Partida Rol por web

Lleno la bandeja con huevos y bacon ahora que siguen calientes ya que parecen recién hechos, con pan para mojar y reservo el café doble para cuando termine.

- Espere tengo que preguntar algo. La simpática camarera puede que lo sepa. Hablo con ella, le pregunto ese par de detalles y espero su respuesta como su reacción.

- Gracias, por favor, dígale que quiero verle en cuanto desayune. Me alejo buscando donde sentarme, apenas hay gente a esta hora, solo esta la chica que encontró el cadáver en el bosque en el buffet de las pastas. Se nota que ha dormido poco por la mala cara que hace.

Esa noche dormí bastante mal.... en mi cabeza no dejaba de ver aquel asqueroso cadaver y no paraba de darle vueltas a la posibilidad de que algo infeccioso hubiera sido la causa de su muerte... y nosotros tan cerca.... de todas formas la presencia de Maya y el calor de su cuerpo ayudaron a relajarme un poco, era una sensación agradable... me hubiera gustado acurrucarme y sentir sus brazos abrazándome pero tal vez eso la habría hecho sentirse incómoda y para nada hubiera querido eso. 

Por la mañana me levanté, me vestí en silencio para no despertar a mis compañeros que aún seguían durmiendo y me dirigí al comedor para desayunar algo... no es que tuviera yo el estómago muy "fino", pero no había comido nada desde ayer por la noche y algo tenía que meterme en el cuerpo....

Cuando llegué al comedor allí estaba Jessica, cogí una bandeja con fruta, un zumo, café y algo de bollería, me dirigí a su mesa y le pregunté si podía sentarme allí... Hola Jessica, ¿Te importa que me siente ?.... la cara de Jessica no era mucho mejor que la mía... ¿Qué tal la fiesta de ayer... te divertiste?... Yo la verdad es que marché bastante pronto... levanté la mano enseñandole la venda que tapaba el corte que me había hecho.... aunque bueno, creo que incluso sangrando hubiera sido mejor que me quedara en la fiesta... porque.... buff... vaya nochecita!

Desperté sobresaltada, tal vez una pesadilla, pero no recordaba el sueño, solo que había sido algo malo así que me alegré de que solo hubiera sido eso, un mal sueño. 

Cassie no estaba en la cama, me di cuenta al mover mi brazo y encontrar el hueco vacío. No sabía que hora debía ser pero Travis y Paul dormían por como su respiración se agitaba.

Pensaba que compartir la cama con ella me haría sentirme mas segura, pero no había sido así, me costó coger el sueño y hasta me noté incómoda, acalorada, apretada en ciertos momentos en aquella litera compartida.

Me vestí y me fuí derecha al baño donde el agua fría devolvió la rojez a mis mejillas. Un poco de color para camuflar esas ojeras y lista. Ya vestida y sin hacer ruido lo siguiente era desayunar algo.

Llueve, jo que asco. Me dije al mirar por la ventana deseando haber visto un bonito cielo azul. Tal vez eso borrase lo horrible que había visto la madrugada pasada.

Al entrar en el comedor fui directa a coger plato y escoger desayuno, no me fijé quien había llegado, seguía adormilada.

 Escoger tostadas con mermelada de fresa no había sido una buena opción, Extender esta con el cuchillo me trajo un recuerdo desagradable. El cubierto escapó de mis manos y repicó contra el suelo de forma metálica, eso me hizo llevar una mano a mi frente, soplar con fuerza y levantar la mirada.

- Buenos dias Cassie, te levantaste pronto hoy y ni te escuché hacerlo. ¿Quien es tu amiga?.

Agarro una bandeja y me sirvo la comida, paso de fruta y esas mierdas, un plato si hay embutidos para hacerme un sandwhich de queso y una coca cola fría, me siento con los demás .

No medio una palabra y veo que se me ha olvídado el tenedor me levanto lo cojo y vuelvo a mi mesa, doy un trago a mi coca cola, aún después de tanto tiempo aún beber coca cola me recuerda a los resacones post gira.

- ¿Que hay?. ¿Fiesta carca aunque loca anoche eh?. se me escapa un eructo aunque me tapo la boca con el puño

- No claro, siéntate. - Respondí a Cassie cuando se acercó a mi mesa, porque la verdad era que ni la había visto.

Al decirme lo de la noche mi cara se convirtió en un auténtico poema, aunque cuando me enseñó lo de la mano recordé la fiesta.

- ¿ Eras tú la que se cortó en la fiesta?

Yo no reconocí a prácticamente nadie, pero quizás fue porque lo único que intenté fue pasármelo bien, no comerme la cabeza con eso de adivinar quién se escondía tras cada máscara.

- La mía fue fatal... - Agaché la mirada y miré a la comida que había en mi plato, que aunque tenía hambre, no sabía si me la iba a acabar comiendo o no. - me encontré a Kristin muerta...

Imaginaba que aún no lo sabía todo el campamento, pero vamos, que se enteraran de que por ahí había ya demasiados cadáveres.

Al levantar de nuevo la vista para mirar a casi pudo ver que tenía miedo, pero claro, yo pasaba de que otra alma contemplativa como la mía se encontrara mi cadáver en alguna parte.

Otra chica se acercó a la mesa y saludó a Cassie. ¿ En qué mundo había vivido yo que no conocía prácticamente a nadie?

- Soy Jessica Cross. Encantada. - La tendía la mano, aunque desde luego mi cara daba un poco de miedo aquella mañana.

 La noche anterior no pude dormir mucho debido a todo lo que había pasado, solo me levante por la idea de escuchar lo que el forense debía decir acerca de todo lo que paso. Al entrar veo algunas personas, una chica que vino en el mismo barco que me trajo y luego a Jessica la chica que debía pasar por un mal momento.

 Me acerco al grupo que estaba ahí hablando y comentando cosas, tan solo llegar tomo asiento. Buenos días o no a todos, Jessica como has dormido?... Quieres luego bajar para saber que fue lo que paso con Kirsten?. 

Luego miro a las chicas que tenía cerca mio. Ayer tuvimos dos perdidas luego de terminado la fiesta y no sabemos quien fue ni como pero este lugar no es seguro.

 Como algo despacio y tan solo quedo esperando su respuesta. El lugar estaba siendo cubierto por la lluvia desde afuera y de a ratos la miraba porque me gustaba los días lluviosos.

Al escuchar a Jessica mis ojos se abren como platos.... ¿QUÉ ESTÁS DICIENDO? ¿KRISTIN ESTÁ MUERTAA?.... miro a Maya, mis ojos lo dicen todo... terror....  Hay que marcharse inmediatamente de aquí!!!.. Digo totalmente nerviosa.... mi estomago se me ha cerrado y ya no tengo ganas de comer nada....  Me acerco a mis compañeros y les digo.... Ayer, nosotros encontramos un cadaver.... no sé de quien era pero no era nadie conocido, estaba como.... no sé.... asqueroso... le salía una especie de bolsa de grasa de la boca.... parecía que hubiera muerto de alguna forma horrible.... Lo sacaron en una bolsa a escondidas y lo llevaron a un cobertizo.... Todo muy raro.... no sé pero yo no quiero pasar ni un minuto más en este sitio.... estabamos Travis, Paul, Maya y yo... nos habíamos escondido en los pasillos y pudimos verlo.

Catherine la noche la había pasado al final sola, con la habitación cerrada a cal y canto, con lo que improviso como defensa.

Había estado en silencio todo el rato en el comedor, apartada de todos, seria y pensativa.

Al escuchar lo del cadáver, no puede evitar acercarse a los demás.

Esto ya es un problema entonces, encontremos otro cadáver en el jacuzzi esta noche. Avisemos del incidente y cerraron el Jacuzzi. No se lo que pasara aquí, pero de haber venido aquí para pasar un buen fin de semana, y estar apareciendo cadáveres de aquí para alla, como que esto se esta poniendo muy serio. No se de vosotros, pero mejor que vayamos en grupo, armados e intentemos la manera de salir de aquí, antes de que seamos los siguientes. - Dijo en tono calmado, pero claramente asustada aunque intentaba camuflarlo.

Lo único que pude responderle a Andrew fue una cara de circunstancia, pues nadie había pasado una buena noche por mucho que quisieran, sobretodo, de los que se habían enterado de algo, claro.

- Sí, supongo que luego me gustaría saber algo...

No era de las que dejaban las cosas como estaban nunca, no podía.

Cassie no sabía nada y cuando dio aquel grito yo simplemente asentí. Yo ya había estado gritando la noche anterior cuando querían que me fuera a dormir tan tranquilamente.

Pronto se dio cuenta de que había llamado la atención de todo el mundo y luego se puso a hablar bajo.

- Yo estaba en los jardines y me venía ya para mi habitación cuando escuché un grito. Encontré una máscara llena de sangre y como llovía, pues había un rastro claro en el suelo de pisadas que se metían al bosque, así que lo seguí. Encontré a Kristen con el cuello partido, pero me dio la sensación de que se había caído al lugar donde la encontré o quizás, la habían empujado, no lo sé...

Carherine dijo aquello sobre que avisaron y asentí.

- Yo vine a buscar ayuda y fuimos Max, Andrew, Jason, Mark y yo a buscar el cadáver. Se quedó el médico que decía que también era forense...

Suspiré, guardando silencio un rato.

- Espero que nos dejen marcharnos. Yo no quiero estar aquí ni un día más...

- Que dolor de cabeza jesús. Me siento con café en mi mano, levantada tan pronto bostezo sin parar. Hago mala cara creo que no tengo el estómago para comer nada.

- Ella dice la verdad, encontramos una chica muerta en el jacuzzi. No sabemos que le pasó, si fue un accidente o si alguien la ahogó.

Parece una maldita pesadilla, dicen que hay mas muertes, ¿pero donde me he metido?.

Como si lo hubiesen nombrado, el pelirrojo apareció por ahí, y por su aspecto necesitaba un café, bueno, uno detrás de otro. O quizás algo de alcohol, en cualquier caso tenía que despejarse de las consecuencias de una mala noche. Lo que no cabía duda es que el mejor tema de conversación para desayunar era el de fiambres, especialmente el que no se puede acompañar con pan tostado. Bendita ironía.

Sí, tuvo ese aspecto otras veces, desaliñado y con aparente resaca, pero nunca por ir por la noche a buscar el cuerpo de una chica. Cosas de la vida que a veces se pasa de perra. - Hola. - Masculló como saludo a los presentes. Notó la tensión en el ambiente, hasta un idiota lo notaría, sin embargo, él seguía en su particular mundo para variar. - ¿Ya sabéis las nuevas? - Lanzó la pregunta sin entrentenerse en buscar un hueco, sin más se acopló al lado de las chicas.

No tenía muy claro la conversación en su plenitud, pero sí el mensaje claro. - ¿Otra chica? ¿Quién? - Preguntó sorprendido. - No sé si lo han dicho, peroa noche también encontraron a Randy. - Tres cuerpos en una noche. - Quizás hayan sido accidentes, no todos, pero sí algunos. - Lo dijo más para convencerse a sí mismo que para el resto.

Se dio cuenta que algunos no conocían su nombre, así que se presentó escuetamente. - Me llaman JB. - En otras cirunstancias haría la gracia y así facilitar el ligoteo, no obstante, no era el momento ni el lugar.

La situación requería pensar más de lo que él estaba acostumbrado necesitaría teína así que hizo un gesto a la camarera. Por supuesto no tomaría de la máquina, eso solo serviría para aquellos días que uno no va al baño, en eso sí que eran útiles. - Algo de té me vendría bien, con leche y sin azúcar. Gracias.

Por último se dirigió brevemente a la chica, Jessica, quería preguntarle algo. - ¿Qué tal has dormido? - No había cometido ningún delito en lanzar aquella pregunta, ¿verdad?

La camarera asiente a las peticiones que le van haciendo aunque ya no sonrie como antes y su rostro se contrae pálido. Sobretodo cuando va escuchando cuanto van diciendo los comensales del salón.

Vuelve hacia la cocina donde antes de entrar se detiene junto a un hombre, un compañero suyo a juzgar por su traje de camarero. Intercambia unas palabras con el, algo que no llega a escucharse hasta que se lleva las manos a la cara y se marcha entre sollozos del comedor.

El hombre no la sigue, de hecho mantiene la fría compostura con la que habló a la chica y recoge forzoso el relevo de atender las mesas.

- A ver...tenemos un te para el caballero por aquí, café para la señorita y no se si me dejo a alguien..mi compañera no pudo tomar buena nota.

Se toma la libertad de dar explicaciones cuando le miran con ojos curiosos y hasta acusadores. - La chica de la que hablan, la que han encontrado ahogada en los baños no solo es compañera nuestra, era una buena amistad de quien les atendia, Sofia, por eso la vieron reaccionar así. Pobre, nadie se lo habia dicho aún....En fin, cafés y..?

Estaba adormilado había pasado la noche sin dormir. Miré a Travis dejando ver mis ojeras y dándole a entender que no podría soportar otra noche así.

Cuando me acerqué a la mesa me senté junto a todos. Vaya noche... dejando ver las ojeras que caracterizaban mi noche sin dormir. Cuando el camarero vino le pedí un café solo, necesito despertarme. Después de escuchar todos los muertos que se habían encontrado esa noche, y tras la información que le dio Cassie a nuestros compañeros... afirmé con la cabeza. Si ella no se lo hubiese dicho a los demás, lo hubiese hecho yo. 

Vestía con una camisa de cuadros, blanca con rayas rojas que me quedaba bastante ajustado junto a un pantalón tipo jeans marcado. Había tenido siempre la decencia aunque la cosa fuese mal de asearme... Esto quiere decir afeitarme, ducharme y ponerme siempre un buen modelo de ropa. También había dedicado tiempo a peinarme y echarme la gomina fijadora y una buena colonia.

Cuando vi al camarero contar la muerte de una chica sin más importancia... Presenté disgusto por ello. Pero no actué, dejé que el camarero se fuera... debíamos de planear algo o seríamos los próximos.

Se queda con la cara muy seria después de escuchar las palabras del jefe de camareros o responsable de aquello.

Sin mas se levanta en dirección a donde se fue a ir, no sin antes preguntar.

¿ donde puedo encontrarla ? , he de hablar con ella... - sus ojos atentos, sensibles, con una pizca de autoridad lo decían todo, iba hablar con aquella camarera, por mucho que le dijeran que no era el momento o algo por el estilo.

¿ y bien ? - pregunto de nuevo, a aquel hombre que les sirvió.

- ¿ En el jacuzzi? - Sólo de pensar que hacía unas horas había estado allí dentro tranquilamente junto con Kristen se me caía el alma a los pies. No es que nos hubiéramos hecho amigas, ni nada parecido, pero de ahí a verla muerta iba todo un mundo.

Jason amaneció y se vino a sentar con nosotras, quizás, porque éramos las que más bulla estábamos metiendo. Eso sí, no le hubiera hecho falta preguntar si ya se habían enterado de lo que había pasado, sólo había que mirarlas las caras.

Al preguntarme aquello le sonreí, o quizás fuera más bien un amago de sonrisa que otra cosa, pero estaba claro que agradecía su pregunta.

- He dormido más de lo que hubiera podido esperar. - Seguramente hubieran sido un par de horas, a tiempos, pero estaba segura que de haber dormido en mi habitación no hubiera conseguido nada más que temblar de miedo y mirar todo el rato a la puerta igual que cuando eres pequeño y te tragas El Exorcista. - Muchas gracias, de verdad, te debo una.

Me llevé la taza a los labios y bebí un poco. Un café caliente era algo que el cuerpo no rechazaba en aquel momento y menos, cuando estaba muy bien preparado.

- ¿ Creéis que nos dejarán marcharnos?

El camarero que ya había repartido el contenido de su bandeja miro con gesto rancio a la mujer que de forma apresurada se levantaba.

- No creo que esté de ánimos de hablar con nadie. Protestó ante la pregunta de Catherine, algo que acompañó con un gesto de encogimiento de hombros.

- No lo se, tal vez su habitación, o iría ha hablar con la dirección, o con Frank, el médico...

No se detiene mucho mas, ya que como daba muestras o no lo sabía o poco le importaba.

Ante la pregunta de Jessica contesto... No lo sé, pero tengo la extraña sensación de que con todo este afán por ocultar lo que pasa, no creo que les guste que salgamos de aquí y hablemos con la prensa o la policia...

De todas formas yo creo que deberíamos hablar con la responsable y pedirle que nos venga a recoger el barco... "a ver por donde nos sale".... También creo que sería bueno que no andemos solos por ahí, que nunca estemos menos de tres personas solas, por ejemplo que los de cada habitación que estemos siempre juntos...

Pese a pasar horas ordenando de nuevo todas sus ropas y pertenencias, y pese a que se movía con absoluto cuidado para no despertar con su tarea a los compañeros de cuarto, cuando Travis se acostó, clareando ya el cielo, no conseguía dormirse de manera natural. Demasiadas novedades y demasiados cabos sueltos para conseguir clasificar y organizar las ideas.

¿Cómo podría dormir en aquel lugar, con aquella gente tan cerca, y todo tras aquellos sucesos más que inquietantes? Optó por rebuscar en su botiquín personal y tomarse dos pastillitas del frasco de somníferos que había traído, pues en las mejores circunstancias también preveía dificultades para conciliar el sueño en aquel entorno hostil y desconocido.

El resultado fue un sueño profundo y pesado, sin sueños pero que lo hizo dormir hasta tarde, levantarse con la boca pastosa y la mente embotada. Travis recordó la copa de champán que había tomado en la fiesta - qué lejana parecía - y se reprendió por buscarse de aquella tonta manera la merecida resaca que reconoció en su estado matutino.

Entro en el comedor todavía somnoliento, arrastrando los pies. Ya había comprobado que estaba solo en la habitación - y que su equipaje seguía intacto - pero le sorprendió ver que tantos viajeros estaban ya allí reunidos. Murmuró un saludo, lanzó para todos su breve gesto de saludo y se preparó un tazón de cereales chocolateados, unas tortitas con sirope de chocolate y un zumo de naranja largo y se sentó en una mesa junto a la ventana.

Solo llegó a tiempo e escuchar las últimas palabras de Cassie y no le gustaron demasiado. Andar en grupo por ahí constantemente...él lo que necesitaba era tranquilidad, y largarse de allí, claro. Nada de esto hubiera pasado si les permitieran conectarse a internet. Tenía mil asuntos que revisar. No dijo nada, hundió la cuchara en sus cereales y comió.

El hilo musical, apenas perceptible cual molesto murmullo al que pocos hacian caso enmudeció de repente para dar paso a la voz de una mujer.

" Buenos dias residentes del Campamento. Esperamos estén disfrutando de un rico desayuno en estos momentos y por ello no les robaré muchos minutos. Tan solo invitar a todo el interesado a reunirse a las 10,30h de esta mañana en la pequeña sala de juntas donde nuestra directora quiere hacer para todos y todas unas declaraciones. Gracias..."

La voz cesó su mensaje y de nuevo la música clásica anodina recuperó con su presencia el protagonismo entre el creciente murmullo general. 

La hora llegó pronto, tras el desayuno y no fué difícil encontrar el lugar. Tras cruzar unas puertas dobles del hall que hasta ese momento siempre habían visto cerradas.

En su interior un gran número de sillas ordenadas en hileras frente a una tarima elevada en la que había un atril. La directora, una mujer rubia de mediana edad de porte elegante conversaba con el médico y con otro hombre al que algunos reconocieron de la pasada noche como Max.

Una cosa que se fijaron es que los empleados tambien acudieron y parecían en su mayoría tan inquietos como los mismos inquilinos del centro.