo así que no era difícil entrar, ademas de que a las malas la chimenea era amplia pero no sabíais que había encendido, podríais haceros daño.

Tras un buen rato caminando por el lugar, mientras tratábamos de no ser descubiertas por nadie, llegamos al lugar que nos había indicado Shimi y donde podíamos ver el dibujo de la pipa que distinguía la casa de la boticaria entre el resto. Echando un rápido vistazo podía ver que las ventanas estaban entreabiertas así que colarse era una posible opción, por otra parte salía humo por la chimenea y eso podía ser porque la propietaria se encontraba en el interior o bien que había salido no hace mucho, en cualquier caso parecía que la puerta se podía abrir.

-Veo tres opciones posibles... -Dije en voz baja por si acaso andaba alguien cerca. -La primera es colarnos por la ventana y buscar lo que necesitamos o llevarnos de todo un poco. La segunda es hacernos pasar por habitantes en busca de una droga para mantener a nuestra "mascota" controlada, la cual una de nosotras debería adoptar dicho papel aunque fuese un tanto desagradable. -Mientras decía aquello sacaba la mordaza con una bola para la boca que había cogido antes en la casa de Shimi y precisamente era para aquel propósito además de mantener callada a alguna habitante si debíamos atarla. -La tercera opción sirve también como plan B en caso de que las demás fracasen ya sea porque la boticaria se encuentra dentro o bien nuestra actuación no funciona. Básicamente sería que, mientras una la distrae, las otras dos le lanzan varias de aquellas drogas para dejarla fuera de combate y así poder llevarnos todo sin que nos molesten. ¿Alguna idea más?

La primera opción propuesta por Angela era la más arriesgada pero a la vez la que menos les aseguraba llevarse lo que pretendían. La segunda, la veo difícil. Esta gente está acostumbrada a diferenciar mascotas de amas y no creía que ellas pudieran hacerse pasar por ciudadanas. La tercera, la deshechó directamente porque demasiadas cosas podían salir mal.

Ari dudó un poco antes de mencionar otra posibilidad.

-Hay... otra posibilidad. Según Shimi, esta gente se muere por las chicas humanas. Míranos, creo que podríamos acudir ardientes de deseo (lo que era verdad, ya que Ari se moría de ganas de meterse los dedos en las braguitas) y seducirla entre las tres. Después, en pleno... cochineo, la atamos y le sacamos la información. Si se niega a tener sexo siempre poddemos usar la tercera opción pero, no se vosotras, pero yo podría tener un poquito de sexo para tranquilizarme... -dijo Ari poniéndose super roja.

Las ideas de Angelica eran buenas, pero eran muy arriesgadas, había demasiados fallos. Karin pensó que la primera era la mejor, pues sería más fácil pillar al propietario por sorpresa y atarlo. Pero antes de poder decir nada, Arianne soltó una idea que, por desgracias, era mucho más factible que las demás.

Como quieres que hagamos eso?! Y si es un viejo?! Puedo estar necesitada pero no voy a acostarme con un vejestorio.... no se había dado cuenta de lo que había dicho hasta después de hacerlo. Se sonrojó levemente, girando su rostro hacia la casa. Por desgracia...es la más factible...si queremos salir de este lugar no tenemos más remedio. Y-yo...solo lo haré porque me quiero ir... el efecto de la flor había influenciado bastante en su opinión.

-¡En todo caso será una vieja! Recuerda que aquí no hay hombres, solo mujeres con ... pilila.

A decir verdad la idea de Arianne no me gustaba demasiado puesto que implicaba tener que hacer cosas indecentes, no obstante pensar en ello hacía que notase mi cuerpo bastante caliente e incluso llegar a sentir como se humedecían un poco mis bragas, sin dudas aquella droga era realmente un problema más grande de lo que podía haber pensado en un principio. -P-Pero ya habéis visto como son las habitantes... Hasta ahora no nos hemos cruzado con ninguna que no tuviese un aspecto joven, así que no podemos fiarnos... A-Además... No me importaría dejarla mirar un poco... -Mantener el ritmo al hablar no era fácil con los efectos de la droga presentes, aun así sabía que debía de controlarlos lo mejor que podía hasta que no pudiese aguantar y sobretodo cuando mis amigas seguían cerca y podía terminar por abalanzarme sobre ellas en el peor de los casos.

Ari, como siempre, la más lanzada, dió unos pasos hacia la puerta entreabierta y escuchó a ver qué se oía. Cuando estuvo segura de que no se oía ninguna conversación llamó tres veces a la puerta y entró.

-Mmmmm? Quien es? Dijo una voz desde el interior mientras las tres pasabais, primero Arianne por supuesto, me imagino que el resto detrás. El interior estaba un poco lleno de humo o mas bien una especie de vapor que estaba por todas partes, era como estar en un concierto de algún cantante famoso y se hubiera encendido hierba. Pero no olía mal, mareaba un poco, pero era como estar oliendo un prado lleno de flores. Habían unas tres estanterías enormes llenas de tarros y frascos, ademas de flores que no conocíais y entonces caísteis en una cosa de lo mas simple. No erais herboristas ni boticarias, como ibais a identificar la droga para la vigilante?

-Tan tarde clientes? No es habitual pero como buena anfitriona… Volvisteis a escuchar la voz, que casi parecía un siseo al mismo tiempo que notasteis un movimiento cerca de la parte de arriba de la tienda. Antes de que se diera cuenta, Arianne se quedo un momento en blanco, pero no en blanco por un golpe porque durante unos instantes los pechos de la mujer estuvieron muy cerca de sus ojos. Su piel tenia una tonalidad pálida, blanco como su cabello, su sonrisa era traviesa y picara a la vez. Sus ojos eran cálidos y no parecía del todo malvada, pero no os podíais fiar, solo llevaba una especie de top extraño que le tapaba sus pechos de un tamaño considerable antes de daros cuenta el porque solo llevaba esa prenda. De la cintura hacia abajo la mujer tenia una larga cola que se extendía por metros, mas o menos unos tres, de un color entre negro y violáceo. Algunas habíais oido hablar de estos seres mitológicos, una lamia. -Tendré que atenderlas. Mmmm...no os he visto antes. Los ojos de la mujer se quedaron muy cerca de los de Arianne al igual que su rostro, algo tenia que hipnotizaban ligeramente. -Quienes sois?

-¡Espera Ari! -Antes de poder impedírselo vi como Ari entraba con total tranquilidad en la tienda como si ya se hubiese decidido a ello, lo cual no dejaba otra opción que seguirla o podríamos terminar por separarnos de nuevo. Con rapidez me adentré junto a Karin en la tienda para acompañar a Ari, pudiendo observar mucho mejor el interior del lugar así como aquel extraño humo que estaba esparcido por todo el lugar.

Una voz habló, haciendo que comenzase a buscar con la mirada para ver de quien se trataba, no obstante hasta que no volvimos a escucharla por segunda vez no apareció la propietaria. En un principio parecía bastante normal, una mujer joven y atractiva como el resto de habitantes. No obstante algo llamó rápidamente mi atención puesto que aquella mujer tenía una cola de serpiente en vez de piernas, exactamente igual a una criatura mitológica que alguna vez había visto en libros de historia y mitología.

-¿Q-Qué demonios...? -No pude gesticular palabra ante aquella sorpresa y a la vez algo de miedo por lo que podría hacer aquella criatura, incluso aquello hizo que por un momento los efectos de la droga no estuviesen presentes en mi hasta que me calmé un poco y volvieron junto a otros pensamientos. -Bueno... La verdad es que es bastante atractiva y no se ven todos los días algo así... Me pregunto si me dejaría divertirme con ella antes de marcharnos... -Como era de esperarse aquella droga era de lo más molesta en esas situaciones pero debía resistir al menos hasta salir de allí.

Por suerte parecía que no se había dado cuenta que éramos humanas, así que podíamos intentar hacernos pasar por habitantes y en el peor de los casos confesar que si éramos humanas. -Es que no solemos salir mucho de casa... Vivimos en el otro extremo del poblado y por lo general preferimos divertirnos por nuestra cuenta, pero habíamos pensado que hoy tal vez podíamos hacer algo diferente para variar así que aquí estamos...~ -Hablar de forma correcta era un gran esfuerzo por el calor que recorría mi cuerpo pero si fracasábamos ahora corríamos el riesgo de que la propia boticaria nos drogase con algo más.

Ari tuvo que echar la cabeza atrás para que aquel par de senos perfectos y masivos no le sacaran un ojo. La pálida piel de la Lamia la deslumbró un poco cuando apareció al otro lado de la puerta y, en seguida, Ari supo que estaban en problemas. Una cosa era inmovilizar a una boticaria y otra hacerlo con una criatura mitológica como aquella. Por no hablar de que aquella no era la "cola" que ella estaba buscando para acabar con la urgencia del polvo de diente de león.

De repente, la chica peliroja se dió cuenta de que le habían hecho una pregunta pero, cuando iba a contestar, Angelica se le adelantó, mintiendo como una bellaca. Ari dudaba de que la mentira colara y, si la lamia las descubría, las posibilidades de seducirla iban a disminuir bastante.

Además, estaba la cuestión de los ojos de la lamia, que la miraban, taladrándola, como si la estuvieran hipnotizando. Eran tan hermosos... y tan profundos... tan profundos...

-Yo... me llamo Arianne... 

-Así que te llamas Arianne...que nombre mas bonito pequeña. Continuo la lamia son su suave siseo, llego a alzar la mano y acariciar la mejilla de Arianne con sensualidad y un poco de mimo. -El mio es Lyra y soy la boticaria de la aldea, de hecho soy la única boticaria de la aldea.

El cuerpo de la lamia fue pasando suavemente por la madera, como si se tratara de agua para esta vez detenerse delante de Angelica. -Entonces apenas salís de vuestra cabaña… Pobrecitas...aunque eso si, creía haber conocido a todas las humanas de la aldea...quien sabe, quizás se me escaparon algunas. Pero en todo caso porque no estáis con vuestras dueñas? Ya sabéis que no podéis salir así porque si y menos de noche. Levanto con una mano la barbilla de Angelica para que la mirara de igual manera que como hizo con Arianne. -Así que de donde decías que venias? Sonrió divertida. -Y que buscabas aquí?

Queriamos... Conseguir algo con lo que pasar un buen rato. Alguna planta que nos haga viajar a otra realidad. 

Ari deslizo sus manos por el vientre de la lamia, recorriendo sus abdominales oblicuos y subiendo con sus dedos hasta rozar los senos de la lamia como involuntariamente. Ari dejo que el callr que sentia entre sus piernas hablara por ella a la hora de convencer a la lamia.

-Estamos dispuestas a lo que sea para conseguirlo discretamente...las tres

Al parecer cometí un ligero error al pensar que no sabía que éramos humanas, pero por otro lado la parte de que éramos habitantes de aquel lugar y que apenas salíamos si había funcionado un poco así que, antes de terminar de perder la cabeza, habría que hacerlo más creíble. -E-Es que nuestras amas n-nos han... Permitido salir de casa c-como premio por ser tan buenas chicas a c-cambio... D-De llevarles lo que nos pidieron... -No me vi con fuerzas para continuar puesto que los ojos de la lamia me atrapaban y el tacto de su mano en mi barbilla no ayudaba para nada.

No tardé mucho en tonar como me humedecía aun más de lo que ya estaba, sintiendo que mi mente se nublaba ligeramente aunque aun podía pensar bien de cierta manera. Por otro lado Ari parecía haber sucumbido, aunque su idea de hacer lo que fuese para conseguir lo que queríamos era bastante buena. -E-Estoy con ella... Haremos cuento pidas para llevarnos lo que se nos encargó... -Una pequeña sonrisa traviesa se dibujó en mi rostro a la vez que mis mejillas adquirían un tono más rojizo.

La situación las había puesto en un aprieto. Karin estaba totalmente roja, asustada y confundida. De todos los bichos raros que había en ese lugar, el boticario tenía que ser una lamia, fuerte, ágil y lista. La situación se había puesto patas arriba. Ahora mismo solo podían rezar para que la lamia se creyese lo que le decían.

Se acercó a la mujer tambaleándose un poco por los nervios. P-por favor... si no le traemos lo que quieren nuestras amas nos castigaran...le pagaremos con lo que quiera... Se puso al lado de sus compañeras para intentar convencer a la "mujer". Cada vez estaba más nerviosa, no todo por culpa de la larga cola que tenía, sino porque cada vez se sentía más caliente con las insinuaciones y pensamientos que estaba teniendo. No podía parar de mirar los grandes senos de la mujer.

La lamia se mordió suavemente uno de los dedos al mismo tiempo que soltaba una ligera risa, todo esto sin soltar la barbilla de Angelica. -No se muy bien porque pero venga, me voy a fiar de vosotras. Ademas parecéis unas perras bastante dóciles, os deben haber entrenado de alguna manera. Vamos a ver que encontramos... Dijo tranquilamente mientras soltaba a Angelica y se dirigía a una de las estanterías. Visteis como apartaba algunos frascos y miraba con cuidado cada hierba, algunas las olía, otras simplemente las movía para comprobar su densidad, hasta que encontró una con un liquido con un color azul claro. -No os va a llevar a otro mundo pero creo que va a resultar de lo mas divertido. Vamos a ver...

Agito la botellita cerca de vosotras con una sonrisa traviesa. -Quien la prueba?

A cada segundo que me retenía con el suave tacto de su mano más quería poder satisfacer sus deseos así como los míos, olvidándome por completo que aquello era causado por una droga, y comenzando a pensar que todo aquello lo quería por mi propia voluntad. Era fácil de ver el grado de sumisión que tenía en aquel momento ver los fluidos que goteaban desde mis bragas ya totalmente húmedas hasta el suelo de la cabaña, respirando por la boca como si el calor que sintiese en mi interior apenas me permitiese hacerlo por la nariz.

Cuando Lyra me soltó dejé escapar un ligero y casi inaudible quejido puesto que quería seguir sintiendo su tacto, no obstante no tardó en buscar y enseñarnos una botella con un líquido azul claro antes de ofrecernos un trago a una de nosotras. En otro momento me lo habría pensado, pero ahora mismo mandaban los impulsos en mi mente y lo que quería era probar que clase de paraíso iba a enseñarme con aquello. -Y-Yo me encargaré de probarlo... -En cuanto dije eso cogí el frasco y le di un trago, saboreándolo un poco antes de tragar aquella sustancia.